Meditaciones de Anthony de Mello, Para la autonomía interior

Acá están resumidas las 31 meditaciones del libro Una llamada al amor (consciencia, libertad y felicidad) de Anthony de Mello. 1996. Editorial Sal Terrae, España.
Anthony de Mello, sacerdote jesuita de la India, escritor de Una llamada al amor, un líder espiritual y terapeuta


Siempre las leo y trato de memorizarlas. Las leo, las vuelvo y leo, permanentemente, las recuerdo. Se trata de un libro que promueve el amor con la libertad interna, por encima de dogmas, programaciones culturales, de cualquier tipo. Dice por ejemplo, la meditación número 5: "si aprendes a disfrutar el aroma de un millar de flores, no te aferrarás a ninguna de ellas ni sufrirás cuando no puedas conseguirlas. Si tienes mil platos favoritos, la pérdida de uno de ellos te pasará inadvertida, y tu felicidad no sufrirá menoscabo..'


Sobre Anthony de Mello

Nació en Bombay,  India, en el 1931, y murió en el 1987. Sus libros en las ediciones ofrecen  la explicación: "Los libros escritos por el padre Anthony de Mello fueron escritos en un contexto multireligioso para ayudar a los seguidores de otras religiones, agnósticos y ateos en su búsqueda espiritual, y el autor no pretendió que fueran un manual de instrucciones sobre la fe católica en la doctrina y dogmas cristianos."

 http://es.wikipedia.org/wiki/Anthony_de_Mello

Acá un link donde está el libro completo:
 http://www.opuslibros.org/libros/Una%20llamada%20al%20amor/meditacion_1_5.htm
RR: quiere decir Resumen de Resumen.

Resumen de las meditaciones de Anthony de Mello:

Meditación No. 1. Debemos hacer descansar la felicidad en lo que hacemos y sentimos por nosotros mismos/as; no depender de alabanzas, ni de poderes externos, como: fama, vanagloria, autobombo, vanidad...RR: La felicidad debe descansar en nuestra música interna (sentimientos, ideas, acciones).

Meditación No. 2. La cultura nos programa. Esa programación tiene creencias falsas que nos condicionan emocionalmente, y nos dificultan conocer, y abrirnos a la realidad. Solemos ser presas/os de esa programación. RR: La sociedad nos programa con dependencia de lo externo.

Meditación No. 3. La cultura occidental se caracteriza por aprisionar para que hagamos lo que se nos ha enseñado, sea correcto o incorrecto, irracional,  violento, o de paz.
Si no seguimos la cultura se busca hacer que sintamos miedo, culpa, para que actuemos en base a esas normas, y creencias, de otros, de otras épocas y de grupos o personas dominantes que quieren controlarnos. Se incentiva de manera desequilibrada la productividad para los negocios de grupos, y para ejercer poder desmedido e inadecuado.
Por eso, si no actuamos en base a esas creencias sentimos angustia, "es patético lo mal que sentimos, somos presas/os de la neurosis, del miedo, de la angustia." Hay que vencer esa angustia comprendiendo ese fenómeno, de que las circunstancias externas no nos tienen que imponer nuestros estados de ánimo. 
RR: Si no seguimos la programación, sentimos angustia, de manera patética.

Meditación No. 4. La sociedad te educa para que  tu felicidad dependa de determinadas cosas, ideas, personas, como son el éxito, el poder, la fama, "el amor", los grupos ideológicos sectas, y también se nos educa para depender de determinadas personas. 
Luego que se depende emocionalmente de estas personas, de un estatus, de esos grupos, de esas cosas, si se pierde o no se tiene, o hay amenaza de perderle/s, viene la tristeza, los estremecimientos, la insatisfacción, los celos, la frustración, la paranoia....
Hay que desatar esas ataduras, aclarar la mente y entender que es falsa la creencia de que "sin ti, o sin esta creencia, o sin estas cosas, yo no puedo ser feliz". RR: La sociedad educa en la falsa creencia de que sin una persona/s o cosa/s, lugar/es...no podemos ser felices.

