“Ella ya no me quiere, ya no es como antes”

PUBLICADO EN LA SECCION FIRMAS DE CLAVE DIGITAL EL DIA martes, 29 de agosto de 2006


Mildred D. Mata -

Mujeres inasibles

No se les puede agarrar
no quieren
es que ya no se puede.
Sueltas, hasta por instinto
lanzadas a los ríos,
corren suaves, veloces, a veces,
tocan las estrellas
heraclitanas a veces suelen ser
sorpresivamente inasibles hasta para el llanto
y para la metafísica cultural.

No pueden aprehenderse como eternamente quietas
porque el espejo puede reflejar, sorpresivamente,
cuando menos se espera
un gran canto
un grito
y la eterna esperanza de querer ser.

mildred dolores mata
13.VIII.06
Santiago, República Dominicana


Relaciones que se deterioran. Relaciones de nueve, catorce, veinte…años que pueden terminar, y muchas veces terminan, por una incomprensión y un alejamiento que aparece de manera sistemática en los últimos años y parece que irremediablemente.

Hay un definitivo y gran desencuentro entre las mujeres y hombres que vienen viviendo relaciones violentas. Sin una revisión fundamental de la relación en base a la inseguridad y la baja autoestima no se facilita ningún acuerdo de continuidad. Hay mucho trabajo terapéutico y de educación que hacer.

Es el drama diario que observo en las parejas, o parejas prácticamente separadas, que logramos atender en el trabajo de violencia intrafamiliar, desde la Unidad de Violencia de género, Intrafamiliar, y sexual en la Fiscalía de Santiago, en el Núcleo de Apoyo a la Mujer y en el Movimiento de hombres, en Santiago.

Voy a tratar en este artículo los casos de parejas que aún muestran deseo de continuar juntos, el hombre suele ser aún un poco proveedor o muy buen proveedor, la pareja se ha mantenido porque la mujer ha aceptado ir perdiendo contacto con el mundo. Él le ha exonerado de trabajar, y a ella hasta le ha gustado, pero en esa exoneración el motivo es el miedo, la inseguridad, el sometimiento, no el bienestar de las mujeres. Pero finalmente ellas recienten el encierro. Él no quiere que nada cambie, ella quiere cambios. Y para él sólo puede explicarse ese cambio porque ella quizás tiene otro, o ella ya no lo quiere igual, y muchos temen que ya no se satisfacen igual sexualmente.

“No es nada de eso, yo aún lo quiero, me gusta como hombre en la cama, pero ya no soporto su violencia, cada día está más insoportable, me insulta más, está más inseguro, así… ¡yo no lo aguanto!”, -así se expresan mujeres relativamente jóvenes con muchos años de vida en pareja, jóvenes aún porque iniciaron su vida de pareja desde temprana edad.

Son parejas que viven aún juntos, medio separados. La mujer pone una cita para pedir que le digan que no la continúe maltratando, deseando continuar la relación: se habla de violencia física, pero de manera secundaria, porque la violencia que quieren parar, por la que quieren que se les hable es por la psicológica, es en la que más desean un cambio o mejoría.

Quieren que no se les siga degradando de palabras, que no se les siga celando, que no se le siga prohibiendo salir. Quieren poder hablar, desahogarse con amigas, vecinas, como mínimo. Pero ¡hay si él se entera que ya está visitando, conversando! El silencio y la soledad social es el menú que se les propone.

Hablar, circular, relacionarse, son todas demandas que la Constitución consigna como derechos ciudadanos fundamentales, propios de la vida en democracia.

“La mujer que trae un hombre aquí, que viene a quejarse de lo que pasa en nuestra casa, entre nosotros dos, es que ya ha dejado de querer; en algo anda por ahí, eso también me lo dice todo el mundo”. Así se expresa amargamente, con el rostro tenso, y los ojos casi llorosos, uno de los hombres que acuden a las citas que les ponen sus cónyuges. Se les explica que efectivamente, los tiempos han cambiado, que las mujeres han cambiado. Se les dice que el verdadero amor, termina aceptando a la persona como es, y que ellas no quieren seguir siendo prácticamente mujeres secuestradas. Quieren trabajar, pasar trabajo, ¿para qué?...para perderse, - suelen decir estos hombres.

Por su parte las mujeres dicen que nunca han aceptado el encierro, el maltrato verbal, ni físico. Pero reconocen que tienen unos cuatro, cinco, tres años que esa forma de vivir ya les resulta intolerable. No quieren seguir así. Lo que más detestan es el encierro y la obsesiva vigilancia.

Asombra la coincidencia en el número de años a partir de los cuales ya ellas no toleran el vivir como presas de confianza, prácticamente secuestradas.

Están llenas de miedo. Lloran, quieren conservar la relación, y esperan con ansiedad que el hombre sea convencido de que debe cambiar o mejorar. No suele haber marcha atrás. Tienen miedo porque no están acostumbradas a trabajar fuera de la casa, porque temen quedarse sin nada, pues la pareja no entiende eso de separar bienes, dado que no les es fácil asimilar la sentencia de la Suprema Corte de Justicia que reconocen derechos sobre bienes a las personas que viven unidas, después de cinco años de convivencia reconocida públicamente, ininterrumpida, sin importar que no sea unida por el matrimonio legalmente. Es esta amenaza de desamparo de bienes uno de los últimos recursos que usan para continuar el encarcelamiento.

También los cónyuges las amenazan con provocarles daños diversos, a ella o a sus seres queridos. Y aún separados totalmente, estos no logran entender la firmeza del cambio que sus exparejas quieren, y suele ser largo el vía crucis de estas mujeres, de estos hombres, de las hijas e hijos, de los familiares, amigos/as, vecinos/as, y otros relacionados/as.

Conocemos de hombres, que aún teniendo una orden de no acercamiento a la ex, que habiéndose leído el divorcio en la mañana, en la tardecita van a amenazar a la mujer, diciéndole que “si tú buscas a otro hombre te voy a volar la cabeza”. No asimilan ni siquiera el divorcio.

Estos dramas repetitivos parten el alma. Tanto por la situación de la mujer, como por la del hombre. Infantilmente no logran entender que a más presión e intimidación más lejanía.

Hay que disminuir esa brecha cultural que está ampliando separando a las parejas. Es muy importante el trabajo educativo de prevención, sobre democracia y ciudadanía de las mujeres, sobre el cuestionamiento a la opresión y el control de las mujeres y analizar con eventos educativos como esto va matando el amor, así como explicar en estas actividades de sensibilización y reflexión acerca de lo insensible y sin futuro que son para mantener una pareja, los abusos de poder asimétrico, unilateral, que los hombres pretenden continuar ejerciendo sobre las mujeres, como si los tiempos de esa cultura ya no estuviesen terminando.

También ayuda a que la situación se supere si el hombre está rodeado de un círculo de relacionados que cuestionan esa violencia psicológica o física. Y por donde quiera que se mueva reciba el mismo mensaje: ¡No, a la violencia!

