¿Por qué a través de los siglos se mantiene la violencia contra la mujer? Por Miguel Lorente Acosta

Miguel Lorente Acosta, doctor, especialista forense, y en igualdad de género, adscrito al Departamento de Igualdad, de España

Acá el artículo de Miguel Lorente Acosta,  un hombre especialista en igualdad de género, de España. Analiza los porqué no se enfrenta la violencia contra la mujer de manera eficaz durante siglos.

Hay una acusación de que los hombres quienes se benefician de ella no quieren abordar sus causas, y la normalizan, en esa normalización las mujeres son socilizadas en su papel muchas veces acrítico y no perspicaz de desnudarla, salirse del guión.

Ofrece estadísticas sobre las desigualdades intentando poner en los ojos hechos, para quien tenga etica suficiente y sensibilidad para romper con el patriarcado, androcentrismo o machismo.

Muy interesantes las estadísticas, pues nos faltan, y él las recopila, son fundamentales, y toma el ejemplo de lo que pasa en España.


Lunes, 29 Diciembre 2014 10:12

Violencia de Género S.A
Miguel Lorente Acosta, especialista español en Igualdad de Género, aborda las causas de la violencia contra las mujeres y porqué esta se mantiene


Miguel Lorente Acosta

Miguel Lorente Acosta, es Doctor en medicina y cirugía y médico forense desde 1988. Fue delegado del Gobierno para la violencia de género desde 2008, adscrito al Ministerio de Igualdad. Profesor titular habilitado de medicina legal de la Universidad de Granada, es especialista en medicina legal y forense.

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Anónima es la sociedad que calla ante la desigualdad que favorece a una parte de ella, que mira hacia otro lado para no verse reflejada en el espejo de cada día, que camina a tientas entre los obstáculos que alguien sitúa para que sólo avancen quienes disponen de la linterna que les da su condición de “serenos” de la normalidad, o de la luz del re-conocimiento negado a otras personas.

La realidad es objetiva, aunque se niegue: las mujeres sufren discriminación en cualquier ámbito de la vida, padecen una mayor tasa de analfabetismo, la pobreza les impacta con más intensidad, el paro alcanza cotas más altas en el hemisferio femenino de la vida, y por si todo ello fuera poco, la violencia de género aparece como una forma exclusiva de agredirlas al amparo de una cultura construida a imagen y semejanza de los hombres…

Pero a pesar de esta objetividad real y manifiesta, la sociedad sigue sin reaccionar frente la injusticia que supone, y sin acercarse lo suficiente a las causas que la originan, lo cual más que un sinsentido demuestra el sentido y el significado de toda esta construcción basada en la desigualdad; construcción que en las aulas y centros de análisis se ha denominado patriarcado, androcentrismo, desigualdad de género… y que en la calle se conoce como “machismo”.

Esa es una de las claves para entender por qué si la violencia contra las mujeres y la discriminación que la precede han estado presentes a lo largo de la historia, no ha habido una reacción que acabara con esa injusticia que representa y, al contrario, se ha integrado  como parte de la normalidad al justificarla dentro de determinadas circunstancias,  criticando sólo los resultados que superaban el umbral de lo aceptado en cada momento histórico. Es lo que de manera muy gráfica me decían muchas mujeres víctimas de violencia al inicio de mi trabajo como Médico Forense, a finales de los 80; “mi marido me pega lo normal… pero hoy se ha pasado”, referían. Entendían que había una “normalidad” en la violencia que sufrían por parte de sus parejas porque la cultura les había dicho que la relación de pareja podía conllevar esa violencia, y sólo la cuestionaban  cuando entendían que el marido “se había pasado”.

Las palabras de las propias mujeres que viven la violencia (y el silencio de muchos hombres que no han reaccionando contra aquellos hombres violentos que utilizan el argumento de la hombría para ejercerla), reflejan cómo es la normalidad de la desigualdad quien actúa como guardián del orden, y cómo el control social es el instrumento más eficaz para conseguir perpetuarlo. Es lo que otra mujer me dijo al finalizar una conferencia. Se trataba de una mujer mayor que después de saludarme y agradecerme la charla, me comentó un poco inquieta: “no piense usted que he venido a escucharlo porque mi marido me maltrata, a mí mi marido nunca me ha puesto la mano encima”… y continuó segundos después, “claro que yo tampoco le ha dado motivos para hacerlo”.

Esa es la clave de la desigualdad: hombres y mujeres desarrollando funciones diferentes en tiempos y espacios distintos, y con la posición de los hombres como referencia para darle más valor y trascendencia a lo que ellos hacen, y para otorgarse la potestad de controlar a las mujeres y de corregir lo que para ellos esté mal. Desde esta organización de las relaciones, si las mujeres “hacen lo que tienen que hacer como mujeres”, no habrá violencia contra ellas, idea que refuerza el mensaje de que las mujeres maltratadas han hecho algo mal que “ha obligado al hombre” a utilizar la violencia para restaurar el orden alterado.

