¿Por qué la pedofilia entre adultos con nivel educativo alto y que deberían tener altas exigencias éticas?

La pedofilia es el atractivo que sienten personas adultas por niños/as, adolescentes...

En Argentina, acaba de estallar un escándalo de adultos con posiciones de liderazgos (un psicólogo especializado en violencia de género, sexual, intrafamiliar, un líder deportivo,...); también conocemos de los casos de sacerdotes, maestros/as, que trabajan con jóvenes, adolescentes, niñas/os, la pregunta es: ¿Por qué, qué pasa?

No se puede argumentar con son personas ignorantes que no tienen nociones sobre lo que son relaciones asimétricas, desiguales, ...entre adultos y niños/as y adolescentes. Son narcisistas, personas engreídas, que creen que de verdad la seducuión que ejercen es auténtica. tiene la explicación básica de el engreímiento. Se creen capaces de seducir con su "superioridad" de poder, erotismo, maneras, sabiduría,...: una mezcla de ceguera, de sicopatía, de ingenuidad, y de engreímiento.

Gente, gente, gente,....

Hay que ver con cierto cuidado esas personas solitarias, ¿qué hacen? hay un déficit de afectividad,...Es importante para el grupo que rodea a este tipo de persona, que analicen su vida, para que aprendamos de un caso tan complejo como el de un especialista en violencia sexual que ha podido ejercerla y no se pudo notar su incoherencia.

Abrazotes,

mildred

3 comentarios:

  1. Mildred, soy Damián Medina. Te dejé un comentario en respuesta a tu respuesta y mi mail. Aquí te escribo para avisarte que te respondí, tarde, por razones de fuerza mayor, pero mejor tarde que nunca. Un saludo cordial y amistoso desde Buenos Aires, Argentina

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  2. Mi Estimada Mildred

    De nuevo entré para dejarte mi parecer. La pedofilia es uno de los males más terribles que se abate sobre nuestros adolescentes y niños. Te comento dos cosas que ocurrieron aquí en Argentina que te llenarán de horror como a quienes vivimos aquí.

    El primer caso: un pedófilo persigue a una niñita que ya venía observando desde hace tiempo, venía en automóvil (¿Carro le dicen en Cuba?), la atropelló a propósito, sin golpearla demasiado, como pretexto para subirla al auto, simulando estar interesado en su bienestar y diciéndole que iba a llevarla al hospital para que la atiendan. La niña subió, aturdida y asustada, confiada en que le iba a hacer un bien, y este perverso la violó en ese estado. Pero luego, para que la víctima no lo denuncie, la roció con gasolina, le prendió fuego y la abandonó, dándola por muerta. La niña sobrevivió, se arrastró como pudo, pidió auxilio y ahora está fuera de peligro, pero con la mitad de su cuerpito quemado, de cintura para abajo. Identificó a su violador, fue detenido por la policía y ahora se le juzgará.

    Otro caso horroroso. Jorge Conti, famoso psiquiatra infantil, especialista en abuso infantil, consultor de varias cortes de justicia, profesor universitario en la Universidad de Buenos Aires, autor reconocido en Hispanoamérica, era el jefe de una banda de pedófilos. Simulaba ser un psiquiatra que luchaba contra el abuso a menores, pero él mismo era un abusador, y, por si fuera poco, obligaba a menores y jóvenes a reclutar a sus víctimas en los ciber, atrayéndolos con regalos (zapatillas o celulares).

    Era un terrible corruptor de menores, un lobo con piel de cordero. Y ni hablemos de los sacerdotes que aquí han sido enjuiciados por abusar de menores y que eran directores de hogares para niños sin familia o con familia pero sin recursos para mantenerlos.

    Mildred, lamentablemente, vivimos en un mundo impiadoso, injusto, donde el hombre, como dijo Hobbes, se ha vuelto un lobo para los hombres.

    Te felicito por el blog, Mildred, realmente rebosa de humanidad y buenos sentimientos, como corresponde que sea el sitio de una poeta. Un saludo cordial y amistoso desde Buenos Aires, Argentina.

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  3. Damián Medina,

    me alegro que andes de nuevo por acá. Quería contestarte poniendo un cuento sobre mestizaje, y no lo encuentro, ya me enteré de que andas de cuidaditos con tu papá.

    Te debo el cuento. Luego escribo al email.

    Abrazos,

    mildred d

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