En Santiago, el trabajo de psicología y desde el trabajo social con los hombres afectados en terapia grupal, o con charlas que cuestionan la cultura machista o patriarcal, son parte de las herramientas que van poniendo un granito de arena, que vienen en auxilio de los hombres y mujeres, que son víctimas de esta cultura que ha concebido las relaciones entre ambos, como seres humanos contrapuestos a través del concepto de que el hombre manda, controla y domina, y la mujer obedece, se deja controlar y dominar.

Cuando las autoridades religiosas, policía, fiscalía, jueces, las empresas, familiares, la escuela, los medios de comunicación y todo tipo de instituciones se unen para mandar el mismo mensaje: de que no se tolera, no se acepta, no se ve bien la violencia contra la mujer, entonces confluyen muchos factores que de manera positiva inciden sobre las causas de este problema y ayudan a que el hombre puede reaccionar, comprendiendo, aceptando y procurando mejorar por su propio bien.

Hay que ayudar a entender que el verdadero amor acepta a la persona y se hace un esfuerzo por el propio cambio, en aras de poder encontrarse hombres y mujeres en un terreno de verdadero compañerismo, hermandad y amistad, más allá de la pareja como encuentro sexual, a veces con un concepto de amor enfermamente posesivo, como si esto fuese pasión y erotismo. Y es que las baladas, las bachatas, los chistes, las novelas y el cine, siguen asociando el amor con sufrimiento.

Las mujeres están cambiando. Es un cambio que coincide en la mayoría de las mujeres, y es un cambio contemporáneo, actual. Cambian porque sus tiempos ya les permiten olfatear la paz, la libertad, el verdadero amor, la tolerancia, y el respeto.

Termino dejándoles este párrafo donde nos dice Frei Beto, hablando de los siete pecados capitales, que San Agustín señalaba como tales, porque afectan la ecuanimidad de la cabeza, o del pensamiento y que se tienen desorganizan la vida: Lo contrario de la soberbia es la humildad; de la envidia el desapego; de la ira la tolerancia; de la pereza el compromiso; de la avaricia el compartir; de la gula la sobriedad; de la lujuria y el amor.

http://www.paginadigital.com.ar/articulos/2006/2006prim/cart as7/brasil-220706.asp

Se necesita de la construcción de una cultura de paz entre hombres y mujeres con la participación de todas y todos. Nacimos para ser felices, hagamos algo con un compromiso desde las instituciones para disminuir el sufrimiento. El trabajo de prevención mediante la educación y la comunicación es muy importante, y muy necesario para acortar estos viacrucis.

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Pautas para el Congreso: Participación Ciudadana

LO QUE ESPERAMOS DEL NUEVO CONGRESO NACIONAL

El pasado 16 de agosto han asumido sus funciones 32 senadores y 178
diputados, que constituyen el nuevo Congreso Nacional de la
República Dominicana para el período constitucional 2006-2010. El
Congreso Nacional representa uno de los principales poderes del
Estado que tiene la triple competencia de legislar, representar y
fiscalizar a favor del interés público. Sin embargo, el país ha
vivido recientes experiencias en las cuales los legisladores han
actuado de espaldas a la sociedad, aprobando iniciativas que
comprometen gravemente el patrimonio del Estado y descuidando
gravemente sus responsabilidades de representar la ciudadanía y
vigilar por la buena marcha de la gestión pública.

Ante un nuevo Congreso Nacional, en el que el Partido de la
Liberación Dominicana (PLD) tiene mayoría en ambas cámaras, el
movimiento cívico Participación Ciudadana aspira a que los
congresistas asuman sus atribuciones observando una conducta ética,
transparente y receptiva, que les permita ser los verdaderos
representantes de los electores que les han endosado su voto en las
elecciones generales. En particular, les pedimos públicamente a los
legisladores y legisladoras electos asumir los siguientes
compromisos:

Una Política que fortalezca la gobernabilidad[1] . Es necesario que
el Congreso Nacional actúe como representante de los intereses de la
ciudadanía y no exclusivamente de los partidos políticos allí
representados, de sectores empresariales y sus intereses personales.
Los legisladores deben tomar sus decisiones sobre la base de una
consulta permanente con la ciudadanía, sometiendo a un minucioso
estudio las iniciativas presentadas, respetando la voluntad de la
mayoría, pero sin violentar los derechos de la minoría. Proponemos
que el Congreso Nacional adopte una política que fortalezca la
gobernabilidad democrática y propicie decisiones de alta legitimidad
política y social.

Elección Institucional de la Junta Central Electoral, la Cámara de
Cuentas y la Defensoría del Pueblo. El nuevo Congreso Nacional tiene
la responsabilidad de designar los integrantes de diversas
instituciones claves para la democracia dominicana. La elección de
los miembros de la Junta Central Electoral, la Cámara de Cuentas y
la Defensoría del Pueblo, debe hacerse sobre la base de una
ponderación minuciosa de cada persona que vaya a ocupar uno de esos
cargos y tomando en cuenta las posiciones de los diferentes partidos
políticos y la ciudadanía organizada, propiciando la incorporación
de personas íntegras y técnicamente calificadas para el desempeño de
estas delicadas funciones.

Dar Continuidad a la Agenda Legislativa Pendiente. Una de las
grandes responsabilidades de los nuevos legisladores es dar
continuidad a la discusión de importantes iniciativas que habían
sido presentadas por sus predecesores e incluso por el Poder
Ejecutivo. Algunas de estas iniciativas están contenidas en la
Agenda Legislativa Priorizada del Senado y otras ya han sido
aprobadas por una u otra cámara. Dentro de esos proyectos pendientes
podemos citar las propuestas de Código Civil Reformado, Ley Orgánica
Municipal, Ley de Presupuesto, Ley General de Participación, Ley de
Partidos y Agrupaciones Políticas y Ley Contra la Corrupción en la
Administración Pública.

Ejercicio pleno de la Función de Fiscalización. El parlamento es un
contrapeso sustancial de los demás poderes del Estado. Le
corresponde la fiscalización de todos los poderes públicos
incluyendo el Ejecutivo, el Judicial, los organismos
descentralizados y autónomos y los municipios. Es hora de que el
Congreso Nacional asuma plenamente su función de fiscalización,
haciendo un estudio minucioso de la rendición de cuentas que cada
año le remite el Ejecutivo y analizando los informes de auditoria
proporcionados por la Cámara de Cuentas. Un efectivo cumplimiento de
la función de fiscalización, implica además que los contratos
nacionales y extranjeros así como los convenios y tratados
provenientes del Poder Ejecutivo; Deben ser objetos de un cuidadoso
estudio por parte de los legisladores, a fin de evitar la repetición
de episodios desagradables, en los cuales el Congreso Nacional
aprobó instrumentos onerosos para el Estado dominicano.

