PUBLICADO EN LA SECCION FIRMAS DE CLAVE DIGITAL EL DIA martes, 28 de noviembre de 2006
Se nota que las dominicanas y los dominicanos andamos por charcos muy separados y distantes.
En los medios en los que me muevo es una gran virtud la lucha, el valor, la denuncia, la movilización, el ejercicio del derecho a incordiar (el derecho a incordiar del que hablaba Paulo Herrera Maluf en un artículo). Todos, mecanismos para lograr equidad y una sociedad realmente democrática en lo social, civil y político.
No obstante ser eso lo que más queremos en algunas charcas; en otras es un gran defecto.
Esto que afirmo se refleja en el artículo de Eurípides Antonio Uribe Peguero, y en comentaristas dolidos ante el reconocimiento que se ha hecho a Sonia Pierre por sus actividades pro derechos humanos. También se palpa por las reacciones ante los artículos escritos por Carlos Dore Cabral, Pedro Conde Sturla, y Steven Gehy, elogiándola.
El Movimiento de Mujeres Domínico-Haitianas (MUDHA), que tiene como representante a Sonia Pierre, ha logrado alzar su voz y llegar hasta la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que ha acogido su sentir en cuanto a las dificultades de los hijos e hijas de haitianos y haitianas para poder obtener documentos de identidad.
Cuando se busca la equidad, la felicidad; alegra el reconocimiento a este grupo, que tradicionalmente no ha tenido mucha capacidad de movilización en torno a sus derechos. Anima una buena noticia, luego de experimentar como seis mil mujeres que marchamos el 25 de abril de este año, fuimos prácticamente ignoradas por el Congreso de la República, en torno a demandas esenciales que planteábamos ante el nuevo Código Penal.
Estamos saturados de impotencia. Las mujeres, y otros sectores marginales, o que aspiran a un país democráticamente más institucionalizado, estamos saturados de nuestras debilidades. Teniendo como telón de fondo este estado emocional y de sentimientos de rechazo a la inequidad, y pensando sobre cómo superar estas carencias, es por lo que me quedo chocada por la reacción totalmente contraria, de una parte de la sociedad dominicana, que ve como un anti-valor la denuncia y la solidaridad internacional para con este grupo.
Esa tanta gabela ideológica de los sectores conservadores de sentirse con el derecho de excluir, y de enojarse cuando un grupo asume su autodefensa, tiene su explicación. Y para ello quiero usar la coletilla de la Red por la Gobernabilidad y la Gerencia Pública de la que vengo escribiendo, que señala: “El ejercicio responsable de la ciudadanía y la participación más actividad de todos y todas en la vida pública es la garantía de una democracia sustentable y sostenible. La presencia pública de la ciudadanía en todos los espacios, ya sean partidos u organizaciones sociales, culturales o económicas permite construir la democracia como expresión de la voluntad colectiva. El déficit principal de la democracia dominicana es la ausencia de organizaciones fuertes y verdaderamente representativas de los sectores más pobres.”
Se reconoce por doquier que nuestra vida democrática y ciudadana es débil. Entiendo que sin ejercicio ciudadano consciente no van a respetarse los segmentos excluidos, los intereses y las necesidades excluidas, ya sea por el bajo poder económico, o por la debilidad de no estar estructurados, tener capacidades de empujar, planificar y hacer incidencia en torno a intereses, de una manera significativa. Una ciudadanía fuerte es importante para fortalecer el Estado, frente a intereses meramente económicos, y sin miras sociales.
Se tiene dificultad para reconocer el valor de llevar el caso de los problemas de la documentación de los/as nacidas/os acá descendientes de haitianos/os a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en lo que se viene llamando Caso Dilcia Yean y Violeta Bosico, ante la CIDH.
Tenemos que asimilar una cultura de civismo, de pluralidades.
Tenemos que aprender a ser más democráticos.
Sonia Pierre, MUDHA, las feministas, los gays, las lesbianas, los ecologistas, los/as campesinos/as, obreros/as, empresarios/as, pacifistas…todos los grupos sociales deben defender sus intereses, procurando alianzas e inserción en amplias plataformas de luchas.
Cuando un grupo vive subordinado, sin capacidad de incidencia “se lo come el tigre”: o lucha por dignificarse, o se acostumbran inmisericordemente a su marginalidad, y mientras más se acostumbra la parte dominante que hegemoniza la sociedad a pensar que no existen como entes activos y sujetos de dignidad, más le duele cuando se movilizan. MUDHA y Sonia Pierre ha dado un paso adelante, justo y necesario. No hay ni por asomo en el país, una real disposición hacia la justicia con respecto a este grupo social.
Podemos discutir los contenidos de sus luchas, sus estrategias, pero no partir de la premisa de que quien denuncia es malo, mal agradecido, o antipatriota. Debemos tener suficiente entereza, sentido de justicia, y sentido democrático para ampliar la verdad, y entender los ejercicios de ciudadanía plena, al margen de lo que una parte quiera, o desee; siempre a partir de situaciones muy diferentes a las que vive el otro grupo afectado.
Un grupo social que defiende sus intereses, que participa, que busca mejorar su situación es un ejemplo a imitar. Hay que saber hacer alianzas, hay que buscar apoyo en la normativa, y los mecanismos internacionales que les puedan apoyar. Nadie ha conquistado derechos y ciudadanía por su bonita cara.
Tenemos que asimilar los derechos de todas las personas para definir y ejecutar sus planes de incidencia, cuando sus situaciones son obviadas, ignoradas, y cuando se sufre, en consecuencia por esa falta de sensibilidad.
La patria no es un todo unificado y armonioso. Más bien, hacia los nacidos acá, descendientes de padres-madres haitianos/as, a quienes han definido y ejecutado lo público, se le ha dificultado abrazarlos y hacerlos sentir parte, no con conmiseraciones, o con esperas de agradecimiento paternalista, sino como entes con derechos. Y la documentación es un derecho fundamental para los demás ejercicios de ciudadanía.
Mejoremos pues nuestro país con un ejercicio ciudadano comprometido con la justicia y la equidad.
Recibes, Sonia Pierre, un abrazo de hermana.
Le expreso mi admiración desde mi pequeño corazón, desde una pequeña luchadora por la alegría, el bienestar y la dignidad de todos y todas en nuestro país. Su ejemplo es un estímulo para todo el movimiento de mujeres en República Dominicana, en América y en el mundo. Gracias, y felicidades.
Un blog de opinión e informaciones enfocado en temas relacionados con los derechos de la mujer. Soy una demócrata radical en el desarrollo de las naciones, con la equidad e igualdad social, económica y política de los ciudadanos/as dominicanos/as y del mundo.
También encontrarás algunas producciones literarias buscando un sentido de interioridad y una visión universal.
Desahogo...venciendo grillos
(Dedicado a Anaísa a Pie, una forista de Clave Digital)
venciendo los grillos
a fuerza de cordura,
esa cordura que es el vientre
de los sueños locos
rotos,
cordura
vientre
de todos los miedos de mierda.
¿Por qué no admitirlo?
La noche,
ésta noche,
dejó vencida
a la espontaneidad...
