Acá coloco las opiniones de un amigo que intercambió conmigo sus opiniones acerca de mis interrogantes sobre Estado, capitalismo, socialismo, neoliberalismo, a propósito del artículo sobre Haití de Wooldy Edson Louidor.
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"En relación a la cuestión estatal, el Estado no es socialismo, y la estatización no es un paso al socialismo, como tampoco lo fue el mercado para el capitalismo en las sociedades antiguas china e india. El capitalismo surge o se impone porque aparece una clase burguesa que le conviene y lo convierte en su preferido. Tengo diferencias con las posiciones pro estatistas y anti mercado como la cubana, que cree que manteniendo el país estatizado y limitando el mercado se evitan las presiones de restauración del capitalismo.
La cuestión clave del socialismo es la aparición de experiencias realmente consensuadas de cooperación y solidaridad, no tan directas y mecánicas como el hombre nuevo del Ché, pero una creciente apropiación de las decisiones colectivas por el conjunto de la sociedad, y por eso es tan importante la democracia.
Todas las empresas estatales en este tipo de sociedad contribuyen directamente al proceso de acumulación burgués. Pienso ahora en lo que pasó con la cementera Colón, que sirvió de base a la acumulación de los 300 contratistas millonarios de Balaguer y transfirió en forma de gobernabilidad manteniendo cientos de botellas.
La quiebra de Cementos Colón no fue un resultado administrativo, sino político, de los que dirigían el Estado. El Banreservas, bien administrado, está presionando a la baja de las tasas de interés en función de la política económica estatal que busca reducir el déficit cuasi fiscal por ese medio, demostrando que son cuestiones políticas las supuestas ineficienias de la administración estatal.
Desde el punto de vista de los intereses de los trabajadores hay que balancear el papel en beneficio del pueblo de una determinada empresa o propiedad estatal. Si mantenerla se convierte en una carga que afecta los servicios públicos fundamentales y nadie se está beneficiando de su condición pública, es mejor venderla, arrendarla o contratar una administración especializada.
Eso incluso se puede extender, a mi juicio, hasta la administración de los servicios públicos, pues no podemos comprometernos a defenderle el empleo a unos insensibles burócratas.
Ahora bien, para el llamado Consenso de Washington que está en la base del neoliberalismo, toda propiedad pública es dañina porque demuestra que la burguesía es prescindible. Ojalá siempre pudiéramos contar con alternativas de administración eficientes que les quiten el control de los medios de producción a los parásitos burgueses. El problema es que le han quitado los medios y vienen como accionistas bursátiles. "
Anónimo.
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Esta opinión se fundamenta en estas preguntas:
He aquí un balance de la situación actual en Hiatí del periodista wooldy Edson Louidor. Pongo en negritas los temas que más llaman mi atención y quiero destacar dos:
1) La baja de la criminalidad en un 70%. Gran logro en la sociedad haitiana, felicidades.
2) La contradicción con respecto a las inversiones del Estado, empresas...Un gran nudo de debate de filosofía política y desarrollo. ¿En cuáles áreas el Estado debe tener empresas cuando no tiene mucha capacidad gerencial u opera con déficits y tiene múltiples tareas pendientes. Las empresas que administra el Estado deben ser de determinadas áreas?. ¿Qué hacer? Fortalecer las emprresas a pesar de la gran sangría de recursos que significan empresas deficitarias, o vender parte de su participación? ¿Tener el 50% de las empresas como pasa en Cuba? Nudo fuerte. Para el neoliberalismo lo ideal es que todo sea privado. Para el socialismo la mayor parte público. ¿Puede plantearse que cualquier Estado, sociedad tiene capacidad de pensar de manera colectiva y plantearse dirigir lo económico aún sea deficitario?
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