Una Política Moderada de Crédito Público. Esperamos que los
legisladores adopten una política moderada respecto a los contratos
de préstamos, emisión de bonos o aprobación de otros instrumentos
que comprometan el crédito público. Es necesario que velen porque el
Ejecutivo cumpla estrictamente la nueva Ley de Crédito Público y
fomente una auténtica conducta austera en la administración de los
fondos del erario. Una actitud irresponsable que conlleve a la
aprobación de numerosos empréstitos sin la suficiente justificación,
puede tener efectos nocivos para el mantenimiento de la estabilidad
macroeconómica y la definitiva superación de la crisis financiera
que ha afectado al país en los últimos años.

Limitación de las pensiones privilegiadas. Uno de los elementos que
más ha desprestigiado la actividad parlamentaria es la aprobación de
leyes de pensiones a favor de cientos de personas, sin que se tomen
en cuenta criterios apropiados, tales como, la labor desempeñada, la
antigüedad en el servicio público y la edad. Este nuevo Congreso
Nacional debe poner fin definitivo a las pensiones privilegiadas,
reservándolas únicamente en casos excepcionales para aquellos
ciudadanos y ciudadanas que haya prestado servicios eminentes a la
nación y sobre la base de criterios previamente definidos y una
evaluación minuciosa.

Detener la fragmentación del territorio nacional. La República
Dominicana no tolera que se siga dividiendo sin ningún reparo el
territorio nacional, elevando de categoría a poblaciones que no
reúnen los requisitos mínimos y creando nuevas provincias y
municipios. El Congreso Nacional debe paralizar de inmediato la
creación de nuevas demarcaciones territoriales hasta tanto no se
apruebe la Ley Orgánica Municipal, que establece de manera estricta
los requisitos que debe reunir un territorio para adquirir tal o
cual categoría.

Respetar la Carrera Administrativa Legislativa. Las nuevas
autoridades de la Cámara de Diputados y el Senado de la República
están en la obligación de respetar la nueva Ley de Carrera
Administrativa Parlamentaria, que consagra la inamovilidad para
aquellos empleados de carrera del Congreso Nacional que han
acumulado méritos y experiencia invaluables para el funcionamiento
del organismo. Rechazamos cualquier tipo de "aplanadora" o despidos
masivos que afecten al personal administrativo de carrera en el
Congreso Nacional.

Mayor Transparencia. Finalmente, Participación Ciudadana espera que
las nuevas autoridades del Congreso Nacional profundicen el proceso
de reforma y modernización del organismo, y que muy especialmente
tomen las medidas necesarias para que la labor del Congreso sea
mejor difundida en la sociedad, para que la ciudadanía tenga libre
acceso a las decenas de expedientes que se tramitan en ese organismo
y las diferentes decisiones que adoptan las cámaras. Cada una de las
Cámaras tiene pendiente la implementación de la Ley de Acceso a la
Información Pública, mediante la creación de las Oficinas de Acceso
a la Información y la organización de páginas de Internet con
información relevante sobre el funcionamiento de la institución y
los datos particulares de cada uno de sus integrantes.

Desde Participación Ciudadana reiteramos nuestra voluntad de aunar
esfuerzos con los legisladores y legisladoras en impulsar una agenda
legislativa común, a beneficio del interés público; así como de
fortalecer las competencias y calidades de las Cámaras para un mejor
ejercicio de sus funciones de representación y fiscalización.

Santo Domingo, D.N.

¿“Las mujeres ya no sirven”? ¿Qué hacer? (Artículo)

PUBLICADO EN LA SECCION FIRMAS DE CLAVE DIGITAL EL DIA martes, 25 de julio de 2006

Aprendizajes sobre Violencia de Género


Mildred D. Mata

La expresión con la que se titula el artículo, “las mujeres de ahora no sirven” es el decir de algunos hombres, y ¿por qué no?, de mujeres, también.

Se escucha en las aulas, en las actividades de educación para la prevención de la violencia de género entre parejas y exparejas, en círculos amistosos cotidianos, en las oficinas, en los salones de belleza...

Servir o no servir como mujer, ¿de qué depende? ¿Quién lo dice? ¿Por qué se dice? ¿En qué contexto se dice?

Veamos:

Una de las razones que se argumenta para sostener que las mujeres no sirven es que ahora tienen muchas relaciones y/o muchos maridos.

Cuatro fue el promedio de maridos que con cierta estabilidad habían tenido las mujeres del barrio de Buenos Aires, en Santiago para el año 1976. ¡Óigase bien!, año 1976.

Este fue el resultado del estudio realizado por la colega Trabajadora Social Lourdes Bueno y la autora de este artículo como parte de nuestra tesis de licenciatura en la PUCMM, Santiago República Dominicana.[1]

Las experiencias de relacionamiento de manera continua y paralela con realidades de clase media y clase baja permiten, que en muchos aspectos, se visualice que en República Dominicana se vive en mundos separados, según de que clase social se trate.

Desde muchas décadas atrás y aún actualmente, para las personas de clase media, tanto rural, como urbano, tener muchos maridos causaba un poco de desazón. No igual ha venido pasando para la mujer pobre de los conglomerados urbanos. En la tesis de la sub-cultura de la pobreza el que la mujer tenga muchos maridos es parte de la dificultad de la realidad económica que limita el que el hombre pobre pueda representar el rol de proveedor, lo cual hace que este no pueda mantener el vínculo conyugal, abandone el hogar, y la mujer siga buscando marido, para encontrar apoyo, sostenibilidad social, para llenar los requisitos de mujer no fracasada, y ¿por qué no?, para llenar su corazoncito de una ilusión, un compañero para caricias, para tener sexo.

Como puede observarse, muy lejos está la situación de búsqueda de maridos haciéndose depender de consideraciones morales, de que es propio de mujeres que no sirven.

En otro estudio en el que participé en el año 1982 en el barrio El Caliche, Cristo Rey, Santo Domingo, el 67% de las parejas vivían en unión libre[2]. Para las personas pobres casarse legalmente es un dolor de cabeza por razones de no poder solventar ni el más mínimo gasto ni para el papeleo, ni para una ceremonia festiva, y pasa lo mismo con el divorcio.

Recelan mucho de los compromisos económicos a compartir en caso de divorcio, esto principalmente de parte de los hombres, que hasta ahora son los que más tienen. Las mujeres ven el estatus de unión libre como un tránsito que las preserva más libres para poderse dejar en caso de que eso no funciona, y como tal, eso suele funcionar poco.

Lo que equivaldría a divorcio en las uniones libres, nos acercaría fácilmente a casi un cien por ciento de rupturas. En el estrato pobre, terminar con un cónyuge es el pan nuestro de cada día, y por eso la pregunta en el 1976 era, ¿Cuántas veces?

La mayoría de las parejas bajo matrimonio legal son de clase media, y en este segmento el 50 % se divorcia.

Otra de las vertientes de esta queja generalizada es la de que las mujeres quieren hombres con cuartos, resaltándose esto como parte del expediente que desdice de las mujeres.

Suelo decir con frecuencia que las creencias, percepciones, actitudes y comportamientos de las personas no salen del aire, y no se trata tampoco de que se han puesto locas, o degeneradas. En todo caso la degenrada es la cultura que todos y todas construimos.

