De Patricio Lumumba a Mandela

Patricio Lumumba se fue
sin develar
ni el tiempo,
ni el modo total de ser gaviota.

No obstante,
la “civilización” Leopoldo,
el Occidente,
la "jambre" de metales;
sí develaron:
reservas
silencio
caucho
sudor
hierro
sangre
uranio hiroshimanse
caucho
genocidio
marfil…

Y tales polillas de secesión y dominio
hicieron del miedo un triste llanto
de la muerte y las heridas a un Patricio sangrante.

Cuentan
que allá en la cárcel
Patricio dijo: Mandela, ¡no mueras!
y todo ese tiempo oscuro y claro de encierro
unieron sus negras fibras
enfrentaron guerras frías
exterminios…
egos fantoches...
racismo...

Hoy, ambos sonríen
en regazo de madre común de humanidad plena
la matricial madre de la estampa africana.

Cuentan,
que ante el eco constante
del llanto patriciano,
que ante la mirada severa de Lumumba,
Mandela sólo pudo sosegar
la constancia y la calma
queriedo más vida que muerte,
más libertad total que libertad cualquiera
aprendiendo a ser gaviota sin límites de vuelo.





28.V.06
Santiago, República Dominicana.

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