Ruptura del Concordato y educación sexual. Lilliam Fondeur opina.


Lilliam Fondeur explica que para liberar la sociedad de los dogmas religiosos contrarios a la educación sexual, los derechos sexuales y reproductivos, en la RD hay que romper el contrato del Concordato, firmado por Trujillo y la Iglesia Católica.

Mildred Dolores Mata
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¡Conoce, actúa, exige!


Lilliam Fondeur

 Está llegando la hora de revisar el Concordato. Es en esté antiguo acuerdo que se fundamenta la Iglesia Católica para deslegitimar los derechos humanos. Para objetar el derecho de los niños, las niñas y toda la población  a recibir educación sexual y reproductiva; una herramienta para salvar vidas.
Lilliam Fondeur, doctora ginecóloga, feminista
 Es en el  Concordato que se sustenta la Iglesia Católica para intentar bloquear las campañas de educación sexual científica que podrían reducir las miles  de vidas truncadas por embarazos en niñas y adolescentes,  una realidad tan evidente como  la sal del mar.

Es en el Concordato que se apoya la Iglesia Católica para que el estado  dominicano a través de las farmacia del pueblo, PROMESE CAL, no ofrezca  anticonceptivos ni preservativo, una estrategia basada en la evidencia  para reducir las muertes por SIDA y muertes maternas.

El  Concordato es un acuerdo  entre el Vaticano y el  dictador Trujillo  Molina, quien tuvo excelentes relaciones con el alto clero de la Iglesia Católica. Un documento contrario a la Constitución por ser violatorio al derecho a la igualdad. Otorga en su Articulo. III a la Iglesia Católica el carácter de sociedad perfecta. ¡inverosímil! 

 Olvidan que el  papa  Benedicto XVI pidió perdón por los escándalos de abusos sexuales a menores, por la gran cantidad de denuncias por pederastia.

En el país, Sencillamente triste y oprimido,  representantes de la Iglesia Católica fueron acusados de violar sexualmente  a nueve menores en el Hogar “La Ciudad de los Niños, San Francisco Javier”, de San Rafael del Yuma, Higüey, en el 2005.

 El Concordato nos compromete  en su articulo XXII a que la enseñanza suministrada por el Estado en las escuelas públicas esté orientada por los principios de la doctrina y de la moral católicas.

En un país democrático, el estado debe velar por una educación crítica no sustentada en una moral o doctrina determinadas.

El Concordado  es un acuerdo jurídico- económico cargado de inequidades.  El Estado se compromete a construir las iglesia y los edificios adecuados del obispo, además asegura a la Arquidiócesis de Santo Domingo y a cada Diócesis una subvención mensual para los gastos de administración y para las iglesias pobres. Sin olvidar que los eclesiásticos están exentos de cualquier impuesto o contribución en razón del ejercicio de su ministerio espiritual, entre otros privilegios.   Un contrato digno de ser revisado.

Invito a leer el Concordato.  Debe ser conocido por la población dominicana, católicos, de las  otras religiones y ateos. ¡Conoce, actúa, exige!.

El Concordato dominicano es sencillamente  un concordato de los años 50’, divorciado de nuestra realidad  y de los derechos humanos.

 www.lilliamfondeur.com