Somos los que se nos enseña, actuamos en consonancia con los patrones culturales en los que nos socializamos y con los que compartimos con el resto de la sociedad. Es cierto. A las mujeres se les ha enseñado que el hombre debe enamorarla, brindarle, y hasta mantenerla, aunque este último patrón está cada vez más aherrojado, desfasado.

En esta tesitura se expresó una comentarista del artículo Seguridad Ciudadana y Género bajo el nombre de Baby. La autora argumentaba sobre las causas de la violencia en pareja y expareja. Ella decía:

“mildred, estás desfasada. Cuando todas las mujeres dejen de salir embrazadas jovencitas, y todas se dediquen a resolver sus problemas económicos ella solas, es que se va a acabar que los hombres sigan matando mujeres, y jodiendo, y celando. Educación!¡!¡! BABY”[3]

Hombres muy cercanos, por ser estudiantes, familiares, o amigos de quien escribe, descartan de plano que se pueda conseguir o tener pareja si no se tienen ingresos para gastar en el cortejo y durante la relación.

Los hombres se auto exigen esa condición. Pienso que este concepto de masculinidad presiona para que muchos hombres no culminen sus estudios, o no les den la importancia suficiente para posponer las conquistas sobre esa base, y estudiar; pues se ponen a trabajar jóvenes y pierden mucho la motivación. También trabajan para cubrir sus estudios, se dedican también a ser vida social con una gran necesidad de socializar con amigos/as, a la vida sexual que lleva gastos, y los estudios suelen sufrir las consecuencias. Suele ser baja la motivación y el rendimiento de los varones en el ámbito académico, aparte de que apenas son el 35 por ciento de la matrícula universitaria.

Mientras…, las mujeres siguen buscando un amor, una pareja romántica, un hombre como proveedor económico, o para representatividad social que las proyecte como “realizada” y que les dé protección. Las dificultades de los varones, como las dificultades de toda la sociedad casi imposibilitan relaciones estables en ese esquema.

Debido al desempleo, a los bajos ingresos, por la mucha presión de demanda que tienen los hombres “atractivos” para poder invertir en gastos que les permita ser galanes “solventemente eróticos”. Cuando el hombre no tiene trabajo, no tiene dinero suele no poder estabilizar la relación. Y las mujeres siguen buscando quien pueda llenar las expectativas con las que han sido enculturizadas.

Por lo que realidades estructurales hacen difícil una vida sin cambios de muchas parejas. Los hombres, y las mujeres que les acompañan que pueden ir establemente al mercado de la diversión, del flirteo, de relaciones sexuales, de discotecas, playas, etcétera, son muy pocos, lamentablemente.

Vista esta deplorable situación que complica el romance en nuestro contexto cultural y en nuestra realidad económica, se acrecientan los factores de inestabilidad de las parejas en las vidas de las mujeres.

Las mujeres están obligadas a saltar y a saltar y a buscársela. El imaginario social de hombre proveedor de una casa y del romance sobre el que hemos venido estando de pie se viene desplomando.

Las estadísticas que reportan mujeres solas cabezas de familia con sus hijos/as hablan a nivel de América Latina de un 38 a un 45 por ciento. En esas estamos en República Dominicana. Y vivir insultando a mujeres y hombres como que no sirven no resuelve. La visión, el deseo, el sueño, el ideal de la pareja estable no tiene mucha ayuda en la basamenta social y económica actual, con las expectativas de antaño.

Las mujeres y los hombres primero están obligados/as a sobrevivir, a enrumbarse económicamente, a ser autosuficientes. Las mujeres a estudiar, a buscar recursos, a hacer negocitos, a llevar sanes, a vender productos por catálogos, a montar salones de belleza, a vender jugos, a vender comida, al trabajo sexual, a viajar, a la fábrica, al trabajo doméstico remunerado, a cuidar muchachitos/as de las obreras vecinas…etcétera. El tiempo del amor, de ese amor de mujeres dependientes, de su casa, está muy complicado.

Luego que la mujer “se la bandea” económicamente se parece al hombre, dicen con amargura algunos. Hay una relación entre dependencia económica y servidumbre, baja autoestima, inseguridad, sumisión, sujeción, cosificación.

Y la dependencia económica y el desempeño económico de la sociedad no permite el antiguo y aún actual sueño de algunas mujeres de encontrar un hombre que las mantenga, ni en el primer, segundo, tercero o cuarto mundo. Y las mujeres están obligadas a parecerse a los hombres aún “sin querer queriendo”.

Dice Marvin Harris en uno de sus libros que ahora específicamnete no recuerdo, que la revolución cultural que experimentan las mujeres no se debe principalmente al trabajo de los movimientos sociales de mujeres y/o feministas; se debe, nos señala M Harris, a los cambios económicos que no permiten la reproducción de la masculinidad como jefe, de la calle, unilateral jefe, como proveedor único que se merece la jefatura única.

Hace unos diez años recuerdo que una investigadora extranjera hacía un estudio en zona franca sobre identidad y género, y ella se asombraba de que ante la pregunta de que quién era el jefe de la casa las mujeres decían que el hombre; y quien era el proveedor, ellas decían que el hombre, aún estando ellas trabajando remuneradamente. Quien trabaje con mujeres sabe que éstas suelen estar muy respetuosas del imaginario ideológico de la cultura. Pero la realidad, la dureza de la vida les exige autonomía, les demanda emocionalmente otro tipo de pareja que la que le propusieron a mi madre, a mi abuela, a mi bisabuela, a Salomé Ureña y a todas las mujeres de siglos atrás. Salomé Ureña como Penélope, escribiendo cartas y poemas, enfermando de tuberculosis, esperando a un marido que se fue por un año y llegó cuatro años después con un hijo. Las mujeres ahora sin saber bien las causas se jartan de la soledad unilateral, y como dicen algunos hombres “ya no sirven”.

Y se argumenta que son aviones, cartones, grillos,…porque andan en el medio, bailando, flirteando, teniendo sexo, cambiando de pareja para parrandear y que por tanto prefieren estar solteras, libres para cambiar de pareja, y hedonistamente andar de “sinvergüenzas”.

Cuando en los encuentros educativos los hombres señalan esto, surge la pregunta: ¿En esa situación, están las mujeres más sinvergüenzas que los hombres? Y acá viene la cultura con la doble moral, la discriminación de género: “una cosa es el hombre y otra cosa es la mujer, al hombre le luce, a la mujer no”.

Los hombres y las mujeres están sufriendo mucho en este tránsito económico, social, político y cultural. La cultura va muy lenta en nuestros países para hacer los cambios que le permitan a los hombres y mujeres interiorizar nuevas ideas, nuevas emociones, nuevos sentimientos, acordes con las nuevas realidades de la infraestuctura socio-económica como no los decía a algunos/as, Martha Hanecker, Carlos Marx, o como lo dice hoy cualquier libro de sociología. Y las relaciones están muy tirantes, y el medidor de quien sirve menos ya se está rompiendo, “ya nadie sirve”, porque el ideario ideológico no se sostiene.

