Las complejidades del mundo de los migrantes, identidades, geopolítica, intereses...y los seres humanos sufriendo en este ajedrez de egoísmos de distintos colores de orgullos y "egos" inflados de los fanatismos llamadas naciones, compitiendo. ¡Tremendo lío tiene este hombre de 22 años! ¡Ay los nacionalismos!
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BBCMundo.com
El iraní que metió la política en el fútbol
Javier Farje
BBC Mundo
tiene apenas 21 años, nació en Irán, se crió en Alemania y ya se proyecta como una estrella del fútbol.
Ashkan juega por el VfL Wolfsburg y ha sido convocado a la selección alemana para que la ayude a clasificarse para la Eurocopa.
El problema es que su decisión de no participar en un partido contra Israel "por razones personales" le ha dado al asunto un giro internacional que el propio Ashkan no se esperaba.
Esto ha despertado un debate en Alemania que va desde la identidad nacional hasta la supervivencia propia de la familia de un futbolista.
El sensacionalista Bild reproduce una presunta cita en la que el futbolista sostiene que fue una decisión política.
"Todos saben que soy iraní-alemán" dice, aunque el propio protagonista del debate no ha dicho si se trata de un reflejo exacto de sus motivaciones.
Esto parece endosarlo el diario deportivo iraní Goal calificó de "heroica y maestra" la retirada de Ashkan.
Críticas
La comunidad judía alemana dice que se trata de una actitud antisemita.
"Es impensable e imposible que un jugador de la selección alemana inicie un boicot privado contra los judíos" sostiene Dieter Graumann, vicepresidente del Concejo Central de Judíos Alemanes.
Después de todo, la inocencia del pedido de Dejagah parece complicarse porque en él parece concentrarse, sin que lo quiera, además, la geopolítica regional, con toda su complejidad.
Irán no reconoce al estado de Israel, y su presidente, Mahmoud Ahmadinejad, quiere su destrucción.
Alemania tiene una larga historia de antisemitismo, superado después de la guerra con gobiernos democráticos que han permitido que la diezmada comunidad judía resurja con la misma fuerza que tuvo antes de la locura hitleriana.
Ahí está la sensitividad de muchos miembros de la comunidad israelí, que no aceptan las críticas de quienes acusan al estado judío de negarles una patria a los palestinos.
Se trata de un joven futbolista de 21 años que parece estar imbuido, dependiendo del cristal con que se mire, de un heroísmo dudoso, si se ve desde Teherán, o de un antisemitismo inaceptable, si se observa desde la comunidad judía.
La Federación Alemana de Fútbol ha preferido adoptar una actitud cautelosamente defensiva. Ha aceptado la decisión de Ashkan. "Dijo que se trata de razones personales y ello es plausible" argumenta.
Razones personales
Parece tratarse, en todo caso, de un asunto de elemental supervivencia.
"Yo tengo en las venas, más sangre iraní que alemana. Hago esto por respeto, después de todo mis padres son iraníes", se defiende.
Las nacionalidades de Ashkan son un arma de doble filo, porque el futbolista tiene familiares en Irán y teme que, si viaja a un país que Teherán odia, los que se quedaron la pasen mal.
El quiere visitar su Irán nativo, y esa necesidad va más allá que cualquier consideración política.
Sobre sus espaldas han puesto el peso del antisemitismo, de la búsqueda de la identidad alemana, la fobia del gobierno de Irán, las complejas relaciones en Medio Oriente.
El solo quiere jugar fútbol.
Nota de BBCMundo.com:
http://news.bbc.co.uk/go/pr/fr/-/hi/spanish/international/ne wsid_7039000/7039445.stm
Publicada: 2007/10/15 00:44:43 GMT
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