mdm
______
La nueva enemiga del narco carioca
Su reto: hacer de la ciudad una sede segura para el Mundial de 2014 pese a los crímenes PRESTIGIO. Tiene fama de incorruptible (Foto: ARCHIVO /EL UNIVERSAL )
Lunes 28 de febrero de 2011 José Vales Corresponsal | El Universal
BUENOS AIRES.— “Tiempo de Mujeres”. Ese podría ser el título para rotular el momento de dos máximos desafíos brasileños e intrínsecos, que están en manos de dos señoras. Gobernar un país que busca asegurar su remontada de los últimos años hacia el liderazgo regional, empresa a cargo de Dilma Rousseff, y acabar con el delito en Río de Janeiro, una de la ciudades más delictivas del orbe, de cara al Mundial de Fútbol de 2014 y a los Juegos Olímpicos de 2016, tarea que ahora tiene por delante, Martha Mesquita Da Rocha, recientemente designada jefa de la Policía Civil de la Cidade Maravilhosa.
Mesquita Da Roche comanda, desde el jueves último, una fuerza con 12 mil efectivos a su cargo y está obligada a cumplir una meta que fue más que difícil cuando no imposible para todos sus antecesores: poner en caja a los cárteles del narcotráfico y reducir el delito a su mínima expresión para que el país y la ciudad terminen de convencer al mundo de que la FIFA y el Comité Olímpico Internacional (COI) no se equivocaron cuando decidieron elegir a Río como la sede de los dos eventos deportivos más importantes del mundo.
En 2010, la ciudad ícono del Brasil registró una tasa de homicidios de 26.6 asesinatos cada 100 mil habitantes. Más de tres veces que el promedio mundial que es 8 de cada 100 mil.
El propio presidente Felipe Calderón ha tomado al lugar como referencia para refutar la percepción de que México es más violento. Río duplica la tasa de asesinatos que hay en tierra azteca.
Con algunos de esos números debe lidiar esta mujer que hace de la elegancia al vestir y de su adicción al trabajo, un culto.
“Tengo que mostrar resultados pero todo con suma tranquilidad, sin sobresaltos”, asegura esta mujer de 51 años, hija de portugueses y católica ferviente, que sólo trastoca su condición de soltera empedernida, por un matrimonio con la institución que hoy lidera. “Me casé con la policía”, dijo hace unos días en una entrevista con la Folha Online.
Resultados positivos, supo mostrar Mesquita Da Rocha, en distintos cargos de responsabilidad que ocupó a lo largo de los 29 años que lleva sirviendo en la fuerza y en la que llegó al cargo de Comisaria por concurso.
Ingresó a la Policía en 1983 como notaria de cuerpo y con el correr de los años la actividad policial la fue ganando. A mediados de la década de los 80, en pleno combate en contra el juego ilegal, Mesquita Da Rocha, fue la oficial que más máquinas tragamonedas ilegales, había incautado en la institución. Vieja conocida en el mundo policial y judicial en Río, la hoy primer mujer jefa de policía de la ciudad, fue la creadora en 1992 de la oficina de Apoyo al Turista, lo que se convirtió en uno de los pocos hitos exitosos de la fuerza. Un año más tarde, se animó a desatar una fuerte pelea interna contra sus superiores y varios compañeros, al denunciarlos y demostrar que recibían mordidas de los barones del juego ilegal. Esa movida la catapultó a la Dirección de Asuntos Internos, para luego, pasar —nunca desapercibida por su accionar— por varias delegaciones policiales como la de Gavea y Barra de Tijuca.
Militante del Partido de los Trabajadores, más de una vez se dejó tentar por la política. Fue candidata a viceprefeita (vicealcaldesa) en 2004 y en 2006 se postuló a diputada estadual. Pero no tuvo suerte.
La designación como jefa máxima le llegó luego de una gran purga en la fuerza. La que encabezó días pasados el secretario de Seguridad, José Mariano Beltrame. El funcionario, consciente que el tiempo para preparar el Mundial en Río se va agotando, busca hacer una ciudad segura a través de una mujer con fama de incorruptible dentro de la Policía carioca.
En Brasil es tiempo de mujeres.
Mesquita Da Roche comanda, desde el jueves último, una fuerza con 12 mil efectivos a su cargo y está obligada a cumplir una meta que fue más que difícil cuando no imposible para todos sus antecesores: poner en caja a los cárteles del narcotráfico y reducir el delito a su mínima expresión para que el país y la ciudad terminen de convencer al mundo de que la FIFA y el Comité Olímpico Internacional (COI) no se equivocaron cuando decidieron elegir a Río como la sede de los dos eventos deportivos más importantes del mundo.
En 2010, la ciudad ícono del Brasil registró una tasa de homicidios de 26.6 asesinatos cada 100 mil habitantes. Más de tres veces que el promedio mundial que es 8 de cada 100 mil.
El propio presidente Felipe Calderón ha tomado al lugar como referencia para refutar la percepción de que México es más violento. Río duplica la tasa de asesinatos que hay en tierra azteca.
Con algunos de esos números debe lidiar esta mujer que hace de la elegancia al vestir y de su adicción al trabajo, un culto.
“Tengo que mostrar resultados pero todo con suma tranquilidad, sin sobresaltos”, asegura esta mujer de 51 años, hija de portugueses y católica ferviente, que sólo trastoca su condición de soltera empedernida, por un matrimonio con la institución que hoy lidera. “Me casé con la policía”, dijo hace unos días en una entrevista con la Folha Online.
Resultados positivos, supo mostrar Mesquita Da Rocha, en distintos cargos de responsabilidad que ocupó a lo largo de los 29 años que lleva sirviendo en la fuerza y en la que llegó al cargo de Comisaria por concurso.
Ingresó a la Policía en 1983 como notaria de cuerpo y con el correr de los años la actividad policial la fue ganando. A mediados de la década de los 80, en pleno combate en contra el juego ilegal, Mesquita Da Rocha, fue la oficial que más máquinas tragamonedas ilegales, había incautado en la institución. Vieja conocida en el mundo policial y judicial en Río, la hoy primer mujer jefa de policía de la ciudad, fue la creadora en 1992 de la oficina de Apoyo al Turista, lo que se convirtió en uno de los pocos hitos exitosos de la fuerza. Un año más tarde, se animó a desatar una fuerte pelea interna contra sus superiores y varios compañeros, al denunciarlos y demostrar que recibían mordidas de los barones del juego ilegal. Esa movida la catapultó a la Dirección de Asuntos Internos, para luego, pasar —nunca desapercibida por su accionar— por varias delegaciones policiales como la de Gavea y Barra de Tijuca.
Militante del Partido de los Trabajadores, más de una vez se dejó tentar por la política. Fue candidata a viceprefeita (vicealcaldesa) en 2004 y en 2006 se postuló a diputada estadual. Pero no tuvo suerte.
La designación como jefa máxima le llegó luego de una gran purga en la fuerza. La que encabezó días pasados el secretario de Seguridad, José Mariano Beltrame. El funcionario, consciente que el tiempo para preparar el Mundial en Río se va agotando, busca hacer una ciudad segura a través de una mujer con fama de incorruptible dentro de la Policía carioca.
En Brasil es tiempo de mujeres.
El Universal © 2000 - 2011 Todos los derechos reservados. EL UNIVERSAL, Compañía Periodística Nacional. De no existir previa autorización, queda expresamente prohibida la publicación, retransmisión, edición y cualquier otro uso de los contenidos
http://www.eluniversal.com.mx/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario