Me encanta recordar a Rosa Louise MCcauley. Como su marido era apellido Parks, se le puso el nombre de Rosa Parks, aún predomina esa práctica machista o patriarcal de las mujeres adoptar el apellido del marido, y abandonar el propio.
En el año en el que nací, 1955, se negó a ponerse de pie para darle el asiento a una persona blanca en un autobús según las leyes segregacionistas de su época en Montgomery.
Rosa Louise McCailey, Rosa Parks, nació el 4 de febrero del 1913 y murió el 24 de octubre de 2005. Fue una figura importante del movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos. Por negarse a dar el asiento al señor blanco acabó en la cárcel por tal acción y tuvo que pagar US$18.00 dólares de multa. Este hecho se cita con frecuencia como la chispa del movimiento por la igualdad y equidad racial de esos años en Estados Unidos, donde se la conoce como la primera dama de los derechos civiles del sur de Estados Unidos, y del mundo.
Como en RD tenemos dificultades con los derechos civiles de hijas e hijos de haitianos, así como con los derechos de las y los trabajadores inmigrantes haitianos, por la cultura racista en que hemos sido educadas/os, me place recordar a Rosa Louise McCauley, Rosa Parks.
http://www.buenastareas.com/ensayos/Biograf%C3%ADa-Rosa-Parks/26685842.html
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/p/parks.htm
Un blog de opinión e informaciones enfocado en temas relacionados con los derechos de la mujer. Soy una demócrata radical en el desarrollo de las naciones, con la equidad e igualdad social, económica y política de los ciudadanos/as dominicanos/as y del mundo.
También encontrarás algunas producciones literarias buscando un sentido de interioridad y una visión universal.
Respeto al activismo, a la dignidad y a la libertad humana de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales, en República Dominicana
Es la segunda vez que me alejo de un amigo en Facebook por razones de rechazar, de yo no querer tolerar una campaña sistemática de desprecio, discriminación y violencia contra lesbianas, gays, bisexuales, transexuales. Esto se ha agudizado contra el embajador de Estados UNidos y su pareja.
No quiero se un canal para reproducir ideas de rechazo al embajador de Estados Unidos en su condición de ser gay y casado, y por ser, además, un luchador, un activista social por los derechos de la comunidad LGBT.
Lo mismo se ha venido haciendo contra Monseñor Agripino Núñez Collado, y la PUCMM. Se habla de oportunismo, de adocenamiento de Monseñor, y de la PUCMM por este no haber rechazado a este embajador, y tomarse una foto con estas dos personas.
Esta vez me dejo guiar por Fernando Savater en su libro Ética para Amador. La intolerancia debe ser rechazada con firmeza: se recomienda en su libro de Etica para Amador la intolerancia contra las personas intolerantes.
Hace más de seis meses vengo leyendo mensajes de ese amigo del que me he alejado de tipo discriminatorio y de violencia contra la comunidad LGBT.
No quiero que mi muro sea un canal para esta campaña y declaraciones contra la Comunidad LGBT.
Creo en la dignidad humana de todas y todos, y en la libertad de elegir y expresar su preferencias sexuales.
La bandera de la Comunidad LGBT en defensa de sus derechos. |
Lo mismo se ha venido haciendo contra Monseñor Agripino Núñez Collado, y la PUCMM. Se habla de oportunismo, de adocenamiento de Monseñor, y de la PUCMM por este no haber rechazado a este embajador, y tomarse una foto con estas dos personas.
Esta vez me dejo guiar por Fernando Savater en su libro Ética para Amador. La intolerancia debe ser rechazada con firmeza: se recomienda en su libro de Etica para Amador la intolerancia contra las personas intolerantes.
Hace más de seis meses vengo leyendo mensajes de ese amigo del que me he alejado de tipo discriminatorio y de violencia contra la comunidad LGBT.
No quiero que mi muro sea un canal para esta campaña y declaraciones contra la Comunidad LGBT.
Creo en la dignidad humana de todas y todos, y en la libertad de elegir y expresar su preferencias sexuales.
Por la libertad y la superación del anti dignidad humana de algunos religiosos. Por Colectiva Mujer y Salud
Grupos religiosos dominicanos que desprecian la opción sexual diferente a la heterosexual, y hasta niegan el derecho a la libre asociación en pareja pidiendo que no se permita el divorcio, no diferencian lo que es el ordenamiento legal público y sus dogmas para con su feligresía. No entienden ni papa sobre derechos humanos, y se creen que sus creencias deben dirigir la vida de todo el mundo: fascismo puro. La colectiva Mujer y Salud analiza.