Nació un maldito "respeto", en este tiempo inquieto
y el impostor
sabe muy bien dejarnos a la interperie
de nuestros sueños,
bajo falsa cobija.
Sin estrellas, se paralizaron los sueños
y renunciaron los oídos a escuchar muchas voces.
A fuerza de atesorar tantas tristezas
este tiempo se cansó...
y sólo permitió que ocurriese en su seno
el desahogo de las odas que velan el sueño.
Antes de partir
la noche ya quieta
reunió hojalatas rotas, cristales deshechos, seres muy quietos, cosas tristonas
seres sin escucha, seres
que dejaron sangre en la calle
como la de Vanessa Ramírez Fañas
seres que nos dejan muertos.
Ahora
temiendo a la quietud de los humanos
la noche ya duerme entre mis brazos...;
dormimos las dos;
para iniciar mañana...
e intentar ser.
mdm, 24.XI.06, Santiago, RD.
venciendo los grillos
a fuerza de cordura,
esa cordura que es el vientre
de los sueños locos
rotos,
cordura
vientre
de todos los miedos de mierda.
¿Por qué no admitirlo?
La noche,
ésta noche,
dejó vencida
a la espontaneidad...
Nació un maldito "respeto", en este tiempo inquieto
y el impostor
sabe muy bien dejarnos a la interperie
de nuestros sueños,
bajo falsa cobija.
Sin estrellas, se paralizaron los sueños
y renunciaron los oídos a escuchar muchas voces.
A fuerza de atesorar tantas tristezas
este tiempo se cansó...
y sólo permitió que ocurriese en su seno
el desahogo de las odas que velan el sueño.
Antes de partir
la noche ya quieta
reunió hojalatas rotas, cristales deshechos, seres muy quietos, cosas tristonas
seres sin escucha, seres
que dejaron sangre en la calle
como la de Vanessa Ramírez Fañas
seres que nos dejan muertos.
Ahora
temiendo a la quietud de los humanos
la noche ya duerme entre mis brazos...;
dormimos las dos;
para iniciar mañana...
e intentar ser.
mdm, 24.XI.06, Santiago, RD.
Amor rebelde
¿Cuál es su dueño?:
cualquiera que acaricie el ancho mar
y al ancho cielo.
¿Quién besa sus labios?:
cualquiera que trascienda al horizonte,
y toque suavemente el pelo
sin aferrarse,
y nunca creyese,
que pudiese ser su dueño.
¿Quien toca sus nalgas, sus senos, lóbulos,
pies, brazos, sangre, ojos...manos?:
la brisa que sobrevuela los océanos,
y conversa con El Principito...
y con el mendigo..
La brisa que acompaña sus respectivos planetas
y cuida de la rosa
y del mendrugo.
¿Quién osa estar dentro de su alma?:
los ruinseñores, los palos podridos,
los techos sin plafones, cualquier piel, cualquier semen,
cualquier risa, o llanto, o canto, o consuelo.
¿Quiénes están dentro de su alma?
¡Ellas!...
¿Quienes?:
las voces nunca escuchadas
y las que no se saben amadas.
Están en su alma
aquellos labios acariciantes
que lamen a todo un universo
y saborean... murmuran... besan...
sin tiempo... sin prisa...
¿Quién cuida de los párrafos, de las palabras,
de los ojos que recorren los senos?:
manos diversas,
seres soñadores,
cantores;
inasibles seres
que inventan el amor
en cualquier plaza, cama, arena, esterilla, piso,
estiércol, cabaré, o calle;
en cualquier grama, o
en cualquier alma.
13.XI.06
RD
mdm
cualquiera que acaricie el ancho mar
y al ancho cielo.
¿Quién besa sus labios?:
cualquiera que trascienda al horizonte,
y toque suavemente el pelo
sin aferrarse,
y nunca creyese,
que pudiese ser su dueño.
¿Quien toca sus nalgas, sus senos, lóbulos,
pies, brazos, sangre, ojos...manos?:
la brisa que sobrevuela los océanos,
y conversa con El Principito...
y con el mendigo..
La brisa que acompaña sus respectivos planetas
y cuida de la rosa
y del mendrugo.
¿Quién osa estar dentro de su alma?:
los ruinseñores, los palos podridos,
los techos sin plafones, cualquier piel, cualquier semen,
cualquier risa, o llanto, o canto, o consuelo.
¿Quiénes están dentro de su alma?
¡Ellas!...
¿Quienes?:
las voces nunca escuchadas
y las que no se saben amadas.
Están en su alma
aquellos labios acariciantes
que lamen a todo un universo
y saborean... murmuran... besan...
sin tiempo... sin prisa...
¿Quién cuida de los párrafos, de las palabras,
de los ojos que recorren los senos?:
manos diversas,
seres soñadores,
cantores;
inasibles seres
que inventan el amor
en cualquier plaza, cama, arena, esterilla, piso,
estiércol, cabaré, o calle;
en cualquier grama, o
en cualquier alma.
13.XI.06
RD
mdm
Construyendo un océano de unidad y de luz
PUBLICADO EN LA SECCION FIRMAS DE CLAVE DIGITAL EL DIA martes, 14 de noviembre de 2006
ACARICIANDO
Construyendo un océano de unidad y de luz
Existe unos pequeños mundos a los que amo que se llaman ‘Foro’ y ‘Firmas’ de Clave Digital: amo al conjunto de articulistas, foristas, lectores y comentaristas.
Mildred D. Mata - Pequeña. Madre. Amiga.
Existe unos pequeños mundos a los que amo que se llaman ‘Foro’ y ‘Firmas’ de Clave Digital: amo al conjunto de articulistas, foristas, lectores y comentaristas.
Escribo este tema, dedicándolo a estos colectivos humanos, y quiero destacar la virtud de estos espacios, porque en ellos se expresan ideas, muuuy, pero que muuuy contrapuestas, en distintas áreas.
Lo que más agradezco al compartir en estos espacios es la oportunidad que me han dado, y que me dan; de conocer pensamientos muy diferentes; personalidades muy diferentes. Y poder palpar cada día, cómo; a pesar de las diferencias; va surgiendo una familia entre todos éstos tantos/as amigas, amigos, medio-amigos/as y de amigos-enemigos/as (¡broma!, esto último).
En estos microuniversos, he ido aprendiendo de las actitudes, de los pensamientos libertarios abiertos y honestos. Informados, documentados, muchas veces. Pero lo principal, como dice Anthony de Melo, es cuando se tiene el valor de conocer la diversidad con pasión desapasionada.
Gente que exponen sus puntos de vistas, argumentan con gallardía, con libertad; sin importar que sus pensamientos no sean hegemónicos en lo interno de estas comunidades. Y se van difuminando, escurriendo, como agua entre las manos, las categorías de derecha e izquierda, imperialismo y antiimperialismo, religiosidad-ateísmo, machismo-feminismo, pro-despenalización del aborto y aborto criminal, gays-lesbianas/homofóbicos/as, poetas y no poetas, gobiernistas y no gobiernitas, bushsistas y anti-bushistas, Haití-RD, pro migrantes, nacionalistas y “nacionalistas”…Creo que van surgiendo desde las charcas, pequeños riachuelos, y ¿por qué no?, un inicio de océano.