Dado que el edificio de la discriminación de género se derrumba, ¿Qué vamos hacer con todos estos hombres y todas estas mujeres que “no sirven”? Pregunta risible, irónica. ¡Ubiquémonos!

Erich Fromm en su libro El arte de amar nos dice que en los humanos

“la vivencia de la separatividad provoca angustia; es por cierto, la fuente de toda angustia. Estar separado significa estar aislado, sin posibilidad alguna para utilizar mis poderes humanos. De ahí que estar separado signifique estar desvalido, ser incapaz de aferrar el mundo –las cosas y las personas- activamente; significa que el mundo puede invadirme sin que yo pueda reaccionar. Por otra parte, produce vergüenza y un sentimiento de culpa” (1959, página 19)[4]

Y acudo a Erich Fromm para hacer mi propuesta ante la conflictiva situación que nos ocupa a mujeres y hombres, porque como dice Alfred Adler, las personas nos acercamos a quienes sustenten nuestro endamiaje de deseos. Me encanta el amor, el romance, la afinidad, el encuentro humano, la disposición de amar, de dar… Erich Fromm y Alfred Adler son mis amores favoritos en este campo.

¿Y que propongo?

Propongo como plantean estos amigos, Adler y Fromm, una humanidad que ame activamente, que se disponga de una manera consciente hacia la vida en comunidad, en colectivo, en cooperación, solidaridad, altruismo. Amar de una manera que no nos lleve a matar o a maltratar a la otra persona cuando vemos amenazada nuestra integridad esencial de vivir dependientemente a través de otra persona. Separar de la idea del amor la muerte, la amargura, el escape, porque no se nos ha enseñado a construir la vida amando las flores, los perros, las sábanas, la calle, el patito, las hojas, los ríos; amar a todas las personas, amar a un a Dios, a la Diosa, o a los dioses de la naturaleza como hacían nuestros taínos. Amar a las amigas, a los amigos, a los hijos e hijas, a las hijas e hijos de nuestros vecinos y vecinas. A nuestros/as alumnos/as…, a nuestros compañeros de conuco, o de juego de dominó, o de béisbol.

En lo que vamos aclarando, aprendiendo a sostener un amor de pareja más igualitario, más democrático, démosle la bienvenida al amor, al poquito de amor que podamos compartir por un tiempo, sin cifrarnos la esperanza de un amor eterno, lo cual no depende exclusivamente de nosotros y nosotras. Y luego, si ese amor se aleja… Sólo llorar, llorar, y llorar, pero no maltratar, ni matar! Y si es necesario, y si se activa ese amor más exclusivo que algunas/os queremos, y buscamos…¡volver a amar… aún a mujeres y hombres “que no sirven”. La perfección es enemiga de lo posible.

[1]La familia en el subcultura de la pobreza de la pobreza: la matrifocalidad. Tesis de grado de Licenciatura de Trabajo Social.

[2]Fue parte de una investigación dentro del Proyecto de Mejoramiento Urbano del Caliche, INVI-GTZ.

[3].do/Firmas/Articulo.asp?Id_Articulo=7426&offset=24#Opi

[4]El arte de amar (The art of loving en ingles). Editorial Paidós. Edición del 2005. España

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Para tí, Sara Pérez

Para Sara Pérez (Sara Sara)
Quien recrea la poesía para a veces suavizar estos mundos.

Para tí, Sara Pérez

Enterciopelada para tí, cantando, afirmándote
espanto los celosos colibrís en acecho
te atrapo en el aire, no puedes caer,
porque embriagada estás
levitada siempre
fabricando, acompañando sueños,
tirando mercancías al aire,
poblando las estrellas de encantos.


mildrita. 22.VIII.06

¿Por qué ella no ha dicho que él la maltrataba?

Mildred D. Mata

Aprendizajes sobre la violencia de género

“Mi hermana viene dentro de un ratito, no le digas nada, no quiero que ella se entere de que él me golpeó anoche”.

“Todo el mundo sabía que él la maltrataba física y emocionalmente, menos yo” - dice la madre.

“Ella tiene siete años trabajando conmigo y no sabía que ella ha vivido bajo amenaza de muerte”.

“Yo soy muy feliz con él, nada más hay que complacerlo no yendo al supermercado, también por nuestra felicidad, no visito a nadie, dejé los estudios, dejé el trabajo, no visito sola a mí mamá, siempre voy con él…Mi mamá no sabe que él me prohíbe visitarla”.

“Él amenaza con matar al niño cuando me quiero ir de la casa después que me golpea, su familia no sabe nada”.

“No puedo corregir el niño, porque él me dice que no soy quien para meterme con él, que el niño es un hombre, y que yo no soy nada; el muchacho está creciendo como un león, y no puedo quejarme porque me amenaza con matarme si digo algo, y además los niños están muy pequeños y no tengo trabajo ”.

Muchas mujeres ocultan la violencia de sus “supuestas” parejas afectivo-sexuales frente a sus seres más queridos.

Las voces que aquí pongo se escuchan en el trabajo de Atención a la violencia intrafamiliar desde el quehacer en el Núcleo de Apoyo a la Mujer (NAM), en la Unidad de Atención a la Violencia Intrafamiliar, Sexual, de Género de la Procuraduría de Santiago, instituciones que forman parte, entre otras, del Movimiento Vida sin Violencia (MOVIDA), Movimiento que aglutina a instituciones de mujeres y hombres de Santiago, bajo consignas tales como Por una vida sin Violencia, Por una cultura de Paz, Tolerancia cero frente a la violencia de género, Ni una muerta más…, entre otras.

Forma parte de MOVIDA, el grupo de hombres Movimiento por una Masculinidad sin Violencia, del cual participa el psicólogo especializado en género Oscar Benliza, que también trabaja con hombres con problemas de conductas violentas en la Unidad de Atención de la Fiscalía, ya señalada.

También hay hombres que se quejan de violencia de parte de sus parejas, estos constituyen un 2% el grupo que la reporta, y existe la violencia cruzada entre hombres y mujeres, aunque los intercambios no son equiparables, por la actual desigualdad física que la cultura ha recreado entre ambos sexos, y las mujeres suelen actuar defensivamente.

¿Por qué las mujeres ocultan la violencia frente a sus seres más queridos?

La mujer tiene la esperanza de que su vida se va a recomponer. Y si su familia y amistades se enteran se van alejar sus esperanzas, pues se van a meter con ella, lo van a enfrentar a él, y la piña se le va a poner más agria, y la situación se va a salir de su control, temiendo más represalias de parte del hombre, o que la deje.

Muchas mujeres sienten vergüenza de que la gente se entera de la pobreza de su relación, de que realmente él no la quiere tanto, o nada, siendo todo lo contrario de lo que ella proyecta.

Otras prefieren mantener esa fachada de que tienen un hombre, por dependencia económica, por prestigio social, por cuidar la imagen en el trabajo, porque hay que tener un hombre que la represente frente a los otros hombres, frente a los ladrones, y demás posibles perpetradores de violencias y abusos contra la mujer y las niñas, niños y adolescentes.

