David Álvarez Martín, filósofo y Decano de la PUCMM en Filosofía, Recinto Santo Domi9ngo, pide al clero Católico que cese represión y la política en las misas llamando a no votar por la diputada de Santiago doctora Magda Alina Rodríguez Azcona por estar apoyar la interrupción del embarazo en casos donde la vida y la salud de la madre esté en peligro.
Fines y medios cristianos
Por David Álvarez Martín
9 de Jun 2009 12:00 AM
Somos dominicanos. Pensamos como dominicanos y actuamos como dominicanos. Hacemos todas las cosas a “la manera dominicana”.
Sea un sancocho o un protocolo presidencial, una gira a un río o acudir al Teatro Nacional, una juntadera con dominó y hasta muchos sermones.
No hay otra explicación para el desacierto de tantos curas en las misas atacando congresistas, con nombres y apellidos, que no aceptaron la formulación del artículo 30.
El fin del Evangelio es proclamar la Buena Nueva de que Jesucristo ha resucitado y somos convocados a la conversión para la Redención. Pero no todos los medios son legítimos para proclamar el anuncio del Camino, la Verdad y la Vida.
No olvidemos la ignominia expresada por Neruda: “Enarbolando a Cristo con su cruz, los garrotazos fueron argumentos tan poderosos que los indios vivos se convirtieron en cristianos muertos” y que llevó a Juan Pablo II a pedir perdón por los crímenes cometidos por los conquistadores cristianos de América contra los pueblos aborígenes.
Convertir los púlpitos en trincheras políticas ha costado sangre y miseria a nuestro pueblo.
La colaboración de miembros del clero en la preparación de las condiciones para el golpe de Estado contra el gobierno democrático de Bosch es un ejemplo grave. Somos dominicanos, nos conocemos todos y no somos tontos.
Si hay de fondo un real espíritu evangélico comencemos a elaborar la lista de congresistas y ministros de gobiernos (actuales y pasados) que han robado, estafado, asesinado y desfalcado los fondos públicos, el sudor de nuestro pueblo, y que no tienen inconveniente en sentarse en los primeros bancos de las iglesias (tan descarados son) y apoyar un artículo 30 (aunque promuevan abortos clandestinos).
¡Hagamos la lista y denunciemos sus pecados en todos los escenarios! Aunque con ellos nos quiten beneficios y exoneraciones.
La ingenuidad no es una virtud –estamos llamados a ser astutos como serpientes– y la sagacidad para la búsqueda de prebendas es abominación antes los ojos de Dios –debemos ser mansos como palomas–.
La forma en que se han ensañado contra la diputada Magda Rodríguez no es cristiana, ni en sus fines, ni en sus medios.
No sigamos delegando en las legislaciones y los poderes del gobierno lo que nos corresponde a clérigos y laicos: Evangelizar. Quienes defendemos la vida no podemos atropellar a otros.
La santidad, la caridad y la evangelización son los medios. ¡Dejemos la politiquería!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario