La falta de unidad, seguir modelos extranjeros, el ver el poder como ruptura-asalto, y no como acumulación de fuerzas desde lo más local hasta lo nacional, el individualismo, no priorizar lo programático, el conservadurismo de la sociedad dominicana; son de los factores que explican que no se haya podido gestar una fuerza política progresista que ejerza una dirección significativa en la sociedad dominicana. Son algunos de los argumentos que aquí plantean los analistas Carlos Julio Báez Evertsz, Rosario Espinal, Olaya Dotel, César Pérez y Luis González.
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POLÍTICA
Cinco especialistas analizan las razones del fracaso de la izquierda dominicana
Sobre el tema, CLAVE consultó a los reputados politólogos y sociólogos Carlos Julio Báez Evertsz, Rosario Espinal, César Pérez, Olaya Dotel y a Luis González.
Gustavo Olivo Peña/Clave Digital
jueves, 25 de junio de 2009, 10:03 a.m.
Clave Digital / Archivo
SANTO DOMINGO, República Dominicana.-De los tres partidos que durante más de 20 años han constituido el sostén principal del sistema político dominicano, uno (el PRSC) ha desaparecido como fuerza determinante, y los otros dos (el gubernamental PLD y el opositor PRD) aunque conservan una gran fortaleza electoral, cada día se alejan más de los fundamentos que les dieron origen, dejando a un lado su mística y violando su propia institucionalidad.
El Partido Revolucionario Dominicano ha gobernado en cuatro ocasiones y el Partido de la Liberación Dominicana en tres. Como ocurrió con las del Partido Reformista Social Cristiano, las administraciones perredeístas y peledeístas no han llenado las expectativas de sectores liberales y de izquierda, de un gobierno de justicia social, que disminuya la pobreza y frene la corrupción y la impunidad.
En un nuevo intento de la izquierda dominicana por ganar espacio frente a los partidos tradicionales, nueve organizaciones anunciaron el martes, 23 de junio, un pacto de unidad para las elecciones congresuales y municipales de 2010.
Denominado “Acción por el Cambio”, el acuerdo fue firmado por el Movimiento Popular Dominicano, el Movimiento Respondemos, Fuerza de la Revolución, Movimiento Nueva República, el Partido Boschista Dominicano, el Movimiento Independencia Unidad y Cambio, el Voluntariado Político Ciudadano, el Partido Comunista del Trabajo y el Movimiento Rebelde.
Los yerros de los grandes partidos tradicionales no han sido aprovechados por los liberales e izquierdistas dominicanos para trabajar en la construcción de una propuesta política fuerte y creíble, que pueda competir por el poder en las elecciones presidenciales y en las de medio término.
Históricamente la izquierda y los liberales dominicanos han fracasado cada vez que se han decidido a participar en las elecciones, contrario a lo que ha ocurrido en varios países de América Latina en los últimos ocho años. Sobre el tema, CLAVE consultó a los reputados politólogos y sociólogos Carlos Julio Báez Evertsz, Rosario Espinal, César Pérez, Olaya Dotel y a Luis González. A continuación sus reflexiones y puntos de vista:
Carlos Julio Báez Evertsz: “No hay fórmulas mágicas”
“¡Qué maravilloso sería poder tener la fórmula mágica que permitiera que surgiera una alternativa política de izquierda o centro-izquierda que lograra una mayoría suficiente de votos para gobernar el país, o disminuyendo objetivos, obtener mayorías en ayuntamientos importantes y un buen grupo de diputados.
“Desgraciadamente esa fórmula mágica no existe, porque en todo ello no hay “magia” sino que hay que tener principios programáticos, éticos y políticos muy claros. Y además, las mujeres y los hombres que con gran madurez, los encarnen.
“El gran problema de la izquierda o del progresismo dominicano es que muchas veces se está más interesado en ser representantes locales de los movimientos en boga en nuestra América (castrismo, foquismo, maoísmo, en otros tiempos, y chavismo o bolivarismo, e incluso seguidores de las FARC, hoy), que en tratar de ser portadores y representantes, portavoces, de las necesidades profundas y de las sentidas de las mayorías populares de este país.