Se da también el caso de las amenazas de muerte o de daños a ella, a familiares, amenaza de suicidio, y de asesinato a los niños y niñas.

En muchos casos, suele suceder que las mujeres tienen la autoestima tan baja, se sienten tan desesperanzadas, con tan pocos recursos y tan solas que prefieren la violencia.

En diversas ocasiones las amistades, familiares, las instituciones de la justicia y otras, no le han dado la Atención adecuada, y ya no ven salida, y solas no tienen la fuerza para superar la complejidad de la situación. Muchas familias prefieren que las maten a tener que asumir un compromiso de solidaridad: “Yo no quiero muchachos en mi casa, usted se fue, así que aguante, acuérdate que él te está manteniendo”.

Otro de los pasajes a recorrer en el complicado laberinto es el de muchas se sienten culpables y responsables de la violencia.

Otras piensan que eso es normal. Que así es el amor, y que siempre ha sido así.

También muchas suelen estar presionadas para que aguanten bajo el influjo de militancia de grupos ideológicos, religiones, que les orientan para que aguanten, que lleven su cruz, por el bien de los/as hijos/as, en nombre de la “sagrada” familia, y diversos mitos que justifican, minimizan los daños y heridas emocionales y físicas. ¿La mujer y su felicidad, su valor, dónde está?, quién sabe, “lo importante es la familia”, suelen decir.

Todo un pelotón de creencias, normas, estructuras, desigualdades, instituciones, relaciones, reforzando, normatizando y en parte, siendo cómplices frente a la violencia contra las mujeres.

Otras dicen románticamente, “es que yo lo amo, él es el hombre de mi vida”.

Estos, y otros factores acontecen mezclados, en parte, o coinciden todos o en gran parte en este fenómeno. Hasta ahora la sociedad muestra la violencia como una salida natural ante las diferencias, y al que se supone está llamado a controlar, se le da cierta licencia para lograr sometimiento oprimiendo y con violencia física, y la sociedad entonces se hace de la vista gorda.

Para algunos varones, el amor y el apoyo a la mujer que sufre violencia, sufre filtros dependiendo de las relaciones implicadas. Si es a mi hermana o a mi hija, no la tolero, pero si es mi hermano o hijo que la ejerce, eso no es gran cosa, suelen pensar sesgadamente algunos hombres. Si es la que ellos mismos ejercen, eso es percata minuta.

Este cuadro permisivo y cómplice frente a la violencia de género tiene un solo nombre como causa fundamental: estructuras económicas, políticas, sociales y culturales que mantienen la desigualdad de género poniendo en todos los sentidos en desventajas a las mujeres.

Se sabe que la mujer que tiene dependencia económica es a la que se le hace más difícil salir de relaciones violentas. Sabemos que las mujeres con niños y niñas pequeños/as son las más arrinconadas, pues faltan más estancias donde puedan llevarse, a muy bajo costos, o gratis, dependiendo de la situación de cada mujer, para que ella pueda estudiar, y mejorar sus credenciales y habilidades para ella conseguir empleo, o para ella poder emplearse.

Faltan políticas públicas para priorizar el acceso a empleos, viviendas, centros de cuidados infantiles, escuelas técnicas, recursos, para la mujer y la prole víctimas de violencia de género y generacional.

En esta entrega acerca de las políticas necesarias para enfrentar la violencia de género contra la mujer, de la niñez, y adolescentes he enfocado como propuestas alternativas todo lo que refuerce la independencia de la mujer, porque tal como he señalado este es un factor preponderante entre las salidas que ayudan a las mujeres a que quieran y puedan salir de relaciones violentas.

Aunque no se puedan establecer comparaciones por las diferencias en sociedades como España, y la nuestra, República Dominicana; en España hay programas que faciliten una asistencia de 300 euros mensuales a la mujer por un período de 8 meses, tratando de que se rompa el ciclo de la violencia. En los refugios temporales para la mujer y la prole se suelen proveer, facilitar, acceso a capacitación técnica y a otras alternativas laborales, para irle facilitando su inserción en espacios laborales, e irla ayudando en su autonomía.

Estas casas de acogida existen en los países con más recursos, pero también donde las políticas públicas tienen muy en cuenta las necesidades de género.

Mientras el hacha va y viene, algunas recomendaciones sencillas:

Tengamos un sentido de alerta, un ojo avizor para buscar informaciones, cuando sabemos de situaciones en las que nuestras mujeres cercanas nos mandan avisos en los que no solemos profundizar.

Tengo el caso de una mujer con la que me relacionaba comercialmente hace unos años, a la que le vendí dos libros. Uno fue Las mujeres que aman demasiado, y el otro Sé un adolescente feliz, este último para su hijo adolescente, que era uno de los blancos en los problemas familiares. Esta mujer hoy está muerta. La falta de sensibilidad, de agudeza, de perspicacia, de comprensión, de profundidad, no me permitió captar las informaciones que me daba.

Una amiga que siempre anda apresurada, que no podemos visitar, que va dejando todos su compromisos sociales, familiares, laborales, que no suele hablar nada de sí, son buenos motivos para hacernos preguntas, buscar respuestas y para apoyar. La violencia es un problema público que nos afecta a todos y todas, y sí nos tenemos que meter. Hay que ir rompiendo los mitos que la sostienen.

La labor de apoyo debe ser incondicional. La persona afectada no se aconseja autoritariamente, no hay que obligarla. Se le facilitan caminos, se le acompaña, se le da afecto, se le escucha, se le facilita soporte económico, no para nosotros/as también querer gobernarla, sino para que ella supere algunos de los factores causales. Está también la dependencia emocional que suele enclaustrar a muchas mujeres. Están también sus sentimientos de culpa, en fin, las causas de la violencia son múltiples. Los apoyos también deben ser múltiples, sin esperar autoritariamente que se actúe en consonancia con lo que nosotras/os creemos. Generalmente la violencia para romperse es un proceso largo, con retrocesos, y avances, frente al cual, no nos podemos cansar. Las salidas de las personas que sufren la violencia son muy variadas, y a veces contradictorias. Más el apoyo es uno solo: incondicional, permanente, variado, y con la búsqueda de redes solidarias. Un solo caso de violencia se puede tragar los esfuerzos continuos de diferentes personas e instituciones, es un trabajo arduo, donde la cultura suele irritarse con la mujer, y donde se suele creer que un hombre no debe ser molestado, ni sancionado. La mujer sufre mucha presión de todo el entorno para que deje eso así, que se someta a todo recorte de su libertad y de sus sueños. Recordemos que tenemos que superar la actitud de creer que a una persona que creemos inferior no le luce ningún cambio para que cambie su estatus de ciudadana de segunda categoría.

La normatización, la invisibilización, la complicidad no le conviene al hombre, porque estas actitudes suelen reforzar el incremento de la violencia, y los resultados suelen ser cada vez más trágicos para él, para el entorno, para la mujer y para los hijos e hijas. Es esta una de las características de este fenómeno.

