El matrimonio igualitario entre Homosexuales: ¡Loas! al embajador Brewster de Estados Unido en RD.

Susi Pola denuncia la homofobia del representante diplomático de la República Dominicana ante el Vaticano, señor Víctor Grimaldi, quien se quejó de una reunión sostenida por el embajador de Estados Unidos, JamesBrewster, Wally, con la comunidad de homosexuales, gays, lesbianas, bisexuales,  transexuales. Y agradece el gesto de los Estados Unidos con permitirnos poder asimilar los derechos a la preferencias sexuales diferentes a la heterosexual, con una pareja empoderada, casada por el matrimonio igualitario, que se puede en otras soiedades.
¡A leer a Susi Pola!

Mildred Dolores Mata
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Agradecer a Brewster

Susi Pola


http://elnacional.com.do/agradecer-brewster/


A pesar de que leyes y acuerdos sobre protección de Derechos Humanos condenen la discriminación e intolerancia hacia los grupos LGTB –lesbianas, gays, trans y bisexuales- actores relevantes del funcionar nacional, manifiestan intransigencia y fanatismo hasta el mayor de los ridículos.

Esta vez, el Embajador Víctor Grimaldi, fue protagonista del irrisorio y grotesco incidente que afectó, al menos en compostura, al cuerpo diplomático internacional, cuando escribió una carta al mismo Papa de Roma, quejándose de la propia agenda del Embajador de Estados Unidos en el país, por haber recibido a una representación de alrededor de 15 organizaciones LGTB en su legación. Lo demás, se convirtió en un burdo sainete protagonizado por el embajador dominicano en la Santa Sede, siempre dejando constancia por escrito de la torpeza, cuando el gobierno dominicano lo desautorizó públicamente.

La R. Dominicana, nunca tendrá como agradecer a los Estado Unidos la oportunidad de crecer en conciencia como comunidad nacional, al enviar a nuestro país al Excmo. Señor Embajador James Wally Brewster y a su esposo. La reflexión desencadenada a raíz de la llegada de este matrimonio, es la mejor cosa que nos ha sucedido en años. Un antes y un después en el carnaval de las caretas que, obligatoriamente, el matrimonio Brewster nos ha obligado a quitar.

Sobre la discriminación de las agresiones homófobas en el mundo, vimos en las últimas semanas referencias de cruda violencia en Rusia testimoniando la peor cara de la radicalidad y levantando un clamor global contra la práctica. Pero estas acciones criminales no son las únicas.

Esteban Ibarra, cofundador del Movimiento contra la Intolerancia, organización nacida en España a raíz del asesinato de la dominicana Lucrecia Pérez, en noviembre de 1992, recordaba que la fobia a la homosexualidad, no tiene solamente una proyección sanguinaria como la vista en Rusia, por ejemplo, también está presente de forma continua y latente en nuestras sociedades de muy diversas maneras, y decía, “la difamación y el silencio que se otorga a la realidad de transexuales, lesbianas y gays, en el ámbito educativo, laboral y social, la tergiversación de su imagen alimentando prejuicios que presentan la homosexualidad como una degeneración o una enfermedad, la ocultación sistemática de imágenes positivas o la no equiparación de derechos que exigen, son también discriminaciones homófobas.

Es verdad que en nuestro país, máximas autoridades de intolerancia visceral, se dan el lujo de no creer en los derechos humanos, y decirlo con esa estúpida sinrazón de la gente entronizada en el poder absoluto, atrasada temporo espacialmente porque si y porque se le da la gana.

Y preguntamos, ¿Vamos a seguir aplaudiendo? O es que aquí, ¿no pasó nada?