Los datos sobre violencia de género resumen muy bien esta realidad. En España, según la Macroencuesta de 2011, cada año 600.000 mujeres sufren la violencia de género, de todos esos casos sólo se denuncia un 22%, y entre 60-70 mujeres de media son asesinadas por sus parejas o exparejas. A pesar de la gravedad que revelan los datos, escasamente un 1% de la población considera que se trata de un problema grave (Barómetros del CIS), y sólo un 1’5% de los familiares y entornos de las víctimas denuncian la violencia que sufren sus hijas, hermanas, madres, amigas, compañeras… (Informe CGPJ, 2013). Y si nos vamos a la actitud de la sociedad ante la violencia, el Eurobarómetro de 2010 recoge que un 2% de la Unión Europea y de España considera que la violencia de género está justificada en algunas ocasiones, y un 1% que es aceptable en cualquier circunstancia.

La cultura se presenta como una Sociedad Anónima en la que nadie en apariencia es responsable de la realidad, y en la que la violencia de género actúa como una especie de Departamento de Recursos Humanos para decidir los criterios sobre los que reconocer a hombres y mujeres, y decidir quienes han de ser recompensados o castigadas según se ajusten a los criterios y objetivos definidos. No hay casualidad en la realidad, ésta siempre es el resultado de lo que se haga o deje de hacer en un sentido u otro. La realidad no es un accidente, y cuando sucede la violencia de género, la discriminación de las mujeres, el acoso, la brecha salarial, la precariedad laboral, la pobreza, el paro… con mayor incidencia en las mujeres, y ocurre año tras año, no es el azar ni la mano inocente de nadie, sino la voluntad y las acciones de una mano invisible, pero culpable.

La empresa y las mujeres empresarias y trabajadoras no son ajenas a esta realidad porque forman parte de ella, y desde la discriminación que supone que prácticamente el 90% de los consejos y la alta dirección de las empresas cotizadas sean ocupados por hombres, hasta el acoso que sufren antes de llegar a los puestos directivos, un acoso en la UE que el informe sobre violencia de género realizado por la Agencia de Derechos Fundamentales (FRA) cuantificó en el 70%, reflejan la violencia que implica enfrentarse al orden y romper las referencias que limitan los tiempos, espacios y funciones de las mujeres al hogar y al rol de “esposa, madre y ama de casa”.

Por eso la desigualdad interesa a quien se beneficia de ella, y por ello se defiende incluso con violencia. El Barómetro del CIS de marzo de 2014 puso de manifiesto que las mujeres prácticamente dedican el mismo tiempo que los hombres al trabajo fuera de casa (un 6´5% más los hombres), pero dentro del hogar las mujeres dedican un 97’3% más de tiempo a las tareas domésticas y un 25’8% más al cuidado de hijos e hijas; a cambio los hombres disponen un 34’4% más de tiempo de ocio. Y todo ello ocurre cada día.

El éxito del sistema no está en su rigidez y su imposición, sino en su aparente flexibilidad. De este modo no se obliga a ninguna mujer a quedarse en casa, pero las trampas y el reconocimiento harán que su camino hasta las posiciones y espacios tradicionalmente ocupados por los hombres transcurra por senderos completamente diferentes, en los que no faltarán las emboscadas en forma de violencia, dentro y fuera de casa, que harán difícil o imposible alcanzar las metas y lograr cumplir sus sueños y deseos.

Mientras la realidad se vea como un accidente y no como la construcción interesada de quien se beneficia de ella, será muy difícil erradicar una violencia que nace de la propia estructura que nos hemos dado para convivir, y que cuenta con la normalidad como cómplice. Conseguir erradicar la violencia de género debe ser nuestra empresa, una “sociedad ilimitada” en Paz e Igualdad.






Webs oficiales:

- Autopsia: http://miguelorenteautopsia.wordpress.com Los posts de este blog los publica El Huffington Post varios días después de subirlos yo a mi blog.

- Cardiopatía Poética: http://miguelorenteacosta.wordpress.com Este es un blog de poesía que me da el aire que me quitan por otros

Perfil en Twitter: @Miguel__Lorente

Otros artículos de interés:

"Ultramachismo" Publicado en El Huffington Post

"El blues de la violencia" Publicado en El Huffington Post



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"No seamos víctimas": ¿Cómo evitarlo? Meditación Kabbalah de Karen Berg

Me encanta esta meditación Kabbalah promoviendo el valor, la entereza, ante las dificultades.

Mildred Dolores Mata

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Felíz cada día

Jueves 30 de mayo de 2013

Esta semana me gustaría que te preguntes lo siguiente: “¿Cuál es el bien que deseo compartir con el mundo?”. Quizás nunca has pensado sobre esto anteriormente o quizás ya tienes la respuesta, en tal caso, esta es una oportunidad para recordarla. Nunca olvides que todos somos una chispa del Creador y todo tenemos algo bueno, grande o pequeño, para entregar.

Y cuando la oscuridad llega (y llega para todos nosotros) no podemos ser víctimas. Tenemos que controlarnos y decir: “Ok, esta es la situación ¿Cómo salgo de ella sin desmoronarme?”. La verdad es que, sin importar cuán terribles puedan parecer las cosas, no podemos desmoronarnos ya que la Luz nunca nos abandona. En los días más oscuros, bajo la lluvia y escuchando los truenos, el sol sigue brillando. Sí, por lo general no lo vemos, pero el sol está allí. La razón por la cual no lo vemos es que no tenemos la certeza para verlo dentro de un panorama negativo.