Para una persona que viene de izquierda, leer argumentos con mucha naturalidad y seguridad, contra, y a favor de las ideas que a mí me parecían verdades sagradas, o conocer de “herejías”, ha abierto ventanas de conocimientos sobre otras lógicas de pensamiento, y me han reforzado ideas; desde elaboraciones intelectuales, o desde lo sencillo, con sabor a pueblo, a clase media, y alta... Conocer razonamientos… razonamientos, pobres, ricos, complejos, sencillos…
Quizás que se esté aportando valioso algo a la democracia dominicana desde Clave Digital. Las categorías divisorias rígidas van perdiendo terreno.
Inspirada en este hermosísimo fenómeno, quiero presentar una síntesis parafraseada de las ideas de la Meditación 30, del libro Una llamada al amor, de Anthony Melo, Editora Sal Terrae, páginas 123-127.
La experiencia en Clave y ésta lectura de Anthony de Melo, me han ayudado a afianzar concepciones que de manera intuitiva vengo llevando a la práctica hace unos tiempos…uno tiempos, ¡que por cierto!... no logro precisar.
Comparto estas ideas, en este espacio; pues así como a mí me hizo bien esa lectura de éste espiritual hombre, quizás a otras personas también. Los pensamientos y experiencias de este escritor van más allá de religiones particulares, y los mismos trascienden a los limitados marcos de religiones o de ateísmo.
La idea general al reproducir estas ideas es alentar a la apertura y a ayudar en las actitudes que contribuyen a conocer y asimilar cambios.
Veamos:
Nos dice Anthony de Melo:
"Lo que puede salvar al mundo no es la buena voluntad o la tolerancia, sino la clarividencia". Si se cree que nuestra percepción es la verdadera, y que los demás están equivocados, eso es condescendencia. El tener una actitud de condescendencia lleva a la división, a la idea de superioridad y de resentimiento.
Si no escuchamos, y no nos esforzamos en conocer sin prejuicios, creemos, como la rana en su charca, que el mundo se reduce a nuestra pequeñita charca.
Para la clarividencia, o la mayor objetividad del pensamiento, es ya importante saber que hay otras ranas en otras charcas. De ahí que es importante el compartir en colectivos, redes, grupos, partidos, instituciones, espacios plurales, y poder juntamos distintas ranas, de distintas charcas, y el mundo, así se ensancha.
Pero el mundo lleno de verdad y de luz, no es la suma de charcas divididas; opinando sin escucharse, sin empatía. Superar un mundo así; y crear uno rodeado de luz, con una unidad ilimitada, es lo que permitirá que el mismo pase de ser charcas divididas, un inmenso y hermoso océano.
La clarividencia o verdad objetiva, puede darse, cuando olvidamos las programaciones mentales, los prejuicios, límites que nos han enseñado desde la cultura en la que nos socializamos (ideologías, creencias de todo tipo, políticas, religiosas, económicas...) y las experiencias que hemos estado viviendo en el pasado.
Hay dos elementos más, que dificultan la clarividencia, de acuerdo a Anthony de Melo: el miedo y los deseos. Las emociones dictan a la mente que elabore argumentos conforme al corazón, y se adultera la realidad acorde con nuestro particular egoísmo, si no logramos pensar sin estar dominados por las emociones. Para trascender a las emociones, necesitamos tener el valor de auto-observarnos, saber reconocer esos prejuicios y esas programaciones.
Tener capacidad de percibir con objetividad, tener entendimiento de manera luminosa, no requiere de informaciones y conocimientos; más se requiere de valor para no dejarse influenciar por el deseo y el miedo, que si se tienen, a la hora de considerar algo, harán que el corazón se interponga al pensamiento.
"Ésta es una consideración para "gigantes" espirituales que han logrado darse cuenta de que, para encontrar la verdad, lo que necesitan no son formulaciones doctrinales, sino un corazón capaz de renunciar a su "programación" y a su egoísmo cada vez que el pensamiento se pone en marcha; un corazón que no tenga nada que proteger y nada que ambicionar y que, por consiguiente, deje a la mente vagar sin trabas, libre y sin ningún temor, en busca de la verdad; un corazón que esté siempre dispuesto a aceptar nuevos datos y a cambiar de opinión." (...)
Poder hacer esto, "...su clarividencia les haría ver que todos sus pensamientos, conceptos y creencias son lámparas apagadas, signos de su ignorancia. Y, al verlo, desaparecerían los límites de sus respectivas charcas, y se verían inundados por el océano que une a todos los seres humanos en la verdad."
Hasta acá está meditación número 30 del libro La llamada del amor de Anthony de Melo.
Finalmente, reitero mi creencia de que para hacer de nuestro mundo un océano, es una conquista poder contar en República Dominicana, y en el mundo, con los espacios que ya he señalado de Clave Digital. Conocer la diversidad permite la sinergia, la riqueza en el alma y en el pensamiento. Poder conocer con valor las diferencias, poder integrar, ampliar… con menos prejuicios, es democracia, ¡de la buena!
Mucho cariño, amigos y amigas. Hasta lueguito.
ACARICIANDO
Construyendo un océano de unidad y de luz
Existe unos pequeños mundos a los que amo que se llaman ‘Foro’ y ‘Firmas’ de Clave Digital: amo al conjunto de articulistas, foristas, lectores y comentaristas.
Mildred D. Mata - Pequeña. Madre. Amiga.
Existe unos pequeños mundos a los que amo que se llaman ‘Foro’ y ‘Firmas’ de Clave Digital: amo al conjunto de articulistas, foristas, lectores y comentaristas.
Escribo este tema, dedicándolo a estos colectivos humanos, y quiero destacar la virtud de estos espacios, porque en ellos se expresan ideas, muuuy, pero que muuuy contrapuestas, en distintas áreas.
Lo que más agradezco al compartir en estos espacios es la oportunidad que me han dado, y que me dan; de conocer pensamientos muy diferentes; personalidades muy diferentes. Y poder palpar cada día, cómo; a pesar de las diferencias; va surgiendo una familia entre todos éstos tantos/as amigas, amigos, medio-amigos/as y de amigos-enemigos/as (¡broma!, esto último).
En estos microuniversos, he ido aprendiendo de las actitudes, de los pensamientos libertarios abiertos y honestos. Informados, documentados, muchas veces. Pero lo principal, como dice Anthony de Melo, es cuando se tiene el valor de conocer la diversidad con pasión desapasionada.
Gente que exponen sus puntos de vistas, argumentan con gallardía, con libertad; sin importar que sus pensamientos no sean hegemónicos en lo interno de estas comunidades. Y se van difuminando, escurriendo, como agua entre las manos, las categorías de derecha e izquierda, imperialismo y antiimperialismo, religiosidad-ateísmo, machismo-feminismo, pro-despenalización del aborto y aborto criminal, gays-lesbianas/homofóbicos/as, poetas y no poetas, gobiernistas y no gobiernitas, bushsistas y anti-bushistas, Haití-RD, pro migrantes, nacionalistas y “nacionalistas”…Creo que van surgiendo desde las charcas, pequeños riachuelos, y ¿por qué no?, un inicio de océano.
