Violencia la mujer en los carros de concho. El Poder desde lo Cotidiano, por Víctor Martínez.

Tengo el gusto de reproducir un artículo sobre la realidad de hostigamiento que sufrimos las mujeres en la calles, el llamado acoso  callejero, pero en este caso la calle agrede desde un concho.

Se trata de un relato agudo y crítico sobre el tema, escrito por el joven de Santiago Víctor Martínez, él es Comunicador Social Audiovisual, tiene 23 años, está interesado en el periodismo, el arte, la cultura y la sociedad. Estudió Comunicación Social en la PUCMM.

Tiene un blog llamado Blog Calado, el cual es un "Espacio de difusión artística y cultural en la ciudad de Santiago", acá el link  https://elblogcalado.wordpress.com/. Viene publicando desde el 2015 y contiene información valiosa cultural.

También tiene otro blog llamado fundanegra.blogspot.com, el cual contiene una gran riqueza de relatos,  narraciones de hechos sociales, dibujos, fotografías...Un verdadero mundo de arte. Viene publicando en este blog desde el 2015.

Acá lo observado y brillantemente expuesto con un sentido feminista de rechazo a la cosificación sexual de la mujer.

Mildred Mata
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El poder desde lo cotidiano: el carro concho.

Por Víctor Martínez

La diversidad de formas en que la ficción del género y sus roles de opresor/oprimido atraviesa nuestro día a día sin darnos cuenta llama mucho la atención.

Un ejemplo del que he sido testigo varias veces sucede cuando voy montado en el concho y el chofer hace que cambiemos la posición de nuestros asientos para que junto a él se coloque una mujer. O también, cuando la joven que se dirige hacia un punto determinado tiene que aguantar durante la mayor parte del viaje que uno de los pasajeros (si no el chofer mismo, o ambos) se dirija a ella como si fuese un juguete sexual en venta.

Lo interesante del asunto es que el carro concho se vuelve una metáfora del escenario social; los conflictos de lucha por quien entiende que posee las facultades y el derecho de dirigirse al otro como si fuera un objeto inferior, se concretizan en un lugar en el que casi no hay espacio entre un cuerpo y otro.

Carlos Fonseca Hernández parafrasea a Judith Butler cuando dice que ‘’…el género se define como performance: repetición que imita la fantasía…’’, expresión que a mi entender, cobra vida en un medio de interacción como el carro concho, que se caracteriza por lo rutinario y repetitivo de utilizar el transporte público para trasladarse diariamente de un punto a otro.

No obstante, lo que me parece importante resaltar es  el valor que tiene identificar estas expresiones micro-sociales del poder en pleno ejercicio para en esa medida, generar un entendimiento mayor sobre cómo esta lógica justifica manifestaciones de desigualdad que se dan en otros espacios sociales donde parecieran tener mayor legitimidad, como es el caso de las instituciones públicas y privadas.

De esta manera, el reconocimiento de los grupos e individuos históricamente infravalorados tomaría un curso desde lo cotidiano, donde por medio de la repetición incansable, el poder se reproduce y toma fuerza.


Referencia
Fonseca Hernández, C. & Quintero, M. La Teoría Queer: La de-construcción de las identidades periféricas.