Cuando mi esposo, el Rav, y yo comenzamos nuestro camino, dijimos que enseñaríamos Kabbalah a las personas y salimos y enseñamos. Muchas personas pensaron que estábamos locos. Otros querían destruirnos. Pero ¿sabes qué ocurrió al final? Para nuestra sorpresa, un número creciente de personas dijeron que lo que estábamos haciendo no era malo, y ahora puedes aprender Kabbalah en prácticamente cualquier rincón del mundo. Pero esto sólo ocurrió porque dijimos que esta sabiduría es buena y quisimos entregarla.

Siempre existe algo positivo que podemos compartir con alguien más. Y si recibimos una bofetada en el proceso, está bien, pero no somos víctimas. Algunas veces la vida simplemente nos dice: ¿Recuerdas cuando tú hiciste eso? Ahora lo estás recibiendo de vuelta.

Cuando aprendemos a aceptar la vida bajo esos términos podemos ser felices cada día.

Con amor
Karen

El haitiano. Poema de Domingo Moreno Jimenes

Domingo Moreno Jimenes, un poeta de décadas atrás, muestra sensibilidad hacia las y los haitianos. Hay muchos, muchas....dominicanos/as que no somos racistas, y desde siempre. ¡Viva el poeta Domingo Moreno Jiménez! Liniero, de Santiago Rodríguez. Yo soy liniera, también, me identifico con este  poeta revolucionario, abuelo de mi amiga Mariana Moreno, de alta sensibilidad humana.



El Haitiano

Este haitiano que todos los días
hace lumbre en su cuarto
y me llena las fosas nasales de humo;
este haitiano
que no puede prescindir de la cuaba,
y prefiere tabaco del fuerte
y aguardiente del malo,
es bueno a su modo,
y a su modo rico
y a su modo pobre.
¡Benditos los seres que maltrata el hombre!
¡Bienaventuradas las cosas humildes
que se yerguen siempre sobre el polvo frío de todas las cosas!…

Fin

Para que no te alejes de la bondad. Por Ale Velasco.

Ale Velasco es una joven de la que conocí a través de mi cuñada Mukien Adriana. En su página tiene muchos mensajes positivos. Este me gustó porque es algo en lo que creo, y verlo plasmado en blanco y negro me produjo mucha reafirmación de las ideas y sentimientos de la empatía, la comprensión.

Aunque también comparto la filosofía de que debemos ser intolerantes con la intolerancia, pues la indignación ante lo injusto es ser sensible, solidario, ayuda a quienes van perdidos/as por la sico y/o sociopatía, y hacen daño, sea por arrogancia y/o por egoísmo.

Pero es bueno que aún en la indignación  predomine la empatía y aún cuando enfrentamos la intolerancia.

¡‪#‎Sawabona‬ ! queridas/os amigas/os.

Mildred Dolores Mata
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Forma de apoyar para mejorar solidariamente: filosofía de una Tribu

Ale Velasco 

https://www.facebook.com/alevelascogg?fref=ts

Hay una tribu africana que tiene una hermosa costumbre.

Cuando alguien hace algo que consideran incorrecto, ellos llevan a la persona al centro de la aldea y toda la tribu viene y lo rodea. Durante dos días, ellos le dicen todas las cosas buenas que él ya ha hecho.

Se dice que esta gente piensa que todo ser humano viene al mundo como un ser bueno. Cada uno de nosotros, deseando seguridad, amor, paz y felicidad, pero a veces, en la busca de esas cosas, las personas cometemos errores.

La comunidad ve aquellos errores como un grito de ayuda.

La tribu se reúne para reconectarlo recordándole quien es realmente, hasta que él recuerde su verdad, de la cual se había desconectado temporalmente: “Yo soy bueno”.

‪#‎Sawabona‬ es un saludo usado en África del Sur y quiere decir: “Yo te respeto y te valoro. Eres importante para mí.”

A esta frase, las personas resopnden ‪#‎Shikoba‬ que significa: “Entonces, yo existo para ti.”

¿Imaginas hacer lo mismo en la tribu familiar? ¿Crees que sea posible?

¿No te recuerda al ‪#‎InLakesh‬ maya? ¿Lo has esuchado antes?

‪#‎LenguajePositivo‬ ‪#‎ElLenguajeDelAmor‬ ‪#‎ElLenguajeDelCariño‬

Condena por el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas al Estado de Argentina por hospital negar aborto por violación, aún siendo legal, período 2007-2011

En el siguiente artículo escrito por Luciana Peker, de Argentina, periódico Las 12, se informa sobre situaciones dramáticas que afectan a las mujeres en Argentina por los abortos clandestinos y la persecución que se llevó a cabo a una clínica por motivos politiqueros. Se documentan las estadísticas de mortalidad materna con un 20% por motivos de abortos clandestinos, o mala atención ante un aborto.

También  se recuenta que el Estado de Argentina se ha visto obligado a pedir perdón por incumplir con la ley que permite el aborto en caso de una violación. Una víctima cuyas iniciales son L  M R, en el año 2006, con discapacidad mental de tener 19 años y mental tener 10 años, salió embarazada fruto de una violación de un tío que cumplió 6 años de cárcel.

La joven fue a practicarse el aborto pues la ley lo permite en Argentina en caso de violación, y no se lo quisieron hacer porque el feto estaba avanzado. Ella tuvo que ir al aborto clandestino. Desde el 2007 se vino encausando una denuncia internacional y cuatro años más tarde fue condenado el Estado Argentino.