“Además, se requiere una gran dosis de realismo y de pragmatismo, que no tiene nada que ver con el oportunismo sin principios y de la compra y venta clientelar. Se está hablando de que no se le puede presentar a los votantes programas que ellos, por sabiduría popular, saben que son inalcanzables aquí y ahora. Y la gente se dice, que si eso lo saben ellos, a lo mejor, sin tener el bagaje cultural de esos políticos que pretender representarlos, ¿por qué van a confiar en ellos?
“Eso nos lleva a que se requiere presentar políticas públicas reformistas, gradualistas, realizables, y no un horizonte maravilloso, que la inteligencia popular sabe que son “plumas de burro”. Junto a ello se requiere tratar de unir sobre un compromiso de realizaciones o un programa de mínimos, a la mayoría posible de agentes sociales organizados, creando un verdadero movimiento social dominicano por el cambio político y social sobre nuevas bases: lucha real contra la pobreza, persecución tenaz de la corrupción, fomento del trabajo como medio de obtención de un salario digno y no de la dádiva que corrompe y humilla a las personas que las reciben, reconocimiento de la necesidad de las personas con capacidad empresarial y de gestión y fomento de la creación de todo tipo de empresas productivas, etc.).
“Un programa que ponga a todo el país a moverse y ponerse en pie sobre la base de una regeneración democrática, centrada en los valores del trabajo y de la política entendida como un servicio público, y no como el mejor y más rápido medio de enriquecimiento personal en detrimento del pueblo dominicano en su conjunto.
“Por último, aún dándose todo ello, se requiere un apoyo de los medios de comunicación, ya que sin presencia pública de estas ideas, y de sus portadores, la hegemonía de las mismas será difícilmente asumible por los ciudadanos y traducible en votos”.
Rosario Espinal: “La izquierda dominicana se ha caracterizado por el dogmatismo”
“En el contexto latinoamericano, la República Dominicana ha permanecido rezagada en cuajar una alternativa de izquierda electoral en la última década. Mientras muchos países de la región han dado un giro hacia gobiernos electos con distintos matices de izquierda, reivindicando temas de exclusión social e inequidad, en República Dominicana los partidos políticos que por su historial debieron moverse hacia la izquierda (PRD y PLD), se derechizaron.
“¿Por qué ha sucedido esto en República Dominicana? La explicación es multi-causal en términos históricos y del presente.
“Durante los 12 años de Balaguer (1966-1978), la izquierda electoral fue copada por el PRD. Las organizaciones comunistas no tenían planes ni intereses electorales, y cuando Juan Bosch fundó el PLD lo hizo con una crítica a las elecciones.
Después de la transición política de 1978, comenzó a gestarse un tripartidismo que permitió al PLD captar electores descontentos con el PRD entre 1986 y 1990, y luego a balagueristas descarriados a partir de 1996. En uno y otro caso, el ascenso electoral del PLD se produjo sin que ese partido asumiera un discurso o práctica de izquierda, a pesar de sus orígenes políticos en la crítica social boschista. De hecho, a partir de 1996, el PLD ha dependido para ganar elecciones y mantenerse en el poder, de una masa conservadora y de la élite más retrógrada del país.
“La izquierda marxista dominicana, por su parte, se ha caracterizado por el dogmatismo político y un alto nivel de fragmentación organizativa, que han dificultado la conformación de un movimiento socialista de gran alcance electoral. Además, después de la transición política de 1978, muchos ex izquierdistas pasaron a apoyar al PRSC, PRD o PLD, e incluso han oscilado en sus vinculaciones con esos partidos en función del acceso al poder y los beneficios clientelares.
“En términos estructurales socioeconómicos, para forjar un movimiento de izquierda electoral fuerte, se necesita que un amplio segmento de la población lo asuma como proyecto alternativo. Los pobres pueden constituir un bastión importante de apoyo. Pero en República Dominicana, entre los pobres, hay un segmento grande de haitianos que no tiene derechos políticos.
