Incansablemente...

Mis dedos palparon la mesa
larga y suavemente
mis manos
atravesaron la tierra en lo más hondo
las yemas de mis dedos
penetraron
las rocas entre las cuevas
lamí con mi lengua
debajo de la arena en el fondo del mar
todo para encontrar un sentido
que sólo vencida
el sueño me dió
para luego llorar
en mi cueva
en la luz
en la caída de la piedra que abre la esperanza
en el afán eterno
de buscar la perfección
¡si algún día yo me amase...
quedándome quieta...!

2.X.06

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