“Los Valores” y la familia (2)

 La integridad, la valentía, un yo fuerte, la autoestima, la individualidad y la autonomía, no se cultivan con facilidad desde el servilismo. Por eso hay algunas personas a las que les falta comprensión de cómo se da la socialización, el cómo se da la construcción de personalidades, de proyectos de vida


Una sociedad y familia de“hombres virtuosos”

Para la conmemoración del 25 de noviembre como Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer que se aproxima, es un reto sembrar una cultura de paz. Es un reto el que hagamos un cuestionamiento a las teorías biologicistas y naturalistas sobre el comportamiento, las actitudes, los roles, estructuras, que definen la entidad familia y que nos propongamos formar seres no estereotipados, seres libres y felices.

La familia en República Dominicana y en otras partes del mundo no es una organización modélica para construir y exhibir amor.

En nuestro contexto viene siendo una organización, una construcción histórica que según los enfoques que se tengan sobre el sexo y el poder, puede visualizarse como un espacio de asimetrías, engaños, frustración, violencia, de un desigual nivel de dar y recibir, para una tercera parte de las mujeres dominicanas, que es la que viene recibiendo hasta violencia física.

Esta entidad lamentablemente ha venido sirviendo para la reproducción de las personas como actividades económicas desde donde parte de las mujeres vienen trabajando gratis para el sostenimiento económico y social en un contexto de la reproducción valores de jerarquía y autoritarismo.

“La mujer virtuosa”

Estas tareas de cuidado se han ido definiendo, valorando, exaltando, como propias de una “mujer virtuosa”, según algunas literaturas ideológicas que exigen un papel de abnegación, sumisión y obediencia de la mujer en el marco de la familia patriarcal. Una mujer subsumida, sin poder, sin un desarrollo pleno de sus potencialidades, de su libertad y de su creatividad. A esa descarada violencia de bondad unilateral se viene proponiendo como lo propio de una mujer virtuosa.

Sobre esta virtuosidadnada se define ni exalta para los hombres. Esto así porque son relatos que tienen el sello del poder de quien define el “deber ser”, de quien nombra, traza normativa, sin partir de un diálogo participativo, sin una toma de decisiones conjuntas y en un marco de desigualdad o desequilibrio de poder.

La integridad, la valentía, un yo fuerte, la autoestima, la individualidad y la autonomía, no se cultivan con facilidad desde el servilismo. Por eso hay algunas personas a las que les falta comprensión de cómo se da la socialización, el cómo se da la construcción de personalidades, de proyectos de vida, y acusan a la mujer  por las limitaciones por las que atraviesan hijas e hijos, y de casi todo lo que no camina bien en la sociedad.

La reproducción colectiva de todas y todos es una tarea para asumirse con responsabilidad desde lo público y comunitario. La afectividad, la ciudadanía íntegra, el poder compartido… el respeto a la diversidad de los integrantes, dejando atrás el adultocentrismo, el machismo, la sumisión y la cosificación sexual de las mujeres, son materias pendientes a superar en República Dominicana para una vida libre de violencia en la vida de las mujeres, y demás grupos con vulnerabilidades.

“Valores” y familia (1)

 En otros espacios de la cultura dominicana en los que se ha venido cuestionando poco la violencia en la familia, se habla de noviembre como el mes de la familia, como un valor fundamental, sin cuestionamientos a sus pocos igualitarios ritos. Y esos dos mundos venían transcurriendo paralelos: Noviembre: Mes de la No violencia a la Mujer, y Noviembre: Mes de la Familia.


Cuando alguien dice: yo creo, defiendo “valores”, por intuición y criticidad, siento que debo escuchar con alerta, como un acto reflejo en mi condición de activista, que siempre quiero ser, de la igualdad y de la libertad, y de manera más enfocada activista para la igualdad y la libertad en la vida de las mujeres.


Generalmente las personas conservadoras, que sienten nostalgia por el pasado, suelen hacer un listado de creencias, actitudes y prácticas, autoritarias, expresando el sentir de que el tiempo pasado es mejor. Y dentro de ese pasado que las mujeres sean de la casa es un “valor” mejor.


Como profesional del área social siento está claro que decir “valores”sin poner apellidos, adjetivos, puede referir a “anti valores” de acuerdo a los intereses, cosmovisiones referentes a la autonomía y realización plena en las vidas de las mujeres.


