Estacionada


La realidad no es tu deseo
te alejas con tus heridas
negando;
yo estacionada quedo
veterana soy
de infinitos ensayos.

No siento tu bondad
ni tu egoísmo
más la vida de ilusiones
me deja sola
no hay cercanía, ni que asir
no me siento mala, ni buena,
no soy culpable, no soy inocente.

Veo el espacio vacío cuando te alejas
y no sé si sabes llorar
y no sé si tu alma es seca
más yo
me quedo construyendo remolinos
sin pretender ser parte de nada
ni ser lejana
soy un remolino
y estoy estacionada.

Estoy:
sólo eso;
estoy,
hecha remolinos
removiendo
bloques de hielo
piedra frías.


Mildred d
Santiago
República Dominicana
5.mayo.08

Se necesita más humanidad de la Policía: Seguridad ciudadana con la ley

EL CASO DE LOS 3 JOVENES EJECUTADOS POR LA POLICIA

VIDEO 1: CUANDO SE LO LLEVARON SUMAMENTE MALTRATADOS

http://www.youtube.com/watch?v=DnOYj_XNI1c

VIDEO 2: LA REACCION DE LAS MADRES SOBRE LOS ASESINATOS Y

http://www.youtube.com/watch?v=Gu8HXj7-Z3M&feature=related

AM / DIARIO LIBRE / 3 DE MAYO 2008

LOS LIMITES

Es imposible no escandalizarse, acongojarse, ante las imágenes mostradas por Telesistema. Tres ladrones, entre 16 y 18 años, son apresados por la Policía después de recibir una brutal paliza, al
parecer propinada por vecinos que los sorprendieron robando en un colmado. Uno de ellos, -literalmente doblado en dos, no es una metáfora- suplica al periodista que no le deje solo y que llame a un médico. Otro camina ensangrentado pero se sube por su propio pie. Se deja amarrar con una soga, sin resistencia. El tercero, sangrando en el suelo parece terriblemente malherido. Este es arrastrado por la calle como un perro y arrojado a otro vehículo policial. Los tres,
horas después, aparecieron.

.. ¡muertos!

Normalmente hacemos creer que asumimos que los "intercambios de disparos" son eso, intercambios de disparos entre delincuentes y policías en los que afortunadamente, "gana" la Policía. Pero ante la crueldad de este caso es imposible cerrar los ojos, cruzar los dedos y convencerse de que estas cosas pasan para el bien de la sociedad.

¿Exigir que los policías no ejecuten es ponerse de lado de los delincuentes? ¡No! Es exigir que no se comporten como los ladrones, asaltadores, y asesinos de los que nos tienen que defender.
¿Matándolos una vez detenidos? ¡No! ¿En qué se diferencian entonces de los delincuentes?

¿Qué sociedad somos? ¿Tan desprotegidos nos sentimos que cuando la multitud atrapa a un ladronzuelo, quiere sangre y lo lincha? Pero ya saben, no comenten mucho esto, que, total, eran ladrones, y se afecta la imagen del país.

IAizpun@diariolibre.com

Inseguridad ciudadana desde la Policía en La Caleta, Boca Chica: Edith Febles

Sobre los hechos que atentaron contra la vida de tres ciudadanos/as inocentes en La Caleta, Boca Chica, República Dominicana


La mujer histérica de la Caleta

Por Edith Febles

Ayer caminé durante horas por las calles de La Caleta, en Boca Chica.

La sangre se negaba a desaparecer del suelo pese a la lluvia. La comunidad estaba en la calle. Apenas comenzaba el recorrido cuando un hombre alto, de unos 42 años, se acercó al periodista local que me acompañaba para decir: "Lo que ocurrió anoche fue una masacre. Yo soy militar. No les he dicho nada. Pero investiguen". Eran las 9:30 de la mañana.

Aquel gesto fue el primer amago de lo que se convertiría en rutina.

El pueblo estaba indignado.

Una señora de unos 80 años, desprovista de dientes, se acercó para que le escuchase. Joven, ¿usted es periodista? ¡Por Dios, haga saber que aquí mataron gente inocente! La actitud era colectiva.

Bien entrada la calle contemplé a unas 40 personas afanados en conversar con los periodistas de Diario Libre. En otra esquina, otro grupo no menor, hacía lo propio con Roberto Valenzuela, de El Caribe.

Las cámaras ganaban espacio entre otros grupos formados de forma espontánea.

Seguí escuchando a la gente. A la que hablaba conmigo. A la que se dirigía a otros vecinos ignorando ser escuchados. El dolor y la indignación casi eran palpables de tan reales.