Este articulo da testimonio de violencia contra mujeres por practicar abortos clandestinos, hechos en los que ha estado presente la politiquería, uso mediático de intervenciones legales a una clínica, y narraciones de muertes por abortos inseguros y clandestinos.

Se destaca que obligar a llevar un embarazo no deseado afecta emocionalmente a la mujer. Se denuncia las altas tasas de mortalidad materna en Argentina de una RMM (Razón de Mortalidad Materna) de 3.5 por cada 10,000 nacimientos vivos, y el compromiso de los Objetivos del Milenio es bajarle a 1.3.

Se compara como ha bajado la mortalidad materna en Uruguay luego que se  legalizara el aborto en el 2012. En Uruguay la Razón de Motralidad Materna (RMM) es de 1.4, más baja que la de Estados Unidos que es de 2.8, sólo Canadá tiene la RMM más baja que Uruguay en el continente americano.

El caso de la joven LMR, que tuvo que abortar de manera clandestina estando el aborto legal por violación y de que el aborto lo ordenara la Suprema Corte de Justicia, el hospital se negó a hacerlo. Esto se llevó al Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas, acompañada por las abogadas litigantes Estela Díaz, Edurne Cadernas, Susana Chiarotti, Cristina Zurutusa, Marta Alanis y Silvia Julia.

 El 29 de marzo del 2011 el Comité emitió un dictamen en donde ordenó reparar al Estado Argentino a  LM R y no repetir en el futuro casos similares. El 11 de diciembre 2011 se realizó un acto público de reconocimiento de la responsabilidad internacional del Estado en La Plata, en donde se le pidió perdón por parte del Estado.

“El acto constituye una disculpa pública que incluye el reconocimiento de los hechos y la aceptación de responsabilidades estatales. Se trata de un hecho histórico, porque el Estado argentino aceptó públicamente su responsabilidad internacional y además pidió perdón a la víctima del caso por no haber brindado acceso al aborto legal, incurriendo en trato cruel, inhumano y degradante a L. M. R. y su familia”, explica Cardenas, integrante del equipo de peticionarias y actualmente integrante del CELS (Centro de Estudios Legales y sociales). Aunque también subraya: “Festejamos este paso, pero todavía queda un largo camino para garantizar en todo el país el acceso al aborto legal”. Por Luciana Peker, periódico Las 12, Argentina, viernes 19 de diciembre 2014.

Leamos la información completa, que recoge varias situaciones de dramas por los que pasan las mujeres por el aborto clandestino.

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Las 12

VIERNES, 19 DE DICIEMBRE DE 2014

SALUD

¿Nunca más?

En un acto histórico, el Estado le pidió perdón públicamente a una mujer discapacitada por haberle negado el acceso al aborto después de una violación. Esta es la primera de una serie de medidas reparatorias que sin embargo hacen un nítido contraste con la cotidianidad de miles de mujeres que no pueden decidir sobre sus cuerpos ni siquiera en los casos exceptuados de la penalización –cuando está en riesgo la salud de la gestante o cuando el embarazo es producto de una violación–, tal como lo indica la ley argentina y lo reforzó un fallo de la Corte Suprema de la Nación. Cada aborto clandestino pone en riesgo la salud de las mujeres, alcanza con una mirada comparativa entre los números de muertes de gestantes en Uruguay –donde la interrupción del embarazo es legal y gratuita– y en nuestro país para comprobarlo: mientras Argentina sigue incumpliendo la reducción de muertes como se había comprometido con Naciones Unidas, del otro lado del Río de la Plata lograron la tasa más baja de mortalidad asociada al embarazo, parto y puerperio en América latina, y ni una sola de esas muertes es por abortos legales. ¿Hasta cuándo?

Por Luciana Peker

Volaba de fiebre. Por eso, el domingo 16 de diciembre una joven de 27 años fue, con su pareja, al Hospital Público Materno Infantil de Salta. Tenía septicemia. Le había pagado a una señora que le puso una gelatina en la vagina para provocarle un aborto. Se encuentra en terapia intensiva en grave estado. El 18 de noviembre, en Los Pinos, La Matanza, una mujer de 36 años murió desangrada en la habitación 323 del hotel alojamiento Centenera. Ella fue a buscar un refugio para poder dejar que su cuerpo exhalara sin escondites la interrupción de su embarazo con medicamentos que no supo maniobrar. La cama que le negó el sistema de salud no pudo contener la sangre y terminó acaparando su cuerpo sin vida por una hemorragia.

El miércoles 10 de diciembre, mientras la democracia soplaba sus treinta y un años, la mayor deuda del Congreso de la Nación con las mujeres se cobraba la falta de aborto legal, seguro y gratuito con un show mediático en donde la carne fue el cuerpo de las mujeres. Con un allanamiento chiflado a las cámaras, de la Policía Federal Delegación San Martín, se irrumpió en un local partidario en Ciudadela en donde se encontraba Ariel Omar Herrera, ex diputado provincial y cofundador del Modin con Aldo Rico y ahora integrante de Unión Popular. La ilegalidad también es un negocio en donde se cobra alrededor de diez mil pesos por un aborto.

En el momento del allanamiento tres jóvenes se estaban practicando abortos. Las escracharon por televisión mientras el epígrafe de C5N anunciaba que se trataba de “La clínica del horror” (como si ellas fuesen parte de una escenografía monstruosa), las llevaron a un hospital en donde les hicieron violentos tactos, no las dejaron permanecer con sus familiares y las procesaron en una causa por aborto y asociación ilícita.