El próximo mes de noviembre, que ya se acerca, es uno de los meses donde por años suelo reflexionar sobre estas ambigüedades, incoherencias, contradicciones, cuando se apela a los llamados “valores”,cuando se está opuesto a la libertad, a la igualdad, sobre todo de las personas, grupos, que por su situación de subordinación, abnegación, se niegan a continuar el estatus quo de discriminación y violencia que hacen prevalecer esos“valores”que adversan la libertad de las mujeres.


El 25 de noviembre es el Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer.Esta decisión, hoy mundial, tiene su inicio en el año 1981, cuando en el Primer Encuentro Feminista de América Latina y El Caribe realizado en Bogotá, Colombia, se adoptó este día en honor a las mujeres militantes políticas dominicanas: Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, y a nivel de la Organización de las Naciones Unidas ONU ese día se hizo mundial en el año 1999.


Las tres hermanas fueron asesinadas en el año 1960 porque enfrentaban la tiranía de Rafael Leonidas Trujillo militando en el partido 14 de junio. Junto a ellas, ese 25 de noviembre, murió Rufino de la Cruz, hombre valiente y solidario que las acompañaba manejando el vehículo con el que se trasladaron y regresaban de Puerto Plata, viniendo de visitar a sus esposos desde la cárcel, los cuales eran presos políticos por ese mismo motivo de enfrentar la dictadura.


La vida de las tres hermanas, mujeres activas, políticas, de la calle, además de ser mujeres ciudadanas activas, desempeñaban roles que se consideran “propios” de mujeres es un buen testimonio sobre algunos supuestos falsos dilemas. Es un gran tema a resolver y que, en la vida de estas mujeres, ya para el año 1960, se expresa rompiendo con esta falsa dicotomía de los valores de mujeres “virtuosas”, “de la casa” o mujeres de los espacios públicos, como es la militancia política, manejar vehículos…etcétera.


En otros espacios de la cultura dominicana en los que se ha venido cuestionando poco la violencia en la familia, se habla de noviembre como el mes de la familia, como un valor fundamental, sin cuestionamientos a sus pocos igualitarios ritos. Y esos dos mundos venían transcurriendo paralelos: Noviembre: Mes de la No violencia a la Mujer, y Noviembre: Mes de la Familia.


Caminemos hacia compartir los valores de la igualdad, la paz, la libertad, el poder, sin importar el sexo de las personas






28 de septiembre y 25 de noviembre: El valor de las mujeres

 La capacidad de tener conciencia e idoneidad moral que se viene negando a las mujeres en RD, de parte de políticos, casi todos varones, durante estos 20 años; hace ya 200 años que la masculinidad ilustrada europea viene rompiendo; iniciando con el racionalismo, en la vanguardia del filósofo francés René Descartes


En el Distrito Nacional, República Dominicana, el próximo martes 6 de octubre se realizará un Plantón frente al Congreso de la República, a las 10:00 de la mañana, convocado por el Foro Feminista Magaly Pineda FFMP y la Coalición por los Derechos y la Vida de las Mujeres, a fin de recordar que las mujeres estamos en pie de lucha porque se legisle un Código Penal que establezca las excepciones para despenalizar el aborto en las tres Causales: 1) Para salvar la vida de la mujer. 2) Cuando un embrión o feto sea inviable fuera del útero de la mujer. Y 3) en caso de violación o incesto.

A la clase política dominicana, a través de su accionar en el Congreso, le viene costando, de unos 20 a 22 años, para tomar esta decisión, a pesar de que es el sentir desde un 79% a un 67% de la sociedad dominicana. Las mujeres quieren decidir sobre sus vidas y la ponen en riesgo defendiendo su individualidad, su autonomía, su calidad de humanas cuando un embarazo pone en peligro su vida y su salud, de manera integral.

El 28 de septiembre se viene dedicando al Día de Acción Global por el acceso al Aborto Legal y Seguro conocido también como el Día por la Despenalización y Legalización del Aborto, acción decidida por los grupos de mujeres y el movimiento feminista en San Bernardo, Argentina, hace 30 años, año 1990,

Según datos del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) el ocho por ciento de las muertes de mujeres en el mundo se deben a los abortos inseguros. . “El 28 de septiembre se recuerda a los gobiernos latinoamericanos que 6 mil mujeres se mueren al año debido a complicaciones de abortos.”. El aborto inseguro es responsable de un gran gasto de salud, en América Latina y el Caribe entre el 10 y 30 por ciento de las camas de los servicios de ginecología y obstetricia están ocupadas por mujeres con diagnóstico de aborto incompleto. Ibid.

