Buen punto de vista el de Inés Aizpún, las víctimas de violencia de parejas y de ex parejas denuncian...Es los demás que tenemos que denunciar, acompañar, apoyar...Faltan programas integrales de apoyo desde toda la sociedad.
Mildred Mata
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Diario Libre 7 de enero, 2016
El silencio
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INÉS AIZPÚN
Al leer la historia de Altagracia Pérez, mutilada por su ex pareja en San Juan de la Maguana, resurge la pregunta: ¿por qué no logramos evitar estos crímenes? Altagracia es pobre y le han cercenado las dos manos. Esto es casi una condena a la indigencia y desde luego, a la dependencia.
Pocos días después en un juzgado de paz, Carolina Cecilia Rijo es asesinada. ¿Por qué fallan tantas veces los protocolos de prevención, los de la policía, los de la Justicia?
La campaña impulsada por La Sirena el pasado 25 de noviembre se centró en alentar a la mujer a la denuncia: “Acaba con el silencio”. Con imágenes de rostros de mujeres conocidas, maquilladas para simular maltrato, enfoca bien el problema: hagámoslo visible, no escondamos el dolor, las marcas, el miedo, la tristeza, los golpes.
El silencio. La presunción de que son cuestiones de la intimidad es la primera barrera. Ha sido el gran tabú. Son problemas “familiares”. La gran trampa. “Acaba con el silencio”. Altagracia y Carolina hablaron e hicieron todo lo que tenían que hacer. Pero no sirvió de nada. “Acaba con el silencio” no es un consejo para la mujer que es agredida. Es una orden para todos los que la rodean, los que vemos, que presentimos. Los vecinos que oyen ruidos y golpes, los compañeros de trabajo, los familiares que saben. Las amigas.
Buena campaña. Eso sí, que se entienda que somos los demás los que tenemos que acabar con el silencio. Ellas hacen lo que pueden: tratar de sobrevivir.
IAizpun@diariolibre.com