La salud, la vida, la libertad, la dignidad y la intimidad: todo eso ponen en juego, cada día, cuando no pueden o quieren continuar con un embarazo.

El Estado le pidió perdón a L. M. R. por haberle negado su derecho a un aborto legal. ¿Cuándo les va a pedir disculpas a tantas mujeres todos los días por terminar incomunicadas, enfermas, asustadas, inseguras, presas, maltratadas, estafadas, culpabilizadas, escrachadas, estigmatizadas o muertas? ¿Cómo se pide perdón? ¿Y si del –bienvenido– perdón se pasa a la –reclamada– acción de legalizar el aborto?

El proyecto para que todas las mujeres puedan concurrir a un hospital público o privado para interrumpir su embarazo espera en el Congreso Nacional.

Ninguna muerte por aborto es posible

“Hay que asumir las acciones que permitan salvar más vidas”, dijo, práctico y al grano, el presidente de Uruguay José “Pepe” Mujica. En la gestión anterior del Frente Amplio el ex mandatario (ahora nuevamente elegido para volver a la presidencia) Tabaré Vázquez había vetado la legalización del aborto. Sin embargo, el proyecto volvió a tratarse y aprobarse en el Congreso. Se puso en marcha en el 2012. Los resultados son tajantes: no murió una sola mujer en una interrupción legal del embarazo y hubo sólo un uno por ciento de complicaciones. El charco está tan cerca que el reflejo ilumina.

En Uruguay no solamente, desde hace dos años, el aborto es legal. Desde antes el sistema público informaba en consejerías de atención pre y post aborto cómo podían hacer las mujeres para no morir ni lastimarse y siempre las atendían después de la intervención. El ginecólogo Leonel Briozzo, subsecretario del Ministerio de Salud Publica de Uruguay, resalta ante Las/12 los logros del país vecino: “Uruguay hoy tiene la menor mortalidad materna de América, sólo aventajado por Canadá. La disminución del aborto inseguro ha sido la principal causa de este logro. ¿Cómo se llegó a esta situación? Mediante la aplicación, desde el 2001, del modelo de reducción de riesgo y daños en el aborto ilegal que implica que, más allá de la ilegalidad, el Estado y los equipos de salud deben asesorar y acompañar a las mujeres que cursan embarazos no deseados o no aceptados para que, si no pueden continuar el embarazo, lo interrumpan con el menor riesgo posible. En otras palabras, una mujer que cursa un embarazo no deseado no deja de ser una ciudadana sujeta de derechos y, en particular en ese momento tan crucial, del derecho a la atención en salud. El uso de misoprostol fue un instrumento fenomenal para disminuir el riesgo, siempre en el contexto de la consulta en el sistema asistencial”.

Por eso, Briozzo festeja: “Con la aplicación de esta estrategia y con el esfuerzo de los movimientos sociales, sobre todo el movimiento de mujeres, se logró llegar a la despenalización hace dos años. Esta ley busca disminuir el número de abortos y se articula con las políticas de educación en salud sexual y reproductiva y los servicios de anticoncepción universal”.

En Uruguay la Razón de la Mortalidad Materna (RMM) cada 10.000 nacidos vivos es de 1,4. El único lugar del continente con más garantía de vida para las mujeres es Canadá, con 1,1 de RMM. Y en Estados Unidos, por ejemplo, el sueño americano les da menos seguridad a sus ciudadanas, con una cantidad de fallecidas por embarazo, parto o puerperio de 2,8 cada 10.000 nacidos/as vivo/as. “En Uruguay la mortalidad materna por aborto inseguro ya fue de cero con el modelo de reducción de riesgo y daño. Antes de la despenalización ya habíamos logrado este objetivo”, subraya Briozzo. En el país que en el verano todos van a contemplar para pasar revista en Punta hay otros logros que mirar. Desde 1990 al 2000 el aborto inseguro era la principal causa de mortalidad materna en las mujeres. Ese dato ya es de museo. Se aplicó tolerancia cero a las muertes por aborto.

En la Argentina, en cambio, se entierra a 3,5 mujeres por causas maternas cada 10.000 nacidos vivos. El aborto sigue siendo la primera causa de estas pérdidas (en el 20 por ciento de los fallecimientos de mujeres en el embarazo, parto o puerperio), según datos del Observatorio de Salud Sexual y Reproductiva (OSSyR) en base a cifras del Ministerio de Salud de la Nación, del 2012, ya que no hay difundidas nuevas estadísticas.

Sólo en un año –2012– perdieron la vida 258 mujeres por ser mujeres. El 20 por ciento de ellas por no querer ser o no querer volver a ser madres. La RMM es de 3,5 muertes cada 10.000 nacidos vivos e incumple –escandalosamente– el compromiso de la Argentina firmado con Naciones Unidas en los Objetivos del Desarrollo del Milenio (ODM) de reducir, para el 2015, en tres cuartas partes las mujeres que se quedan en el camino cuando un test les da positivo. La Argentina tenía que lograr, el año que viene, una mortalidad materna de 1,3 muerte cada 10.000 nacidos vivos.

