Hay que poner límites a algunas formas de negociar con determinados bienes de consumo como son los alimentos. Hay que poner una regulación a algunas prácticas de la globalización.
Los verdaderos responsables de la crisis alimentaria están en Chicago
Juan Limache
Argenpress
Los especuladores de Bolsa de Comercio de Chicago (Chicago Board of Trade, por sus siglas en inglés) provocaron la actual crisis alimentaria que desencadenará en una hambruna en los países pobres,
señalaron expertos del Instituto de Estudios Nacionales de la Universidad de Panamá (Idem).
Según el economista jefe del Idem, Horacio Rivera, en algunos países latinoamericanos, como Panamá, los efectos de esta especulación ya se ha dejado sentir encareciendo los precios de los alimentos de primera
necesidad.
Con respecto a las causas reales de esta crisis, Rivera precisó que la respuesta se encuentra bajo siete llaves en las archivos secretos de los corredores de las Bolsa de Chicago, Estados Unidos, donde los consorcios especuladores han comprado ingentes cantidades de granos a largo a largo plazo para crear una escasez artificial.
'Ni siquiera el consumo de India ni la República Popular China juntos, pueden tener los efectos desastrosos que han provocado los especuladores de alimentos', sostuvo.
Rivera también desestimo que el desvío de la producción agropecuaria hacia la elaboración de biocombustibles sea una de las causas de esta crisis, porque hasta el momento el único país que realmente ha desarrollado este sector energético es Brasil, y los brasileños no sienten la crisis alimentaria.
'La producción de biocombustible, es apenas una propuesta sobre la mesa, cómo se le puede achacar que sea una de las causantes del encarecimiento de los granos', cuestionó el experto.
De acuerdo a Rivera, lo mismo sucede con el precio del Petróleo en el mercado internacional, porque esto es generado por las compras a futuro de las grandes transnacionales como la Texaco, Esso y Shell, que logran ganancias multimillonarias con esta especulación.
Al respecto, el economista Miguel Ramos, quien investigó esta situación explicó que la Bolsa de Chicago se convirtió en atractiva los conocidos Fondos de Inversión, para invertir cerca de 150 mil millones de dólares, que ahora incursionan en la compra de granos
como el maíz, la soya y el trigo, apostando para lograr grandes ganancias manipulando los precios.
Como consecuencia de esta especulación y escasez artificial, el precio de la tonelada de arroz subió exorbitantemente de precio en abril, de 200 dólares a 499 dólares; en tanto que el precio del trigo también pasó de 150 dólares por tonelada a 499 dólares.
Mientras esto sucede en la Bolsa de Chicago, en Panamá y el resto de naciones en proceso de desarrollo el precio de los granos se dispararon en el mismo periodo más de 40 por ciento, en algunos casos; en otros, 60 por ciento o simplemente desaparecieron del mercado.
Ramos explicó que estos Fondos de Inversión, 'llamados buitres', que antes especulaba con valores Punto. Com, se trasladaron recientemente a la Bolsa de Chicago porque es más rentable y con esta acción también están condenando a la población de los países pobres
literalmente a morir de hambre.
El investigador del Idem Luis Sánchez sostuvo que este fenómeno es provocado por la globalización extrema, lo que en sus principios obligó a las naciones menos desarrolladas a abrir sus puertas a los mercados internacionales sin ningún tipo de regulación destruyendo a sus sectores productivos.
Según el economista, una de las consecuencias de esta apertura de mercados unilateral de las economías pobres agrava la crisis alimentaria, porque simplemente estos países dejaron de producir sus propia comida.
'Desde luego que para enfrentarnos a este monstruo se requiere adoptar algunas medidas, pero como se trata de un ciclo económico global habrá que seguir la corriente hacia dónde se desplaza este flujo', sostuvo.
Miguel Ramos, involucrado en la investigación de estos fenómenos cíclicos, recordó que en el caso de Panamá, así como en la mayoría de países latinoamericanos los anteriores gobiernos desmantelaron sus sectores productivos en nombre de la globalización.
El experto puntualizó que los organismos financieros internacionales impusieron políticas agropecuarias de reconversión del agro, como condición para otorgar financiamientos dejando de lado la producción de alimentos, lo que ahora se refleja en una dependencia de la importación.
Frente a esta crisis alimentaria, Panamá y el resto de países de la región se están replanteando la necesidad de invertir en la producción nacional de alimentos con la finalidad de garantizar la 'Seguridad Alimentaria'.
Alarmados por una potencial hambruna, recientemente los ministros de Agricultura de Centroamérica se reunieron en Panamá para diseñar estrategias comunes para hacer frente a este peligro.
Entre uno de los acuerdos logrados por los responsables de los sectores productivos de la región, los ministros se comprometieron a apoyar a sus productores nacionales con la finalidad de garantizar laseguridad alimentaria.
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