Izquierda Dominicana: Comités Revolucionarios Camilo Torres (CORECATO) 1970-1978. Por Ramón Arturo Guerrero

 Tuve una "pringuita" de participación en este  Movimiento Político de los Comités Revolucionarios Camilo Torres (CORECATO) y viví ese período  del "Voto Crítico" por el PRD en el 1978 para romper con el período de los 12 años del Gobierno semifascista presidido por el doctor Joaquín Amparo Balaguer y el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC).

Leamos a Arturito, Ramón Arturo Guerrero, contarnos esa experiencia de la ruptura con el foquismo y la posición del trabajo político con movimientos en el seno del pueblo como estrategia para mejorar el país.

Mildred D Mata

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 Elecciones de 1978 aceleraron división del MLN-Corecato

Por Ramón Arturo Guerrero. 10 de agosto de 2014.  Acento.com.do

Al calor de la campaña electoral del año 1978 se aceleró el proceso de división del Movimiento de Liberación Nacional (MLN-Corecato), latente desde el fracaso del alzamiento guerrillero de 1973 encabezado por el coronel Francisco Caamaño y que en su momento  había sacudido los cimientos del movimiento popular y de izquierda.

El asesinato del coronel Caamaño, aislado en las montañas centrales del país junto a su pequeña expedición, así como el exterminio casi completo del grupo, sumieron a la izquierda en un abismo del que no se recuperaría jamás. Remordimientos, acusaciones mutuas, vergüenza colectiva, desprestigio a los ojos de  la población, estigmatizaron a la izquierda hasta el día de hoy.

Todo el mundo en el movimiento popular y de izquierda quiso desentenderse de Caamaño como si fuera un apestado. Hasta el día de hoy no cesan los libros, entrevistas, confesiones,  tratando cada cual de limpiar su nombre. Quienes en una u otra forma, grado o momento estuvieron con Caamaño se han ocupado de dar su versión. Juan Bosch, José Francisco Peña Gómez, Narciso Isa Conde,  Emilio Ludovino Fernández, Héctor Lachapelle Díaz, Hamlet Hermann Pérez, Claudio CaamañoGrullón, Melvin MañonRossi, Miguel Cocco, Manuel Ramón Montes Arache y otros menos conspicuos, se han expresado  a lo largo de estos 41 años, sin que nadiepueda asegurar todavía que exista una versión coherente  y definitiva  acercade aquellos sucesos históricos.

Al interior del MLN-Corecato que, como ya he dicho en esta columna,  formaba parte del proyecto de Caamaño, el desbarajuste y la paralización fueron totales. Nuestro jefe, Miguel Cocco Guerrero, rodeado de su anquilosada dirección central, pretendió seguir como si nada hubiera pasado.

Yo, que había sido dizque “ascendido” a militante por esa  dirección  a pocos días del desembarco del Héroe de Abril afirmo que el cuestionamiento  al interior de la organización crecía en forma indetenible. En el sector estudiantil, al ser un frente legal y público, el malestar brotó más rápido. El Bloque Revolucionario Universitario Camilista (BRUC) se había fusionado con la Juventud RevolucionariaCamilista(JRC) para formar el Movimiento Estudiantil de Liberación (MEL). Esto provocó la salida de un grupo liderado por Celedonio Jiménez, quien encabezó el BRUC por años tras el retiro del líder Leonardo Mercedes Matos.

En marzo de 1977 el comité provincial de Santiago dio a la luz los documentos críticos “Por la democratización” y “Por la proletarización”; un mes después se publicó el documento “La cuestión del partido”, del Comité Regional del Cibao.  El eje de la polémica se centraba en el cuestionamiento a la política  foquista seguida por la  organización de manera imperturbable por los anteriores siete años, prácticamente. Los disidentes exigíamos superar esta línea desfasada y enrumbaral MLN por senderos más acordes con las demandas del movimiento popular y el contexto internacional.

El ala izquierda radicalizada del MLN tenía sus bases más fuertes en el Cibao, especialmente en Santiago, bajo el liderato de Octavio Rivera. Un hito de la confrontación lo constituyó el lanzamiento del boletín “Nuestra Palabra”, órgano escrito de la disidencia. Era un simple folleto de 12 o 14 páginas  8½x13 mimeografiado y grapado, sin ninguna pretensión estética, y cuya  producción recayó mayormente en Ping-sien Rafael Sang Ben.