Argentina no llega a esa meta y va a quedar en rojo en el boletín que le pedía preservar la vida de sus ciudadanas y no condenarlas a perder la vida por su potencialidad fértil. Pero la condena interna también marca la deuda de las desigualdades interiores. En Formosa la mortalidad materna, la más alta del país, es de 15 mujeres cada 10.000 nacimientos. En más de la mitad de las provincias (trece de veinticuatro jurisdicciones) las pérdidas de mujeres por un embarazo mal conducido por el sistema de salud como gatillo superan el promedio de RMM nacional y en Formosa, Chaco, Jujuy y Misiones se duplica o triplica el riesgo de morir por nacer mujer. La inequidad de las más olvidadas se clava como una estaca en el horizonte de futuro de quienes menos ganan y más pierden, como si todavía ser mujer tuviera el riesgo de venir acompañado de una lápida temprana.

O de estar condenada a conseguir recetas de misoprostol que los médicos prefieren firmar en nombre de los varones para no poder ser imputados en ninguna causa judicial, a comprar blisters en sistemas clandestinos que ponen el precio descuidado de la ilegalidad, que no garantizan la eficacia ni la calidad de los medicamentos y que generan un mercado paralelo en donde se lucra con el cuerpo de las mujeres desesperadas. “La ilegalidad del aborto supone una amenaza para la vida de las mujeres pobres, el acceso al misoprostol es dificultoso –ya que no se consigue sin receta– y juntar el dinero para adquirir las pastillas no suele ser una tarea sencilla”, dictamina la trabajadora social Lorena Gargiulo desde la cotidianidad de escuchar en un centro de salud de la zona sur de la Ciudad de Buenos Aires el grito desesperado de mujeres que no llegan a juntar los billetes.

Clandestinidad y asociación ilícita

“Policía interrumpe aborto clandestino”, decía el epígrafe rojo de la pantalla de C5N, en el que ya podía imaginarse a mujeres en camilla espantadas por el ingreso de la Policía Federal a un momento de intimidad brutal. Pero la imaginación no basta. La televisión mostró a las tres jóvenes –que prefieren no hablar públicamente pero que sí están a favor del repudio público a ese procedimiento– en camilla saliendo del local partidario de un ex Modin, ligado a un sector político de la derecha conservadora. “La clínica del horror”, titulaba el canal de noticias en el que las cámaras llegaron con los patrulleros y ningún periodista relató el procedimiento en el marco de la pelea política por el fin de la clandestinidad.

La investigación por asociación ilícita y aborto la inició la Justicia en agosto. Pero actuaron justo cuando había tres jóvenes en medio de una intervención y las tuvieron detenidas durante 24 horas. Las chicas (que tienen entre veinte y treinta años) fueron llevadas al Hospital Ramón Carrillo. En contra del protocolo de atención post aborto del Ministerio de Salud, a una de las jóvenes le hicieron un tacto de forma muy violenta. Y la dirección del centro de salud les prohibió las visitas, por lo que no pudieron estar acompañadas ni contenidas en medio de un procedimiento de salud interrumpido por un estruendoso operativo policial y judicial. Están en vilo sobre su situación, ya que, probablemente, recién sean llamadas a declarar después de la feria judicial, en febrero.

Las tres mujeres, hasta ahora, están procesadas y son representadas por la defensoría oficial de San Martín. Más allá de eso, la abogada Lourdes Bascary, del CELS, acompañó a las jóvenes para evitar que se produjeran mayores vulneraciones. Hasta ahora se presume que la fiscalía no va a pedir el procesamiento de las mujeres, especialmente porque no es válido constitucionalmente usar el propio cuerpo como elemento probatorio para incriminarlas. Bascary apunta que, a partir del operativo en Ciudadela, a la inseguridad sanitaria ahora se suma la inseguridad legal y de exposición mediática para las mujeres que abortan: “Es poco frecuente que una medida que cuenta con el elemento sorpresa, como un allanamiento, pueda darse con la cobertura de los medios, algo muy sensible que potenció la violencia de la que estaban siendo víctimas las tres mujeres apresadas. En general, el negocio del aborto clandestino –inmenso– no suele ser molestado por investigaciones criminales. Nunca se vio que este tipo de procedimientos se haga en clínicas en donde reciben atención mujeres de mayores ingresos. En la Argentina abortan mujeres de todas las clases sociales en la clandestinidad. La diferencia entre posiciones económicas reside en la seguridad que tienen al momento de recibir esa atención médica y, a partir de ahora, en que las más ricas no son molestadas por la Justicia penal y las cámaras”.

Celeste Mac Dougall, activista de la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, docente y especialista en educación sexual integral, apunta: “Fue una acción política: un local partidario (de una agrupación relacionada con el Modin y con el duhaldismo) y el intendente de San Martín (Gabriel Katopodis, del Frente Renovador). Lo interesante es ver cómo el territorio de disputa de estas internas partidarias y rencillas políticas es el cuerpo de las mujeres. Quienes fueron filmadas mientras salían en camilla tapadas con una frazada fueron esas tres mujeres”.

