Entregas

En remolino
van
la espalda
el ritmo
la comprensión, la ejecución,
de un programa
de un verso, de un verbo
de un caminar de abrazos: a niñas, niños...

El verbo escuchar
pide la noche
palabras de mujeres solícitas
solidarias
que hacen el sonido
desde la garganta
en las vísceras,
sus notas riegan el aire
decididas
abrazan construcciones de seres.

Hacen el sentido
alejan el mareo
de la escasez
que no pudo sentarse
y tuvo que salir por la puerta de atrás.

Esta mañana
temprano escuché melodías sobre la noche
el libro había dicho
sobre los verbos
habló de acción.
Esta noche es ¡no desolación!
Hay que ejercer la imaginación.

Es que la sangre se mueve
no hay tiempo para el fastidio
¡cero quejido!
la dejadez se aleja;
la pesadumbre
¡queda derrotada!

No obstante
solazarse
quiere la noche
con las palabras
y con las almas que resplandecen
con tejidos férreos de cuidados…
es el encuentro en la búsqueda de sentido
a fuerza de garabatear el alma en el teclado
quiero esta noche
escuchar las voces que elevan otras voces…

Santiago, RD, miércoles, 04 de junio de 2014