Me ubico durante los siglos XVII, XVIII, e imagino a los esclavos asentados en la parte occidental de la isla, hoy Haití, haciendo estrategias de incidencia para eliminar la esclavitud junto a sus amos franceses. Hoy me convenzo más que nunca que eso no es posible.
Quien sufre una discriminación, exclusión, opresión, dependencia, explotación, tiene que fajarse a conquistar su libertad, sus derechos, con organizaciones propias, conforme a sus intereses, a sus características y a sus fuerzas. Hablo de Movimientos Sociales y Políticos como es el feminismo, y grupos sociales de mujeres.
Y no es raro que las personas y grupos que tienen marginaciones, exclusiones, recortes, en las oportunidades para modificar sus situaciones hagan alianzas con otros sectores en igual situación. Y a veces, hasta eso se dificulta en la República Dominicana para el trabajo de cambiar de manera efectiva las exclusiones y las opresiones de las mujeres.
Como mujer organizada en el Movimiento Social de Mujeres la tanta soledad del resto de la sociedad política social hoy me hace sentir un poco triste.
Una se mueve, se enlaza, se coordina, milita, acá y allá, pero las situaciones se mueven muy poco, no importa la magnitud del sufrimiento de las mujeres, el que no se nos cuide adecuadamente con políticas públicas efectivas o que hasta se nos llegue a eliminar como si estuviésemos en una pequeña guerra civil.
En República Dominicana, a veces, he tenido momentitos de ilusiones, en los que he soñado con cambios, con empatía, con sinergias,… desde algunas instancias. Pero son tan cómodamente patriarcales…Hablo de los partidos, sean de izquierda, del centro, la derecha. Hablo del Estado, a distintos niveles.
En algunas instancias, aún no hay ojos para mirarnos, ni para mirar los feminicidios ni siquiera. |Tan grande que no los encontramos! ¡Y las muertes por mortalidad materna! ¡Y los embarazos de las adolescentes! ¡Y la violencia de todo tipo! Tan grande que nos encontramos las mujeres organizadas todo eso.
Se escriben palabras como la igualdad y la equidad de género en programas, discursos, principios, resoluciones, leyes, constituciones…y se forman comisiones… pero básicamente aún se trata de eso: palabras escritas, formalidades burocráticas.
Y en el pasado, y luego, y a menudo, y con el transcurrir de los años, hay gente que ha preguntado, y que pregunta: ¿Por qué existen grupos de mujeres, clubes de madres, grupos feministas? ¿Por qué existe un Movimiento Social-político de Mujeres?
El camino para lograr cambios culturales de libertad, de paz, de equidad e igualdad es largo, y necesariamente requiere de largo aliento.
Pa´lante mujeres, y hombres pro derechos, paz, equidad e igualdad de las mujeres. Se trata de respirar hondo y continuo para sembrar nuevos alientos.
Dice el místico Anthony de Mello refiriéndose a las ilusiones, y citando el texto bíblico de Lucas 12, 49, “He venido a traer fuego a la tierra, ¡Y cuánto desearía que ya estuviera ardiendo!” El reino que se impone amar es el de la realidad. Con este desahogo estoy quemando ilusiones. La realidad es que tenemos mucho trabajo que hacer para la valorización de la mujer dominicana.
La autora es Trabajadora Social y ciudadana.
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