“Por su parte, la clase media y media baja dominicana, que también podría constituir un bastión importante de apoyo electoral a la izquierda, ha experimentado un fuerte proceso migratorio que la desmoviliza. Unos emigraron ya a países desarrollados, otros aspiran a emigrar, y otros reciben remesas para acomodarse.
“Finalmente, el electorado dominicano es fundamentalmente conservador. En encuestas políticas realizadas en los últimos años, una mayoría de la población se auto-define de derecha, en una proporción mayor que en otros países latinoamericanos. Además, a pesar del descontento político o malestar que puedan sentir muchas personas, los dominicanos no son proclives a las grandes movilizaciones sociales que, en países como Bolivia y Ecuador, han servido de iniciación a las opciones electorales de izquierda.
“Como resultado, en el contexto socio-político dominicano actual, el desencanto con los partidos mayoritarios no se traduce en la emergencia de una alternativa política de izquierda que reivindique los derechos de los marginados y excluidos.
“Para impulsar un movimiento electoral de izquierda en la República Dominicana, se requerirá de mayores niveles de unidad de las organizaciones de orientación socialista, con un nuevo liderazgo que sea más aglutinante, con mayor capacidad de relacionarse con amplios segmentos de la población pobre y de capas medias, en base a propuestas de reformas socio-económicas y políticas que profundicen la democracia.
“El PRD y el PLD sucumbieron a la seducción de la derecha tradicional dominicana y navegan en un territorio clientelar que les permite su cómoda reproducción económica y política a expensas de la miseria de la mayoría de la población dominicana.”
César Pérez: “La lucha contra Balaguer determinó visión rupturista de la izquierda”
“Ciertamente, por momentos parecería que el país camina hacia el colapso total. Retrocedemos en los indicadores esenciales del desarrollo económico y de la institucionalización democrática. Cada año las pruebas nacionales evidencia un retroceso en la calidad del aprendizaje y de la enseñanza en la educación, son recurrentes la aparición de enfermedades y epidemias que se suponían ya superadas, los sistemas energéticos y de agua potables, lejos de mejorar, por momentos se espera su colapso total.
“Los partidos tiene cada vez menos credibilidad en la población y son incapaces de llevar a cabo sus procesos de selección de sus candidatos a los puestos de dirección partidaria o electivos en las instituciones del estado sin que se produzcan divisiones o fisuras irremediables.
“Esa circunstancia en que se desenvuelven los sistemas político y de partidos ya es relativamente larga. Sin embargo, a pesar de lo significativa que ha sido la lucha por mantener los principios de la libertad de opinión, de los derechos políticos en el país, la izquierda ha sido esencialmente ineficaz en cuanto a desarrollar formas de inserción en el debate político en el país y en obtener representación en las principales instancias de las instituciones del Estado dominicano
“Las causas podrían ser muchas. Sin ser exhaustivo, creo que podrían identificarse las siguientes:
“La transición de la tiranía trujillista hacia la democracia política ha sido en extremo larga y la misma fue encabezada por uno de los pilares intelectuales y política de esa tiranía: Balaguer. De los casi 50 años de esa transición, él gobernó por 22 años, ayudó y podría decir que dejó como heredero, un partido que una vez discursivamente se reclamaba de izquierda y actualmente está en el poder en su tercer mandato, que sumado a otros dos de ejercicio serían 12 años.
“Creo que la lucha contra Balaguer, determinó en la izquierda una visión esencialmente rupturista. Era por el asalto al poder, sin mediar otras formas de hacer política. Se creó, de esa manera, una cultura rupturista que ahora se manifiesta en una ilusión por crear una alternativa que “tome el Poder” disputándoselo a los grandes partidos en el terreno de estos y en la cultura de éstos.
“A diferencia de otros países de la región, los temas de la igualdad de oportunidades, por el acceso de la gente los servicios fundamentales: salud, vivienda, educación, al suelo urbano que crean verdaderos movimientos de pobladores, nuestra izquierda no lo ha podido aprovechar para insertarse de manera efectiva en el país real. Tiene la atenuante de que pocos intelectuales se han vinculado al proceso de construcción de una política en ese sentido.
