... Hay labios que están a veces cerrados...
y se abren
muuuy... a voluntad...
a estrellas que temen besos
y sopesan muy bien los laberintos precarios para el amor...
contradicciones
¡y aún aman lo precario!
...Esos labios...se abren...
a quienes quieran conocer historias largas
curiosidades... constancias...largas historias, repetidas historias...y fallas...
o historias cortas...: ¡ternura universal!
Son labios que saben reconocer luces propias
tenues
y mantienen lejanía
ante miradas de sinuosidades ociosas
que sólo miran curvas y tetas.
Labios, besos...
que no tienen vacíos ni bastoncillos de "protectores"
pieles que no buscan proveedores, deslumbradores con monedas...
Labios que reconocen el el precario trueque
de perder autonomía, respeto, libertad...
Labios que no se abren ni un chin
a la sensorialidad sin norte y sin ternura...
cerca del olfateo intuyen la inconstancia a los afectos universales
cerrados permanecen estas pieles a veces
si no hay locura aún en el silencio y en la distancia.
Requieren de abrazos de aguda entrega
de otros labios que saben saborear infinitas caricias
como las de pieles arrugadas por la brisa del tiempo
o pieles muy tiernas, imberbes de juicios
que dusfrutan de la ternura de animalitos.
Labios que se abren para socorrer miles de millones
de seres sin besos...
No tienen confianza a la euforia, al egoísmo...
que a otros labios no sienten pues les consdieran objetos sexuales...
Dicen un ¡no! a la cosificación
cantan un ¡no! a los roces de vanaglorias externas
cuentan un ¡no! al elitismo sin consciencia
expresan un ¡no! a las monedas frías sin conmiseración.
Esos labios rechazan
como si tornados fueran...el desamor a las multidudes tiernas....
Toques, susurros quieren
a las espontaneidades universales
que precisan de interioridades.
Santiago, RD, 8 de agosto 2013