Para una persona que viene de izquierda, leer argumentos con mucha naturalidad y seguridad, contra, y a favor de las ideas que a mí me parecían verdades sagradas, o conocer de “herejías”, ha abierto ventanas de conocimientos sobre otras lógicas de pensamiento, y me han reforzado ideas; desde elaboraciones intelectuales, o desde lo sencillo, con sabor a pueblo, a clase media, y alta... Conocer razonamientos… razonamientos, pobres, ricos, complejos, sencillos…
Quizás que se esté aportando valioso algo a la democracia dominicana desde Clave Digital. Las categorías divisorias rígidas van perdiendo terreno.
Inspirada en este hermosísimo fenómeno, quiero presentar una síntesis parafraseada de las ideas de la Meditación 30, del libro Una llamada al amor, de Anthony Melo, Editora Sal Terrae, páginas 123-127.
La experiencia en Clave y ésta lectura de Anthony de Melo, me han ayudado a afianzar concepciones que de manera intuitiva vengo llevando a la práctica hace unos tiempos…uno tiempos, ¡que por cierto!... no logro precisar.
Comparto estas ideas, en este espacio; pues así como a mí me hizo bien esa lectura de éste espiritual hombre, quizás a otras personas también. Los pensamientos y experiencias de este escritor van más allá de religiones particulares, y los mismos trascienden a los limitados marcos de religiones o de ateísmo.
La idea general al reproducir estas ideas es alentar a la apertura y a ayudar en las actitudes que contribuyen a conocer y asimilar cambios.
Veamos:
Nos dice Anthony de Melo:
"Lo que puede salvar al mundo no es la buena voluntad o la tolerancia, sino la clarividencia". Si se cree que nuestra percepción es la verdadera, y que los demás están equivocados, eso es condescendencia. El tener una actitud de condescendencia lleva a la división, a la idea de superioridad y de resentimiento.
Si no escuchamos, y no nos esforzamos en conocer sin prejuicios, creemos, como la rana en su charca, que el mundo se reduce a nuestra pequeñita charca.
Para la clarividencia, o la mayor objetividad del pensamiento, es ya importante saber que hay otras ranas en otras charcas. De ahí que es importante el compartir en colectivos, redes, grupos, partidos, instituciones, espacios plurales, y poder juntamos distintas ranas, de distintas charcas, y el mundo, así se ensancha.
Pero el mundo lleno de verdad y de luz, no es la suma de charcas divididas; opinando sin escucharse, sin empatía. Superar un mundo así; y crear uno rodeado de luz, con una unidad ilimitada, es lo que permitirá que el mismo pase de ser charcas divididas, un inmenso y hermoso océano.
La clarividencia o verdad objetiva, puede darse, cuando olvidamos las programaciones mentales, los prejuicios, límites que nos han enseñado desde la cultura en la que nos socializamos (ideologías, creencias de todo tipo, políticas, religiosas, económicas...) y las experiencias que hemos estado viviendo en el pasado.
Hay dos elementos más, que dificultan la clarividencia, de acuerdo a Anthony de Melo: el miedo y los deseos. Las emociones dictan a la mente que elabore argumentos conforme al corazón, y se adultera la realidad acorde con nuestro particular egoísmo, si no logramos pensar sin estar dominados por las emociones. Para trascender a las emociones, necesitamos tener el valor de auto-observarnos, saber reconocer esos prejuicios y esas programaciones.
Tener capacidad de percibir con objetividad, tener entendimiento de manera luminosa, no requiere de informaciones y conocimientos; más se requiere de valor para no dejarse influenciar por el deseo y el miedo, que si se tienen, a la hora de considerar algo, harán que el corazón se interponga al pensamiento.
"Ésta es una consideración para "gigantes" espirituales que han logrado darse cuenta de que, para encontrar la verdad, lo que necesitan no son formulaciones doctrinales, sino un corazón capaz de renunciar a su "programación" y a su egoísmo cada vez que el pensamiento se pone en marcha; un corazón que no tenga nada que proteger y nada que ambicionar y que, por consiguiente, deje a la mente vagar sin trabas, libre y sin ningún temor, en busca de la verdad; un corazón que esté siempre dispuesto a aceptar nuevos datos y a cambiar de opinión." (...)
Poder hacer esto, "...su clarividencia les haría ver que todos sus pensamientos, conceptos y creencias son lámparas apagadas, signos de su ignorancia. Y, al verlo, desaparecerían los límites de sus respectivas charcas, y se verían inundados por el océano que une a todos los seres humanos en la verdad."
Hasta acá está meditación número 30 del libro La llamada del amor de Anthony de Melo.
Finalmente, reitero mi creencia de que para hacer de nuestro mundo un océano, es una conquista poder contar en República Dominicana, y en el mundo, con los espacios que ya he señalado de Clave Digital. Conocer la diversidad permite la sinergia, la riqueza en el alma y en el pensamiento. Poder conocer con valor las diferencias, poder integrar, ampliar… con menos prejuicios, es democracia, ¡de la buena!
Mucho cariño, amigos y amigas. Hasta lueguito.
Rita Mella
Ganó la dominicana Rita Mella como jueza en Manhattan!!!!!!!!!!!!!
Manhattan Civil Court District 7 Rita Mella [Dem] 34800 68.07% Shari R. Michels [Oth] 9530 18.64% Kelly O'Neill Levy [Oth] 6791 13.28% Reporting: 224 of 224 precincts - 100.00 percent
Manhattan Civil Court District 7 Rita Mella [Dem] 34800 68.07% Shari R. Michels [Oth] 9530 18.64% Kelly O'Neill Levy [Oth] 6791 13.28% Reporting: 224 of 224 precincts - 100.00 percent
Quiero descansar acariciada
Y he trepado y estoy trepando desde muchas ciénegas
soy mujer
soy rural
soy pobre
y creo que estaré allá en el llano
donde están los/as agraciados/as
por oportunidades
y espacios muy humanos.
Y no conozco ni la montaña ni el llano
soy un topo acostumbrándose recién a la luz
y me siento cansada como si salir del fango cansara
y descubro porqué también
tú has repetido tanto:
-"estoy cansado"
prole de la mujer del campo;
y pregunto a los abuelos, abuelas
porqué llegaron de tan lejos
porqué no he sabido donde quedan sus suelos
y me engañaron
y me hicieron creer que el fango es bueno
y agradezco que a fuerza de piernas muy quietas
y cantos de amargura de almas en vela
adquirí estas pocas fuerzas.
Son fosas, son los sótanos de las cuevas
son las telarañas de la pobreza
es la pasividad milenaria
son rostros que no han tenido espejos
es mi rostro
es tu rostro
es su rostro
son nuestros rostros, huesos, sangre, cuerpos...
¡Estoy cansada!
vengo de lejos
vengo matando elefantes con galletadas.
¡Estoy cansada!
quiero una playa, una arena, una sombra
una agua tibia, una bicicleta
quiero también descansar
acariciada.
mildred dolores
9.XI.06
Santiago, RD.
soy mujer
soy rural
soy pobre
y creo que estaré allá en el llano
donde están los/as agraciados/as
por oportunidades
y espacios muy humanos.
