Trascender es poder asumir inquietudes, intereses, luchas... que abarquen grandes problemas existenciales, humanos, con dimensiones más allá de nuestros intereses cotidianos y experiencias del espacio personal, el espacio de lo inmanente. Quedarse en lo inmanente es hacer como dice el refrán popular "no mirar más allá de nuestras narices".
Tener grandes sueños que transformen lo inmediato, ir más allá de lo posible planteándose la modificación del contexto y de los límites del tiempo y del espacio que nos envuelve.
Trascender es profundizar en el pensamiento y en los sentimientos buscando causas, relaciones entre factores o variables que expliquen la vida y sus problemas, y buscar transformarla.
Hay una trascendencia Kantiana (de Inmanuele Kant, filósofo alemán, siglo XVIII) que se plantea la trascendencia en un sistema de valores éticos, hacia el mejoramiento de la condición humana.
Trascender en mis valores es comprender la sociedad, a las personas y mejorarnos con una visión universal.
Hoy estuve en un espacio donde pude alimentar un poco mi espiritualidad, sentir y pensar en nuestro mundo, nuestro país, también pensar en lo interno, en el sentido de la vida.
Una de las experiencias que quiero comaprtir, fortalecer o reforzar en la que se hizo mucho hincapié es la necesidad de aprender a respirar profundo.
Se nos ejercitó mucho en respirar por la nariz entrando mucho aire en los pulmones, reteniéndolo lo más que pudiésemos, y luego sacándolo por la boca suavemente.
El oxígeno es muy importante para el cuerpo, para la salud... Debemos respirar hondo y prolongado durante todo el día.
Sigo luego compartiendo experiencias que ayudan al ejercicio de la trascendencia y de los sentimientos de bondad y de alegría. ¡ciao! l
No hay comentarios.:
Publicar un comentario