La capacidad de tener conciencia e idoneidad moral que se viene negando a las mujeres en RD, de parte de políticos, casi todos varones, durante estos 20 años; hace ya 200 años que la masculinidad ilustrada europea viene rompiendo; iniciando con el racionalismo, en la vanguardia del filósofo francés René Descartes (1596-1650, siglo XVII) y el monje filósofo francés Poullain de la Barre (1647-1723, siglos XVII y XVIII) que asumieron en la conciencia la bandera de la igualdad. Termino citando a Amelia Valcárcel :

“Descartes mismo confiaba en la igualdad de los ingenios y el reparto ecuánime del buen sentido. Esa pretensión se radicalizó rápidamente, de modo que en las filas del racionalismo cartesiano encontramos la primera vindicación de igualdad entre los seres humanos y el primer ensayo de uncontrato social. Poullain de la Barre señala en el siglo XVII la herida presente contra cualquier pretensión de imparcialidad:el sexo castiga a la mitad de la especie a una perpetua minoría de edad” Página 9.(Negritas de Mildred Dolores Mata)

Plantea Amelia Valcárcel que detrás de sexuar el pensamiento se suele descubrir uno de los fundamentos ocultos que es el poder.

En RD, detrás de la persistencia de élites de negar que el aborto sea un tema sanitario, legal, seguro, y de derechos reproductivos, de las mujeres, está el dominio sexuado de algunos hombres que no asumen la igualdad que se establece el artículo 39 de la Constitución del 2010.

Las mujeres por nuestras vindicaciones, como todo grupo discriminado, o nos tiramos a las calles, o se nos seguirá condenando a una “perpetua minoridad de edad”como muy bien indicaba Poullain de la Barre hace 2 siglos.

El Plantón el 6 de octubre, viernes, 10:00 AM, es un grito que dice libertad, voluntad, para ser iguales, pidiendo un nuevo contrato social, inclusivo, entre iguales

La defensa de las 3 causales y los derechos de las mujeres

La sumisión, la dominación, no es democrática, es insolidaria, no es amorosa. No permite transacciones, conversaciones, pactos, de convivencia entre seres libres, iguales y autónomos.


En estos días en la República Dominicana hay personas escribiendo de manera ofensiva sobre las mujeres. Es una práctica que se reproduce, se calma, se intensifica, a través de la historia. Es difícil cambiar opresiones en las que hay grupos colocados bajo privilegios, los cuales se defienden como naturales y esenciales. Nada que genere sufrimiento debe justificarse como natural ni esencial.

En estos días un señor escribió contra la Despenalización del aborto en el Código Penal por 3 causales, argumentaba en base a las experiencias y realidades de otros países. Se tiende a generalizar sobre la no calidad ética de las mujeres para decidir sobre su vida, su salud, su integridad psicológica por embarazos que ponen en peligro su vida, por ser fruto de violación o incesto, o por ser cigotos, embriones o fetos inviables, incompatibles con la vida.

Se generaliza para que se mantenga la penalización en RD sobre la experiencia de otros países donde las mujeres pueden decidir salvar su vida o no, ni pueden ser sometidas a torturas psicológica por embarazos fruto de violación, incesto, o mal formación congénita.

Conviene recordar en RD el caso Esperancita, Rosaura Almonte, quien muere por no hacerle quimioterapia y el aborto, ante la leucemia que padecía, hecho que ocurrió en agosto del 2012 por la penalización absoluta del aborto como se establece en el actual Código Penal:

https://acariciando.blogspot.com/2012/08/muere-esperanza-rosaura-almonte-j-por.html

Las ideas conservadoras que vierten quienes se oponen a la Despenalización del aborto se suelen asociar a la desconfianza que supondría dar derechos y libertades a las mujeres pues esto desencadenaría en debilitar a la familia.

