Juventud que sobrevive y perece

Y esa joven abandonó los estudios
y ese joven abandonó los estudios
e hizo malas amigas, malos amigos,
no se portaban bien en la escuela o el colegio
y a los centros educativos le falta un poco de trabajo a fondo
para no expulsarles.
Tienen parejas e hijos, hijas,  muy jóvenes,
quieren vestir igual o mejor que las otras, que los otros,
no saben cuidarse del peligro
no son “decalentá”, ni unos tígueres, tigueresas.
Son  buscadoras, buscadores, de miradas, de toques, de sentido…
son buscadoras, buscadores, de determinaciones,
quieren autoestima
se creen superiores en la libertad aún precaria
que pueden diseñar, soñar, sentir, pensar..
Las mujeres jóvenes, los hombres jóvenes, son poco amadas, amados,
pero sí muy usadas, usados.
Mucha ternura  les falta
son cuerpo heridos, almas con pocos colchoncitos
sobreviven a los tiempos del abandono y de la cosificación
a la persecusión tenaz de los marcadores.
Sus ojos, sus neuronas, su corazón…
obcecados por la obsesión de bien vivir
sabiendo poco de eso
quieren ser libres
...como todo humano, humana...
A veces perecen a destiempo
a veces florecen, permanecen, como las fuertes yerbas
pero con poco abono, plantío, cultivo, oasis
oportunidades
ojalá que más puedan permanecer y otear los cielos
sembrase en tierras cálidas
por los corazones blandos de adultos
por los tiempos nuevos que hacemos...
...y ojalá...
que apresuremos los pasos del buen sembradío.

8 de enero 2015
Santiago, República Dominicana