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Persiste rechazo a la Sentencia del TC.
| Zobeyda Cepeda, abogada feminista, integrante del CLADEM, Núcleo de Apoyo a la Mujer (NAM) y del Foro Feminista, de la República Dominicana |
Por Zobeyda Cepeda
En diciembre del pasado año fue publicada una encuesta en la cual se daba a conocer la polarización de la población en torno a la aceptación o no de la Sentencia del Tribunal Constitucional (35%-36%) que despoja de nacionalidad a personas dominicanas de ascendencia haitiana.
El segundo monitoreo de opinión realizado en febrero muestra que el 68% de las personas encuestadas está de acuerdo en que a los trabajadores haitianos que vinieron a trabajar en la industria azucarera desde 1929 se les otorgue amnistía que legalice su estadía.
Las estrategias de los conocidos e identificados profesionales de la comunicación al servicio de determinados sectores políticos e ideológicos nacionales no han bastado para convencer a la población del eminente carácter de injustica de la decisión.
En tal sentido quisiera compartir una experiencia reciente en el momento en que me encontraba en una oficina pública donde coincidieron varios abogados y abogadas y una persona de las llamadas “buscones”, quienes cumplen una función de apoyo de trámites administrativos a personas de escasos recursos en los edificios públicos del país.
El tema de la sentencia del Tribunal Constitucional surgió y sin expresar mi posición fue para mí sorpresa que la mayoría de abogados que ahí se encontraban afirmaron que la pieza se trata de una aberración jurídica incomparable que avergüenza la institucionalidad judicial nacional. Solo uno de los abogados la defendió con la débil argumentación de que se trataba de una sentencia patriótica por la que las futuras generaciones darían gracia.
Otra sorpresa fue escuchar la posición del buscón, quien se daba a conocer como una persona con pensamiento político de izquierda. Este afirmaba que Estados Unidos, con el también histórico problema migratorio con México nunca había levantado el argumento de la invasión y mucho menos de la defensa de la soberanía, siempre había mantenido el tema en el marco de asuntos migratorios.
La visita de la Comisión Interamericana, el consiguiente informe así como las sugerencias de organismos internacionales como el Consejo de Derechos Humanos de la ONU y la reciente audiencia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos colocan al país en una situación con una sola vía de salida: restablecer derechos.
Las posiciones de rechazo desde la población se sustentan posiciones políticas, con argumentos de derechos humanos. Lo que da a entender otros efectos de la sentencia, al enseñar a la ciudadanía a pensar en la lógica de derechos y garantías constitucionales.
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