Para el corazón terco de Leandro

Mirar, poder mirar, es querer
y querer es cuando quedan derrotados
todos los sueños no logrados
todas las autosuficiencias infladas
es consolarse con la realidad
cualquiera que sea
no importa si a regañadientes
no importa sin en las manos sólo tenemos migajas
y en los caminos
soledad,
soledad de ilusiones
guazábaras
o pajaritos trinando,
no importa,
el amor en los caminos
se consuela con todo
y cuenta gotitas, lombrices
o estrellas.
El querer
a la realidad le atraviesa el cerebro, el cuerpo todo,
y el alma.
A los humanos cuando quieren
nada les detiene
y a la muerte miran de frente.

Mildred D
Santiago, RD

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