“Aplaudimos los éxitos que términos electorales tienen algunos sectores de la izquierda en otros países, pero no nos damos cuenta que allí se practica la política de acumulación de fuerza en los espacios locales. Aquí tenemos unas elecciones municipales y congresuales en año próximo, pero muchos piensan sólo en el candidato presidencial que en 2012 sería la alternativa al sistema.
“Otro factor podría ser (un simple hipótesis) es que Santo Domingo, San Francisco de Macorís y el Este, fueron los centros de mayor activismo de las organizaciones que conformaban el movimiento de izquierda y allí ha operado una sistemática represión que ha descabezado ese movimiento (relativamente menos en San Francisco).
“La izquierda es, de hecho, reformista, cree en la reforma como forma de inserción en la política, pero ideológicamente e inconcientemente es rupturista, no se ha dato cuenta del actual proceso de territorialización de la política.
“Otro factor, aún no ha podido pasar un balance sobre su vieja práctica, sus viejas adscripciones ideológicas, sus relaciones internacionales que la llevan a defender regímenes de partido único y de revoluciones fallidas, algunos dictatoriales/integristas, a grupos que en nombre de la “revolución”, cometen los más deleznables actos terroristas.
“A muchos sectores de la izquierda le falta generosidad. Existen muchas peñas/proyectos de izquierda, pero no se nota una clara vocación de unión/fusión de esas peñas y por eso se parecen mucho a las siglas (diferentes grupos que se dicen partidos) que claman deben desaparecer.
“No hemos podido aprovechar las contradicciones en los grandes partidos que tienen una amplia base popular y establecer alianzas estratégica/coyunturales en determinados momentos y fechas del calendario políticos del país.
“No hemos sabido aprovechar algunas buenas prácticas de acción política local. La alternativa no puede vislumbrarse sólo como una articulación de quienes se reclaman de izquierda, también podría ser de importantes desprendimientos en los grandes partidos, motivado por el avasallamiento que allí practican las facciones vencedoras contra las vencidas, algunas de ellas dirigidas por dirigentes que podrían ser sensible a un proceso de ruptura con la forma de hacer política de las direcciones de esos partidos.
“Sin embargo, a la fecha ninguna de las importantes figuras avasallada ha sido capaz de producir la ruptura. Temen saltar al vacío, es necesario que se cree una circunstancia de no vacío, de posibilidad de construcción de alternativa: No hemos sido capaces de construirlo.”
Olaya Dotel: “Los proyectos políticos se han basado en el personalismo”
“Los grupos de izquierda, así como los movimientos liberales, entendidos los últimos, no desde el punto de vista del modelo económico capitalista, sino como el sector de la sociedad más ligado a los derechos de tercera y cuarta generación, no han sido capaces de lograr posicionarse como fuerzas políticas con posibilidades de éxito electoral.
“Una de las razones es que los proyectos políticos basados en el personalismo no han sido exclusivos de la derecha tradicional, corriente en que en este momento podemos situar a los dos partidos mayoritarios, tanto el Partido de al Liberación Dominicana como al Partido Revolucionario Dominicano.
“Tanto la izquierda dominicana como el sector liberal no han sido capaces de construir propuestas basadas en una plataforma programática, más bien ha sido sobre la base de candidaturas, tales son los casos de las candidaturas de Ramón Almánzar y Guillermo Moreno. Ambas candidaturas tuvieron importantes deficiencias en su oferta programática, no siendo capaces de conectarse con las necesidades de la población. “Temas importantes como el modelo económico, la seguridad social y la seguridad ciudadana no fueron tema de campaña de estos dos actores. ¿Qué decir de los derechos reproductivos y sexuales los cuales se han quedado fuera del ámbito de interés de la izquierda dominicana?.
