El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó por unanimidad este martes una resolución que crea una fuerza conjunta de paz con la Unión Africana (UA) para Darfur.
En lo que se ve como el primer gran paso de la comunidad internacional para detener el conflicto que devasta esa región noroccidental de Sudán, la medida establece el despliegue de unos 26.000 efectivos militares, policiales y personal civil.
Esta fuerza híbrida se constituirá en la misión de paz de mayor envergadura en el mundo, con mandato de proteger a la población civil y trabajadores humanitarios, recurriendo al uso de la fuerza de ser necesario.
El gobierno sudanés, hasta ahora reticente a autorizar el despliegue de efectivos de paz bajo el comando de Naciones Unidas, dio indicios de que esta vez podría aceptar a la misión que funcionará bajo el nombre de UNAMID.
"Contiene muchos elementos positivos y satisface en gran medida una serie de puntos que nos preocupaban", manifestó en Nueva York el embajador de Jartum ante el organismo internacional, Abdalmahmood Abdalhaleem Mohamad.
Indicó no obstante, que el gobierno del presidente Omar al-Bashir todavía tiene que considerar la resolución para ver si se ajusta al pacto logrado recientemente con enviados de la ONU, para que autorice el despliegue de tropas internacionales.
Tercer texto
El texto aprobado este martes, es el tercero que sus patrocinadores (Francia, Reino Unido y Eslovaquia con el patrocinio de EE.UU.) hicieron circular en las últimas tres semanas de críticas negociaciones.
Los principales obstáculos provinieron de China y los tres países africanos miembros del Consejo de Seguridad de la ONU (República del Congo, Ghana y Sudáfrica).
Las objeciones giraban en torno a que las primeras versiones acusaban directamente a Sudán por su papel en el conflicto y presentaba amenazas adicionales en caso de no cooperar con la fuerza de paz.
Las incesantes consultas entre las delegaciones dieron su fruto en la última versión, donde se eliminan estos elementos y se atenúa el léxico a fin de evitar asperezas con el gobierno de al-Bashir.
Poderoso mensaje
Mientras tanto, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, consideró que esta "resolución histórica y sin precedentes", enviará "un claro y poderoso mensaje para poner fin a este trágico capítulo en la historia de Sudán".
Esto significa no sólo el aporte de efectivos, sino también de fondos que se esperan que estén listos en 30 días, para poder sostener los US$2.000 millones por año que costará la misión.
La fuerza, que actuará bajo el Capítulo VII de la carta orgánica de la ONU que autoriza el uso de la fuerza, tiene como propósito también apoyar la implementación de los acuerdos de paz entre el gobierno y los rebeldes, proteger a la población civil y personal de ayuda humanitaria al tiempo de prevenir ataques armados.
Negociaciones en Arusha
Ki-moon, quien al asumir en enero fijó la solución del conflicto de Darfur como la prioridad de su mandato en la ONU, hizo también un llamado para lograr resultados en la reunión de Arusha, Tanzania, que comenzará el próximo viernes.
Durante tres días, el enviado especial de la ONU, Jan Eliasson, de la AU, Salim Ahmed Salim, intentarán sumar al proceso de paz a los grupos rebeldes y milicias que no firmaron el llamado Acuerdo de Darfur.
El conflicto en la región noroccidental de Sudán se remonta a comienzos de 2003 y desde entonces ha causado más de 200.000 muertos y unos dos millones de desplazados y refugiados.
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