Un soplo largo, suave, horizontal;
después
un fulgor hondo
vertical.
Sin temor
voy caminando.
Me quedo quieta
pero…
debo ir lejos
debo estar donde se ablandan los frutos con mis dientes
donde pueda ayudar a agarrar las manos
cuando se está aprendiendo a iluminarlo todo.
mildredd
santiago, RD, 1ero. octubre 2007.
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