Se usaba para educar a la militancia y difundir los documentos que emanaban del Comité Coordinador Nacional, órgano de la fracción disidente opuesta al grupo que se parapetaba en la Dirección Central. Esta fracción se revelaba cada más como mayoritaria a escala nacional, no solo en el Cibao. En marzo de 1978 se constituyó un comité  coordinador para organizar la dirección regional del Distrito. Ya para esos días estaba convocado el Pleno Nacional de Dirigentes Medios tras celebrarse varias Asambleas de Militantes.  La Dirección Central reaccionó convocando a una II Conferencia Nacional de Cuadros.

En su número del 22 de marzo de 1978 “Nuestra Palabra” arremetíacontra la Dirección, ya que la confrontación interna había sidollevada por esta a los medios de comunicación comerciales. Bajo el título de “La calumnia y la mentira puerta de la escapada derrotista del grupo foquista” expresaba, en el típico lenguaje izquierdista de la época:

“La derrota política infligida a las concepcionesy prácticas foquistas al interior de nuestra organizaci6n ha dado lugar a que el grupito que todavía las sustentan, atrapado por la deceseperaci6n, profundice la conducta mantenida desde hace algunos años, ajena a todo principio revolucionario, de utilizar la mentira y  la calumnia en el tratamiento de las diferencias ideológicas. Muestrapública de esa perniciosa conducta es el documento aparecido el 21 de febrero en el periódico La Noticia, el cual se hace continuador de la estela dejada  por otro aparecido el día 15 en el mismo periódico. Prueba de esto son las siguientes expresiones, que patentizan el verbo oprobioso e infamante utilizado por los foquistas:

“Ex miembros caracterizados por  su actitud delatora”, “armas viles”, “amalgama momentánea de intereses”  “hacer el juego a los servicios represivos del régimen”, en base a calumnia y a la clara incitación policia1, “llamado a la represión”, “procedimientos delatores”, “chisme, calumnia y la delación”,  ”agregado de intereses diversos y disparejos, personales y económicos”, “no miden las  consecuencias criminales de sus actos”, “minoría de papel  periódico: “práctica delatora”,  ”servir de instrumento al enemigo”, “espíritu  po1icial”.

Y agregaba: “En efecto, el foquismo es el punto de referencia que nos aporta la explicación  a esta forma de enfocar y encorar las contradicciones ideológicas  en el seno de nuestra organización.  El guerrerismo a ultranza que caracteriza esta concepción pequeñoburguesa requiere de un modelo organizativo autoritario, burocrático y vertical”

La fracción disidente, en una sorprendente demostración de autonomía y coraje,  dio “un palo” al llamar públicamente a votar en las elecciones presidenciales por el candidato del Partido Revolucionario  Dominicano, Antonio Guzmán. Un giro total en comparación con la tradicional conducta abstencionista de la izquierda vigente desde los tiempos de Manolo Tavárez.  Se basó en lo que en aquel momento se percibía como una “necesidad objetiva de cambios” palpable en el conjunto de la sociedad. El análisis fue acertado y la táctica también. Guzmán, eventualmente,  ganaría las elecciones arrolladoramente y todos los sectores de oposición se unirían al movimiento por el “respeto a la voluntad popular” Quedó así reivindicada la “justeza” del atrevido paso político dado por nuestros líderes.

La división del MLN-Corecato quedó sellada en una asamblea en la que se acordó fundar el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST). La fracción de Miguel Cocco y Max Puig pareció asimilar la lección, desbandó el MLN y creó su propia agrupación con los remanentes: el Partido Socialista (PS). Se produjo un “lio feo” con la repartición de las propiedades del antiguo MLN,  del cual solo me llegaron los ramalazos.

Posteriormente, en 1979-80, el MST se unió al PS y al Núcleo Comunista de los Trabajadores (NCT) (desprendimiento  del antiguo MPD liderada por Rafael FafaTaveras) para integrar  el Bloque Socialista (BS), abriendo así un nuevo capítulo en la historia de la izquierda dominicana.


http://acento.com.do/2014/opinion/8163549-elecciones-de-1978-aceleraron-division-del-mln-corecato/