Mujer en labores agrícolas |
Durante algunos actos políticos de una parte de los partidos de la República Dominicana se presentan números, dentro de la programación, de mujeres con vestuarios muy ceñidos, dando golpes de barriga, remeneos con las pubis muy sexualizados. Se trata de un tipo de erotismo que parte de la sociedad dominicana rechaza, se siente un bailar vulgar, cosificador sexual, de las mujeres.
Ante esta realidad alguien con indignación dijo: mujeres “chapiadoras”, y en una conversación entre compañeras, le argumentaba a quien así se expresó, que esto es subjetivo, podría ser que las mujeres que bailan así fuesen pagadas por bailar, o que ellas lo hicieran como parte de su ciudadanía política como integrante del partido. El caso es que aproveché la ocasión para externar mi visión sobre este fenómeno de “la chiapadora”. Y muchas personas del grupo estuvimos de acuerdo en que puede ser útil colocar las consideraciones en mi blog. Acá va:
Sobre “la chiapadora”.
Lo que pasa es, que el patriarcado con la división de roles, subjetividades estereotipadas: Mujeres Vs. Hombres, tradicionalmente ha definido a la mujer como dependiente, mantenida, a la que le brindan, le pagan cuando se sale a divertir, etc. ¡En fin! en muchos aspectos dependientes, y también se le ha venido perfilando como sumisa, subordinada, inferior...
Aunque ella tenga dinero, se espera que ella dependa. Esto es lo tradicional... Aunque de manera desigual, esto está cambiando…
Sobre el hombre machista tradicional en el patriarcado
En lo tradicional, a parte de los hombres, entonces, se les define, se les socializa... como proveedores, proactivos, los de las decisiones...
El concepto de "chapiadora" para la mujer es un poco incoherente en el marco del patriarcado, pues se educa al hombre para que "le dé", la provea, la seduzca por lo que tiene, por lo que gasta,...en ella, y hasta en la familia de ella...
Mientras más él provee más dependiente es ella...Y él se siente con más derechos al control, más se asienta la idea de que es su dueño...
Con el tiempo estas situaciones van degenerando.
Antes, la mujer se entregaba en una relación de pareja, de manera afectiva, social, espiritual, entregaba su libertad, renunciaba a tener proyectos de vida propios...Y el hombre solía ser el proveedor, incluso hasta de varias mujeres en relaciones estables, con cortejos...
Actualmente se dan algunas relaciones puntuales, con una seducción basada principalmente en el dinero. Suelen ser relaciones desiguales, principalmente en la edad, diferencias económicas, se da un apresuramiento para la actividad sexual, y se le elige por características corporales de mujeres a exhibir como trofeos, o de cuerpos "apetecibles" de acuerdo a gustos culturales. A veces estas relaciones se suelen hacer estables, relativamente, por un tiempo. Ahora la mujer negocia eso, de los afectos, el encierro... Más bien parece una transacción mercantil. La mujer mantiene más áreas de autonomía, no entrega su vida, una relación sin límites. A veces los recursos que la mujer obtiene los usa para capacitarse, estudiar. La mujer se da cuenta que es un intercambio desigual, y más bien vende juventud, compañía, sexo...
Ante este cambio, de "entrega" sin dominio, con reservas, no tan ingenua, desde la mujer...el hombre, a veces, pierde la perspectiva de que se ofertó, de que recreó la relación en base al dinero, y se hace ilusiones, de que podría ser de otra forma. Es un intercambio más entre iguales... Está un poco ausente el amor, y la devoción, está la mujer con más autonomía... Es un trueque de relaciones más descarnado... Y el concepto de "chapiadora" es de castigo a esa autonomía... Pues él busca una pareja que se le entregue, pero comprándola... con contradicciones...y eso ya no funciona. La subjetividad de la mujer ha cambiado... Más bien se hace una transacción donde sabe que hay un acuerdo un poco mercantil...
“Las mujeres tongonéandose y con golpes de barriga en las actividades políticas no son “chapiadoras”
En el caso de las bailadoras en los actos políticos quizás les paguen, quizás sea su aporte ciudadano... No creo que se trate de un intercambio sexual por dinero.
Más bien revela la manera como algunos sectores políticos de los partidos ven a la mujer, como objeto sexual erotizador, y en eso la política se llena de vulgaridad... Y envuelve en degeneración, tanto a los hombres que tienen poder en diseñar y aceptar esas estrategias de campaña y en degeneración de las las mujeres que hacen esos papeles.
La alternativa a relaciones mercantiles en la vida de las mujeres y la superación del machismo cosificador sexual
Si para las mujeres hubiesen mejores condiciones sociales, oportunidades, una educación espiritual, ciudadanía plena, sentido de trascendencia... La vida de la mujer sería menos de ser proveída, de pretender ser encasillada como supuestamente mantenida, y como ente convertida en objeto sexual...