Meditación No. 5. La felicidad se debe fundamentar en disfrutar y amar sin apegarse a las personas ni a las cosas, ni a ninguna creencia, todo puede cambiar, hay que aceptar la realidad. Y amar a muchas personas, a muchas cosas...Como puede ser: Amar millares de flores, millares de manjares, todas las personas. 
Tres (3) verdades sobre el Apego:
1era. Verdad: Estás aferrado a una falsa creencia, a saber, la de que sin una cosa o persona determinada no puedes ser feliz.
2da. Verdad: Limítate a disfrutar de las cosas y de las personas, negándote a apegarte a ellas, ni de celarlas. Si no te apegas te ahorrarás toda la tensión emocional que supone el protegerlas y conservarlas. Así disfrutarás de manera pacífica y relajada y así no sientes la menor amenaza ante que los demás disfruten de lo que disfrutas.
3era. Verdad: "si aprendes a disfrutar el aroma de millares de flores, no te aferrarás a ninguna de ellas ni sufrirás cuando no puedas conseguirla...son tus apegos los que te impiden desarrollar un más amplio y más variado gusto por las cosas y las personas." Y dejarás así que los demás disfruten de millares de flores.
RR: La infelicidad se produce por una Compulsión es el apego a algo, alguien, de lo que tenemos dependencia. 

Meditación No. 6. Sé natural y auténtico/a. Si quieres condicionarte a ser especial para alguien pierdes libertad y paz. No debes tampoco exigir a otra persona que se pliegue a tu ideal, y se debe permitir la libertad a la persona amada.

Meditación No. 7. No albergar sentimientos negativos hacia nadie.

Meditación No. 8. Conocer la realidad tal como es, sin filtros.

Meditación No. 9. Si quieres ser feliz no debes estar apegado/a a nada. La creencia de que dependes de algo o alguien, es una ilusión, una creación de la mente o de la cultura. Tener una idea de perspectiva, relativizar, no enredarse en pequeñeces. Ir renunciando tratando al corazón sin brusquedades, una/o decide ser feliz o desdichado/a.

Meditación No. 10. Ir ligero de equipaje cambiando, disfrutando de cada nueva situación.

Meditación NO. 11. Derriba los muros de las creencias, apegos, rigideces, temores, deseos, programas y estereotipos que te impiden ver la realidad, observa tu mente, despierta, para que descubras los apegos que generan infelicidad.

Meditación No. 12. Vivir en la espontaneidad del amor, no estar aferrado a programaciones de éxitos, ambiciones, aceptar la realidad de lo que se puede. (Santidad).

Meditación No. 13. Sencillez como la paloma. Comprensión amorosa para cambiar.

Meditación No. 14. La felicidad amerita de la auto-comprensión, la auto-aceptación como la naturalidad de la rosa, que no se hace violencia a su yo, a su destino. Está satisfecha de sí misma. Se trata de tener una aceptación comprensiva, cambiar sin importar el ego-vanidad, la competencia. Ser natural.

Meditación No. 15. Amar en libertad, sin dependencia, hacer por placer, no por recompensa, sin buscar aprobaciones. La felicidad descansa en hacer las acciones por sí mismas, amar como una realidad actitudinal con todo y con todas las personas, algo natural, sin esforzarse. El amor sólo puede darse en la falta absoluta de temor y en la libertad. (Página 64).


Meditación No. 16.  Seamos originales, creativos, permitámonos descubrir la realidad con nuestros propios ojos, tratar de prescindir de maestras y maestros, gurús,...
Dice Anthony de Mello: "¿Qué pueden hacer los maestros? Pueden hacerte saber lo que es irreal, pero no pueden mostrarte la realidad; pueden echar abajo tus fómulas, pero no pueden hacerte ver lo que las fórmulas pretenden reflejar; pueden desenmascarrar tu error, pero no pueden ponerte en posesión de la verdad. Pueden a lo más, apuntar en dirección a la realidad, pero no pueden decirte lo que ven. Tendrás que aventurarte y descubrirlo por ti mismo." Página 68.

Meditación No. 17. En esta meditación se valora la autenticidad, no es importante que seamos famosos e "importantes", poderosos. Dice Anthony de Mello: "Cuando mira uno los ojos de un niño, lo primero que llama la atención es su inocencia: su deliciosa incapacidad para mentir, para refugiarse tras una máscara o para aparentar ser lo que no es. En este sentido, el niño es igual que el resto de la naturaleza. Un perro es un perro; una rosa una rosa; una estrella una estrella. Todas las cosas son simple y llanamente, lo que son. Sólo el ser humano adulto es capaz de de ser una cosa y fingir ser otra diferente. Cuando una persona mayor castiga a un niño por decir la verdad, por revelar lo que piensa y siente, el niño aprende a disimular y comienza a perder su inocencia. Y no tradará en engrosar las filas de las innumerables personas que reonocen perplejas no saber quiénes son, porque, habiendo ocultado durante tanto tiempo a los demás la verdad sobre sí mismas, acaban ocultándosela a sí mismos..."

Meditación No. 18 . El amor tiene un carácter de indiscriminado, es gratuito, y espontáneo. Se ama a todo el mundo, que es poder mirar tal cual es la persona y comprenderla, es disfrutar de las personas, sin apegarnos a ellas, poder disfrutar de todas las personas.


