PALABRAS EN HONOR A PENG SIEN RAFAEL SANG BEN
Colocación de Placa en El Museo Memorial de la Resistencia de República Dominicana
Gran Santo Domingo, RD. Jueves, 22 de febrero 2018
Por: Mildred Dolores Mata
Peng Sien Rafael Sang Ben, Pincholo, cambió de morada con el cuerpo que lo conocimos, un 19 de septiembre del 2017, a los 63 años, en Santiago de los Caballeros, República Dominicana.
Estamos aquí porque compartimos con él parte de sus sueños, sus quehaceres, para estructurar organizaciones, fortalecerlas, crear mecanismos de participación que desarrollen la democracia real en nuestra sociedad.
Peng Sien inició su vida de servicio social a través del Colegio La Salle de Santiago, y de militancia política en partidos, a partir de finales de los 60. Acompañaba al hermano lasallista Roque, de nacionalidad mexicana, inscrito en la visión de la iglesia al lado de sectores en vulnerabilidad, trabajaba acompañando a las familias que iban a ser desalojadas en el Ensanche Román, formación de un club de jóvenes en Las Colinas, acompañaba en el Hospital niñas/niños quienes en los momentos en que se separaban de sus padre/madres por estar internos...Etcétera.
El partido en ese entonces se llamó Comités Revolucionarios Camilo Torres (CORECATOS), para los inicios de los 70 se convirtieron en Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), y luego Convergencia Socialista. Luego militó en varios esfuerzos como Autoconvocados/as, Camina RD y terminó militando en el partido Opción Democrática (OD), del cual formó parte de la boleta electoral como candidato a Senador por Santiago en las elecciones del 2016.
En lo social fue parte activa del movimiento municipalista, con énfasis en hacer una realidad los Presupuestos Municipales Participativos, de acuerdo a la ley 176-07 y de la lucha contra la corrupción, en varios esfuerzos, siendo parte de la estructura regional del Movimiento Marcha Verde.
Como economista y activista social comprometido trabajó mucho en los entornos públicos del Ministerio de Trabajo, el Comité Nacional de Salarios, en la lucha por visibilizar los logros en el aumento de la productividad de las y los trabajadores dominicanos, por empleos decentes, y mejores salarios. Y fue asesor del Movimiento Cristiano de Trabajadores (MCT), en Santiago.
En lo cultural-social estuvo abanderado en el acompañamiento del Movimiento Feminista, en Santiago, colaborador del Núcleo de Apoyo a la Mujer (NAM) y parte de varias organizaciones de Una Masculinidad sin Violencia; también hacía causa por los derechos de la comunidad LGBT, y de los derechos de inmigrantes haitianos y de dominico-haitianos. Como de cualquier causa donde se expresara discriminación, violencia, opresión.
Quiero terminar estas palabras motivando esta placa que lo presenta como revolucionario, luchador incansable por una patria inclusiva, igualitaria, democrática, con un poema que le escribiera su amigo, residente en USA, Diógenes Abreu:
Para Peng-Sien Rafael Sang Ben
En memoria.
Quedarás como estandarte en una calle de Santiago,
oráculo chino desafiando lluvias y truenos milenarios,
sonreirás a la noche así como se recibe el manto desnudo
de una mujer cubriéndonos de besos;
tuyas serán las lilas del Ozama,
las flores de los acantilados,
las alas plateadas del colibrí,
la danza de un pajuil enamorado,
eso y más será tuyo cuando crezca en tu garganta
el silencio de los adioses;
la fe de un pueblo en tus pasos buscó caminos,
desanduvo soledades,
trilló senderos pedregosos y fríos,
un pueblo caminó contigo hacia la fe y la esperanza;
dichoso yo que estreché tu mano y dije vuelvo,
juntos deshilachamos nubes sobres los océanos,
se nos hizo larga la distancia
entre el dolor del prójimo y las venas del poema,
pero abrazamos la espera de lo que pudo ser
y siendo fuimos, como se debe ser si somos ríos;
Santiago dormirá tranquilo, ya lo sé,
desvelo no habrá en las esquinas de una ciudad
que te sabe suyo, así como la madre canta al hijo;
Santiago cantará a viva voz,
entonará tu nombre para que no haya olvido,
las lilas serán tuyas, como ayer,
y el Ozama dormirá contigo:
abrazo de la luz, horizontes para ti, Peng-Sien.
©Dió-genes Abréu