Y no conozco ni la montaña ni el llano
soy un topo acostumbrándose recién a la luz
y me siento cansada como si salir del fango cansara
y descubro porqué también
tú has repetido tanto:
-"estoy cansado"
prole de la mujer del campo;
y pregunto a los abuelos, abuelas
porqué llegaron de tan lejos
porqué no he sabido donde quedan sus suelos
y me engañaron
y me hicieron creer que el fango es bueno
y agradezco que a fuerza de piernas muy quietas
y cantos de amargura de almas en vela
adquirí estas pocas fuerzas.
Son fosas, son los sótanos de las cuevas
son las telarañas de la pobreza
es la pasividad milenaria
son rostros que no han tenido espejos
es mi rostro
es tu rostro
es su rostro
son nuestros rostros, huesos, sangre, cuerpos...
¡Estoy cansada!
vengo de lejos
vengo matando elefantes con galletadas.
¡Estoy cansada!
quiero una playa, una arena, una sombra
una agua tibia, una bicicleta
quiero también descansar
acariciada.
mildred dolores
9.XI.06
Santiago, RD.
Sonia Pierre: una domínico-haitiana ejemplar
PUBLICADO EN LA SECCION FIRMAS DE CLAVE DIGITAL EL DIA martes, 07 de noviembre de 2006
DESDE HAITI
Sonia Pierre: una domínico-haitiana ejemplar
http://images.google.com/images?hl=es&q=sonia+pierre&btnG=B%C
http://www.espacinsular.org/spip.php?article2420
Sonia, humildemente, me inclino ante ti pues eres una gran dominicana, una formidable mujer y un extraordinario ser humano.
Steven Gehy - Intelectual haitiano, residente en Puerto Príncipe.
PÉTION-VILLE, Haití.-No he tenido el placer de conocerla personalmente. Ni siquiera he tenido la suerte de escucharla alguna vez durante los múltiples seminarios o conferencias en los que habitualmente participa.
Sin embargo, como muchas otras personas, supe de sus valientes luchas a través de los medios informativos dominicanos e internacionales. Desde entonces, mi admiración por ella es infinita y el respeto que le tengo, absoluto.
La admiro y la respeto sencillamente porque pienso que la diferencia esencial entre los seres humanos reside en el sentido que dan a su vida.
Cuando el ideal de vida de una persona radica principalmente en luchar en contra de la exclusión social, en contribuir a la eliminación del sexismo y del racismo, en exigir respeto a los derechos inalienables de cientos de miles de mujeres y hombres provenientes de sectores marginados, oprimidos y explotados de una nación, es porque él o la protagonista de estos procesos ha alcanzado unas dimensiones universales. Su noble legado se quedará eternamente entre las más bellas páginas de la historia de la Humanidad.
Esa no es una lucha fácil. De hecho, no existen luchas sociales que sean fáciles en ninguna parte del mundo. Es sin duda alguna, una misión ardua, compleja, titánica, la que escogió esta distinguida mujer, -ella misma dominicana de padres haitianos-, cuando decidió entregarse cuerpo y alma para “defender y salvaguardar los derechos civiles, políticos, económicos, sociales, culturales y humanos de la población dominicana de ascendencia haitiana".
En efecto, durante mucho tiempo y lamentablemente hasta hoy en día, la población dominicana de ascendencia haitiana sigue siendo despreciada, difamada, excluida, agredida verbal y físicamente por los ideólogos nacionalistas, sus intelectuales, periodistas y seguidores en general.
Sabemos que esta población dominicana de piel negra, no tiene cabida dentro de la estrecha "visión nacionalista" de esos grupos conservadores cegados por una perversa obstinación en aferrarse a un blanqueamiento cursi y firmemente opuestos al crecimiento de una nación justa, pluralista, multicultural y democrática en donde no se reprima a ningún ciudadano o ciudadana por el color de su piel, su religión, su cultura o por la nacionalidad y el estatus migratorio de sus padres.
En la hermana República Dominicana, nadie ignora que dentro de la "quimera nacionalista", la población dominicana de ascendencia haitiana debe ser mantenida eternamente como un conjunto de máquinas desechables, disponible en todo momento para las más duras y extenuantes labores, pero siempre alejada de los centros de salud, de aprendizaje, de entretenimiento, de los círculos donde se toman las decisiones políticas y de las posibilidades de movilidad económica y social.
Según el delirio nacionalista, no se puede permitir que los dominicanos negros de ascendencia haitiana se incorporen a la sociedad y tengan las mismas oportunidades que los demás.
Desde su anacrónico punto de vista, es necesario impedir a toda costa las acciones públicas o privadas que permitirían que se estimule y que se consolide finalmente la posibilidad de progreso social y económico para este grupo desfavorecido de dominicanos y dominicanas con ancestros haitianos.
Expresé anteriormente que admiraba a esta combativa mujer dominicana y hay que reiterarlo una y otra vez, porque creo que ha asumido una responsabilidad inmensa y ha aceptado un reto grandioso y altruista, de esos que sólo acogen y tienen fuerzas para cargar, algunas personalidades excepcionalmente dotadas. No es fácil y ella lo sabe sin duda alguna. Ya habrá tenido muestras de lo que cuesta llevar la bandera de la dignidad humana en las manos.
Sabe también que no hay otra salida. Que hay que implicarse, que hay que decir, que hay hablar, gritar, denunciar, exigir, pues las soluciones para mejorar la calidad de vida de los dominicanos y dominicanas descendientes de haitianos, no llegarán si ellos mismos no reclaman al Estado que cumpla con su deber de implementar las estructuras que faciliten la erradicación de la atroz situación de neo-esclavitud en la cual se encuentra hoy ese grupo especifico de la población dominicana.
Aquí nadie se hace la víctima. No es una queja o un lloriqueo. Es una demanda firme de una reivindicación justa, basada en el derecho al respeto, en el derecho a la vida, en el derecho a la dignidad.
De ninguna manera, los reclamos de los dominicanos y dominicanas de ascendencia haitiana se deben entender como una lucha en contra de la nación que les vio nacer.
Todo lo contrario: es más bien una lucha para defender unos principios nobles e integrarse a ella no desde la segregación que la envilece, sino desde la igualdad que la magnifica.
Algunos, voluntariamente o involuntariamente, se han olvidado de los principios trascendentales de libertad, igualdad y fraternidad, que les han costado a la humanidad tantas luchas, tantos sacrificios y tanta sangre. Y hay que sacudir a los amnésicos. Esos ideales son imprescindibles para la conquista de aunque sea un poco de bienestar y de crecimiento humano y social.
Sonia, humildemente, me inclino ante ti pues eres una gran dominicana, una formidable mujer y un extraordinario ser humano.
Los "liliputienses" espirituales que somos casi todos sobre este planeta de mezquinos, necesitaremos de mucho tiempo y de mucha superación de nosotros mismos, para comprender y apreciar tu imperturbable espíritu y tu noble ideal.
DESDE HAITI
Sonia Pierre: una domínico-haitiana ejemplar
http://images.google.com/images?hl=es&q=sonia+pierre&btnG=B%C
http://www.espacinsular.org/spip.php?article2420
Sonia, humildemente, me inclino ante ti pues eres una gran dominicana, una formidable mujer y un extraordinario ser humano.
