que a veces teme
y no lo sabe.
Se siente preferida
cuando a veces se compara con otras
pero no puede ni siquiera ir al supermercado;
pero se siente amada y no quiere importunar
con deseos, con salidas, con tener un yo diferente al del amado.
Casi no nota su encierro.
Se junta con otras mujeres saltarinas
y entonces se le desnuda un poco su estado carcelario
le tuerce un poco la sonrisa con casi sorpresa y desagrado
se recompone y continúa sonriendo indescifrable;
e inicia forcejeos, aleteos...
lo que puede ser
de una presa de confianza de la crianza alienada
espera que el viento la empuje
un poco estatua
mientras sobrevive.
Empoderada es la mujer a la que le cortaron las alas
le dieron gotas de determinaciones...
Va construyendo su libertad
en los muros de sus propios carceleros:
cultura, sociedad…patriarcal.
10 enero 2015
Santiago, RD.