A amarnos pues como podamos, solos, solas, o acompañados/as. Primero la vida, luego la felicidad. Si no sabemos relacionarnos sin violencia, es hora de iniciar ese aprendizaje, y no querer imponernos en relaciones con otras personas, si no sabemos relacionarnos asertiva e inteligentemente en las emociones. Nadie está obligada u obligado a vivir en pareja si no hay condiciones. Lamentablemente, la sociedad nos ha preparado muy poco para el manejo del conflicto, para percibir emociones, para controlar las nuestras y ponernos en el lugar de la otra persona, y sobretodo no nos ha enseñado a amarnos de manera abundante e incondicional: con pareja o sin pareja.

¿Qué es el amor?

Quiero siempre
conocer el nombre del amor
y solo se me devela como trabajo,
unidad.

No sé hoy cual es el último
y si hay un último
y porqué
y no sé donde quiero estar
o si quiero estar en cualquier lugar
y hoy aunque esté lejísimo de todas y todos
el trabajo
quiero besar
aunque sea la primera y la última
los esfuerzos en mis labios
mis dedos en todas las nucas, ¿trabajo?

Agua llevo coronela, fuga loca,
unidad, trabajo
los esfuerzos del mundo.
Primero, o última
Marx, Marx,
todos y todas
...trabajo...
¿trabajo, qué es trabajo?
esta alma que gusta de diseñar palabras
este hacer integrada en sueños
¿...es amor...?
¿...es trabajo?

mildred d mata
17.VIII.06
Santiago, RD

NADA PERMANECE TANTO COMO EL LLANTO

Acá el poema completo de Jacques Viau Renaud


Jacques Viau Renaud

(Nacido en Puerto Príncipe, 28 de julio 1941, murió en Santo Domingo, 15 de junio 1965)


NADA PERMANECE TANTO COMO EL LLANTO


I

¿En qué preciso momento se separo la vida de nosotros,
en qué lugar,
en qué recodo del camino?
¿En cuál de nuestras travesías se detuvo el amor
para decimos adiós?
Nada ha sido tan duro como permanecer de rodillas.
Nada ha dolido tanto a nuestro corazón
como colgar de nuestros labios la palabra amargura.
¿Por qué anduvimos este trecho desprovistos de abrigo?
¿En cuál de nuestras manos se detuvo el viento
para romper nuestras venas
y saborear nuestra sangre?
Caminar... ¿Hacia dónde?
¿Con qué motivo?
Andar con el corazón atado,
llagadas las espaldas donde la noche se acumula,
¿para qué?, ¿hacia dónde?,
¿Qué ha sido de nosotros?
Hemos recorrido largos caminos.
Hemos sembrado nuestra angustia
en el lugar más profundo de nuestro corazón.
¡Nos duele la misericordia de algunos hombres!
Conquistar nuevos continentes, ¿quién lo pretende?
Amar nuevos rostros, ¿quién lo desea?
Todo ha sido arrastrado por las rigolas.
No supimos dialogar con el viento y partir,
sentarnos sobre los árboles intuyendo próxima la partida.
Nos depositamos sobre nuestra sangre
sin acordamos de que en otros corazones el mismo líquido ardía
o se derramaba combatido y combatiendo.
¿Qué silencios nos quedan por recorrer?
¿Qué senderos aguardan nuestro paso?
Cualquier camino nos inspira la misma angustia,
el mismo temor por la vida.
Nos mutilamos al recogemos en nosotros,
nos hicimos menos humanidad.
Y ahora,
solos,
combatidos,
comprendemos que el hombre que somos
es porque otros han sido.


II


Ya no es necesario atar al hombre para matarlo.
Basta con apretar un botón
y se disuelve como montaña de sal bajo la lluvia.
Ni es necesario argüir que desprecia al amo.
Basta con proclamar -ceñuda la frente-
que comprometía la existencia de veinte siglos.
Veinte siglos,
dos mil años de combatida pureza,
dos mil años de sonrisas clandestinas,
dos mil años de hartura para los príncipes.
Ya no es necesario atar al hombre para matarlo.
La noche,
los rincones,
no,
nada de eso sirve ya.
Plazoletas y anchas calles se prestan bulliciosas.
No cuenta el asesinato con los pacientes,
No cuenta el príncipe con los sumisos.
Todos han olvidado que el hombre es aún capaz de cólera.
Las llamas se extinguen sin haber consumido el odio.
El día irredento ha postergado la resurrección del hombre.
Y los otros,
Aquellos que presencian la matanza sentenciando:
"Locos, habeis tocado a la puerta de la muerte
y ella se quedó en vosotros!"
Esos
Solo saben predecir la muerte,
No han aprendido a combatirla.
No han aprendido a cobijar la tierra en el corazón
Ni a ganar la patria para el hombre.
Y el sumido, ¿qué hace?
¿Dónde deposita su silencio?
¿En qué lugar del corazón teje la venganza?
Nadie lo sabe.
Todos le han olvidado.
Se ha dictaminado que su morada sea la sombra,
que el pan deshabitado sea su alimento,
que el pico le prepare el lecho
y la pala le cubra el corazón.
¿Qué es el hombre combatido?
Nadie lo recuerda.
Lo visten los trapos.
Lo arrojaron en la parte trasera de la casa
y allí
con los residuos
un guiñapo se amontona.
Las llamas se extinguen.
Se arrinconan los hombres en una sola sombra,
en un solo silencio,
en un solo vocablo,
en un llanto solo
y cuando todo sea uno,
uno el llanto y el vocablo uno
no habrá paz sobre la tierra.
¿No habrá paz?
Y aquellos que dictaminaron el destino del hombre,
los que jamás contaron con los sumisos,
amasarán con sangre su propia podredumbre.
¡No habrá paz!
¡Llanto para quebrar el llanto,
muerte para matar la muerte!

Jacques Viau Renaud

Nota:De acuerdo a esta información de esta página de Miguel de Mena Jaques Viau R tenía 24 años cuando murió.

webmaster@cielonaranja.com
http://www.cielonaranja. com/vi au.htm
° Ediciones del ciElonaranja

Verso de Jacques Viau Renaud

¡No habrá paz
Llanto para quebrar el llanto,
muerte para matar la muerte
!
Jacques Viau

Poeta haitiano, nacido en el año 1943 y caído en combate en la revolución de abril del 1965, luchando por el retorno a la Constitucionalidad. Muere con apenas 22 años de vida, era profesor en el Liceo Dominicano. Vino al país con su familia paterna y materna exiliados por la dictadura de Francois Duvalier.

Una alma inconsolable
la de Jacques Viau Renaud

Mejor inasible

Yo no quiero agarrarte
yo no puedo
por instinto estás suelto
lanzado al río
tocando las estrellas
eres
un ser heraclitano
inasible para el llanto y la metafísica
no puedo aprehender como eterno lo que de tus manos aún brota
no te agarrararé
para que el espejo refleje un gran canto
y la eterna esperanza.

