Testimonio sobre militancia socio-política de Yolanda Santana. Por Miguel Angel Cid Cid

Yolanda Santana, de derecha a izquierda, con un libro en las manos. La acompañan de izquierda a derecha: Águeda Guillén, Virtudes Álvarez y luego Yolanda Santana.
Miguel Angel Cid Cid, escritor cultural, muy vinculado socialmente, mirador acucioso, con humor, perspicacia, sensibilidad, catador de almas...nos narra una vivencia importante para retratar a Yolanda Santana, líder feminista, cultural, social, militante revolucionaria.  Una lectura que inspira y muy bien escrita. Nos muestra uno de sus días, y la calidad de su ardua vida como activista social y política.
Mildred D Mata
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Eternamente Yolanda

Por Miguel Angel Cid Cid - 28 de enero de 2017

Al suroeste de Santiago de los Caballeros, está Bella Vista, una de las barriadas más antiguas de la Ciudad. El Reparto Peralta, es una de sus comunidades. En 1982-1986 gobernaba,  el Perredeista, Dr. Salvador Jorge Blanco. Mismo que picoteó en solares la zona verde del Reparto,  y la repartió a su gente. El hecho desató la lucha que le aguó la fiesta a los usurpadores. En ese contexto conocí a Doña Yolanda Santana.

Recuerdo, que la reunión para organizar una concentración-protesta entró en receso, en el ínterin, el grupo tarareaba una canción interpretada por Fausto Rey. “Yolanda que lindo nombre, quién lo ha gravado / Quién ha pintado tu rostro quién pinto todo. (…)”, tintineaba la suave melodía.
Miguel Angel Cid Cid
— ¡Aaaah! Comando, ya sé a quién hay que agregar a la lista de invitados a la concentración del sábado –, dijo Leandro Martínez con asombro, mientras me miraba.

— Tenemos que invitar a la profesora Yolanda Santana, esa es una luchadora muy reconocida de la ADP, vive en la Yagüita de Pastor, aquí, en esta misma zona. –, concluyó Martínez.

Quienes ya la conocían, asintieron con la cabeza y varios dijeron a coro, — siiii hay que asegurar su participación y Leandro debe encargarse de ello. —

Concluido el receso, regresamos a la formalidad de la reunión, de inmediato se ratificó, para fines de acta, la decisión ya consensuada. El compañero Antonio Peña, propuso que Doña Yolanda, tuviera un turno de motivación en el evento, igual se aprobó sin dilación.

En efecto, seis días después se celebró la concentración con la participación de cientos de vecinos de Bella Vista y el Reparto Peralta. Todo aconteció como estaba previsto, la emoción de la concurrencia era incontenible.

La actividad la vigilaban Nelson Peralta y Pedro Paulino, señalados como ocupantes del área verde. Soñaban con testificar un imaginado fracaso, de ahí el espionaje. Los aplausos estremecían el ambiente, Doña Yolanda exponía con precisión. Los sabuesos “cuchichiaban” entre ellos.

— ¡M….. Nelson!, los muchachos trajeron refuerzos, dónde consiguieron a ésta. –, expreso Pedro compungido, refiriéndose a Yolanda.

En efecto, Yolanda pronunció un emotivo discurso. Sus palabras calaron en los presentes, incluso yo. La concurrencia quedó hechizada, sorprendida con la magia de su arenga. La comunidad, debe exigir unida, concentrada en un mismo objetivo, los derechos individuales y colectivos, decía Santana.

— Las áreas verdes son el pulmón de una comunidad. Y de ninguna manera, puede ser usurpada por particulares, así sean del PRD o el mismo Presidente de la República, como es el caso. –, sentenció Santana en medio de las ovaciones.

Oriunda de Loma de Cabrera, Yolanda Santana, recaló en la Yagüita de Pastor, Santiago, desde aquí vertió el néctar de la sabiduría y ofrendó su vida al magisterio. El aula, nunca limitó su vocación sociopolítica. Por ejemplo, era dirigente de la Asociación Dominicana de Profesores y es un símbolo de lucha. Las banderas políticas e ideológicas no obstaculizaban su activismo social. La solidaridad, el respeto, la colaboración y el amor a los espacios compartidos orientaron su militancia de izquierda.

En esa ardua tarea Yolanda, fundó la Coordinadora de Mujeres del Cibao,  y fue parte del Movimiento Vida sin Violencia. Sin duda, desarrolló un liderazgo histórico en el movimiento de mujeres de la región del Cibao y el país. La lista de agrupaciones barriales, campesinas y gremiales que ella acompañó en procesos de lucha organizada es infinita.

Doña Yolanda se fue este enero, a los 67 años. El vacío que deja su partida, solo se repara con mujeres y hombres  construyéndose día a día, como entes políticos y revolucionarios.

La noticia llegó fuera de época, el cortejo fúnebre se hizo sin mí. Creo, que no me habría gustado estar presente. Yolanda Santana es ejemplo de vida, de mujer, de lucha sin descanso, así quiero recordarla.

Como dice Silvio Rodríguez, “Eternamente Yolanda”

http://acento.com.do/2017/opinion/8423830-eternamente-yolanda/