Meditación No. 19. El amor es ser  sensible a todo, a la vida, a las cosas y a las persona: Tener sentimientos hacia todos y hacia todo, sin excluir a nadie, ni a nada. A la exclusión se llega endureciéndonos. Los obstáculos para ser sensibles son dos: la opinión y el apego. Debemos mantener la mirada fresca, sin prejuicios. El apego es querer aferrarnos a situaciones, personas, bienes que nos han proporcionado placer, y no podemos apreciar todas las notas de la vida, y de todas las personas, para retener el placer nos aferramos, y perdemos el respeto y la salud mental, con angustias y ansiedad.

Meditación No. 20. Si se acepta, comprende, a las personas, se cosecharán ese mismo tipo de emociones. Si estamos irritados, negativos, suspicaces, ruines, mezquinos..traeremos ese mismo tipo de emociones.  A eliminar la irritación y el rechazo en nuestras relaciones, nos sirven algunas observaciones: 1) Lo que nos irrita tiende a estar como parte de nuestras debilidades y usamos la proyección de verlo en las demás personas. Observemos eso con una mirada atenta sobre nosotros mismos. 2) Lo que nos irrita pone de relieve un defecto ue nos negamos a ver. 3) Nos irritamos porque la otra persona no responde a la programación en que hemos sido socializados. Cuando comprendemos las circunstancias, el contexto de las demás personas, entonces comprendemos, y va desapareciendo la irritación.

Meditación No. 21. Para acceder a conocer la realidad demos ver la unicidad, singularidad de cada persona, no debemos tener ideas pre hechas. 1) La idea es un obstáculo para perrcibir la realidad. 2) El juicio, "esto es bueno, esto es malo"dificulta conocer la realidad. 3) Ante la opinión de los demas debemos mantener la objetividad y nuestro propio criterio. Querer ser especial, aceptar cumplidos, o rechazos es fuente de tensión, y si queremos mantener el aprecio de otra persona, dependeremos de esa opinión, necesitamos apreciarnos como somos, y aún cuidarnos de nuestra propia opinión, como dependencia, para mantener la paz y la autoaceptación. Si vivimos de mantener imagen, prestigio, perderemos la libertad, la osadía, la autenticidad.

Meditación No. 22 . "El amor brota del conocimiento consciente." "El acto de mirar lo real es el amor". Son actos de amor: 1) Mirar y aceptar la persona tal como es, no en base de nuestros deseos y juicios, y amarla es comprenderla tal como realmente es. Esto requiere de disciplina, observación atenta. 2) El amor que parte de la realidad se comporta de manera diferentes, en cada situación, porque no nada con ideas preconcebidas. Debemos ser capaces de mirrarnos, estar alertas  ante nuestras debilidad, egoísmos, tendencias manipuladoras, de control,...En la muerte del ego está la libertad, la paz, la serenidad, la alegría.. (Para quien tenga el libro, esta es una de las meditaciones que encuentro más hermosa, inspiradora).


Meditación No. 23. Esta meditación resalta la autonomía total, la independencia de las aprobaciones, de las programaciones, y aprender a estar absolutamente solos, sin dependencias. Las dependencias de las aprobaciones, de las programaciones, de los deseos se asemejan a las adicciones, y aprender a ser libres, requiere de esfuerzo y disciplina.

Meditación No. 24. No juzgar. Mirar a las personas en su singularidad e interioridad es transformar y crear. No puedes amar lo que no eres capaz de ver de un modo nuevo. No podemos ir por la vida con etiquetas y clichés. Observar, comprender, es perdonar. Debemos poder ver las virtudes de las personas que nos desagradan, y comprender su contexto.

Meditación No. 25. Anthony de Mello comienza con una cita bíblica de Marcos 9:43ss, donde dice que es más valiosa la plenitud del amor que se produce el renunciar al apego, lo cual es más satisfactorio que perder la vista, o un brazo…“Lo que no es posible, ni siquiera concebible, es que despiertes jamás al mundo del amor sin desprenderte resueltamente de aquellas partes de tu ser psicológico que llamamos los "apegos".”

Es “…el amor, la única cosa que da sentido a la existencia humana, porque el amor es el pasaporte para el gozo, la paz y la libertad permanentes.”“¿Qué es amar? Es ser sensible a cada porción de la realidad dentro y fuera de ti y, al mismo tiempo, reaccionar con entusiasmo hacia dicha realidad, unas veces para abrazarla, otras para atacarla, otras para ignorarla, y otras para prestarle toda tu atención, pero siempre respondiendo a ella, no por necesidad, sino por sensibilidad.”