Contraponer los derechos de las mujeres a la defensa de la familia evidencia la posición fundamental de una corriente de pensamiento, o de un escritor, o de una institución…sobre la desigualdad del poder en razón del sexo de las personas. Se presenta nítidamente, de manera integral, la tesitura misógina, anti-autonomía, anti-ciudadanía plena de las mujeres. Se defiende el orden, la familia, el estatus quo, hablando de la familia,sin especificar tiempo, situaciones, funciones, conflictos, economía, como si la familia fuese una estructura atemporal y sin dificultades. Estas personas son conservadores, antidemocráticas, sin disimulo, pues la democracia se fundamentada en la igualdad, en el reparto igualitario de derechos, razón, conciencia.

Quiero explicitar ésta última aseveración.

Para el conservadurismo, la familia patriarcal es el orden. ¿Por qué? En la familia actual, para las personas conservadoras, las mujeres son seres de sumisión, dominadas… Pues el que las mujeres tengan un yo, autonomía, más allá de roles subordinados (de madre, esposa, etcétera) es un peligro para preservar ese modelo de familia patriarcal, que pone en peligro los intereses del machismo que no quiere cambiar, al patriarcado y a todas las entidades que quieren preservar la dominación como sistema.

La lucha de las mujeres por nuestros derechos, la búsqueda de un modelo de convivencia democrática es contrario a estas ideas de seres de segunda, y seres de dominación; a estas ideas se , alinean, ideas y prácticas fundamentalistas jerárquicas religiosas, que deben reformarse, donde se predica que el hombre es el jefe y la mujer sometida, de segunda, tal y como sucede en esas estructuras patriarcales.

La sumisión, la dominación, no es democrática, es insolidaria, no es amorosa. No permite transacciones, conversaciones, pactos, de convivencia entre seres libres, iguales y autónomos.

Un cambio real y solidario de la sociedad es con la inclusión de la mitad de la humanidad que somos las mujeres: sin discriminación, sin encierros opresivos, sin feminización de la pobreza, sin violencia, sin ser consideradas y tratadas como objetos sexuales, sin desigualdad de poder en la política, y sin que otros se consideren dueños de nuestros cuerpos.

Despenalización del aborto por las 3 causales, el derecho a decidir, el ejercicio de la autonomía y de la conciencia hará posible una sociedad que permita pactos, amor entre iguales, una sociedad donde no esté en discusión que las mujeres somos personas.

República Dominicana: ¿Unida o escindida sobre los derechos de las mujeres?

 No se puede servir a dos mandos, a dos aspectos contradictorios de normativas: O somos republicanos, democráticos, o somos un Estado teocrático. Y ojalá prime el carácter de representantes como legisladoras o legisladores y puedan hacer un pacto por la vida, la dignidad y el derecho a decidir de la mitad del país: las mujeres, y con las mujeres más pobres.

Las mujeres queremos un pacto que garantice nuestras vidas, dignidad, integridad, el derecho a decidir, y un poder entre iguales.

Más del 70 % de la sociedad dominicana aprueba el aborto en caso de que la vida de la mujer esté en peligro (79%), y cuando el cigoto, el embrión o feto sea incompatible con la vida fuera del vientre de la mujer (76%). En caso de que una mujer tiene un embarazo fruto de una violación o incesto el por ciento baja a un 67 %. Así lo revela “la Encuesta Nacional sobre Aborto publicada por la firma Untold Research, con sede en Estados Unidos…”. Por lo menos así lo reflejó un estudio del año 2018.

https://www.efe.com/efe/america/sociedad/una-encuesta-revela-que-los-dominicanos-favorecen-despenalizar-el-aborto-en-las-3-causales/20000013-3648670

Aún estamos debatiendo el tema, a las mujeres no se nos ha podido seguir ninguneando, ya hablar del aborto no es un estigma, ni se puede tratar a las mujeres de delincuentes y criminales, “de vida fácil”. Tampoco se podrá seguir limitando programas efectivos de derechos sexuales y reproductivos con servicios limitados en materia de anticonceptivos, así como seguir torpedeando la educación sexual, con sus resultados de niñas y adolescentes embarazadas en un 36.5%. Estudio del UNFPA. https://dominicanrepublic.unfpa.org/sites/default/files/pub-pdf/embarazoadolescentes4.pdf

La República Dominicana ocupa el quinto lugar en embarazos de niñas y adolescentes entre los países de América Latina y el Caribe. Según la Encuesta Nacional de Hogares de Propósitos Múltiples (ENHOGAR 2009) un 22% de las adolescentes entre 15 y 19 años en el país ha estado embarazada. https://www.unicef.org/republicadominicana/health_childhood_25945.htm

A nadie le gusta ser tratado con categorías genéricas de discriminación. Mucho menos con categorías de sumisión, dominación, abnegación, martirologio y violencia. Para las mujeres que luchamos en el mundo por nuestra individualidad y autonomía, esa página de seres de segunda, del patriarcado, es inaceptable. Las mujeres pobres dominicanas no pueden seguir muriendo porque se les niega los servicios de salud pública para un aborto seguro.