Mildred D Mata
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Los riesgos de postrarse ante el extremismo religioso
Por Colectiva Mujer y Salud
La prensa de ayer jueves reporta que grupos evangélicos realizaron una protesta frente al Palacio Nacional demandado la expulsión del país del Embajador de Estados Unidos y la prohibición del divorcio. Los organizadores de la protesta, que dicen representar a más de 40 organizaciones del liderazgo evangélico en el país, reiteraron además su oposición al matrimonio igualitario y a la celebración del Día del Orgullo LGBT (ver reseña en acento.com.do/2014/actualidad/8155403-religiosos-anti-gay-piden-expulsar-a-embajador-eeuu/).
Aunque a primera vista las demandas de los evangélicos parecen risibles –tanto así que la mayoría de los medios ni siquiera las reseñaron- la verdad es que en el contexto actual del país hacen perfecto sentido. De hecho, no es menos absurda la solicitud de expulsar al representante de EEUU o de prohibir legalmente el divorcio que la de eliminar del proyecto de ley de Código Penal la cláusula del ‘Estado de Necesidad’, que hubiera permitido interrumpir el embarazo cuando la vida de la mujer corre peligro grave e inminente.
Esto último es lo que hizo la semana pasada el Senado dominicano a solicitud expresa de la Iglesia católica, cuya doctrina establece que en esos casos los médicos deben hacer lo posible por salvar la vida de ambos (mujer y embrión), pero si esto no es posible deben dejar morir a la mujer antes que realizarle un aborto terapéutico. Si a nuestros legisladores no les tiembla el pulso para imponerle estos extremos de fanatismo religioso a la ciudadanía, ¿por qué no habrían de complacer también a los evangélicos proscribiendo el divorcio? ¿Y qué de otros preceptos religiosos, como la prohibición de los anticonceptivos (católicos), del consumo de carne de cerdo (adventistas), de las transfusiones de sangre (Testigos de Jehová), o del consumo de alcohol (varias iglesias evangélicas)?
La eliminación del ‘Estado de Necesidad’ del proyecto de Código Penal abre las puertas a todo esto y más. Es la versión criolla de la sharia, con los legisladores en el papel de ayatolas, comportándose como si nunca hubieran leído la Constitución de la República. ¿O quizás la leyeron y no la entendieron, sobre todo en lo relativo a los artículos 45 (libertad de conciencia y cultos) y 39 (igualdad y no discriminación)? ¿O quizás la entendieron pero no les alcanza el temple para decirle que no al Cardenal?
Si los fieles insisten en desobedecer a sus autoridades religiosas utilizando anticonceptivos para planificar sus embarazos, recurriendo al divorcio cuando sus matrimonios fracasan, etc., ¿por qué los legisladores tienen que imponer por ley lo que debiera ser acatado voluntariamente? ¿Por qué insistir en que el Estado obligue a sus fieles (y peor aún, a los que no lo son) a cumplir mandatos con los que evidentemente no están de acuerdo?
¿Qué viene ahora, la solicitud de que se legisle contra el sexo oral y la masturbación, estrictamente prohibidas por la Iglesia católica, o contra la venta de morcillas que tanto repugnan a los adventistas?
Colectiva Mujer y Salud
Mildred D Mata
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Los riesgos de postrarse ante el extremismo religioso
Por Colectiva Mujer y Salud
La prensa de ayer jueves reporta que grupos evangélicos realizaron una protesta frente al Palacio Nacional demandado la expulsión del país del Embajador de Estados Unidos y la prohibición del divorcio. Los organizadores de la protesta, que dicen representar a más de 40 organizaciones del liderazgo evangélico en el país, reiteraron además su oposición al matrimonio igualitario y a la celebración del Día del Orgullo LGBT (ver reseña en acento.com.do/2014/actualidad/8155403-religiosos-anti-gay-piden-expulsar-a-embajador-eeuu/).
Aunque a primera vista las demandas de los evangélicos parecen risibles –tanto así que la mayoría de los medios ni siquiera las reseñaron- la verdad es que en el contexto actual del país hacen perfecto sentido. De hecho, no es menos absurda la solicitud de expulsar al representante de EEUU o de prohibir legalmente el divorcio que la de eliminar del proyecto de ley de Código Penal la cláusula del ‘Estado de Necesidad’, que hubiera permitido interrumpir el embarazo cuando la vida de la mujer corre peligro grave e inminente.
Esto último es lo que hizo la semana pasada el Senado dominicano a solicitud expresa de la Iglesia católica, cuya doctrina establece que en esos casos los médicos deben hacer lo posible por salvar la vida de ambos (mujer y embrión), pero si esto no es posible deben dejar morir a la mujer antes que realizarle un aborto terapéutico. Si a nuestros legisladores no les tiembla el pulso para imponerle estos extremos de fanatismo religioso a la ciudadanía, ¿por qué no habrían de complacer también a los evangélicos proscribiendo el divorcio? ¿Y qué de otros preceptos religiosos, como la prohibición de los anticonceptivos (católicos), del consumo de carne de cerdo (adventistas), de las transfusiones de sangre (Testigos de Jehová), o del consumo de alcohol (varias iglesias evangélicas)?
