Uruguay: heridas que no cierran del todo
Violencia de los manifestantes de la izquierda radical
La policía tenía órdenes de evitar disturbios como los de marzo.
En el "Día del nunca más", que se conmemoró el martes en Uruguay, se produjeron choques esporádicos entre la policía y manifestantes radicales de izquierda.
El presidente Tabaré Vázquez inauguró la ceremonia, que surgió con el objetivo de fijar un día de reconciliación entre viejos enemigos: las víctimas del gobierno de facto (1973-1985) y quienes lo lideraron.
El acto se celebró el día del aniversario del nacimiento del prócer nacional, José Gervasio Artigas.
Vázquez, al timón de una amplia coalición de partidos de izquierda, tenía la intención de acercar a las antiguas figuras del gobierno militar y a algunos supervivientes de su represión política.
De hecho, se pudo ver a uno de los dirigentes actuales del partido Colorado, el ex ministro Pedro Bordaberry, estrechándole la mano al mandatario.
Bordaberry es uno de los hijos de Juan María Bordaberry, quien presidió el gobierno desde 1972 hasta 1973 y luego continuó al frente de la dictadura, hasta que el ejército lo expulsó en 1976.
Juan María Bordaberry, de casi 80 años de edad, se encuentra preso desde noviembre, mientras aguarda sentencia por su responsabilidad en el secuestro y desaparición de 14 disidentes.
Reconciliación, nunca
El presidente Tabaré Vázquez rinde un homenaje floral en el mausoleo de José G. Artigas
La ceremonia fue breve; duró poco más de 10 minutos.
Pero fue la protesta de los más radicales en las filas oficialistas la que cobró protagonismo este martes en las calles del centro de Montevideo.
Bajo la consigna de "nunca habrá reconciliación" y "menos que menos por decreto presidencial", un millar de manifestantes realizaron un "contra acto".
La policía había recibido órdenes directas del presidente de prevenir desmanes como los registrados cuando la visita del presidente de EE.UU., George W. Bush.
La fecha que estableció el presidente no sólo contrarió a los radicales de los grupos izquierdistas y a algunos grupos de derechos humanos, quienes prendieron fuego neumáticos frente a la Universidad de la República y arrojaron huevos y bombas de pintura contra los efectivos antimotines.
Si nos podemos juntar para zanjar acontecimientos de hace 30 años, procuremos construir futuro para los próximos 30 años
Jorge Larrañaga
Tampoco convenció a ex presidentes como Julio María Sanguinetti (1985-1990, 1995-2000) o Jorge Batlle (2000-2005), del partido Colorado, ni a Luis Alberto Lacalle (1990-1995), del partido Nacional o Blanco.
En cambio sí contó con el apoyo del líder de la oposición mayoritaria, Jorge Larrañaga, quien fuera candidato presidencial por el partido Nacional -o Blanco- en las elecciones de 2004.
Un quórum original
En la Plaza Independencia, donde se halla el mausoleo a Artigas, se dieron cita antes del mediodía figuras del gobierno, militares y políticos de la oposición.
Pedro Bordaberry, líder del partido Colorado e hijo del ex presidente de facto Juan María Bordaberry, saluda al presidente
Gobierno y oposición ante el mausoleo de Artigas.
Junto a los comandantes del ejército estuvo presente, por ejemplo, el actual ministro de Agricultura, José Mujica, quien fuera el líder de la guerrilla que en la década de 1960 lanzó varios ataques y perpetró decenas de secuestros.
Tras el acto, Vázquez se marchó sin hacer declaraciones, pero Larrañaga dijo, según informó el portal Observa: "Si nos podemos juntar para zanjar acontecimientos de hace 30 años, procuremos construir futuro para los próximos 30 años".
"Ahora también hay violencia: niños pidiendo en la calle", agregó.
Vázquez se comprometió al asumir en marzo de 2005 a esclarecer el destino de los desaparecidos durante el régimen de facto, hasta donde lo permitiera la Ley de Caducidad, que se aprobó por referendo en 1989.
Desde entonces, se han realizado excavaciones en predios militares y se procesó a Bordaberry padre y a su canciller, Juan Carlos Blanco.
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