Se llega al amor por conciencia. Y por renunciar a necesidades compulsivas (especie de adicciones, programaciones mecánicamente asumidas, por costumbres, de apegos.
“¿Y de qué debes ser consciente? De tres cosas:
1) en primer lugar, debes ver el sufrimiento que esa "droga" te está ocasionando, los altibajos, los estremecimientos, las ansiedades, las decepciones y el aburrimiento a que inevitablemente te conduce.
2) En segundo lugar, debes darte cuenta de que esa "droga" está escamoteándote algo, a saber, la libertad de amar y disfrutar de cada minuto y cada cosa de la vida.
 
3) En tercer lugar, debes comprender que, debido a tu adicción y a tu programación, has atribuido al objeto de tu apego una belleza y un valor que, sencillamente, no posee: aquello de lo que estás tan enamorado tan sólo está en tu mente, no en la cosa o persona amada. Si logras ver esto, el bisturí de la conciencia deshará el hechizo.”  (…)“Suele afirmarse que sólo cuando te sientes profundamente amado puedes abrirte con amor a los demás. 

Pero eso no es cierto.” Una persona enamorada “…se abre realmente al mundo, pero no con amor, sino con euforia”…“Su presunto amor no se debe a que perciba claramente la realidad, sino a que está convencido/a, acertada o equivocadamente, de que es amado/a por alguien; un convencimiento peligrosamente frágil, porque se basa en la persona por la que cree ser amado/a, que es voluble y tornadiza por naturaleza y que en cualquier momento puede pulsar el interruptor y acabar con su euforia. No es de extrañar que quienes así proceden no consigan jamás perder su inseguridad.”
“Cuando uses el bisturí de la conciencia para pasar del apego al amor, hay algo que debes tener en cuenta: no seas severo ni impaciente ni te detestes a ti mismo.”
“…aquello de lo que disfrutas, con ocasión de cualesquiera cosas y personas, es algo que está en tu propio interior. La orquesta está dentro de ti, y la llevas contigo adondequiera que vayas. Las cosas y las personas exteriores a ti no hacen sino determinar la melodía concreta que la orquesta debe interpretar. Y cuando no hay nada ni nadie que atraiga tu atención, la orquesta tocará su propia música, porque no necesita ningún estímulo externo. Ahora llevas en tu corazón una felicidad que nada ajeno a ti puede darte ni arrebatarte.”

Y aquí radica la otra prueba del amor: eres feliz sin saber por qué. Pero ¿es duradero ese amor? La verdad es que no hay garantía alguna de que lo sea, porque, aun cuando el amor no puede ser parcial, sí puede ser de duración limitada. El amor viene y se va en la medida en que tu mente está despierta y consciente o. por el contrario, se ha vuelto a dormir. Ahora bien, aun así, una vez que has probado eso que llaman "amor", sabrás que ningún precio es demasiado elevado y ningún sacrificio demasiado grande, ni siquiera la pérdida de ambos ojos o la amputación de una mano, cuando a cambio se puede obtener la única cosa en el mundo por la que merece la pena vivir. 

Meditación No. 26. Los eventos negativos, las personas con características que rechazamos, que no han hecho sufrir, el revisar, analizar,…sobre los mismos, nos permiten ser una fuente de “autoconocimiento, de crecimiento y de libertad”. Los mismos nos revelan cómo somos y nos dan pistas sobre lo que debemos mejorar, cambiar.

Si estas situaciones, hechos, han generado “un sentimiento de inquietud, de inseguridad, de envidia de ira, de culpa...”, los mismos nos revelan que aún vivimos en una visión deformada, de ilusiones, fuera de la realidad,…acorde con la programación o condicionamiento en que se ha sido educado, esto da paso a ver de qué tenemos que liberarnos.

“Intenta ahora dar un paso más. Considera todo cuanto piensas, sientes, dices y haces... y no te agrada: tus emociones negativas, tus defectos, tus "handicaps", tus errores, egos, tus neurosis, tus dependencias... y tus pecados, naturalmente. Puedes considerarlo todo ello como una parte necesaria de tu desarrollo; como algo que te ofrece una promesa de crecimiento y de gracia para ti y para otros y que no se daría sin esa cosa concreta que tanto te desagrada. Y si tú mismo has ocasionado dolor y sentimientos negativos a otros, piensa que en ese momento has ejercido con ellos la función de "maestro" y les has dado ocasión de autoconocerse y de crecer. Puedes seguir considerándolo hasta que lo veas todo ello como una "feliz culpa", como un pecado necesario que es ocasión de un inmenso bien para ti y para el mundo.”

