Mujeres de la base iglesias cuestionan jerarquía de hombres sobre despenalización del aborto. Por Zobeyda Cepeda

Zobeyda Cepeda evidencia corriente mayoritaria pro derechos de las mujeres a interrumpir un aborto por sus vidas, salud  e integridad. Exhorta a abandonar el miedo a los hombres jerarcas que dominan las iglesias y que las mujeres de las bases de las iglesias piensan diferente.

Es feminista de la República Dominicana, abogada, activista de los derechos de las mujeres, del CLADEM, Foro Feminista, Núcleo de Apoyo a las Mujeres (NAM).

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Oportunidad de vencer el miedo

Escrito por  Zobeyda Cepeda
Zobeyda Cepeda, feminista de la República Dominicana

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En alguna comunidad parroquial del país, durante una reunión entre la feligresía y sacerdotes, conversaban sobre las agendas, programaciones para el resto del año, posibles fiestas de celebración, aportes y recursos. En el momento de cierre invocan una oración de bendición encaminando sus proyectos a la divinidad. Un joven cura que acompañaba interviene implorando contra la despenalización del aborto. Una matrona de edad madura le lanza un No, No, No, extendiendo su brazo izquierdo con la mano abierta como quien da la orden de detenerse. Expresando que se trataba de un asunto de vida o muerte, o de indignación cuando se tratara de una mujer o niña violada.

La mujer, desde la autoridad que le daba su capacidad reproductora, de haber parido y criado varios hijos e hijas, de ser persona con entrega a la comunidad, incluyendo los asuntos religiosos, intimidó al joven cura, quien al ver la determinación de su posición, expresó que se trataba de un tema “profundo” que podía ser tratado otro día. Ella, desde sus convicciones y propia vida, daba un claro mensaje: estar a favor del aborto por causales no la convertía en una mujer mala y perversa en contra de la maternidad y mucho menos de los niños y niñas.

Las organizaciones feministas y quienes exigen la despenalización basan sus argumentaciones en razonamientos de derechos humanos, amparados en la Constitución de la República y en convenciones internacionales. Las estrategias se basan en la incidencia, en el diálogo, en la difusión de información promoviendo el conocimiento de derechos.

A estas organizaciones se le une el 79.8% de la población encuestada en la Gallup que opinó estar a favor del aborto terapéutico cuando la vida de la mujer corre peligro, entendiendo que se trata de un asunto de humanidad no dejar morir a la mujer.

Quienes se oponen a la despenalización justifican su posición en creencias religiosas, contradiciendo el derecho, exaltando “la marca feto”, como afirmara la feminista española Beatriz Gimeno, una figura fetiche flotando cual imagen de ciencia ficción, usada como manipulación, aislada y abstraída de un cuerpo viviente que le sostiene, por supuesto el de la mujer. Esa es la persona humana cuya vida no le interesa cuidar a los sectores religiosos opositores a la despenalización del aborto por causales. Aquellos que anteponen la manipulación y tergiversación como estrategia porque la de derechos y la religiosa misma no tiene cabida.

Reclamar nuestros derechos debe movilizarnos como país, como sociedad, no dejarnos estancados como borregos/as no pensantes, sujetos/as a la extorción, mangoneo y manejo.

El Presidente de la República hizo un indiscutible acto de valentía como primer mandatario haciendo uso de sus facultades constitucionales. Ejemplo similar le dio al cura la señora comunitaria religiosa, impidiendo así cualquier avance de poder de lo inaceptable y autoritario.

Para quienes se sienten atrapados/as en el temor de las dictaduras, démonos una oportunidad de vencer el miedo a través de un ejercicio colectivo. Lo pide casi el 80% de la población, los organismos internacionales de derechos humanos y, por ende, la propia democracia dominicana.