El neoesclavismo en la industria azucarera dominicana sólo puede ser resuelto con cambios en el sistema laboral de esos emporios. Y presión desde las mismas elites económicas no-azucareras y desde el gobierno. Campollo, Vicini, Fanjul y demás, son neoesclavistas por rutina y poderosos políticamente por rutina, también.
Acá una entrevista al Padre Ruquoy describiendo la complejidad de la situación y por qué el tuvo que dejar la República Dominicana.
http://www.espacinsular.org/spip.php?article4229
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