Me encanta esta meditación Kabbalah promoviendo el valor, la entereza, ante las dificultades.
Mildred Dolores Mata
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Felíz cada día
Jueves 30 de mayo de 2013
Esta semana me gustaría que te preguntes lo siguiente: “¿Cuál es el bien que deseo compartir con el mundo?”. Quizás nunca has pensado sobre esto anteriormente o quizás ya tienes la respuesta, en tal caso, esta es una oportunidad para recordarla. Nunca olvides que todos somos una chispa del Creador y todo tenemos algo bueno, grande o pequeño, para entregar.
Y cuando la oscuridad llega (y llega para todos nosotros) no podemos ser víctimas. Tenemos que controlarnos y decir: “Ok, esta es la situación ¿Cómo salgo de ella sin desmoronarme?”. La verdad es que, sin importar cuán terribles puedan parecer las cosas, no podemos desmoronarnos ya que la Luz nunca nos abandona. En los días más oscuros, bajo la lluvia y escuchando los truenos, el sol sigue brillando. Sí, por lo general no lo vemos, pero el sol está allí. La razón por la cual no lo vemos es que no tenemos la certeza para verlo dentro de un panorama negativo.
Cuando mi esposo, el Rav, y yo comenzamos nuestro camino, dijimos que enseñaríamos Kabbalah a las personas y salimos y enseñamos. Muchas personas pensaron que estábamos locos. Otros querían destruirnos. Pero ¿sabes qué ocurrió al final? Para nuestra sorpresa, un número creciente de personas dijeron que lo que estábamos haciendo no era malo, y ahora puedes aprender Kabbalah en prácticamente cualquier rincón del mundo. Pero esto sólo ocurrió porque dijimos que esta sabiduría es buena y quisimos entregarla.
Siempre existe algo positivo que podemos compartir con alguien más. Y si recibimos una bofetada en el proceso, está bien, pero no somos víctimas. Algunas veces la vida simplemente nos dice: ¿Recuerdas cuando tú hiciste eso? Ahora lo estás recibiendo de vuelta.
Cuando aprendemos a aceptar la vida bajo esos términos podemos ser felices cada día.
Con amor
Karen