Me encontraba hablando con los moradores cuando un joven se acercó y me dijo: "Señora, hay alguien allí que quiere decirle algo. Me llevó de un callejón a otro hasta concluir en una sala oscura, donde tres personas aguardaban. "Es muy delicado lo que queremos darle. No diga que se lo dimos". Entonces, para mi sorpresa, encendieron un sonido de grabador con bajísima calidad técnica, casi imposible de reproducir. Dijeron que aquella era la grabación del momento en que el terror se apoderó del barrio. ¡No lo maten Dios mío, no lo maten,
no lo maten, no lo maten!. Ese grito se repetía en voces cercanas y lejanas y solo se vio interrumpida por la voz de alguien que dijo:

¡Carajo, han matado a un coronel, carajo!. Lo demás eran voces confusas, voces de pánico, gritos, alarma.

Salí de allí para seguir caminando en aquella especie de romería colectiva en torno a los rastros sangrientos. Las diligencias me permitieron acumular imágenes de los primeros momentos. Imágenes de los muertos con tiros cercanos, en sus cabezas, de las mujeres clamando justicia, de un general prometiendo esclarecimiento, de un coronel fallecido en su jeepeta.

Pero de todas las imágenes del día la que más impacto me causó no llegó hasta las cuatro de la tarde. Fue la imagen de las consecuencias. A esa hora me senté en el borde de un colmado aguardando la llegada de uno de los muertos procedente de Patología Forense. Fue entonces cuando aquel niño me llamó. Hasta ese momento no pensé en los niños del pueblo. Atraída por los testimonios de los
adultos no pensé en ellos. A partir de entonces no pude ignorarlos y lamenté no haberlos tenido en cuenta.

El niño no debía tener más de seis años. Los pies sucios. La camisa roída. "Señora, ¿usted es de los periodistas?, preguntó. Al responderle afirmativamente me dijo: "Le tengo una cosa, le tengo una bala".

Y se acercó. Abrió sus manitas. Y mostró el casquillo oxidado de lo que alguna vez fue una bala. Le expliqué que aquella bala era antigua. De todas formas él la recuperó y la guardó en el bolsillito de su pantalón remendado. En ese instante me di cuenta que no había
hablado con los niños del pueblo. ¿Cómo pude pensar en cubrir una tragedia sin hablar con ellos?.

Para reparar mi descuido desde entonces solo hablé con ellos, exceptuando los escasos minutos que conversé con el cura y el representante de los derechos humanos.

El chico portador de la bala me comentó que cuando comenzaron los tiros su madre lo metió debajo de la cama, dijo que cuando todo acabó su hermanito, de tres años, preguntó a su madre si se había marchado el cuco.

Me encontré rodeada de niños y niñas. La experiencia de todos era parecida. Al momento del tiroteo lo pasaron debajo de las camas, debajo de los muebles, debajo de un cajón, en fin, debajo de algo.

Otro pequeño, de ocho años, lloroso, me dijo: "se llevaron a mi mami y a mi papi. Mi tía dice que no sabe donde lo tienen. ¿Usted cree que lo van a matar?. Era obvio que allí faltaban psicólogos. Traté de
tranquilizarle diciéndole que la Policía no podía retenerles más de 48 horas. Que esperara otro rato, que sus padres llegarían.

Entonces, otro chico más despierto y avispado me comentó ser hermano del lloroso. "Oiga señora, yo le voy a decir lo que pasó"- ¿Usted ve aquella casa", dijo, mientras señalaba la residencia donde –según la Policía- estaba guardado el dinero que el fallecido coronel trataba
de recuperar.

"Llegó una jeepeta y se apearon dos hombres armados. No parecían policías. No tenían nada de policías, y comenzaron a dispararle a esa casa. Nos trancamos. Entonces, por la puerta de atrás llegó la señora
de la casa gritando. Mi mamá le abrió la puerta de atrás 'juyendo'.

Ella estaba muy asustada. Ella sufre del corazón. Su hija llegó con ella. Decían ¡ladrones, ladrones! Ellas se trancaron con nosotros y se oyeron muchos tiros. La señora estaba muy mal. Luego vino la Policía y le dieron agua porque se estaba poniendo mala y se la llevaron. Después se llevaron a mi papá. Mi mamá protestó y también
se la llevaron. Nosotros dormimos solos". Aquel niño no pasaba de diez años. Es el mayor en la casa.

Para entonces estaba rodeada de niños. Unos 20 chiquitines se convirtieron en mis guías. Me llevaron al patio de la residencia donde se resguardó la citada señora y mostraron un boquete abierto en la empalizada de cinc y alambres de púas. ¡Gracias a Dios las mujeres
pudieron pasar por aquí, gracias a Dios, porque las iban a matar!, dijo uno los niños. No le pregunté su edad, pero a juzgar por su tamaño calculo que no pasa de seis años.