El Estado pide perdón

Las siglas L. M. R. marcan un antes y un después en la Argentina. Esas son las siglas del nombre de una chica que tenía 19 años en el 2006 y una edad mental de diez. Ella quedó embarazada producto de los abusos sexuales por parte de uno de sus tíos, que terminó detenido durante seis años por ese delito. Su mamá, Vicenta, descubrió el embarazo y pidió que le realizaran un aborto. La derivaron el Hospital San Martín, de La Plata, donde le iban a realizar la práctica, pero la frenaron por una orden judicial. Finalmente, la Suprema Corte de la Provincia de Buenos Aires sentenció que el aborto es legal, que debe realizarse y que no deben judicializarse estas situaciones. Pero el hospital dijo que el embarazo estaba muy avanzado. L. M. R. interrumpió su embarazo en el circuito clandestino.

El 25 de mayo del 2007, Vicenta, apoyada por su otra hija, Verónica, presentó una queja ante el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas, acompañada por Estela Díaz, Edurne Cadernas, Susana Chiarotti, Cristina Zurutusa, Marta Alanis y Silvia Julia. El 29 de marzo del 2011 el Comité emitió un dictamen en donde ordenó reparar a L. M. R. y no repetir en el futuro casos similares. El 11 de diciembre se realizó un acto público de reconocimiento de la responsabilidad internacional del Estado en La Plata, en donde se le pidió perdón por parte del Estado. “El acto constituye una disculpa pública que incluye el reconocimiento de los hechos y la aceptación de responsabilidades estatales. Se trata de un hecho histórico, porque el Estado argentino aceptó públicamente su responsabilidad internacional y además pidió perdón a la víctima del caso por no haber brindado acceso al aborto legal, incurriendo en trato cruel, inhumano y degradante a L. M. R. y su familia”, explica Cardenas, integrante del equipo de peticionarias y actualmente integrante del CELS. Aunque también subraya: “Festejamos este paso, pero todavía queda un largo camino para garantizar en todo el país el acceso al aborto legal”.

Estela Díaz, secretaria de género de la CTA e integrante del equipo que realizó la demanda internacional, destaca la importancia del perdón: “Llevó ocho años de trabajo sostenido, articulado y silencioso, pero se logró. Es muy importante que el Estado reconozca la vulneración de derechos cuando no se realiza un aborto legal. En especial porque todavía hay problemas frecuentes para el acceso pleno a los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. No hace falta ir lejos para verificarlo. El mismo hospital San Martín de La Plata, que ese 2006 fue parte de la restricción del acceso a la salud, este año repitió dos situaciones de negativa similares. Seguramente hay más, porque las conocemos cuando las mujeres no se resignan y reclaman contra la injusticia. Otras, lamentablemente callan, con resignación”.

Díaz rescata que L. M. R. se iluminó no tanto con las palabras sino cuando la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación le regaló una caja con pinturas acrílicas para que sus cuadros –que se exhibieron como una demostración del valor potente del empoderamiento– sigan potenciando nuevas miradas. “Este ha sido un caso emblemático. Esto se lo debemos sobre todo a Vicenta y Verónica. Ellas llevaron la pelea a fondo y se defendieron como leonas. Con toda esa sabiduría popular, que no se aprende en ninguna universidad, que se trae en el sustrato cultural de las resistencias históricas de las excluidas de siempre, se puede decir que resistieron desde las entrañas”, valoriza Díaz. Y apuesta a la puesta en marcha de políticas públicas más comprometidas: “Deben profundizarse la educación sexual integral en todos los niveles de educación, el acceso a métodos anticonceptivos y el aborto legal. Esto no se consigue en voz baja”.

Por su parte, Mariela Belski, directora de Amnistía Internacional en Argentina, también rescata y critica a la vez: “Es un gesto de mucho valor desde lo simbólico. El hecho de que funcionarios asuman la responsabilidad que le cupo al Estado por el daño causado a un particular es una actitud valiente y da un mensaje positivo de cara a la sociedad. De todas maneras, las condiciones que hicieron imposible el drama de L. M. R. no se modificaron. Es el Estado el responsable de asegurar que las mujeres y niñas puedan acceder al aborto legal de manera que nunca más se produzca un caso similar”.

Ella también reafirma que el concepto de aborto legal abarca los casos de violación, los embarazos inviables y también cuando corre peligro la vida o salud de la madre. Pero muchos casos que no son atendidos en el sistema público de salud, en realidad, sí pueden encuadrarse en los abortos legales que ordenó atender la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el 2012, ya que si una mujer no quiere seguir adelante con su embarazo eso pone en riesgo su salud emocional. “En los últimos años se ha alcanzado a nivel internacional el consenso de que obligar a una mujer o niña a llevar adelante un embarazo no deseado tiene efectos asimilables a la tortura o al trato inhumano, cruel y degradante, tal como lo estableció el Comité de Derechos Humanos del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Político, justamente en el caso de L. M. R. El acceso al aborto en caso de violación o de riesgo para la vida o la salud de la mujer embarazada es un derecho humano, entre otros motivos, ya que obligarla a seguir adelante con la gestación genera un daño psicológico que puede ser irreversible”, explica Belski.

A pesar de todas las deudas, las muertas, las lesionadas, las presas, las maltratadas, las excluidas, todavía levanta polémica la campaña que hizo Sofía Gala, durante el embarazo de su hijo Dante, para la revista La Garganta Poderosa con la inscripción en su panza “En mi cuerpo decido yo”. Los medios hicieron barullo, como si su panza fuera el blanco de un rubor social que mira para otro lado cuando los abortos suceden al lado pero en silencio. Sofía eligió no callar, mirar de frente y lucir el orgullo de su maternidad libre y decidida como emblema de una libertad compartida. Por eso, también reivindicó “Si yo voy a parir, yo voy a elegir”.