La eliminación del ‘Estado de Necesidad’ del proyecto de Código Penal abre las puertas a todo esto y más. Es la versión criolla de la sharia, con los legisladores en el papel de ayatolas, comportándose como si nunca hubieran leído la Constitución de la República. ¿O quizás la leyeron y no la entendieron, sobre todo en lo relativo a los artículos 45 (libertad de conciencia y cultos) y 39 (igualdad y no discriminación)? ¿O quizás la entendieron pero no les alcanza el temple para decirle que no al Cardenal?
Si los fieles insisten en desobedecer a sus autoridades religiosas utilizando anticonceptivos para planificar sus embarazos, recurriendo al divorcio cuando sus matrimonios fracasan, etc., ¿por qué los legisladores tienen que imponer por ley lo que debiera ser acatado voluntariamente? ¿Por qué insistir en que el Estado obligue a sus fieles (y peor aún, a los que no lo son) a cumplir mandatos con los que evidentemente no están de acuerdo?
¿Qué viene ahora, la solicitud de que se legisle contra el sexo oral y la masturbación, estrictamente prohibidas por la Iglesia católica, o contra la venta de morcillas que tanto repugnan a los adventistas?
Colectiva Mujer y Salud
El Senado en contra de la vida de las Mujeres: niegan tipificar el feminicidio, y el aborto en estado de necedidad. Por Susi Pola
Susi Pola escribe con gran decepción el cómo el Presidente del Senado, y 16 senadores de la República Dominicana niegan los derechos de las mujeres dominicanas a no tener feminicidios consignando su tipificación en Proyecto de Código Penal, y niegan que se pueda hacer un aborto en estado de necedidad si la vida de la mujer peligra, no tomando en cuenta el pensamiento de la mayoría de dominicas/os (60%) que opinan así, para complacer un sacerdote católico. La excepción: Julio César Valentín, Senador de Santiago.
Mildred Dolores Mata
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No valió la pena
Por Susi Pola susipola@gmail.com
No valió que, ordenadamente, asistiéramos a las vistas públicas a exponer la situación de la mortalidad materna, del acorralamiento de las mujeres con la violencia en nuestra contra que nos mata cientos de veces al año ni que propusiéramos soluciones democráticas.
No valió saber que las mujeres de las organizaciones de la sociedad civil y el Foro Feminista, trabajamos de cerca con las más pobres y sus miles de problemas de supervivencia, desde hace más de cuarenta años, porque no les interesan ni ellas, ni nosotras.
No valió que nos integremos a espacios intersectoriales e interinstitucionales para evaluar, monitorear y proponer, ni que respetáramos los acuerdos resultados.
No valió que escribiéramos cientos de páginas con cuadros, argumentos, propuestas y hasta matrices comparativas, solicitadas para estar “claros/as”.
No valió saber que la R. Dominicana está altamente comprometida a nivel internacional para otorgar a las mujeres sus derechos.
No valió el repudio por la manera cómo la presidencia del Senado recibió la visita del Enlace de la Iglesia Católica, el mismo día de la segunda lectura del proyecto de Código Penal, así como la llamada del “jefe” del purpurado y les obedeciera.
No valió saber que las dominicanas, que los/as elegimos, necesitamos legislaciones precisas para no morir como Esperancita y tantas adolescentes que sucumbieron en los miles de abortos clandestinos, inseguros, ilegales.
No valió que nos manifestáramos y hasta gritáramos frente al Congreso dominicano, porque no nos escuchan ni nos temen.
No valió que las mujeres, solicitáramos por activa y por pasiva, entrevistas con el jefismo político partidista, porque no nos recibieron, demostrando que más de la mitad del país, por ser mujeres, les importamos un pito.
No valió saber que somos las mujeres las que votamos y los/as elegimos.
No valió que, pocos días antes, el presidente del Senado, en su campaña proselitista para la presidencia del país, dijera “Me encargaré de que se aplique todo el peso de la ley contra quienes abusen de las mujeres, pero también combatiré el problema social que representa el embarazo en las adolescentes, porque está decidido, las mujeres y los jóvenes serán el centro de mis programas”.
No valió tampoco que en la concentración frente a miles de mujeres, también asegurara: “Las mujeres, madres de familia, solteras, emprendedoras, jóvenes universitarias, mujer del campo, víctimas de violencia y envejecientes, contarán conmigo”.
