Julio César Mejía Sang


Julio César Mejía Sang, el sobrino de mi esposo, Pengsien Rafael Sang Ben, también lo siento como mi sobrino, acabó de fallecer el miércoles 27 de octubre del año 2010, en horas de la noche. Murió de un infarto fulminate a los 21 años, que se desencadenó en unas cuatro horas.

Tuve la suerte de verlo compartir con mi hijo Carlos Sujou Sang Mata, y ver de él, su magia para transmitir alegría, para inspirar...

Julio César es vitalidad amorosa, cero prejuicios, una alma abierta y sensible. Un joven transformador, una alma activa y optimista.

Vale agradecer a Julio César Mejía Martínez, su padre, y a Suk Yien Cristina Sang Ben, su madre, por tan exquisito fruto humano. Saludar a su hermana Eli María, y a  su hermano Miguel Eduardo. Saludar también a todo el colectivo de la familia Sang Ben y a los Mejía Martínez.

En su honor destaco mi sentir ante él, y lo amplío ante ustedes. Con amor, acá les dejo este poema.

mildred dolores mata

_______

Julio César Mejía Sang

...continuo dolor...
... humano...

Comprensión
negación
desconcierto
levantarte
levantarnos...

Hoy sé
de lo desconocido,
de lo muy conocido, y olvidado, a veces,
de lo imperfecto
de lo inseguro
de lo brillante
de lo exquisita, y de lo extraña
que es la vida humana.

Que a veces es llanto
adoración
ausencia de programas y de nidos,
a veces es acertijos.

La realidad, a veces,
es besar recuerdos
y sentir.

O tener
música quieta, apasionada, persistente,
y abrazar el fuego
y nadar en el maná manso de las profundidades que atraviesan la tierra.
La vida, a veces,
es esperar, estar,
con rabia,
sin rabia,
junto al fango y a la luz,
rompiendo rocas,
haciendo caminos
sin controlar nada,
sin saber el futuro
agradeciendo a la santidad, de las, y de los, que enseñan,
y sentir en la brisa la cercanía con todas las personas
y revolcarnos en los mares,
en los volcanes, en los solares, en los temblores,
y en la inmundicia
y saber saborear abyecciones para transformarlas.
Es tu consigna, Julio César: transformar, construir...

Se trata, entonces de intentar perseguir sueños,
imitar la inmensidad del altruismo.
Contigo, Julio César, no puede haber lejanía, ni ausencia
no ha de temerse ni al temor, ni al asco,
porque nada impide el abrazo a tu infinito optimismo
y a ese tu querer mejorarlo todo.

Eternidad, eres, Julio César,
eres, palabras llanas
cavador de zanjas profundas
sembrador de árboles y moradas
eres...: Scout ¡siempre listo!
sencillo, infinita amistad,
eres un hacedor de travesías entre balas y espinas.

Eres, Julio César...abundancia
de gestos nobles y solidarios.

Sentirte es abrazar la mirada continua
y es tener el alma llena. ¡Cuánto agradecerte el empuje
y la aceptación plena
a todos, y todas!

Es tu alma inmensa, ordenanza y creatividad,
tu vibrar continuo es
hacer cristales visibles para el llanto y para la inspiración,
gracias por tus bendiciones, Julio César.











 Santiago, República Dominicana
30 de octubre 2010
Mildred Dolores Mata