¿Autoestima, egoísmo?


Uno de los temas que me fascina, es: ¿hasta dónde es el amor hacia una, o uno mismo, es una cualidad de amor propio, de autoestima, o cuando sería egoísmo?

Como tema que atraviesa una de mis inquietudes para aprender, conocer...cada vez que se trata el mismo, ahí tengo yo las antenitas paradas, para escuchar, leer, analizar.

Leí el libro “Del amor al egoísmo” de Javier Bergara, terapeuta  de Argentina, con este fin: saber sobre la diferencia entre amor propio y egoísmo. Dice el autor que no hay límites para amarse a una/uno mismo, podemos cuidarnos, tener y desarrollar intereses propios, hasta el infinito.

El egoísmo es cuando queremos dominar a las demás personas, imponerles nuestras decisiones, intereses, sin respetar sus sentimientos, sus valores, sus decisiones: es decir, egoísmo es cosificar, tratar las personas como cosas.

De ahí que es muy bueno, valorar, que te reconozcan tus virtudes, y que te reconozcas en lo bueno, que reconozca tus valores, talentos, logros. Pero que no te midas por ellos. Es decir que un fracaso en algo no te quite tu música de alegría y de bondad. Un fracaso es un motivo de aprendizaje.

Y si no gustas a alguien o a mucha gente: tu pelo, tu libro, un plan, un programa,…que has hecho, tampoco eso te mide: tu música interna no debe variar porque no seas halagada/o, o reconocida/o.

El libro Don Quijote de la Mancha, de Miguel Cervantes y Saavedra, fue considerado sin valor literario, por algunos grandes escritores de su época, y sin embargo es el libro universalmente reconocido, como la mejor obra de la lengua española. El escritor escribió a mano, en la cárcel, después de los 60 años, y se sobrepuso al rechazo externo, porque tenía una gran interioridad y una gran autoestima.

 ¡A amarnos, pues!