“Por otro lado las candidaturas de la izquierda así como la de Guillermo Moreno han tenido poca capacidad de negociación, lo que no ha permitido que en el caso de la izquierda participara unificada en los últimos procesos electorales. Sino todo lo contrario, ha aumentado la desarticulación del sector. En el caso de Gillermo, luce cada vez más solo, pues si algo no cuestiona este ex candidato a la presidencia es justamente su candidatura.
“Si bien es cierto que las personas candidatas a puestos electorales resulten atractivas a la población, es necesario aumentar la calidad de la participación política y tanto la izquierda como los sectores liberales mantienen muchas de las prácticas de los partidos mayoritarios, manteniéndose entre las pocas diferencias los recursos con que cuentan los dos partidos mayoritarios.”
Luis González: “Ahora es el momento”
“¿Por qué no ha surgido una propuesta política liberal o alternativa en la RD, cómo ha sucedido en otros países de la región?
“Tres razones fundamentales. La primera es que no había llegado el momento, no se habían dado las condiciones. La segunda es que no se ha producido la unidad sugerida por Juan Pablo Duarte cuando dijo, “sed unidos, así apagaréis la tea de la discordia”. La tercera es que no creemos, no tenemos fe, no estamos motivados, inspirados.
“Aunque fueron procesos diferentes, podemos encontrar que en Venezuela, Uruguay, Ecuador, Bolivia y Brasil hubo un elemento en común: la crisis de los partidos políticos tradicionales, los partidos grandes hasta el punto de la decepción total. Eso está sucediendo en la RD, o mejor dicho, ya está en su etapa cumbre, irreversible, por eso creo que ha llegado el momento, están dadas las condiciones. Como dijera Martin Luther King en su más famoso discurso, “now is the time”, o sea, ahora es el momento.
“En esos países, por ejemplo el Polo Patriótico que apoyó a Hugo Chávez, se produjo la unidad de esos grupos liberales o alternativos, contra los degradados y desacreditados partidos tradicionales. En la RD existen diversos grupos que persiguen el mismo objetivo de sustituir definitivamente la actual clase política, pero están dispersos, en muchos casos, compitiendo entre sí. La unidad es uno de nuestros desafíos.
“Todos queremos el cambio, anhelamos el cambio, pero no creemos en el cambio, no creemos que se pueda, el desafío está en convencer a la gran mayoría que quiere el cambio, que sí podemos producir ese cambio, pero para eso necesitamos todos asumir un compromiso. Parte de esta incredulidad se debe al llamado pesimismo dominicano, pero yo creo que dicho pesimismo se debe a que no hemos tenido una clase dirigente capaz de enviar el mensaje de optimismo y de un mejor destino para los dominicanos y luego ratificarla con sus acciones.
“Además los llamados partidos pequeños, no han sido la alternativa que el pueblo ha estado esperando, porque ni siquiera un programa serio han presentado al país, con sus acciones han demostrado que son una mercancía que se vende al mejor postor. Esa actitud de los partidos que han surgido hasta ahora, es también una razón por la cual la tarea de la nueva propuesta que debe surgir será inmensa, porque ya toda propuesta política nueva se cree que es para lo mismo.”
Partidos y organizaciones de izquierda y liberales en RD
Movimiento Popular Dominicano (MPD), Partido Comunista de la República Dominicana (PACOREDO), Fuerza de la Revolución, Partido Comunista del Trabajo (PCT), Movimiento Independencia, Unidad y Cambio (MIUCA), Frente Amplio de Lucha Popular (FALPO), Círculos Caamañistas, Patria para Todos, Partido de los Trabajadores Dominicanos, Unión Patriótica, Partido Nueva Alternativa, Partido Comunista Unificado, Partido Boschista Dominicano, Movimiento Rebelde, La Multitud, la Junta Comunitaria de Organizaciones Populares (JUNTAPO), el Colectivo de Organizaciones Populares, Movimiento Nueva República y el Comité para la Defensa de los Derechos Barriales (COPADEBA).
http://www.clavedigital.com/App_Pages/Politica/Politica.aspx?id_Articulo=7602
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