Steven Gehy - Intelectual haitiano, residente en Puerto Príncipe.
PÉTION-VILLE, Haití.-No he tenido el placer de conocerla personalmente. Ni siquiera he tenido la suerte de escucharla alguna vez durante los múltiples seminarios o conferencias en los que habitualmente participa.
Sin embargo, como muchas otras personas, supe de sus valientes luchas a través de los medios informativos dominicanos e internacionales. Desde entonces, mi admiración por ella es infinita y el respeto que le tengo, absoluto.
La admiro y la respeto sencillamente porque pienso que la diferencia esencial entre los seres humanos reside en el sentido que dan a su vida.
Cuando el ideal de vida de una persona radica principalmente en luchar en contra de la exclusión social, en contribuir a la eliminación del sexismo y del racismo, en exigir respeto a los derechos inalienables de cientos de miles de mujeres y hombres provenientes de sectores marginados, oprimidos y explotados de una nación, es porque él o la protagonista de estos procesos ha alcanzado unas dimensiones universales. Su noble legado se quedará eternamente entre las más bellas páginas de la historia de la Humanidad.
Esa no es una lucha fácil. De hecho, no existen luchas sociales que sean fáciles en ninguna parte del mundo. Es sin duda alguna, una misión ardua, compleja, titánica, la que escogió esta distinguida mujer, -ella misma dominicana de padres haitianos-, cuando decidió entregarse cuerpo y alma para “defender y salvaguardar los derechos civiles, políticos, económicos, sociales, culturales y humanos de la población dominicana de ascendencia haitiana".
En efecto, durante mucho tiempo y lamentablemente hasta hoy en día, la población dominicana de ascendencia haitiana sigue siendo despreciada, difamada, excluida, agredida verbal y físicamente por los ideólogos nacionalistas, sus intelectuales, periodistas y seguidores en general.
Sabemos que esta población dominicana de piel negra, no tiene cabida dentro de la estrecha "visión nacionalista" de esos grupos conservadores cegados por una perversa obstinación en aferrarse a un blanqueamiento cursi y firmemente opuestos al crecimiento de una nación justa, pluralista, multicultural y democrática en donde no se reprima a ningún ciudadano o ciudadana por el color de su piel, su religión, su cultura o por la nacionalidad y el estatus migratorio de sus padres.
En la hermana República Dominicana, nadie ignora que dentro de la "quimera nacionalista", la población dominicana de ascendencia haitiana debe ser mantenida eternamente como un conjunto de máquinas desechables, disponible en todo momento para las más duras y extenuantes labores, pero siempre alejada de los centros de salud, de aprendizaje, de entretenimiento, de los círculos donde se toman las decisiones políticas y de las posibilidades de movilidad económica y social.
Según el delirio nacionalista, no se puede permitir que los dominicanos negros de ascendencia haitiana se incorporen a la sociedad y tengan las mismas oportunidades que los demás.
Desde su anacrónico punto de vista, es necesario impedir a toda costa las acciones públicas o privadas que permitirían que se estimule y que se consolide finalmente la posibilidad de progreso social y económico para este grupo desfavorecido de dominicanos y dominicanas con ancestros haitianos.
Expresé anteriormente que admiraba a esta combativa mujer dominicana y hay que reiterarlo una y otra vez, porque creo que ha asumido una responsabilidad inmensa y ha aceptado un reto grandioso y altruista, de esos que sólo acogen y tienen fuerzas para cargar, algunas personalidades excepcionalmente dotadas. No es fácil y ella lo sabe sin duda alguna. Ya habrá tenido muestras de lo que cuesta llevar la bandera de la dignidad humana en las manos.
Sabe también que no hay otra salida. Que hay que implicarse, que hay que decir, que hay hablar, gritar, denunciar, exigir, pues las soluciones para mejorar la calidad de vida de los dominicanos y dominicanas descendientes de haitianos, no llegarán si ellos mismos no reclaman al Estado que cumpla con su deber de implementar las estructuras que faciliten la erradicación de la atroz situación de neo-esclavitud en la cual se encuentra hoy ese grupo especifico de la población dominicana.
Aquí nadie se hace la víctima. No es una queja o un lloriqueo. Es una demanda firme de una reivindicación justa, basada en el derecho al respeto, en el derecho a la vida, en el derecho a la dignidad.
De ninguna manera, los reclamos de los dominicanos y dominicanas de ascendencia haitiana se deben entender como una lucha en contra de la nación que les vio nacer.
Todo lo contrario: es más bien una lucha para defender unos principios nobles e integrarse a ella no desde la segregación que la envilece, sino desde la igualdad que la magnifica.
Algunos, voluntariamente o involuntariamente, se han olvidado de los principios trascendentales de libertad, igualdad y fraternidad, que les han costado a la humanidad tantas luchas, tantos sacrificios y tanta sangre. Y hay que sacudir a los amnésicos. Esos ideales son imprescindibles para la conquista de aunque sea un poco de bienestar y de crecimiento humano y social.
Sonia, humildemente, me inclino ante ti pues eres una gran dominicana, una formidable mujer y un extraordinario ser humano.
Los "liliputienses" espirituales que somos casi todos sobre este planeta de mezquinos, necesitaremos de mucho tiempo y de mucha superación de nosotros mismos, para comprender y apreciar tu imperturbable espíritu y tu noble ideal.
Ética para estar bien
PUBLICADO EN LA SECCION FIRMAS DE CLAVE DIGITAL EL DIA martes, 07 de noviembre de 2006
ACARICIANDO
Ética para estar bien
Dicen los varones que nosotras tenemos que ganarnos los puestos en los espacios políticos. Y nosotras vamos a su circo, y votamos por ellos, y le seguimos sosteniendo su brillante ejercicio público, y ellos no entienden que ya no lo hemos ganado, y que ya es hora de compartir espacios y poderes.
Mildred D. Mata - Pequeña. Madre. Amiga.
A veces no sabemos velar por nuestro propio bienestar, por el bienestar de nuestra familia, de nuestros hijas/os, por el bien del vecindario, de la ciudad, del país, de nuestros diferentes grupos sociales, de nuestros partidos, de nuestra región geopolítica, ¡del mundo!...de todo el habitat.
Velar por nuestro bien y aunque sea velar también por el bien colectivo, por lo menos de nuestra familia, ¡tan elemental!, y a la vez tan fácil de olvidar y de llevarlo a la práctica con persistencia, con pasión, con integralidad.
Falta un gran deseo del bienestar propio y del de los demás. Y se nos dificulta convertir lo negativo en positivo, la pasividad en actividad, armonizar lo personal con lo colectivo, la justicia común con los intereses particulares, amar nuestros valores, pero tolerar los de los demás…
No sabemos respirar profundo continuamente para elegir emociones en armonía con ese deseo ¡jonnnnnndo! de bienestar, que nos cuesta tener, mantener, impulsar…de manera individual y de manera colectiva.
Cuando hablo de velar por el bien de nuestro y de nuestra familia con integralidad; por integralidad me refiero a la práctica del bienestar con una actitud, un sentir, un procurar conocer, una reflexión, que integre lo individual con los aspectos estructurales, en los hechos sociales, más allá de nuestra situación y subjetividad particular, se trata de practicar el bienestar individual-colectivo de una manera “sistémica y estructurada”, como dice, hablando de otro asunto, mi Amigo Oreste Martínez, del Foro Clave Digital.
Y en lo que estoy pensando ahora, lo que tengo muy pendiente, es el cuidado de los hijos e hijas, el acompañarlos, el velar por sus intereses, necesidades afectivas, espirituales, materiales, intelectuales, recreativas, profesionales, velar por su salud, por su realización plena…
Y entonces pienso en nuestras estructuras que mantienen a hombres y mujeres segregados por nuestros estándares diferentes para este cuidado, pienso en esta mayor peso para que las mujeres asuman este compromiso, este afecto, estas labores, y andan estos roles segregados, roles cargados de mujerismo, roles muy humanos, pero un poco desatendidos por los hombres.
Hablo de esta parte de la cultura patriarcal de género, que definió hace miles de años atrás, que los hombres no se ocupasen de algunos quehaceres como la de cuidar de los hijos/as, entre otros, y las mujeres quedaron confinadas a la casa.
Ni siquiera le lucía a la mujer ser un ente social en el vecindario, porque eso de visitar vecinos y vecinas, participar de los grupos de la calle (social, económica y política), eso de tener amigas era de mujeres chismosas o mujeres medio sinvergüenzas.
La mujer tenía y sigue teniendo que cuidar de todo el mundo, sin que esto le de capacidad de decisión sobre los asuntos públicos, ni esto le permita solvencia económica, ni tener ahorros, ni seguridad social, ni poder político, ni tener control sobre su cuerpo. El negocio de espacios y tareas segregadas del patriarcado ha sido el negocio de capaperros para las mujeres.
Pero resulta que hace unos 300 años los varones comenzaron a hablar de igualdad, de fraternidad, y de libertad. Y comenzaron a hablar de democracia. Pero la fraternidad viene de frater, y quiere decir hermano, no quiere decir hermana; los fraters destutanaron a los reyes, hablaron de elecciones, de ciudadanos, de representación, pero sólo para ellos.
Y dejaron a las mujeres fuera de esos hermosos estadios que tanta felicidad proporcionan. Esta división de tareas y de roles empobrece y mata a las mujeres. Y por ella, algunos hombres son unos diablos a caballo en la participación política, y en la República Dominicana tenemos una división desigual de género en la que: de un total de 32 senadurías, hay unos 30 hombres senadores y hay unas 2 senadoras (un 6% de senadoras), tenemos unos 178 diputaciones con unos 145 diputados y unas 33 diputadas (un 18% de diputadas) ; existen unas 153 síndicaturas, con unos 135 síndicos y 18 síndicas (11% síndicas); y finalmente tenemos un total de 900 regidurías, con unos 638 regidores y 262 regidoras (29% de regidoras). (Susi Pola Zapico, en ponencia sin editar, usando datos de la SEM, 2006).
Y las mujeres que somos el 50 % del pueblo no estamos representadas en esa proporción en esta democracia. Y dicen los hombres, sobretodo los menos “concientizados” que son la mayoría, que se consideran ciudadanos éticamente justos y democráticos, estando tan orondamente gandiítos en esta democracia que no nos incluye, sin que les importen los paradigmas de justicia, de igualdad, y de equidad, los cuales andan por ahí y se usan a veces a conveniencia.
Dicen los varones que nosotras tenemos que ganarnos los puestos en los espacios políticos. Y nosotras vamos a su circo, y votamos por ellos, y le seguimos sosteniendo su brillante ejercicio público, y ellos no entienden que ya no lo hemos ganado, y que ya es hora de compartir espacios y poderes.
Como resultado de esta casi ausente representación un Congreso aprueba un Código Penal sin tomar en cuenta los intereses de las mujeres, y en consecuencia de esta orfandad de no estar representados nuestros intereses, puede suceder que maten 150 mujeres promedio cada año, y que unos 30 hombres se suiciden, y que más de 500 niños y niñas queden huérfanas/os por esta cultura de desigualdad de oportunidades de género, y de antagonismos, de falta de hermandad e igualdad entre los sexos.
Y ahora tocaría hablar lo que han hecho y han dicho, y deben hacer hombres éticamente democráticos para que la democracia sea realmente representativa. Pero es justo para no abusar del espacio que continuemos el próximo martes.
ACARICIANDO
Ética para estar bien
Dicen los varones que nosotras tenemos que ganarnos los puestos en los espacios políticos. Y nosotras vamos a su circo, y votamos por ellos, y le seguimos sosteniendo su brillante ejercicio público, y ellos no entienden que ya no lo hemos ganado, y que ya es hora de compartir espacios y poderes.
Mildred D. Mata - Pequeña. Madre. Amiga.
A veces no sabemos velar por nuestro propio bienestar, por el bienestar de nuestra familia, de nuestros hijas/os, por el bien del vecindario, de la ciudad, del país, de nuestros diferentes grupos sociales, de nuestros partidos, de nuestra región geopolítica, ¡del mundo!...de todo el habitat.
Velar por nuestro bien y aunque sea velar también por el bien colectivo, por lo menos de nuestra familia, ¡tan elemental!, y a la vez tan fácil de olvidar y de llevarlo a la práctica con persistencia, con pasión, con integralidad.
Falta un gran deseo del bienestar propio y del de los demás. Y se nos dificulta convertir lo negativo en positivo, la pasividad en actividad, armonizar lo personal con lo colectivo, la justicia común con los intereses particulares, amar nuestros valores, pero tolerar los de los demás…
No sabemos respirar profundo continuamente para elegir emociones en armonía con ese deseo ¡jonnnnnndo! de bienestar, que nos cuesta tener, mantener, impulsar…de manera individual y de manera colectiva.
Cuando hablo de velar por el bien de nuestro y de nuestra familia con integralidad; por integralidad me refiero a la práctica del bienestar con una actitud, un sentir, un procurar conocer, una reflexión, que integre lo individual con los aspectos estructurales, en los hechos sociales, más allá de nuestra situación y subjetividad particular, se trata de practicar el bienestar individual-colectivo de una manera “sistémica y estructurada”, como dice, hablando de otro asunto, mi Amigo Oreste Martínez, del Foro Clave Digital.
Y en lo que estoy pensando ahora, lo que tengo muy pendiente, es el cuidado de los hijos e hijas, el acompañarlos, el velar por sus intereses, necesidades afectivas, espirituales, materiales, intelectuales, recreativas, profesionales, velar por su salud, por su realización plena…
Y entonces pienso en nuestras estructuras que mantienen a hombres y mujeres segregados por nuestros estándares diferentes para este cuidado, pienso en esta mayor peso para que las mujeres asuman este compromiso, este afecto, estas labores, y andan estos roles segregados, roles cargados de mujerismo, roles muy humanos, pero un poco desatendidos por los hombres.
Hablo de esta parte de la cultura patriarcal de género, que definió hace miles de años atrás, que los hombres no se ocupasen de algunos quehaceres como la de cuidar de los hijos/as, entre otros, y las mujeres quedaron confinadas a la casa.
Ni siquiera le lucía a la mujer ser un ente social en el vecindario, porque eso de visitar vecinos y vecinas, participar de los grupos de la calle (social, económica y política), eso de tener amigas era de mujeres chismosas o mujeres medio sinvergüenzas.
La mujer tenía y sigue teniendo que cuidar de todo el mundo, sin que esto le de capacidad de decisión sobre los asuntos públicos, ni esto le permita solvencia económica, ni tener ahorros, ni seguridad social, ni poder político, ni tener control sobre su cuerpo. El negocio de espacios y tareas segregadas del patriarcado ha sido el negocio de capaperros para las mujeres.
Pero resulta que hace unos 300 años los varones comenzaron a hablar de igualdad, de fraternidad, y de libertad. Y comenzaron a hablar de democracia. Pero la fraternidad viene de frater, y quiere decir hermano, no quiere decir hermana; los fraters destutanaron a los reyes, hablaron de elecciones, de ciudadanos, de representación, pero sólo para ellos.
Y dejaron a las mujeres fuera de esos hermosos estadios que tanta felicidad proporcionan. Esta división de tareas y de roles empobrece y mata a las mujeres. Y por ella, algunos hombres son unos diablos a caballo en la participación política, y en la República Dominicana tenemos una división desigual de género en la que: de un total de 32 senadurías, hay unos 30 hombres senadores y hay unas 2 senadoras (un 6% de senadoras), tenemos unos 178 diputaciones con unos 145 diputados y unas 33 diputadas (un 18% de diputadas) ; existen unas 153 síndicaturas, con unos 135 síndicos y 18 síndicas (11% síndicas); y finalmente tenemos un total de 900 regidurías, con unos 638 regidores y 262 regidoras (29% de regidoras). (Susi Pola Zapico, en ponencia sin editar, usando datos de la SEM, 2006).
Y las mujeres que somos el 50 % del pueblo no estamos representadas en esa proporción en esta democracia. Y dicen los hombres, sobretodo los menos “concientizados” que son la mayoría, que se consideran ciudadanos éticamente justos y democráticos, estando tan orondamente gandiítos en esta democracia que no nos incluye, sin que les importen los paradigmas de justicia, de igualdad, y de equidad, los cuales andan por ahí y se usan a veces a conveniencia.
Dicen los varones que nosotras tenemos que ganarnos los puestos en los espacios políticos. Y nosotras vamos a su circo, y votamos por ellos, y le seguimos sosteniendo su brillante ejercicio público, y ellos no entienden que ya no lo hemos ganado, y que ya es hora de compartir espacios y poderes.
Como resultado de esta casi ausente representación un Congreso aprueba un Código Penal sin tomar en cuenta los intereses de las mujeres, y en consecuencia de esta orfandad de no estar representados nuestros intereses, puede suceder que maten 150 mujeres promedio cada año, y que unos 30 hombres se suiciden, y que más de 500 niños y niñas queden huérfanas/os por esta cultura de desigualdad de oportunidades de género, y de antagonismos, de falta de hermandad e igualdad entre los sexos.
Y ahora tocaría hablar lo que han hecho y han dicho, y deben hacer hombres éticamente democráticos para que la democracia sea realmente representativa. Pero es justo para no abusar del espacio que continuemos el próximo martes.
Vocación de paz
Y el alma justa
toca con sus labios la llanura
ama a las avispas
cura las picadas
y acompaña a los caballos
a pesar de las espuelas.
toca con sus labios la llanura
ama a las avispas
cura las picadas
y acompaña a los caballos
a pesar de las espuelas.
Actitud de paz sempiterna
Mirando el mundo hace un rato,
veo unos seres muy guapos.
Dudosa no lloro ni río
esperando pase este lío
la noche es de miel, de luna y fogata.
Palabra invitada
sempiterna.
1. f. V. sempiterno.
Ver artículo enmendadosempiterno, na.
(Del lat. sempiternus).
1. adj. Que durará siempre; que, habiendo tenido principio, no tendrá fin.
2. f. perpetua (ǁ planta amarantácea).
3. f. perpetua (ǁ flor).
4. f. Tela de lana, basta y muy tupida, que se usaba para vestidos.
Real Academia Española
veo unos seres muy guapos.
Dudosa no lloro ni río
esperando pase este lío
la noche es de miel, de luna y fogata.
Palabra invitada
sempiterna.
1. f. V. sempiterno.
Ver artículo enmendadosempiterno, na.
(Del lat. sempiternus).
1. adj. Que durará siempre; que, habiendo tenido principio, no tendrá fin.
2. f. perpetua (ǁ planta amarantácea).
3. f. perpetua (ǁ flor).
4. f. Tela de lana, basta y muy tupida, que se usaba para vestidos.
Real Academia Española
deseos
Este poema dedicado a los grupos pro paz en USA, a las y los seguidores de Barack Obama, a Barack Obama para ¡¡¡embrujarlo!!!
Para los grupos que quieren paz en Estados Unidos
Deseos
...sabiduría...
suspiros rebosantes...;
¡no!
heridas.
Para decir amor
se creó la compasión
osadía, es hoy,
una flor, una mano sobre todo lo tocable,
irreverentes.
Para decir amor
hacer brotar respiros profundos por doquier,
opacar el fuego
las armas que queman como brasa,
reverberantes, candentes,...
desterradas: están las armas
hay
nuevos espacios, seres, ojos:
tiernos.
Se dobla cada día
cada espina;
se corta la cizaña
siempre inexperta,
siempre queriendo herir
están derrotados
los gestos sin compasión,
sólo hay labios, piel,
mansos
y ni una sola gota de sangre.
embrujantes están las musas
para seguir sintiendo
...amor...
en un suave roce que refresque los labios
que se trage las voces sin miradas
las voces sin miradas huyen!!!,
apenas hoy son
un imperceptible murmullo.
La mansedumbre
es astros, cielo, galaxias,
palomas y rosas,
infinitas.
1.XI.o6
Santiago, mdm
Para los grupos que quieren paz en Estados Unidos
Deseos
...sabiduría...
suspiros rebosantes...;
¡no!
heridas.
Para decir amor
se creó la compasión
osadía, es hoy,
una flor, una mano sobre todo lo tocable,
irreverentes.
Para decir amor
hacer brotar respiros profundos por doquier,
opacar el fuego
las armas que queman como brasa,
reverberantes, candentes,...
desterradas: están las armas
hay
nuevos espacios, seres, ojos:
tiernos.
Se dobla cada día
cada espina;
se corta la cizaña
siempre inexperta,
siempre queriendo herir
están derrotados
los gestos sin compasión,
sólo hay labios, piel,
mansos
y ni una sola gota de sangre.
embrujantes están las musas
para seguir sintiendo
...amor...
en un suave roce que refresque los labios
que se trage las voces sin miradas
las voces sin miradas huyen!!!,
apenas hoy son
un imperceptible murmullo.
La mansedumbre
es astros, cielo, galaxias,
palomas y rosas,
infinitas.
1.XI.o6
Santiago, mdm