Igual a las y los legisladores de RD le debe ser difícil vivir en dos (2) aguas.

Esperamos que el tema del aborto sea sacado del Código Penal en su artículo 317. O se apruebe un Código Penal con las tres excepciones o causales. Esperamos que predomine en nuestros legisladores el derecho a ser, a la libertad, a la individualidad, a la coherencia, a los compromisos programáticos de sus partidos. Que puedan nadar sueltos en aguas y luces, como representantes de la sociedad que las/ los eligió, con el deber de proteger a la mitad de la sociedad y principalmente a las mujeres pobres, cuya vida vive en un hilito por los abortos clandestinos, inseguros. Claro que hubiese sido más fácil para las y los legisladores legislar en un marco normativo constitucional sin contradicciones. Pero para eso fueron elegidos, para sopesar su carácter de representantes del pueblo, representantes de la mitad del pueblo que somos las mujeres.

Hay que comprometerse con la vida de la persona que puede ejercer conciencia, eso está en la Constitución, en los derechos humanos, y en preceptos teológicos, comprometerse con la persona que tiene ciudadanía plena. Parte de este planteamiento es analizado por el jurista constitucionalista Cristóbal Rodríguez, el cual plantea:

https://www.diariolibre.com/opinion/en-directo/aborto-y-constitucion-1-2-DA21302221

“Amplios sectores de la sociedad dominicana durante la discusión de la Constitución del 2010 opinaron que el tema del aborto debería estar en la Ley General de Salud.” Pero se impuso un sector anti derecho de las mujeres en el Congreso creyendo que con el artículo 37 de la Constitución se daría la misma dignidad y ciudadanía plena a un feto que a una mujer embarazada, aunque su vida, su salud, su integridad psicológica, estuviese comprometida porque puede morir, o si por llevar un feto inviable, o por violación o incesto.

Sectores que igualan al feto con la mujer, en dignidad y derechos, y que no le aceptan ejercen su ser consciente, y ético, impusieron esa definición sin importar que violentaran aspectos “fundamentales relacionados con la dignidad humana, la libertad individual, la salud, la vida, la integridad y la vida sexual y reproductiva de las mujeres.”

““El artículo 37 constitucional dispone: “El derecho a la vida es inviolable desde la concepción hasta la muerte”. Entender este texto en el sentido de que establece una prohibición absoluta del aborto pasa por alto una serie de cuestiones sin cuya consideración no es posible entender adecuadamente el conjunto de disposiciones constitucionales relacionadas con el tema.””

Continúa señalando el jurista constitucionalista Cristóbal Rodríguez:

“Imaginemos en primer lugar el escenario, lamentablemente frecuente, de que el embarazo de la mujer constituya una amenaza para su propia vida. Si, conforme el texto de referencia, la vida es inviolable desde la concepción hasta la muerte, impedir que la mujer interrumpa el embarazo para poder sobrevivir al mismo, entraña una flagrante violación de su derecho a la vida.”

El dilema que se quiso imponer en la Constitución no es posible. Dilema, que, según la diputada de entonces, Isabel Bonilla, y lo dijo públicamente, estuvo fundamentado en el miedo.

Tenemos alrededor de 20 años con este dilema.

No se puede servir a dos mandos, a dos aspectos contradictorios de normativas: O somos republicanos, democráticos, o somos un Estado teocrático. Y ojalá prime el carácter de representantes como legisladoras o legisladores y puedan hacer un pacto por la vida, la dignidad y el derecho a decidir de la mitad del país: las mujeres, y con las mujeres más pobres.

