Defendieron la participación política de las mujeres, argumentando que si la libertad individual es facilitada por la desaparición de impedimentos legales, permitiría el desarrollo de la personalidad de las mujeres y el pleno ejercicio de sus capacidades. Se trataba, en suma, de aplicar el principio del "laissez faire" como libertad, sin obstáculos jurídicos, y facilitando los medios y recursos, lo cual era coherente con el dogma básico del liberalismo, que condenaba la exlusión y los impedimentos que se tenían para que las mujeres participaran y crecieran, en todos los sentidos..
Harriet Taylor, feminista inglesa, siglo XIX, escribió con su esposo, John Stuart Mill, La sujeción o el sometimiento de la mujer |
El libro de John Stuart Mill y de Harriet Taylor tuvo un enorme impacto. Aparecido en 1869, fue un elemento clave de la expansión e internacionalización del movimiento sufragista. Ese mismo año se editó en Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda, Francia, Alemania, Austria, Suecia y Dinamarca, y al siguiente apareció en Italia y Polonia, suscitando el interés y la reflexión de muchas mujeres entre las clases con más acceso a la educación..
John Stuart Mill presentó al Parlamento inglés en 1866 una demanda a favor del voto femenino. Su ulterior rechazo provocó que en 1867 naciera el primer grupo claramente sufragista británico: la National Society for Woman’s Suffrage (Asociación Nacional para el Sufragio de la Mujer), liderada por Lydia Becker.