Si se logra alcanzar esta aceptación de qué esos aspectos negativos nos ayudaron a crecer, y a ya no enojarnos con ellos, entonces, esta “la fuente de la serenidad y de la alegría que se esconde en cada corazón humano.”


Meditación 27. "He venido a traer fuego a la tierra. ¡y cuánto desearla que ya estuviera ardiendo!"
(Lc 12,49)

Eso que debe arder con fuego, del que hablas Lucas,  que cita Anthony de Mello, se refiere a las ilusiones, al ego (placer, dinero, fama,...todo  dependiente del exterior…, del propio logro, sin afán de personas o cosas, con dependencia).
Las personas deben tener una música por dentro de modo que la felicidad esté originada o sostenida por lo interior de la persona. La “culpa y la inquietud” provienen cuando dependemos de algo o de alguien exterior.

“… debes acceder a lo más hondo de ti mismo sin apoyarte en nada ni en nadie, arrebatando a todos y a todo, para siempre, el poder de estremecerte, de emocionarte o de darte una sensación de seguridad o de bienestar. Para lo cual, lo primero que necesitas es ver con absoluta claridad esta contundente verdad: contrariamente a lo que tu cultura y tu religión te han enseñado, nada, absolutamente nada, puede hacerte feliz. En el momento en que consigas ver esto, dejarás de ir de una ocupación a otra, de un amigo a otro, de un lugar a otro, de una técnica espiritual a otra, de un gurú a otro... Ninguna de esas cosas puede proporcionarte ni un solo minuto de felicidad.” (Mello, )

Hay que amarlo todo y a todas las personas, pero sin dependencia. Que de ello no dependa nuestra alegría.

“La mayoría de las personas no están preparadas para verlo en tanto no hayan padecido repetidas veces la desilusión y la tristeza. Y, aun así, sólo una persona entre un millón siente el deseo de ver. Los demás, la inmensa mayoría, se limitan a seguir llamando patéticamente a la puerta de otras criaturas, mendigando sin recato, implorando afecto, aprobación, consejos, poder, honor, éxito... Y es que se niegan obstinadamente a entender que la felicidad no está en ella, cosas.

Si buscas dentro de tu corazón, descubrirás algo que te permitirá entender: una chispa de desencanto y descontento que, si se atiza, se convertirá en un fuego devastador que consumirá todo el mundo ilusorio en el que vives, desvelando así ante tus asombrados ojos el reino en el que, sin sospecharlo siquiera, has estado viviendo siempre. ¿Te has sentido alguna vez asqueado de la vida, mortalmente aburrido de huir constantemente de miedos y ansiedades, cansado de mendigar, harto de dejarte arrastrar por tus apegos y tus "adicciones"? ¿Has sentido alguna vez la absoluta falta de sentido de luchar por conseguir un título, encontrar un trabajo y dedicarte a experimentar el aburrimiento de la vida o, si eres una persona que no puede parar quieta, vivir en una confusión emocional originada por aquellas cosas que te afanas por conseguir? Si lo has sentido -y difícilmente habrá un ser humano que no lo haya hecho-, entonces la llama divina del descontento ha prendido en tu corazón, y es el momento de alimentarla, antes de que la apaguen los rutinarios quehaceres de la vida. Es la ocasión que te depara el destino para que, simplemente,
encuentres el momento de escapar y de examinar tu vida, permitiendo que la llama siga creciendo mientras lo haces, negándote a permitir, en cambio, que nada en el mundo te distraiga de esa tarea.

Es el momento de que comprendas que no hay absolutamente nada ajeno a ti que pueda proporcionarte una alegría duradera. Pero, en el instante mismo en que lo hagas, comprobarás que en tu corazón nace un temor: el temor a que, si das pábulo al descontento, éste se convierta en una pasión devastadora que se apodere de ti y te haga rebelarte contra todo cuanto tu cultura y tu religión consideran estimable, contra toda una forma de pensar, sentir y percibir el mundo que ellas (tu cultura y tu religión) te han obligado a aceptar. Ese fuego devorador no se limitará a poner en peligro tu nave, sino que la reducirá a cenizas. De pronto te encontrarás viviendo en un mundo del todo diferente, infinitamente alejado del mundo de las personas que te rodean, porque todo cuanto los demás estiman y por lo que claman sus corazones (honor, poder, aceptación
, aprobación, seguridad, riqueza...) es visto como la hedionda, repugnante y nauseabunda basura que en realidad es. Y todo aquello de lo que los demás huyen sin parar ya no volverá a infundirte terror. Te has vuelto una persona serena, intrépida y libre, porque has abandonado tu mundo ilusorio y has entrado en el reino.

