Pedro Luis Castellanos nos facilita datos sobre la mayor vulnerabilidad de la mujer madre de clase media, única cabeza de familia; plantea la necesidad de una política pública de exoneración de impuestos, atendiendo a la carga económica grande que este suele llevar.
Y se hace eco de una mujer que ya a analizado y vivido esta situación.
Es conocida la mayor pobreza de las madres únicas jefas de familia, de las madres solteras, porque afrontan casi siempre solas los gastos de la familia.
¡Apoyamos esta propuesta!
mildred Dolores Mata
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Protejamos las madres solteras de clases medias
Pedro Luis Castellanos
El pasado viernes 25 de noviembre conmemoramos el asesinato de las hermanas Mirabal quienes, junto a Rufino, fueron asesinadas con tal vileza y crueldad que este acto de terrorismo de Estado contribuyó significativamente al deterioro de la imagen y al aislamiento nacional e internacional del régimen trujillista. Esta fecha ha sido señalada por Naciones Unidas como el Día Mundial de la No Violencia contra la Mujer.
Lamentablemente los episodios de violencia intrafamiliar contra mujeres y sus hijos, incluso con resultados fatales, aún son frecuentes en nuestro país. En otro momento y circunstancias he afirmado que aborrezco la violencia, más aun cuando se ejerce con manifiesta superioridad de fuerzas y mucho más cuando se le pretende justificar por arrebatos de amor y apasionamiento por la pareja.
Pero hay muchas otras formas de violencia contra las mujeres, más sutiles pero no por eso menos dañinas, como por ejemplo n la discriminación, el rechazo o segregación por razones de maternidad en los ambientes familiares, laborales o escolares, pago de salarios menores respecto a similares ejercidos por hombres, y el abandono por los maridos que no asumen responsabilidad económica ni afectiva con los hijos procreados en común. La subordinación en la interacción sexual, ha sido señalada como uno de los factores para comprender el incremento porcentual de las mujeres afectadas por Infecciones de Transmisión Sexual y VIH, a nivel nacional e internacional.
Quiero hacerme eco públicamente de la inquietud que en privado me expresó hace pocos días una abnegada madre soltera de clase media, a quien llamaré Reina para proteger su identidad. La comparto con la esperanza que sus reflexiones puedan ser incorporadas a los debates y consideraciones sobre políticas públicas.
La inquietud de Reina, madre de dos hijos, es lo que considera injusto trato del sistema impositivo. Las madres solteras de clases medias, dice, trabajan jornadas laborales muchas veces superiores a las de los hombres, para tratar de completar el presupuesto familiar, además de atender domésticamente a los hijos y velar por su educación y salud, y otras responsabilidades y gastos básicos del hogar. Sin embargo, sus ingresos son pechados impositivamente en forma similar a cualquier otro ciudadano o ciudadana. Reina considera que una buena forma en que la sociedad podría reconocer la doble y triple jornada de trabajo y los aportes de las madres solteras, sería un sistema impositivo más justo que proteja el ingreso familiar de los hogares de madres solteras.
Es conocido que entre los años 2000 y 2004 las clases medias fueron diezmadas por las bribonerías bancarias, y malas políticas económicas y de protección social del gobierno de turno, reduciéndose del 50% (2000) al 35% (2004) de la población total. Aunque para el 2010 se habíarecuperado hasta el 44%, aun no alcanza los niveles del 2000 y está lejos de los requeridos y deseable (R. Guzmán y MEPyD 2011).
Si queremos reducir la pobreza, ampliar y defender la clase media, habrá que considerar formas de fortalecer el presupuesto familiar y estimular la incorporación al trabajo productivo de las mujeres. Una buena forma de hacerlo podría ser incluir másespecíficamente exenciones por gastos básicos familiares en el caso de madres solteras o algunas otras formas de proteger el poder adquisitivo y el presupuesto familiar de esos hogares.
De acuerdo con la encuesta ENDESA 2007, el 38% de los hogares urbanos y el 30% de los rurales, tienen mujeres como jefas de hogar. Esta proporción llega al 43.5%5 en el Distrito Nacional.
De acuerdo con la encuesta ENIGH 2007, alrededor del 90% de los hogares más empobrecidos del país reciben algún tipo de asistencia social por parte del Estado. Sin embargo, no es así con los hogares menos empobrecidos y de clase media que deben sufragar de su presupuesto familiar la casi totalidad de sus necesidades y tienen alta vulnerabilidad. Según algunos estudios, basta el nacimiento de un nuevo hijo para que se desequilibren las finanzas familiares de muchos hogares de clase media y comiencen a deslizarse hacia la pobreza. Lo mismo ocurre cuando la inflación se dispara o cuando se reducen los ingresos hogareños por la pérdida de empleo o del valor real de la remuneración.
Según esta ENIGH, el 38% de la Población Económicamente Activa (PEA) son mujeres (39.2% en 2010 según R. Guzmán y MEPyD 2011), el 94% de ellas entre 18 y 64 años de edad,. De ellas el 26% tiene educación universitaria y el 27% educación secundaria,probablemente en su mayoría forman parte de las clases medias en diferentes segmentos de ingreso. Proporción, por cierto, muy superior a la de los hombres de la PEA. Es destacable que, según el estudio de Guzmán y MEPyD, el 42.4% de los hogares encabezados por personas divorciadas o separadas, el 47% d encabezados por personas viudas y el 40% de los encabezados por personas solteras, corresponden a las clases medias.
Pocos dudan que el fortalecimiento y protección de las clases medias tenga un alto impacto favorable en la producción y consumo de bienes y servicios y en la cohesión social y felicidad. Es claro que nuestra sociedad necesita valorar y proteger los aportes de las madres solteras de clases medias. Necesitamos pensar creativamente mecanismos que permitan beneficiar aquellas que no son sujeto de los programas asistenciales. Tal vez revisar el sistema impositivo sea una de las vías posibles.
Comentarios( 2 )
Mildred Dolores Mata Gracias Pedro luis por tan buen documentado artículo, y por la visión amplia sobre el tema, acerca de la diversidad de formas de violencia contra la mujer.
Mildred Dolores Mata Muy específica forma de analizar y proponer una política pública para el problema de las mujeres madres, únicas cabezas de familia, de clase media, que no suelen ser incluidas en planes de protección. Claro que se justifica esta política, pues en esos hogares hya mayor pobreza. Muy buena propuesta de política pública.
http://elmunicipio.com.do/contentsreflex.aspx?key=641