No valió que protestáramos ni que nos calláramos, porque el Senado no quiso oírnos. Prefirió el eterno compinche con la jerarquía eclesial que amenaza y atemoriza en la lucha por mantener los privilegios terrenales más extravagantes.
¡No, no valió la pena!
Mildred Dolores Mata
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No valió la pena
Susi Pola |
Julio César Valentín, senador de la Provincia de Santiago, votó por la despenalización del aborto en estado de necesidad y por tipificar el feminicidio en el Código Penal |
Por Susi Pola susipola@gmail.com
No valió que, ordenadamente, asistiéramos a las vistas públicas a exponer la situación de la mortalidad materna, del acorralamiento de las mujeres con la violencia en nuestra contra que nos mata cientos de veces al año ni que propusiéramos soluciones democráticas.
No valió saber que las mujeres de las organizaciones de la sociedad civil y el Foro Feminista, trabajamos de cerca con las más pobres y sus miles de problemas de supervivencia, desde hace más de cuarenta años, porque no les interesan ni ellas, ni nosotras.
No valió que nos integremos a espacios intersectoriales e interinstitucionales para evaluar, monitorear y proponer, ni que respetáramos los acuerdos resultados.
No valió que escribiéramos cientos de páginas con cuadros, argumentos, propuestas y hasta matrices comparativas, solicitadas para estar “claros/as”.
No valió saber que la R. Dominicana está altamente comprometida a nivel internacional para otorgar a las mujeres sus derechos.
No valió el repudio por la manera cómo la presidencia del Senado recibió la visita del Enlace de la Iglesia Católica, el mismo día de la segunda lectura del proyecto de Código Penal, así como la llamada del “jefe” del purpurado y les obedeciera.
No valió saber que las dominicanas, que los/as elegimos, necesitamos legislaciones precisas para no morir como Esperancita y tantas adolescentes que sucumbieron en los miles de abortos clandestinos, inseguros, ilegales.
No valió que nos manifestáramos y hasta gritáramos frente al Congreso dominicano, porque no nos escuchan ni nos temen.
No valió que las mujeres, solicitáramos por activa y por pasiva, entrevistas con el jefismo político partidista, porque no nos recibieron, demostrando que más de la mitad del país, por ser mujeres, les importamos un pito.
No valió saber que somos las mujeres las que votamos y los/as elegimos.
No valió que, pocos días antes, el presidente del Senado, en su campaña proselitista para la presidencia del país, dijera “Me encargaré de que se aplique todo el peso de la ley contra quienes abusen de las mujeres, pero también combatiré el problema social que representa el embarazo en las adolescentes, porque está decidido, las mujeres y los jóvenes serán el centro de mis programas”.
No valió tampoco que en la concentración frente a miles de mujeres, también asegurara: “Las mujeres, madres de familia, solteras, emprendedoras, jóvenes universitarias, mujer del campo, víctimas de violencia y envejecientes, contarán conmigo”.
No valió que protestáramos ni que nos calláramos, porque el Senado no quiso oírnos. Prefirió el eterno compinche con la jerarquía eclesial que amenaza y atemoriza en la lucha por mantener los privilegios terrenales más extravagantes.
¡No, no valió la pena!
Al Senado: ¿Porqué tipificar el feminicidio y despenalizar el aborto terapéutico? Por Zobeyda Cepeda
En la República Dominicana el Senado votó para que no se defina el feminicidio como un delito a destacar por su desperecio a las mujeres; y volvió a penalizar el aborto aún la mujer esté en pelifgro de muerte como un Estado de necesidad. Niega la posición de que el 60% de la sociedad está de acuerdo con que se debe permitir el aborto si la mujer peligra. Zobeyda Cepeda amplía.
Mildred Dolores Mata
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La actitud de subdesarrollo en la función pública
Escrito por Zobeyda Cepeda
Más allá de las oportunidades para incorporarse al desarrollo a través de la construcción de habilidades y destrezas personales, o el disponer de bienes materiales y servicios, la pobreza forma parte de una actitud mental y emocional incorporada en el imaginario social, y en agentes estatales quienes las reflejan en sus actuaciones.
La decisión tomada la pasada semana por el Senado de la República, a través de la cual rechazó el aborto terapéutico y la tipificación de feminicidio, acogiendo una desafortunada carta enviada por un sacerdote, enlace de la iglesia católica ante el poder ejecutivo, da muestra de la debilidad y pobreza emocional para manejarse dentro de marcos institucionales conforme al derecho y la Constitución.
Más que aportar a una reflexión de la fe católica, como debe ser la función de un sacerdote, la misiva presentaba una triste y paupérrima argumentación de porqué no tipificar el feminicidio, por entender que debía entonces aprobarse la figura del “hombricidio”. Increíblemente, el autor, en un ridículo intento de exposición jurídica, se convirtió en juez de la constitucionalidad en torno al aborto terapéutico.
La decisión del Senado fue tomada a pesar de la opinión del más del 61% de la población que ha expresado estar a favor de la despenalización por esta causal, según la Encuesta Barómetro de las Américas. Apoyo expresando desde varios años, pues hay que recordar que en el 2009 la Encuesta Gallup publicó que el 80% de dominicanos/as estaba de acuerdo con la despenalización cuando corre peligro la vida de la mujer.
Las mujeres mueren porque no existen opciones legales para interrumpirles un embarazo cuando peligra su vida. Votar a favor de su derecho a vivir no era un acto de fe, sino de humanidad y una obligación.
El feminicidio, condenado desde la ley, proyectaría un mensaje de mayor sanción social y de políticas públicas para su prevención.
La atrocidad senatorial hizo caso omiso al informe a favor emitido por la Comisión de Justicia y Derechos Humanos de dicha cámara, siguiendo los términos de la aprobación del proyecto en la Cámara de Diputados.
El desarrollo en los planos social, económico o político requiere cambios de actitudes mentales, capacidad de debate argumentativo, de asumir retos emocionales, de desprenderse del miedo. El autoritarismo, sin embargo, está ligado a la pobreza, no solo económica, sino también de espíritu, y a la consiguiente permanencia en el subdesarrollo personal. Es ésta la condición que confunde la función de creación de leyes con la administración de pecados religiosos. No importan los trajes costosos, joyas o vehículos lujosos que se exhiban para “inspirar respeto”, la pobreza ahí persiste.
Hay que destacar dentro del grupo la coherente trayectoria del Senador de Santiago, Julio César Valentín, quien votó en contra de esta decisión, manteniendo la misma posición desde la reforma constitucional.
La Cámara de Diputados/as, dio un enorme e importante paso de adelanto institucional cuando aprobó el Código Penal en julio del pasado año. La sociedad dominicana le insta y espera que mantenga una actitud coherente de desarrollo mental y emocional en defensa de las mujeres, de la Constitución y de la población.
http://www.elmunicipio.com.do/index.php/reflexiones/item/719-la-actitud-de-subdesarrollo-en-la-función-pública
Mildred Dolores Mata
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Zobeyda Cepeda, primera de izquierda a derecha |
Escrito por Zobeyda Cepeda
Más allá de las oportunidades para incorporarse al desarrollo a través de la construcción de habilidades y destrezas personales, o el disponer de bienes materiales y servicios, la pobreza forma parte de una actitud mental y emocional incorporada en el imaginario social, y en agentes estatales quienes las reflejan en sus actuaciones.
La decisión tomada la pasada semana por el Senado de la República, a través de la cual rechazó el aborto terapéutico y la tipificación de feminicidio, acogiendo una desafortunada carta enviada por un sacerdote, enlace de la iglesia católica ante el poder ejecutivo, da muestra de la debilidad y pobreza emocional para manejarse dentro de marcos institucionales conforme al derecho y la Constitución.
Más que aportar a una reflexión de la fe católica, como debe ser la función de un sacerdote, la misiva presentaba una triste y paupérrima argumentación de porqué no tipificar el feminicidio, por entender que debía entonces aprobarse la figura del “hombricidio”. Increíblemente, el autor, en un ridículo intento de exposición jurídica, se convirtió en juez de la constitucionalidad en torno al aborto terapéutico.
La decisión del Senado fue tomada a pesar de la opinión del más del 61% de la población que ha expresado estar a favor de la despenalización por esta causal, según la Encuesta Barómetro de las Américas. Apoyo expresando desde varios años, pues hay que recordar que en el 2009 la Encuesta Gallup publicó que el 80% de dominicanos/as estaba de acuerdo con la despenalización cuando corre peligro la vida de la mujer.
Las mujeres mueren porque no existen opciones legales para interrumpirles un embarazo cuando peligra su vida. Votar a favor de su derecho a vivir no era un acto de fe, sino de humanidad y una obligación.
El feminicidio, condenado desde la ley, proyectaría un mensaje de mayor sanción social y de políticas públicas para su prevención.
La atrocidad senatorial hizo caso omiso al informe a favor emitido por la Comisión de Justicia y Derechos Humanos de dicha cámara, siguiendo los términos de la aprobación del proyecto en la Cámara de Diputados.
El desarrollo en los planos social, económico o político requiere cambios de actitudes mentales, capacidad de debate argumentativo, de asumir retos emocionales, de desprenderse del miedo. El autoritarismo, sin embargo, está ligado a la pobreza, no solo económica, sino también de espíritu, y a la consiguiente permanencia en el subdesarrollo personal. Es ésta la condición que confunde la función de creación de leyes con la administración de pecados religiosos. No importan los trajes costosos, joyas o vehículos lujosos que se exhiban para “inspirar respeto”, la pobreza ahí persiste.
Hay que destacar dentro del grupo la coherente trayectoria del Senador de Santiago, Julio César Valentín, quien votó en contra de esta decisión, manteniendo la misma posición desde la reforma constitucional.
La Cámara de Diputados/as, dio un enorme e importante paso de adelanto institucional cuando aprobó el Código Penal en julio del pasado año. La sociedad dominicana le insta y espera que mantenga una actitud coherente de desarrollo mental y emocional en defensa de las mujeres, de la Constitución y de la población.
http://www.elmunicipio.com.do/index.php/reflexiones/item/719-la-actitud-de-subdesarrollo-en-la-función-pública
Senadora de Chile aboga por la despenalización del aborto: María Isabel Allende, hija del ex presidente Salvador Allende
La senadora Isabel Allende (María Isabel Allende), socialista, explica el porqué procede la despenalización del aborto en Chile, que antes no estaba penalizado, y cuando subió la dictadura de Augusto Pinochet hubo ese retroceso para la libertad de la mujer a elegir sobre si abortar o no, en caso de que su vida peligre, por inviabilidad del feto, y en caso de violación. La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, apoya la despenalización del aborto. Leamos. Mildred Dolores Mata.
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El aborto es un drama, no hagamos de ello una tragedia
Por Isabel Allende
Cuando hablamos de derechos humanos en nuestro país, debemos expresarlo, y practicarlo. Por eso he celebrado constantemente los proyectos de ley que ha impulsado el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, ya que se están abriendo las puertas hacia el desarrollo no sólo en lo económico, sino que también en lo valórico.
n este sentido, una de las iniciativas que mayor relevancia adquirió durante la Cuenta Pública el pasado 21 de mayo, fue el proyecto que despenaliza el aborto terapéutico en casos de violación, peligro de la vida de la madre e inviabilidad del feto. Situación que se permite en todos los países desarrollados del mundo.
Es más, Chile es uno de los seis países del orbe, que junto a El Salvador, República Dominicana, Nicaragua, Malta y el Vaticano, aún no es una opción, situación que nos deja en el subdesarrollo en temas valóricos.
Debemos entonces legislar con prontitud y con altura de miras, donde todos los sectores de la sociedad estén involucrados en este proyecto, que sin duda abre una opción válida y bajo el concepto de libertad, dando la posibilidad a la madre de elegir cuando se dan estos tres casos antes mencionados, respetando sus derechos sexuales y reproductivos.
Según la encuesta de la organización MILES, el 67% de las chilenas y chilenos está de acuerdo con el aborto terapéutico en caso de violación y aunque se desconocen datos precisos, según aproximaciones, entre 2008 y 2015 la tasa de abortos en Chile sería de 284.804 versus 661.430 embarazos, es decir, 2,2 fetos muertos por cada nacido vivo.
Esto nos indica que es urgente legislar, ya que terminaríamos de raíz con la clandestinidad, dado que aunque ilegal, esta práctica se realiza de igual manera y muchas veces sin los protocolos médicos adecuados, poniendo claramente en riesgo la salud de la progenitora.
Chile posee la mayor cantidad de embarazos interrumpidos de Latinoamérica, y las cifras basadas en registro de arrestos, muertes y egresos hospitalarios por dicha causa, hablan de 40.000 abortos clandestinos al año y una tasa de 50 por cada mil mujeres en edad fértil.
De hecho, durante mucho tiempo, el aborto fue la primera causa de muerte entre las mujeres chilenas. Es más, entre los años 2000-2004, de las 208 muertes maternas ocurridas, el 12% fue por abortos mal hechos.
En este sentido, el programa de la Presidenta Bachelet introduce el aborto en los tres casos que ya hemos mencionado.
En la cuenta pública del 21 de mayo, la mandataria dijo: “Periódicamente conocemos por las noticias casos de mujeres que se practican abortos clandestinos que ponen en riesgo sus vidas y sin duda las marcan con una experiencia de dolor y angustia. Cada aborto en el país es una señal de que como sociedad hemos llegado tarde porque la prevención no tuvo los resultados deseados”.
Por lo tanto, Chile -tal como lo dijo la Presidenta- debe enfrentar en una discusión madura, informada y propositiva esta realidad, debatiendo en el Parlamento un proyecto de ley que despenalice la interrupción voluntaria del embarazo en los tres casos que hemos señalado.
Este es un tema que ha estado presente en nuestro debate legislativo desde la vuelta a la democracia. De hecho, el aborto terapéutico fue legal hasta el término de la dictadura militar, y nunca se levantaron voces de la derecha, ni de ningún credo religioso para oponerse. Sin embargo, antes que comenzara el primer gobierno democrático, este derecho fue derogado por los militares, y hasta hoy, no hemos podido ni siquiera aprobar la idea de legislar.
Más aún, tenemos seis iniciativas legislativas entre la Cámara de Diputados y el Senado. Es por ello que no partimos de cero, y tal como lo ha indicado la propia Presidenta Bachelet, la Ministra de la SEGPRES, Ximena Rincón, y el Ministro de la SEGEGOB, Álvaro Elizalde, más que un nuevo proyecto, el Ejecutivo evaluará las mociones existentes y a partir de ello, definirá el apoyo a éstas.
La discusión ha sido ardua desde el primer minuto, pero creo que el diálogo es imperioso y la pedagogía a la hora de explicar, también. Como Presidenta del Senado propiciaré siempre el consenso y escucharemos cada uno de los planteamientos de la Iglesia Católica, Evangélica y todos los credos religiosos, así como también los planteamientos de la UDI y la oposición en general.
Lo importante es no caricaturizar el debate, sino que alcanzar un acuerdo sensato que el país está esperando.Es un proyecto necesario y urgente.Queremos velar por la salud de las mujeres, y es importante que se entienda que nadie está promoviendo el aborto, sino que queremos que exista la opción en caso de peligro de vida de la madre, inviabilidad del feto y violación, para cualquier mujer que se vea enfrentada a estas tres situaciones dramáticas.
Hemos escuchado muchas voces que se oponen y están en su pleno derecho, pero quienes pensamos distinto bregaremos porque exista la libertad de decidir para las mujeres en Chile. Como ya lo dijeron las mujeres italianas cuando luchaban por este derecho “el aborto es un drama, no hagamos de ello una tragedia”.
http://blogs.cooperativa.cl/opinion/politica/20140531085010/el-aborto-es-un-drama-no-hagamos-de-ello-una-tragedia/
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El aborto es un drama, no hagamos de ello una tragedia
Senadora María Isabel Allende, Chile (1945---). Hija del ex presidente Salvador Allende, y prima segunda de la escritora Isabel Allende, tiene una columna de opinión en el blog de Radio Cooperativa |
Cuando hablamos de derechos humanos en nuestro país, debemos expresarlo, y practicarlo. Por eso he celebrado constantemente los proyectos de ley que ha impulsado el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, ya que se están abriendo las puertas hacia el desarrollo no sólo en lo económico, sino que también en lo valórico.
n este sentido, una de las iniciativas que mayor relevancia adquirió durante la Cuenta Pública el pasado 21 de mayo, fue el proyecto que despenaliza el aborto terapéutico en casos de violación, peligro de la vida de la madre e inviabilidad del feto. Situación que se permite en todos los países desarrollados del mundo.
Es más, Chile es uno de los seis países del orbe, que junto a El Salvador, República Dominicana, Nicaragua, Malta y el Vaticano, aún no es una opción, situación que nos deja en el subdesarrollo en temas valóricos.
Debemos entonces legislar con prontitud y con altura de miras, donde todos los sectores de la sociedad estén involucrados en este proyecto, que sin duda abre una opción válida y bajo el concepto de libertad, dando la posibilidad a la madre de elegir cuando se dan estos tres casos antes mencionados, respetando sus derechos sexuales y reproductivos.
Según la encuesta de la organización MILES, el 67% de las chilenas y chilenos está de acuerdo con el aborto terapéutico en caso de violación y aunque se desconocen datos precisos, según aproximaciones, entre 2008 y 2015 la tasa de abortos en Chile sería de 284.804 versus 661.430 embarazos, es decir, 2,2 fetos muertos por cada nacido vivo.
Esto nos indica que es urgente legislar, ya que terminaríamos de raíz con la clandestinidad, dado que aunque ilegal, esta práctica se realiza de igual manera y muchas veces sin los protocolos médicos adecuados, poniendo claramente en riesgo la salud de la progenitora.
Chile posee la mayor cantidad de embarazos interrumpidos de Latinoamérica, y las cifras basadas en registro de arrestos, muertes y egresos hospitalarios por dicha causa, hablan de 40.000 abortos clandestinos al año y una tasa de 50 por cada mil mujeres en edad fértil.
De hecho, durante mucho tiempo, el aborto fue la primera causa de muerte entre las mujeres chilenas. Es más, entre los años 2000-2004, de las 208 muertes maternas ocurridas, el 12% fue por abortos mal hechos.