La prueba de que tu descontento es divino la constituye el hecho de que no haya en él el menor rastro de tristeza o de amargura, sino que, por el contrario, y aun cuando pueda brotar frecuentemente el miedo en tu corazón, el descontento se vea siempre acompañado de alegría…”



Meditación No.28
“…los sentimientos de inseguridad no se deben a nada exterior a ti, sino únicamente a tu "programación" emocional, a algo que tú te dices a ti mismo mentalmente. Si cambiaras tu "programa", tus sentimientos de inseguridad se desvanecerían en un santiamén, aun cuando todo lo existente en el mundo exterior a ti permaneciera exactamente igual que antes.”
“Hay personas que no tienen amigos y. sin embargo, se sienten perfectamente seguras del amor de la gente;…” Cómo superar la inseguridad:
    1. No se cambia la inseguridad gastando energía en lo externo. Como por ejemplo: haciendo más amigas/os, haciendo más dinero, o mejorando la apariencia física.
    2. La inseguridad depende de la “programación” que tengamos. Ejemplo: otra persona ante una misma    situación externa no siente inseguridad.
    3. “debes comprender que esa "programación" te ha sido impuesta por personas inseguras    que, cuando aún eras muy joven e impresionable. te enseñaron, con su comportamiento y con sus reacciones de pánico, que siempre que el mundo exterior no se ajuste a una determinada norma, debes crear en tu interior una confusión emocional llamada "inseguridad" y hacer cuanto esté a tu alcance por reordenar dicho mundo exterior: hacer más dinero, buscar más motivos de tranquilidad, aplacar y agradar a las personas a las que has ofendido..., a fin de que desaparezcan los sentimientos de inseguridad. El simple hecho de caer en la cuenta de que no tienes que hacer semejante cosa, de que el hacerlo no resuelve realmente nada, y de que la confusión emocional se debe exclusivamente a ti y a tu cultura, hará que te distancies del problema, y obtendrás un considerable alivio.”

  4. 
“… siempre que te sientas inseguro acerca de lo que puede depararte el futuro, limítate simplemente a recordar que en los últimos seis o doce meses has estado igualmente inseguro acerca de los acontecimientos que habrían de producirse, y que cuando, finalmente, éstos se produjeron, te las arreglaste para dominarlos de un modo u otro, gracias a las energías y recursos que acumulaste en el momento, y no gracias a toda tu anterior preocupación, que únicamente sirvió para hacerte sufrir innecesariamente y para debilitarte emocionalmente. Por consiguiente, intenta decirte a ti mismo: "Si hay algo que pueda hacer ahora con respecto a mi futuro, lo haré. Fuera de eso, me limitaré a dejarle que siga su curso y me dedicaré a disfrutar del momento presente, porque la experiencia me ha enseñado que sólo puedo hacer frente a las cosas cuando éstas se presentan, no antes de que ocurran, y que el presente me proporciona siempre los recursos y la energía necesarios para afrontarlas".


Vencer la inseguridad es “vivir plenamente el presente, momento a momento… Las aves y las flores tienen la ventaja sobre los humanos de que no tienen el concepto del futuro, ni palabras en sus mentes, ni preocupación alguna por lo que sus semejantes piensen de ellos.” Anthony de Mello.

Meditación No. 30 Lo que puede salvar al mundo no es la buena voluntad o la tolerancia, sino la clarividencia. (Ant. De Mello) Es decir, poder mirar. Dedicar tiempo, a escuchar, a observar, con respeto, con compasión, con comprensión… “¿De qué sirve que seas tolerante con los demás si estás convencido de que eres tú quien tiene razón y de que quienes no piensan como tú están equivocados? Eso no es tolerancia, sino condescendencia. Eso no lleva a la unión de los corazones, sino a la división, porque tú te colocas arriba y pones a los demás abajo: unas posiciones que sólo pueden dar lugar a un sentido de superioridad por tu parte y a un resentimiento por parte de tus semejantes, originando con ello una mayor intolerancia. (ADMello)

 “La verdadera tolerancia brota únicamente de una viva conciencia de la profunda ignorancia que a todos nos aqueja en relación con la verdad (ADM). “¿Qué es la clarividencia y cómo se obtiene? Lo primero que debes saber es que la clarividencia no requiere demasiados conocimientos. Es algo tan simple que está al alcance de un niño de diez meses. No requiere conocimientos, sino ignorancia; no requiere talento, sino valor. Lo comprenderás si piensas en un niño en brazos de una vieja y fea criada. El niño es demasiado joven para haber adquirido los prejuicios de sus mayores. Por eso, cuando se encuentra cálidamente instalado entre los brazos de esa mujer, no está respondiendo a ningún tipo de "clichés" mentales (clichés como "mujer blanca-mujer negra", "fea-guapa", "vieja-joven", "madre-criada", etc.) sino que está respondiendo a la realidad. Esa mujer satisface la necesidad que el niño tiene de amor, y es a esta realidad a la que el niño responde, no al nombre, la apariencia, la religión o la raza de la mujer. Todas estas cosas son para él absolutamente irrelevantes. 

