...y sonrisa, ..y llanto..., y sonrisa...y l lanto, y...

Despacio,
lenta,
el agua tenue sin sabor a lluvia
se encargó; se encarga,
de esas ideas, de esos pasos, de ese sentir,
mensas
mensos
menso.

Y ha sido
es
puede ser
cotidiano el desprecio,
la desilusión
¿es?,
¿será?
¡no importa!

Y se hizo cotidiana la estima;
este acariciar
mío
sólo mío;
que no siempre sonríe.
Y se hizo cotidiana
esta libertad
mía
sólo mía;
que no siempre sonríe.

No hay caricias, creo,
en las estaciones solitarias
y si un resplandor se estrella,
se estrelló,
se estrellara
en estos tiempos ¿opacos?
es triste la verdad presagiada.

Allá
donde se estrelló
se estrella
se estrellará el alma;
allá
estoy yo...

Allá, acá, acullá,
en sus calles
en sus posadas
en sus éxitos
yace el aire
algo del aire;
y una construcción nueva
que acompaña
sonríe
llora
corre;
no se deja asir
cual celaje...

Se trata de un tiempo largo
de apertura de espacios
de oxígeno
vibraciones
ternura;
siempre,
en hondos caminos.

Ayer
les vi llegar, y me fuí.
Volví,
y ya no estaban;
¿no están?
¿no estarán?;
es que la pequeñez desespera,
es que la desilusión no es buena para esperas.

Les he visto partir
estar
asomar
retornar
y...
he aprendido a sonreir,
a llorar
a saber de caricias extrañas.

Caricias
lentas
profundas
caricias...
Junto a ellas
acá estoy
llena del sol
en el agua del manantial,
en la inmensa velocidad del molino del viento,
tal cual matrix...
amando incesante.

Acá estoy
estrenando
una mirada eterna
sin saber de retornos
si saber, sin importar,
si se van
o vuelven.

Movimiento
del desconcierto.

Si no reconocen siluetas, ecos, huesos, carne,
esta quieta alma mía
veloz
extraña
incógnita
estreno
parto.
Esta alma mía
desafía,
no sabe
de soledad, ni de compañía
es, y quiere ser
resplandor,
aire...

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