Decidí hacer el recorrido de la señora a quien la Policía inculpó como responsable de las muertes por sus gritos de auxilio. Su histeria, a juicio policial, había sido el detonante.

Con los niños fui a su casa. En grupo, me enseñaron lo que los adultos no me habían mostrado. El lugar de la puerta de hierro donde el tiro hecho, supuestamente, por uno de los policías que acompañaba al coronel, dobló la protección de hierro, rompió el candado y se proyectó sobre la pared.

Fue entonces cuando la dueña de la casa salió corriendo por la puerta de atrás clamando ayuda. Y sí, como dijo el niño, tuvo suerte de poder romper una hoja de cinc de aquella empalizada tan tupida.

Luego, hablando con el cura del pueblo, le pedí razonar sobre algo tan humano como la histeria, de modo particular sobre la histeria de aquella mujer. Si a su casa –dijo el sacerdote- llegan unos hombres armados, de noche, vestidos de civil, sin fiscal, sin orden judicial,
tirando tiros a su puerta, en una jeepeta privada, ¿usted que haría?".

"Yo –culminó el cura- pensaría que son delincuentes. Por eso digo que esto es un caso muy extraño. Hasta yo gritaría", terminó.

A esta hora leo los diarios. Algunos recogen nueva vez la historia de aquella mujer histérica como parte de una componenda. Y las palabras del cura retornan a mi mente. "Si llegaran a su casa de esa forma ¿usted que haría?".

http://www.elnuevodiario.com.do/app/article.aspx?id=101702

Ante la violencia a-institucionalizada y los privilegios en República Dominicana: Pedro Luis Castellanos

Ciertamente los violentos acontecimientos recientes han estremecido la opinión pública y la conciencia de muchos y muchas que vemos con inquietud el lento pero al parecer inexorable deslizamiento de nuestra sociedad hacia la violencia: Violencia intrafamiliar, violencia social, violencia policial, violencia de la corrupción, violencia de privilegios, violencia de inequidad social y miseria, violencia de la ostentación. Nos estamos convirtiendo en una isla rodeada de violencia por todas partes.

En los últimos tres días, hemos asistido a tres hechos enormemente reveladores.

1) El asesinato con alevosía de tres jóvenes, supuestamente delincuentes que atracaron un colmado, por parte de autoridades que se supone deben velar por el imperio de la legalidad, ante la mirada no solo complaciente sino estimulante de muchas personas.

2) El descubrimiento de una cuantiosa cantidad de dinero, en moneda extrajera y en billetes de baja denominación, a todas luces sospechosa de provenir de actividades ilícitas, en un avión privado que habría volado ilegalmente a Puerto Rico, cuyos tripulantes, con excepción de uno de ellos, el menos favorecido con recursos económicos y poder político, han sido dejados en libertad, y hasta se les ha pedido excusas públicas por haber sido "retenidos" unas horas para ser interrogados.

3) Los incomprensibles hechos ocurridos en La Caleta en los que perdieron la vida un oficial policial y 4 civiles, estos últimos al parecer nada tenían que ver con los acontecimientos.

En el primer hecho, ciudadanos clamaban (ante cámaras de TV) por el asesinato de los jóvenes. En el segundo, la ciudadanía aun permanece estupefacta y en silencio ante el poder económico y político de algunos de los protagonistas. En el tercero la ciudadanía llora y grita por la calles de La Caleta clamando por justicia que castigue a las autoridades a quienes presumen responsables. ¿Que es lo común?. La degradación ética. La sensación de que las instituciones no operan. La sensación de que la fuerza legítima del Estado y la violencia delincuente oficial solo operan cuando se trata de los pobres. La sensación de que si no se toma la justicia en las propias manos por los agraviados nada pasará.

Parece urgente encontrar caminos para un rearme ético de nuestra sociedad. Mas allá de las artificiosas divisiones impuestas por intereses particulares o circunstanciales, hay enormes reservas morales que no logran hacerse escuchar. La República Dominicana aun es una sociedad privilegiada, porque tenemos oportunidades para avanzar en esta dirección, si se lograra hacer prevalecer lo mejor de nosotros. Pero veo con tristeza que no siempre y no todos quienes tendríamos la responsabilidad de orientar y conducir a la población tenemos conciencia de esta necesidad ética, o simplemente no tenemos deseos de asumir estas responsabilidades, por cualesquiera de las muchas razones que pueden ser esgrimidas para la pasividad..

Lamentablemente nuestras élites dirigentes. sean políticas, empresariales, culturales, sociales y hasta religiosas, al menos en su mayoría, parecen sentirse confortables con este presente que denigra del pasado y amenaza el futuro. El conservadurismo se ha entronizado y apenas alcanzamos a alarmarnos de vez en cuando, cuando se disparan las alarmas de la sensibilidad social, sin que aparezcan propuestas y planteamientos acerca de un futuro mejor y posible. Todos, o al menos la mayoría pareceríamos contentos con el modelo económico y con el modelo de relaciones sociales que nos llevan al precipicio.