El niño carece todavía de creencias y de prejuicios. Éste es el medio en el que puede darse la clarividencia, y para obtenerla hay que olvidarse de todo cuanto se ha aprendido y adquirir la mente del niño, libre de esas experiencias pasadas y esa "programación" que tanto oscurecen nuestra forma de ver la realidad.” (Anthony de Mello). Pero no son los prejuicios y las creencias los únicos enemigos de la clarividencia. Hay otra pareja de enemigos que llamamos "deseo" y "miedo". Ibid. “…lo que la clarividencia requiere no son conocimientos o informaciones. Esto se adquiere fácilmente; no así el valor para hacer frente con éxito al miedo y al deseo, porque, en el momento en que desees o temas algo, tu corazón, consciente o inconscientemente, se interpondrá y servirá de obstáculo a tu pensamiento.” “… para encontrar la verdad, lo que necesitan no son formulaciones doctrinales, sino un corazón capaz de renunciar a su "programación" y a su egoísmo cada vez que el pensamiento se pone en marcha; un corazón que no tenga nada que proteger y nada que ambicionar y que, por consiguiente, deje a la mente vagar sin trabas, libre y sin ningún temor, en busca de la verdad; un corazón que esté siempre dispuesto a aceptar nuevos datos y a cambiar de opinión. Un corazón así acaba convirtiéndose en una lámpara que disipa la oscuridad que envuelve el cuerpo entero de la humanidad.


Meditación 29
 Vivir con miedo a morir es escapar de la vida, con el miedo a morir la persona se limita de vivir a plenitud.
“Por eso temes a la vida y temes a la muerte: porque te aferras. Si no te aferraras a nada, si no temieras perder nada, entonces serías libre para fluir como el torrente de la montaña, siempre fresco, vivo y cambiante.” A Mello.
“Hay personas,… les horroriza la simple posibilidad de poner en duda y acabar perdiendo una creencia, una ideología o una teoría que siempre han estimado; o están convencidas de que jamás podrían vivir sin tal o cual persona, lugar o cosa que tienen en gran aprecio.” Ibid
Se experimenta mucho dolor porque no nos paramos a “pensar en serio que todas las cosas cambian, pasan y mueren.” A de M.
 “Para vivir debes mirar de frente a la realidad; sólo así te liberarás del temor a perder a las personas y adquirirás el gusto por la novedad, el cambio…” A de M.
“En ese no-aferrarse está la decisión de fluir libremente, de disfrutar, gustar y saborear cada nuevo instante de la vida; una vida que ahora es mucho más dulce, porque ha quedado libre de la inquietud, la tensión y la inseguridad; libre del temor a la pérdida y a la muerte que siempre acompaña al deseo de permanecer y de aferrarse.” A de M.

Meditación No. 30

Lo que puede salvar al mundo no es la buena voluntad o la tolerancia, sino la clarividencia. (Ant. De Mello)
Es decir, poder mirar. Dedicar tiempo, a escuchar, a observar, con respeto, con compasión, con comprensión…
“¿De qué sirve que seas tolerante con los demás si estás convencido de que eres tú quien tiene razón y de que quienes no piensan como tú están equivocados? Eso no es tolerancia, sino condescendencia. Eso no lleva a la unión de los corazones, sino a la división, porque tú te colocas arriba y pones a los demás abajo: unas posiciones que sólo pueden dar lugar a un sentido de superioridad por tu parte y a un resentimiento por parte de tus semejantes, originando con ello una mayor intolerancia. (ADMello)
“La verdadera tolerancia brota únicamente de una viva conciencia de la profunda ignorancia que a todos nos aqueja en relación con la verdad (ADM).