Sostiene Cristóbal Rodríguez: “… ¿Cuál es la mejor forma de proteger el derecho a la vida constitucionalmente establecido? La cuestión dependerá del universo de valores éticos y morales que informan la visión del mundo de la madre. Ésta siempre tendrá la opción de sacrificarse, si sus códigos morales, sus creencias religiosas o filosóficas así se lo dictan. Pero debe ser su opción. Su decisión no puede venir impuesta legislativamente, porqueen la tradición republicana en la que se inscribe con fuerza nuestro texto constitucional, el Estado tiene un deber de neutralidad en asuntos morales. “(Negritas de Mildred Dolores Mata).




Un pacto de los movimientos sociales alternativos con las mujeres

Las mujeres no podemos seguir siendo las víctimas de pactos milenarios de quienes  se han apropiado de nuestros cuerpos  y se creen que son sus territorios, sus dueños, y tienen dificultades históricas  para el reconocimiento de la dignidad...

Datos del Ministerio de Salud indican que los abortos inseguros provocan el 10% de las muertes maternas en República Dominicana. La estadística del aborto es difícil de precisar, se hable de 90,000 a 35,000 al año. Pueden ser más, pues es una práctica en muchos casos clandestina. Las mujeres pobres mueren por abortos inseguros y clandestinos cada año.

Se espera solidaridad ante estos cruciales momentos donde se ha planteado aprobar el Código Penal sin eximentes para que el aborto siga siendo penalizado sin las eximentes de permitirse cuando la vida de la mujer está en peligro, cuando un feto es inviable, y cuando el embarazo ha sido fruto de una violación o incesto.

Todo el que se defina progresista sobre la igualdad, sin importar el sexo de las personas, debe defender a las mujeres ante planeamientos que le niegan su derecho a la vida y a la salud. El Aborto no es un tema penal, es un tema sanitario.

Los movimientos sociales debemos sembrar con profundidad nuestros ideales de coherencia, mínimamente, con el Estado de Derecho que establece la Constitución Dominicana sobre la igualdad y la dignidad de las mujeres, la no discriminación, ni la tortura ante situaciones que ponen en peligro su vida y su salud, en sentido integralLa penalización del aborto es una condena al derecho de las mujeres a tener conciencia y ser dueña de un cuerpo sobre el que puede decidir.

Un Pacto Social por los derechos de las mujeres requiere un sacrificio del resto de los movimientos sociales alternativos: el de ampliar y comprometer sus agendas para desarrollar una democracia con el equilibrio de poderes entre mujeres y hombres. Es difícil lograr un desarrollo sostenible y humano en la sociedad dominicana sin la participación de la mitad de esta, que somos las mujeres, ninguneándolas como personas. El conjunto de la sociedad civil debe hacer pronunciamientos explícitos en torno a la agenda de las mujeres en esta parte en la que el conservadurismo se aferra para negarnos nuestra condición de humanas: los derechos sexuales y reproductivos.

Las mujeres no podemos seguir siendo las víctimas de pactos milenarios de quienes se han apropiado de nuestros cuerpos y se creen que son sus territorios, sus dueños, y tienen dificultades históricas para el reconocimiento de la dignidad, de la vida y de la salud de las mujeres.

La sociedad civil tiene que seguir avanzando en sus definiciones para ser coherentes con un una sociedad y un modelo democrático en todas las esferas, y entender que en cada organismo las partes deben tener una cultura de diálogo, de entendimiento, de decisión común y de equilibrio entre mujeres y hombres; y defender un Estado de Derecho laico, donde podamos coexistir fuera de dogmas y fanatismos, con libertad y con libre albedrío.

Avancemos como sociedad civil para ir posibilitando que cese la indefinición de los partidos y del Congreso, para que, como país, podamos lograr profundizar en compromisos con la felicidad, la autonomía, y el ejercicio ciudadano pleno de las mujeres.

Los movimientos sociales alternativos no deben permitir continúen estos pactos donde las mujeres somos las sacrificadas, las víctimas, por tradiciones pre cívicas, pre-reconocimiento al derecho a la individualidad, predemocráticas, porque esto resta legitimidad y autenticidad a otros reclamos donde están envueltos la solidaridad y la libertad.

Las mujeres militamos en el 4% para la educación, por el derecho a la salud, por la situación del campo, de los derechos laborales, hacemos tareas de cuidado por siglos, hemos estado en las luchas contra la corrupción y la impunidad, estamos presentes en los movimientos ambientalistas, en el municipalismo, contra el racismo, en fin, en las luchas sociales. Somos tradicionalmente solidarias, compartimos nuestras fuerzas, a pesar de que la violencia de género estructural establecida por la penalización del aborto mata decenas y quizás un centenar de mujeres cada año, y también por la violencia de género que son los feminicidios.