No estamos irremisiblemente condenados a ser un país esquizofrénico, con una parte de la sociedad que nada en la opulencia y hace todo lo que puede para concentrar mas el ingreso nacional, que prefiere gastar cada vez mas en seguridad personal antes que aceptar redistribuir socialmente una parte de sus escandalosas ganancias, que prefiere educación y atenciones de salud privadas, de alto costo y mala calidad, pero altamente excluyentes, que satisfacen mas un ego de élitismo y exclusividad que sus verdaderas necesidades como ciudadanos; mientras que el otro país, postergado, lucha cada día por sobrevivir, sin muchas esperanzas de futuro, sin acceso a atenciones de salud, a educación y empleos de calidad, que cada vez mas convive y tiende a ser victima y victimario de una absurda espiral de violencia; y mientras todos, unos por necesidad otros por ambición nos dedicamos a liquidar los frágiles sistemas ecológicos de nuestra isla, y todos nos movemos en una cotidianidad en la que ni siquiera pareceríamos tener clara nuestra identidad como cultura y como nación.

Necesitamos un rearme ético y un rearme ideológico. Necesitamos sentir que la vida en este país tiene sentido, que hay un futuro mejor, que los mejores valores de nuestra cultura pueden prevalecer, mas allá de la mezquinad, de la corrupción, de la intolerancia, de la injusticia y de la violencia.

Pedro Luis Castellanos

Programas de los partidos en República Dominicana y transparencia

INFORME COMPARATIVO PLANES DE GOBIERNO

El Espacio de Coordinación de la Lucha Contra la Corrupción dió a conocer el informe del análisis realizado a los planes de gobierno de 5 partidos.

El informe está hecho sobre la base de comparar las propuestas de cada partido relacionadas con la transparencia, la rendición de cuentas y el combate a la corrupción pública y privada, con las contenidas en la Plataforma Ciudadana de Lucha Contra la Corrupción.

Si desea conocer el informe haga clic en el siguiente enlace:
http://www.lalucha.com.do/documentos/informe%20planes%20de%2 0gobierno.pdf

Si desea conocer la Plataforma Ciudadana de La Lucha Contra la Corrupción
http://www.lalucha.com.do/documentos/borrador%20plataforma%2 0.pdf

En los enlaces que aparecen a continuación puede leer los programas de gobierno integramente:
MIUCA
http://www.lalucha.com.do/documentos/MIUCA%20-%20PLATAFORMA% 20PROGRAM%C3%81TICA%202008-2012.pdf

PAP
http://www.lalucha.com.do/documentos/PAP%20-%20programa%20de %20gobierno%202008-2012%20.pdf

PRSC
http://www.lalucha.com.do/documentos/PRSC%20-%20agenda%20del %20GOBIERNO%20DE%20LOS%20POBRES.post%20ANJE.pdf

En los enlaces siguientes solo aparecen los capitulos relacionados con la transparencia y la lucha contra la corrupción:

PLD
http://www.lalucha.com.do/documentos/PLD%20-%20programa%20de %20gobierno%202008%20_%202012%20cap%204.pdf

PRD
http://www.lalucha.com.do/documentos/PRD%20PROGRAMA%20GOBIER NO%202008-2012%20Cap.%202%20%20.pdf

--
Visita, promueve y escribe en www.lalucha.com.do contra la corrupción

Anarquismo

He estado reflexionando, leyendo, sobre el anarquismo. La verdad es que es algo deseable. Pienso que toda idea paradigmática tiene que fajarse a construirse con vivencias y experiencias, para mostrar esos caminos. Eso, igual que con todas las idealizaciones sobre estructuras de construcción social, política, cultural, económica...En palabras más afines, una persona anarquista es libre pensadora.

Pienso que toda persona sensible, tiene que manejarse dentro de los contextos reales, y en ellos ir sembrando sus propuestas de modelos, que deben visualizarse en su propia práctica personal, respetando la realidad, y las posibilidades del medio, y de las estructuras. Pero todo eso me parece muy hermoso, y pienso que es muy probable, que todas/os tengamos una buena dosis de anarquismo, y más en los intelectuales.

Hasta aquí mi reflexión. En el internet, en wikipdia, encontré muy buen trabajo.

http://es.wikipedia.org/wiki/Anarquismo

mildred d

Más sobre Junot Díaz y su novela

http://www.clavedigital.com/Portada/Articulo.asp?Id_Articulo=13666

Acá, podemos conocer más sobre Junot Díaz, premio Pulitzer en Estados Unidos por su recién publicada novela. Luego amplío este comentario.