“¿Qué es la clarividencia y cómo se obtiene? Lo primero que debes saber es que la clarividencia no requiere demasiados conocimientos. Es algo tan simple que está al alcance de un niño de diez meses. No requiere conocimientos, sino ignorancia; no requiere talento, sino valor. Lo comprenderás si piensas en un niño en brazos de una vieja y fea criada. El niño es demasiado joven para haber adquirido los prejuicios de sus mayores. Por eso, cuando se encuentra cálidamente instalado entre los brazos de esa mujer, no está respondiendo a ningún tipo de "clichés" mentales (clichés como "mujer blanca-mujer negra", "fea-guapa", "vieja-joven", "madre-criada", etc.) sino que está respondiendo a la realidad. Esa mujer satisface la necesidad que el niño tiene de amor, y es a esta realidad a la que el niño responde, no al nombre, la apariencia, la religión o la raza de la mujer. Todas estas cosas son para él absolutamente irrelevantes. El niño carece todavía de creencias y de prejuicios. Éste es el medio en el que puede darse la clarividencia, y para obtenerla hay que olvidarse de todo cuanto se ha aprendido y adquirir la mente del niño, libre de esas experiencias pasadas y esa "programación" que tanto oscurecen nuestra forma de ver la realidad.” (Anthony de Mello).

Pero no son los prejuicios y las creencias los únicos enemigos de la clarividencia. Hay otra pareja de enemigos que llamamos "deseo" y "miedo". Ibid.
“…lo que la clarividencia requiere no son conocimientos o informaciones. Esto se adquiere fácilmente; no así el valor para hacer frente con éxito al miedo y al deseo, porque, en el momento en que desees o temas algo, tu corazón, consciente o inconscientemente, se interpondrá y servirá de obstáculo a tu pensamiento.”

“… para encontrar la verdad, lo que necesitan no son formulaciones doctrinales, sino un corazón capaz de renunciar a su "programación" y a su egoísmo cada vez que el pensamiento se pone en marcha; un corazón que no tenga nada que proteger y nada que ambicionar y que, por consiguiente, deje a la mente vagar sin trabas, libre y sin ningún temor, en busca de la verdad; un corazón que esté siempre dispuesto a aceptar nuevos datos y a cambiar de opinión. Un corazón así acaba convirtiéndose en una lámpara que disipa la oscuridad que envuelve el cuerpo entero de la humanidad.




Meditación 31 (Fragmentos textuales)
“Tarde o temprano brota en todo corazón humano el deseo de santidad, de espiritualidad, de Dios, o como se quiera llamar.
El esfuerzo no produce el crecimiento; sea cual sea la forma que adopte (la fuerza, la costumbre, una determinada técnica o un determinado ejercicio espiritual), el esfuerzo no origina el cambio. A lo más, conduce a la represión .
El esfuerzo sí puede modificar la conducta, pero no cambia a la persona. “Imagínate a un hombre que deseara obtener el amor de una mujer y, para ello, tratara de mejorar su apariencia, reconstruir su cuerpo, cambiar su conducta y practicar técnicas de seducción...

De hecho, no vas a conseguir el amor de los demás a base de practicar técnicas, sino a base de ser una determinada clase de persona. Y esto no se logra con esfuerzos ni con técnicas de ningún tipo. Lo mismo sucede con la espiritualidad y la santidad. No dependen de lo que hagas (no se trata de una mercancía que pueda comprarse ni de un premio que pueda ganarse); dependen de lo que seas. La santidad no es un logro, es una Gracia. Una Gracia llamada conciencia, visión, observación, comprensión... Sólo con que encendieras la luz de la conciencia y te observaras a ti mismo y cuanto te rodea a lo largo del día; sólo con que te vieras reflejado en el espejo de la conciencia del mismo modo que ves tu rostro reflejado en un espejo de cristal, es decir, con fidelidad y claridad, tal como eres, sin la menor distorsión ni el menor añadido, y observaras dicho reflejo sin emitir juicio ni condena de ningún tipo, experimentarías los maravillosos cambios de toda clase que se producen en ti. 
¿De qué debes ser consciente concretamente? De tus reacciones y de tus relaciones. Cada vez que estás en presencia de una persona (la que sea y en la situación en que sea), tienes toda clase de reacciones, positivas y negativas. Estudia esas reacciones, observa cuáles son exactamente y de dónde provienen, sin reconvención o culpabilización de ningún tipo, incluso sin deseo alguno, y, sobre todo, sin tratar de cambiarlas. Eso es todo lo que hace falta para que brote la santidad.

Si al principio sientes pereza en practicar la conciencia, no te violentes. Sería un esfuerzo más. Limítate a ser consciente de tu pereza, sin juzgar ni condenar. 

Pero ¿te va a proporcionar la conciencia la santidad que tanto anhelas? Sí y no. De hecho, nunca lo sabrás, porque la verdadera santidad, la que no se obtiene a base de técnicas, de esfuerzos y de represión, es absolutamente espontánea. Jamás vas a tener la menor conciencia de que se da en ti. “

Bibliografía
Anthony de Mello. 1996. Una llamada al amor (consciencia, libertad y felicidad). Editorial Sal Terrae, España

 http://es.wikipedia.org/wiki/Anthony_de_Mello