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/las12/13-9376-2014-12-24.html

Mujeres avanzamos en República Dominicana por Despenalización aborto en 4 causales: 1) Vida de la Mujer en peligro, 2) incesto, 3) violaciones, 4) mal formaciones feto no vida

Las mujeres avanzamos con la aceptación en la Cámara de Diputadas/os conforme a las observaciones Pte. Danilo Medina al Código Penal, se puede interrumpir un embarazo por 4 causales: si la mujer peligra, por incesto, violación, y malformaciones del feto que son incompatibles con la vida.
Público de instituciones, organizaciones, congregado frente al Congreso pidiendo la despenalización del aborto, lo cual se logró.

El periódico El Nacional reproduce el texto aprobado el 17 de diciembre del 2014 en la República Dominicana. Estuvimos ayer cientos de mujeres y hombres exigiendo a la Cámara de Diputadas/os la despenalización del aborto.

Mildred Dolores Mata, frente al Congreso, el 16.12.2014, SD, República Dominicana

Zobeyda Alejandrina Cepeda y Mildred Dolores Mata, activistas feministas, frente al Congreso, SD, RD, el 16.12.014, en lucha por la despenalización del aborto


Mildred Dolores Mata en la Concentración frente al Congreso de la República Dominicana el 17 de diciembre del 2014. Integrante de las organizaciones sociales de mujeres: Núcleo de Apoyo a la Mujer,  Foro Feminista y CLADEM-RD.

Reseña el periódico:

"La Cámara de Diputados acogió las observaciones hechas por el Poder Ejecutivo al proyecto de ley que crea el nuevo Código Penal, con 93 votos a favor, 69 en contra y 12 no votaron.

El presidente de la Cámara de Diputados, Abel Martínez, dijo que el Código Penal garantiza una legislación moderna, por lo que debe ser salvado.

El texto  establece que “la interrupción del embarazo por causa de violación, incesto, o el originado en malformaciones del embrión incompatible con la vida clínicamente comprobada, estarán sujetos a los requisitos y protocolos que se establezcan mediante una ley especial”.

Además que “la interrupción del embarazo practicado por personal médico especializado en establecimientos de salud, públicos o privados, no es punible si se agotan todos los medios científicos y técnicos disponibles para salvar las dos vidas, hasta donde sea posible”.

http://elnacional.com.do/diputados-acogen-observaciones-del-presidente-al-codigo-penal/

Organizaciones de la Sociedad Civil de Santiago exigen respeto al Estado de Derecho

Ante la observación presidencial del proyecto de Código Penal al Congreso Nacional, exigimos el respeto a los cuerpos y las vidas de las mujeres para disfrutar a plenitud nuestros derechos humanos.

Después de más de quince años de discusiones en el Congreso Nacional el Poder Ejecutivo ha dado un mensaje de esperanza a las dominicanas y al pueblo en general, a fin de evitar más muertes de mujeres a causa de una legislación penal sancionadora del aborto en todas sus causas, incluyendo al personal médico que presta asistencia.
El país presenta una tasa de mortalidad materna de 112 muertes por cada cien mil nacimientos vivos, una vergüenza internacional que no logramos superar por tener dentro de sus principales causas una legislación anclada en el 1844, que ordena el encarcelamiento de las mujeres que abortan cuando sus vidas está en peligro, o cuando el embarazo es resultado de una violación sexual o incesto.
Recordamos que gran parte de la ciudadanía está a favor de la despenalización, según se comprobara con la Encuesta Gallup, en la cual el casi 70% de las personas encuestas estuvo de acuerdo en no sancionar cuando la vida de la mujer corre peligro. Un indicador de la opinión de la mayoría, desde la cual tomar decisiones conforme a principio fundamental de la democracia.
Deploramos las manipulaciones y tergiversaciones de sectores religiosos que desean interponer sus creencias al Estado de derecho. Exigimos se respete el derecho de la ciudadanía a la información científica y confiable en materia de salud sexual y reproductiva, evitando la desinformación y confusión.
Como Estado social, democrático y de derecho exigimos al Congreso Nacional, empoderarse como lo hizo el Presidente de la República, acoger las observaciones de órganos internacionales de derechos humanos de la ONU como el Comité para la Eliminación de Todas Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW), El Comité de Derechos Humanos y el Comité contra la Tortura; e insertar el país dentro de los 55 en el mundo que reconocen despenalización por causales.
¡No más torturas contra los cuerpos de las mujeres en la legislación penal!
Organizaciones Firmantes:
Núcleo de Apoyo a la Mujer (NAM)
Coordinadora de Mujeres del Cibao
Movimiento Feminista Hermanas Mirabal
Casa Abierta
Centro Integral Para el desarrollo (CIDEL)
Red Comunitaria Esperanza Amor y Paz
Mujeres Empoderadas Abriendo Caminos
Red comunitaria La Gloria Cienfuegos
Fundación Solidaridad
Red comunitaria ‘’Juana Campos’’
Organización para el Desarrollo de la Mujer Dominicana (ODEMUD)

Fuente original:
http://www.holapolitica.com/organizaciones-de-la-sociedad-civil-desantiago-exigen-respeto-al-estado-de-derecho/