¿Porqué tratar sobre el sexo en las y en los adolescentes? Nassef Perdomo Cordero apoya campaña de PROFAMILIA.

La piedra en el zapato

PROFAMILIA y el sexo de los adolescentes
Nassef Perdomo Cordero



04 de marzo del 2013

Los adolescentes tienen vidas sexuales activas. Esa es la verdad incómoda que algunos no le perdonan a PROFAMILIA que nos recuerde. Esta institución, con casi cincuenta años de labor incesante, es una de las pocas en el país que tiene una visión y labor integral en torno a los derechos reproductivos.

Por eso, no sorprende que haya decidido tomar el toro por los cuernos. Su campaña en favor de la educación sexual es un paso valiente e importante.  La educación sexual no es sólo necesaria, sino que no puede esperar a la adultez. Por lo menos no en un país en el que 42% de las mujeres de 19 años ha estado embarazada por lo menos una vez.

Como era de esperar, la campaña ha encontrado el rechazo de quienes creen que si a los jóvenes no se les habla de sexo no se sentirán atraídos por él.  Se ha acusado a PROFAMILIA de promover el sexo a destiempo, la promiscuidad, las relaciones extramaritales y quién sabe cuántas cosas más.

    Yo encuentro positiva la iniciativa de PROFAMILIA, y espero que el Estado dominicano la recoja y continúe

Todo eso es falso, lo que PROFAMILIA ha hecho es hacer público el hecho de que a los jóvenes hay que hablarles de sexo, mucho y temprano.  Sobre todo a los niños y a las adolescentes. Los niños porque desde que tienen uso de razón deben poder saber identificar cuáles tratos son correctos o no, para que puedan denunciar los abusos sexuales.  A las adolescentes porque viven en una cultura que entiende que ellas son objetos sexuales, al servicio de los varones, y que son ellas las responsables de los abusos de que son objeto, así como las únicas responsables de las consecuencias del sexo desprotegido.

PROFAMILIA nos recuerda que la educación sexual es el mejor antídoto para esta grave situación. La mejor forma de evitar el sexo a destiempo, los abusos sexuales, las enfermedades de transmisión sexual y los embarazos indeseados es informando a todos de sus derechos sexuales y de las decisiones que pueden tomar para protegerse.

Quienes entienden que esto es promover la promiscuidad sólo demuestran que ellos mismos están faltos de educación sexual.  Esto también vale para quienes entienden que los adolescentes necesitan que les promuevan el sexo para quererlo.

Obviamente que a nadie debe molestarle que algunos promuevan la abstinencia en los jóvenes como una estrategia para evitar las consecuencias negativas del sexo adolescente. Pero esa no puede ser la única barrera de defensa. Y esto por muchas causas. Entre ellas el hecho de que la abstinencia no protege frente a los abusos ni el acoso sexual.

Pero también por el hecho de que el argumento de la abstinencia carga a quien “accede” a tener relaciones sexuales con toda la responsabilidad de las consecuencias. Y, siendo sinceros, esto en la práctica social se refiere a la joven embarazada o abusada. PROFAMILIA está tratando de hacernos ver que tiene que ponerse fin a esa cultura del: “Guarden sus gallinas, que mis gallos andan sueltos”.

La sexualidad es un impulso natural que, como todos los demás impulsos del mismo tipo, tiene que ser ejercido con responsabilidad. Y para que pueda actuarse responsablemente es necesaria la información.

Los adolescentes, al igual que los adultos, encuentran el sexo placentero.  Lo que nos diferencia de ellos es que nosotros tenemos más y mejor información y, a la vez, somos más capaces de contener nuestros impulsos. Por eso, apostar a su falta de información y a su capacidad de contenerse siempre es una fórmula para el fracaso. Un fracaso, que como indica el nivel de embarazos adolescente ya señalado, estamos cosechando todos los días.

Fundamentar el comportamiento sexual de los adolescentes en el tabú, el silencio y la vergüenza es una falta de responsabilidad respecto a los adolescentes por los que decimos preocuparnos. Son precisamente los padres que no hablan de sexo con sus hijos los que suelen llevarse las mayores sorpresas. Porque, y no me canso de decirlo, los adolescentes tienen sexo quiéranlo o sépanlo sus padres o no.

Yo encuentro positiva la iniciativa de PROFAMILIA, y espero que el Estado dominicano la recoja y continúe. Sé que es difícil, que las conversaciones sobre sexo con sus hijos son aterradoras para los padres. Pero pienso que ese es un mal menor frente a las consecuencias de no hacerlo.

Los hechos están ahí: los adolescentes tienen sexo. A los adultos nos toca qué queremos hacer, si enterrar la cabeza en la arena o ayudarles a sortear con éxito los retos que esto implica. Creo que PROFMILIA ha tomado la opción correcta y por eso la felicito.


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