En este sentido, el programa de la Presidenta Bachelet introduce el aborto en los tres casos que ya hemos mencionado.
En la cuenta pública del 21 de mayo, la mandataria dijo: “Periódicamente conocemos por las noticias casos de mujeres que se practican abortos clandestinos que ponen en riesgo sus vidas y sin duda las marcan con una experiencia de dolor y angustia. Cada aborto en el país es una señal de que como sociedad hemos llegado tarde porque la prevención no tuvo los resultados deseados”.
Por lo tanto, Chile -tal como lo dijo la Presidenta- debe enfrentar en una discusión madura, informada y propositiva esta realidad, debatiendo en el Parlamento un proyecto de ley que despenalice la interrupción voluntaria del embarazo en los tres casos que hemos señalado.
Este es un tema que ha estado presente en nuestro debate legislativo desde la vuelta a la democracia. De hecho, el aborto terapéutico fue legal hasta el término de la dictadura militar, y nunca se levantaron voces de la derecha, ni de ningún credo religioso para oponerse. Sin embargo, antes que comenzara el primer gobierno democrático, este derecho fue derogado por los militares, y hasta hoy, no hemos podido ni siquiera aprobar la idea de legislar.
Más aún, tenemos seis iniciativas legislativas entre la Cámara de Diputados y el Senado. Es por ello que no partimos de cero, y tal como lo ha indicado la propia Presidenta Bachelet, la Ministra de la SEGPRES, Ximena Rincón, y el Ministro de la SEGEGOB, Álvaro Elizalde, más que un nuevo proyecto, el Ejecutivo evaluará las mociones existentes y a partir de ello, definirá el apoyo a éstas.
La discusión ha sido ardua desde el primer minuto, pero creo que el diálogo es imperioso y la pedagogía a la hora de explicar, también. Como Presidenta del Senado propiciaré siempre el consenso y escucharemos cada uno de los planteamientos de la Iglesia Católica, Evangélica y todos los credos religiosos, así como también los planteamientos de la UDI y la oposición en general.
Lo importante es no caricaturizar el debate, sino que alcanzar un acuerdo sensato que el país está esperando.Es un proyecto necesario y urgente.Queremos velar por la salud de las mujeres, y es importante que se entienda que nadie está promoviendo el aborto, sino que queremos que exista la opción en caso de peligro de vida de la madre, inviabilidad del feto y violación, para cualquier mujer que se vea enfrentada a estas tres situaciones dramáticas.
Hemos escuchado muchas voces que se oponen y están en su pleno derecho, pero quienes pensamos distinto bregaremos porque exista la libertad de decidir para las mujeres en Chile. Como ya lo dijeron las mujeres italianas cuando luchaban por este derecho “el aborto es un drama, no hagamos de ello una tragedia”.
http://blogs.cooperativa.cl/opinion/politica/20140531085010/el-aborto-es-un-drama-no-hagamos-de-ello-una-tragedia/
Humanidad
Derecho: A ser una vieja querida, con oportunidades todas
Derecho: A ser un viejo querido, con oportunidades todas
Derecho: A ser una niña querida, con oportunidades todas
Derecho: A ser un niño querido, con oportunidades todas
Derecho: A ser un/a adolescente querida/o, con oportunidades todas
Derecho: A ser un/a joven querido/a, con oportunidades todas
Derecho: El valor no depende del ritmo de ejecución
Derecho: El valor no depende del ritmo de comprensión
Derecho: El valor de la mujer no depende del ejercicio sexual
Marca: Bondad, no dominación
Estilo: Equipo, sinergia, alianzas
Estrategia: Lucha, unidad, educación, capacidades, paz
Estrategia: Movimientos sociales, organizaciones, grupos
Estrategia: Partidos Políticos
Estrategia: Individuo/a
Principio: Respeto a la individualidad
Garantía: Alegría, no humillación
Valores: Ser, secundario tener
Vida: Feliz, comprensión, segura, libre
Opción: Cooperación, solidaridad
Personas: Dignidad, libertad, no pobreza
Personas: Derechos universales, inclusión
Administración: Democracia radical inclusiva
Necesario: Renta básica universal
Necesario: Seguro de desempleo
Derechos: Sexuales, reproductivos
Derechos: Planificación familiar, reproductiva
Derechos: Educación sexual
Derechos: No pobreza, poder decidir sobre todo
Derechos: Preferencias sexuales diversas
Derechos: No xenofobia, no anti-migrantes
Derechos: Ningún humano es ilegal
Derechos: Las mujeres no son objetos sexuales
Derechos: Las mujeres no son incubadoras
Derechos: Las mujeres deciden sobre sus cuerpos
RD, Santiago, viernes, 4 julio 2014