Pongámonos cónsonos con los restantes 188 países del mundo, de un total de 194, donde la penalización absoluta del aborto no es posible. Seamos un Estado republicano, un Estado laico, no somos un Estado teocrático, caminemos hacia cimentar una sociedad democrática

La libertad del ser, el amor, y la comunidad LGBTIQ+

Uno de mis guías espirituales, el sacerdote jesuita Anthony de Mello, en su libro Una Llamada al amor: Conciencia, libertad y felicidad, en sus 31 meditaciones, resume el amor como la aceptación de las personas sin juicios y sin prejuicios.

Produce bienestar que en República Dominicana estamos trillando y profundizando en caminos de libertad, de autenticidad y de valoración de las diferencias. Este estado de esperanza de que nos acercamos a una sociedad abierta y democrática se fundamenta en las acciones de la viceministra del Ministerio de la Presidencia de Innovación, Transparencia y Atención Ciudadana, la abogada Dilia Leticia Jorge Mera y Olaya Dotel Caraballo, Viceministra de Cooperación Internacional del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, MEPyD, de colocar banderas en sus escritorios y en las redes, alusivas a la apertura hacia la comunidad LGBTIQ+.

Estamos en un estadio del tiempo donde las luchas por la igualdad son generalizadas en todas las sociedades: hay más conciencia, más reconocimiento sobre la importancia de la libertad del ser, la democracia se va enraizando, también la libertad y la solidaridad.

Parte de la República Dominicana tiene ciertas tradiciones de conservadurismo y de limitaciones para convivir con respeto ante las diferencias. El disenso, a veces, se suele hacer difícil de manejar. Pero vamos avanzando.

Las personas son más que X o Y en la realidad íntima de sí mismas, en cuanto a sus afectos y a su sexualidad; en esta materia, ningún ser humano se debe considerar, ni tratar, con asignaciones, designaciones, estereotipos, esencialidades, naturaleza… Los afectos y las preferencias sexuales son expresiones de voluntad, de filosofía, de ética, de autonomía, de individualidad, de psicología, yo único interno, sensorialidad que se mueve en libertad...

Todas las personas nacimos para ser felices.

Es inaceptable la opresión y la discriminación por razones de opciones afectivo-sexuales no heterosexuales. La humanidad ha logrado perfilar como valores deseables, la felicidad, el bienestar, la seguridad, la protección y la libertad de las personas, en su subjetividad y voluntad.

Y la felicidad es muy parecidita al amor, a conocer, a manejar el disenso, a la empatía y a la serenidad.Y quienes amamos, mujeres y hombres, heterosexuales u homosexuales, los que hemos conseguido la libertad, es porque se ha podido romper con montones de creencias que nos hacían seres generalizables, seres de naturaleza como si no tuviésemos voluntad, estáticos, tradicionales, estereotipables, y durante milenios se han dado las exclusiones del poder y del reconocimiento como iguales, como a las/os esclavos, a las mujeres, aborígenes, diversos grupos étnicos, y en estos momentos a la comunidad LGBTIQ+ que viene luchando con firmeza por sus derechos.

Uno de mis guías espirituales, el sacerdote jesuita Anthony de Mello, en su libro Una Llamada al amor: Conciencia, libertad y felicidad, en sus 31 meditaciones, resume el amor como la aceptación de las personas sin juicios y sin prejuicios.

En buen dominicano popular, ante las discriminaciones, sobre las personas, grupos, jerarquías religiosas o no, personas laicas, la parte del pueblo que falta en el buen trato, que desprecian, suelo decir el aforismo: “nadie es mejor que nadie”. Y sobre las personas que suelen condenar o despreciar, digo en forma de broma, que pueden tener más dificultades para llegar al cielo que las que aman.

En toda sociedad democrática las personas tienen derecho a tener libertades civiles, integración plena en todos los espacios de toma de decisiones e igualdad en su valía, reconocimiento, consideración y respeto.

Saludos a las viceministras Dilia Leticia Jorge Mera y a Olaya Dotel Caraballo y a sus banderitas. Su accionar ayuda a que en la sociedad dominicana se vayan abriendo la diversidad y la igualdad