13.VIII.06
Santiago, RD

Jacques Viau Reanud, poeta haitiano en República Dominicana

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Jacques Viau Renaud

Fuente: http://www.alterpresse.org/article.php3?id_article=1358

"Jacque Viau tenía los ojos miel perdidos. Mirando solía escaparse, se entristecía como un desastre y asumía su soledad voluntaria como un divagar..."



Pasa Jacques Viau montado en una estrella
-dijo Juan José Ayuso-. Pasa.
Andrés L Mateo.1

Republica Dominicana : Homenaje al poeta haitiano Jacques Viau Renaud al conmemorarse el 39 de la Revolución de Abril de 1965

mardi 27 avril 2004
par José Luis Soto

¡No habrá paz ! / ¡Llanto para quebrar el llanto, / muerte para matar la muerte ! (Jacques Viau)

Por José Luis Soto

Santo Domingo, 26 abr. 04 [AlterPresse] --- La República Dominicana conmemora hoy, 24 de abril del 2004, el 39 aniversario del inicio de la gesta histórica de la Revolución de 1965, recordando a todos los caídos en combate, a los que dieron sus vidas por tan noble causa. Nacionales y extranjeros que como el poeta haitiano Jacques Viau Renaud, lo sacrificaron todo por la causa dominicana, en su lucha por restablecer en el poder al profesor Juan Bosch y la vuelta a la constitucionalidad.

Fueron miles los caídos en combate. Mucha sangre corrió como río en desbandada durante la lucha contra los malos dominicanos que nunca entendieron que era vivir en democracia y pidieron la presencia del "Yanqui Invasor" en suelo quisqueyano. Entre esa sangre que brotada en suelo dominicano estuvo la de Jacques Viau Renaud.

A Él, nuestro eterno agradecimiento, por su lealtad, su solidaridad, su amor a la patria dominicana, su internacionalismo y a la fe que tuvo por el futuro de los dominicanos con una patria libre, soberana y libre de ataduras imperialista. (...)

Era haitiano integral y amaba su país y rechazaba la dictadura. Los domingos están llenos de Jacques Viau, leyendo sus poemas en una casa amarilla frente al mar. Cuando llegó abril de 1965, este joven de apenas 22 años, que caminaba la ciudad pequeña con sus cuadernos de poesía, que daba clases en el Liceo Dominicano, con sus grandes ojos claros, con su voz serena, se unió a los jóvenes dominicanos que levantaron trincheras para defender la bandera tricolor. (Tony Raful, Secretaria de Cultura)
Jossé Luis Soto. (http://www.alterpresse.org/article.php3?id_article=1358)

Jacques Viau Ronaed salió exiliado de la dictadura de Duvalier, junto a su padre y a toda su familia. Murió en combate durante la revolución de abril de 1965 defendiendo el retorno de la democracia a República Dominicana, truncada por el golpe de Estado al gobierno del profesor Juan Bosch en el 1963. En combate perdió sus dos piernas.


1)Andrés L Mateo. Al filo de la dominicanidad. 1995. Ed La Trinitaria. Página 439.

Enderezando espacios

¡Tantos amores!, tanta turbación... entonces. Mis ojos de psicopatía confiada; frágiles, en rebelión, sin culpa. ¡ay de las almas que a veces viven enderezando espacios!, penetrando el llanto. ¿Amores?: las raíces, la transgresión hasta en el aliento, tomar todos tus pedazos, y acunarlos en el aire, ¡libres!

Reunión Binacional

Si esta mañana el alma se aleja

y dura se pone como piedra

dinamitaré hacia adentro la antigua capa vegetal

regaré el suelo subterráneo

para hacer florecer del humus

una sonrisa

un abrazo

binacional

una reunión eterna

que a nadie hiera.


Santiago, RD

9.VIII.06

mildredd

Viajo con boato de palabras

"Menos mal que la mente viaja sin boleto"
y a cada momento me meto entre las olas
me acuesto con las algas
duermo a veces en las bóvedas de los bancos
activo mis neuronas
bebo las fuentes del conocimiento
y lloro
y acaricio
los escombros del Líbano
acaricio
a mi madre calculando las piezas del pollo
acaricio a mi América
viajo con todos los humanos llenos de alegría
y en estos viajes de mi mente
y sin boleto
ando cargada de palabras
sólo ellas me llenan siempre
y trabajo besando las palabras
y me llenan de boato las palabras.

Santiago, RD, 7.VIII.06


Palabra invitada: boato.

(Del lat. boātus, grito, alboroto).
1. m. Ostentación en el porte exterior.
2. m. ant. Vocería o gritos en aclamación de una persona.

Real Academia Española ©

"Menos mal que la mente viaja sin boleto"

Tomado de Músculo secreto, de Eduardo Galeano, El libro de los abrazos, Editoril siglo XXI de España

Quisiera

Una humana trepada, levitada,
viento eterno fluído quisiera ser,
no quiero ser ventolera
remolinillo que levanta polvo y hojitas secas
no quiero ser de a poco, ni breve.


Santiago, República Dominicana,
3.VII.06

___________


Palabra invitada: ventolera.

(De ventola).
1. f. Golpe de viento recio y poco durable.
2. f. Varita en cuya punta hay una cruz o estrella de papel que gira.
3. f. coloq. Vanidad, jactancia y soberbia.
4. f. coloq. Pensamiento o determinación inesperada y extravagante. Le dio la ventolera de sentar plaza.


Real Academia Española

Maritza quiere sexo y amor

Maritza está enamorada de Heury. De él tiene un hijo de un año y dos meses. Pero no lleva su apellido, -él no lo reonoce como su hijo -dice Maritza, mientras acaricia su pelo ensortijado. Ella tiene su propio salón de belleza, pero aún así sueña con irse a Puerto Rico con Heury.

Tiene 24 años, mide 5.2 pulgadas, color negro claro en la piel, negro son sus ojos, y transparentes son las lágrimas que corren por sus mejillas. Delgada, pero un poco amasadita, -una niña linda -dice el tío que la acompaña en la Corte.

Maritza quiere que Heury la quiera y quiera a su hijo. Ella no lo entiende, pues una dos veces por semana él quiere sexo, y lo tienen! Ella pelea con las otras mujeres, y con las personas que le ayudan a conseguirlas. Heury tiene 19 años, de piel negra clara también, mide igual que ella, quiere tener novias, quiere tener sexo con Maritza, y no quiere que ella pelee por él. Heury tiene miedo, pues su familia no quiere a Maritza

Cuentan que tanto llora Maritza que se pudo ir en yola desde su casa, para Puerto Rico, que las aguas de su tanto llanto fueron y vinieron, dejándola de nuevo en la urbanización Las Américas en Santiago. mientras su amor va y viene.

En Puerto Rico Heury quiso sexo, la rechazó luego, y Maritza llora aún sin saber si él la quiere o no la quiere. Maritza sí sabe que Heuri quiere sexo.

mildred d
Santiago, RD. 1-VI-06