Polémica en Uruguay por "demasiada austeridad" de Mujica
Ya durante su campaña electoral, el presidente electo de Uruguay había anunciado que el suyo sería un gobierno austero, en el que buscaría ahorrar, evitar derroches y dar señales de cambio en la forma de usar los fondos y el patrimonio del Estado.
A modo de ejemplo, José Mujica donará más de las tres cuartas partes de su sueldo, exigirá que los ministros muestren sobriedad usando autos fabricados en la región, más económicos, y anunció que piensa vender la casa que la Presidencia tiene en Punta del Este, principal balneario del país, porque no la usará.
Pero para muchos, incluyendo al presidente Tabaré Vázquez, el afán por la austeridad fue demasiado lejos, con la idea de Mujica de solventar el acto de transmisión de mando del próximo lunes con donaciones de empresas.
Críticas
Con el objetivo de generar un ahorro para el Estado, Mujica se contactó con diez grandes empresas para invitarlas a colaborar con US$15.000 cada una, y así financiar la ceremonia.
La gestión fue duramente criticada, tanto por la oposición como por la mayoría de los sectores de la izquierda. Pero las críticas más fuertes provinieron del coordinador del sindicato de los trabajadores, Pit-Cnt, Juan Castillo, quien aseguró que de esa forma se estaba "privatizando" el acto constitucional.
Mujica se defendió argumentando que "un presidente no se vende por US$15.000 atorrantes".
Otros críticos señalaron que no les parece adecuado que el dinero provenga de empresas, algunas de las cuales están unidas al gobierno por contratos y concesiones.
Vázquez, en una de sus últimas decisiones de gobierno, vetó la colecta promovida por Mujica para financiar el acto protocolar, aunque permitió que las empresas paguen el espectáculo artístico que se realizará una vez finalizada la ceremonia.
El costo de la misma será de US$200.000, y es un gasto previsto y aprobado por el Tribunal de Cuentas del Estado, aseguraron desde la Presidencia.
La sobriedad empieza por casa
Hace unas semanas, en una de sus primeras reuniones con su futuro gabinete de ministros, el próximo mandatario dijo que su gobierno estará signado por la "prudencia fiscal".
Los gobernantes no tienen por qué tener autos de motor de 2,5 litros ni autos japoneses ni americanos
José Mujica, presidente electo de Uruguay
"Dado los factores (económicos) externos hay que hacer rendir al máximo los recursos del Estado", dijo Mujica a sus ministros, según relataron dos de los futuros funcionarios al término del encuentro.
En otras señales de austeridad, y siguiendo con su estilo de sobriedad, Mujica continuará viviendo en su casa, una granja ubicada en las afueras de Montevideo.
Su partido político, el Movimiento de Participación Popular (MPP), dispuso la pasada legislatura un tope máximo de 32.000 pesos (poco más de US$1500) para todos sus dirigentes que ocupen cargos públicos, y que el resto fuera donado para financiar al partido y para un fondo de ayuda social.
Donará unos US$11.000 por mes
El sueldo del presidente será de 250.000 pesos al mes, (unos US$12.500) y según dijeron allegados de Mujica a la agencia de noticias Efe, el futuro mandatario está dispuesto a donar el 87% de su sueldo para fondos de ayuda social.
También seguirá viajando en el pequeño auto que usa hasta ahora para sus desplazamientos, un Chevrolet Corsa propiedad del MPP, aunque aclaró que en algunas ocasiones que lo ameriten viajará en autos oficiales, más grandes y caros.
Mujica también solicitó a sus ministros que sigan esa línea y se manejen en autos fabricados en la región, "como Chevrolet o Volkswagen, con repuestos baratos".
"Los gobernantes no tienen por qué tener autos de motor de 2,5 litros ni autos japoneses ni americanos", sostuvo. "Hay que dar señales a la región y tener autos buenos y económicos, como los que usa la clase media, los uruguayos normales, comunes y corrientes", señaló.
Lo que sí dijo que usará es el helicóptero oficial, para poder llegar rápidamente a todos los puntos del país.
Entre marido y mujer
La ceremonia de asunción de mando tendrá varias particularidades. La esposa del presidente electo, la senadora Lucía Topolansky, será quien le tomará juramento por ser la presidenta del Parlamento.
Por otra parte, por primera vez y salvo que llueva, el flamante presidente tomará juramento a sus ministros ante el público, en el estrado que se ubicará en la Plaza Independencia, la principal de la ciudad, junto a la estatua del prócer José Artigas.
Los mandatarios de la región, así como la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, y el príncipe Felipe de Asturias, representante del rey Juan Carlos de España en las transmisiones de mando en América Latina, estarán presentes en la ceremonia.
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