Escribo sin poder decir nada
y entonces
de impotencia me arrellano boca arriba
diluida.
Lloro.
No sé que hacer:
¿dónde están hadas madrinas?
¿Y Aladino, con su lámpara mágica?
“Aladino, hada madrina,
realicen mi deseo, sin decirlo,
no vaya a ser que alguien me oiga”.
Tengo miedo.
No sé que hacer.
El dolor, el miedo
están vertidos entre la sangre, músculos y ritmos
mitad a mitad.
El desamor y ¿el amor?, segmentados
detrás de la maraña de defectos
están tus ojos
tu dogma verdad
tu cultura
tu ser, dictando a la mujer
mujer: No seas, todo vale, todo, después tú.
mildred dolores,
santiago, república Dominicana
No hay comentarios.:
Publicar un comentario