29 Noviembre 2011, 10:25 AM
Un millón de firmas masculinas
Escrito por: Susi Pola (susipola@gmail.com)
El reducido grupo de periodistas y comunicadores sociales que decidió recoger un millar de firmas masculinas, logró multiplicar la acción en todo el país y tener el beneplácito del pueblo que rechaza la violencia contra las mujeres. El viernes pasado, Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer, fue el arranque de una campaña que busca dignificar la humanidad de los dominicanos.
Los primeros grupos de hombres contra la violencia hecha a la mujer, llamados movimiento de hombres por la igualdad, surgieron a principios de los años 70 en los países nórdicos y eran profeministas. En España, a mediados de los años ochenta, se crearon en Valencia y en Sevilla, para trabajar contra la discriminación estructural generada por la sociedad patriarcal. De acuerdo a estos grupos, un hombre por la igualdad, es aquel que:
• Se acepta a sí mismo como producto de su tiempo y cultura.
• Inicia un camino personal de búsqueda y replanteamiento de sus valores, conductas y pensamientos.
• Tiene una actitud de cambio en sus relaciones con las mujeres.
• Apoya las justas reivindicaciones de las mujeres contra el sexismo.
• Aprende a verse como un ser sensible, afectivo y vulnerable.
• Intenta superar su tradicional aislamiento emocional.
• Iniciado un proceso de replanteamiento de la relación con sus hijos e hijas.
• Intenta superar el miedo y el rechazo ante situaciones de cercanía y complicidad con otros hombres.
• Avanza en un proceso de renovación de su sexualidad, intentando vivirla de forma más natural y plena, sin los determinantes que el modelo tradicional masculino le ha impuesto.
• Cambiar su actitud hacia la homosexualidad, reconociendo que las personas homosexuales sufren una situación de discriminación que ha de ser combatida activamente.
• Adopta una actitud de tolerancia cero hacia la violencia de género que ejercen los hombres sobre las mujeres.
• Comprende que “el silencio los hace cómplices”.
• Es un hombre con un proyecto de cambio personal y trata de llevarlo a la práctica, replanteando una gran parte de sus posiciones, actitudes y conductas, determinadas por su proceso de socialización sexista y patriarcal.
• Su objetivo es construir una sociedad en igualdad en la que se haya conseguido superar los roles de género y, para ello, entiende que primero ha de cambiar él.
El que llene algunos o todos los requisitos enunciados, que se una firmando en lugares públicos, en locales de empresas, comercios, clubes sociales y deportivos, en los ayuntamientos y en instituciones públicas y privadas que se han unido a esta campaña por la no violencia.