Para octubre del 2007 Susi Pola nos ofrece estadísticas sobre el aborto en el artículo de más abajo.
Para esa fecha cuatro países prohibían el aborto, en : El Vaticano, Malta, Chile y República Dominicana.
Luego se añadieron, parael año 2009, los países: Salvador, Honduras, y Saint Martin (Antillas Holandesas. (http://www.choike.org/nuevo/informes/4717.html) Actualización de Agnès Gillaume y Susana Lerner (CEPED), www.ceped.org/cdrom/avortement1990-2005/presentation-gb.html
Suman, entonces siete países, y en algunos estados de México.
No permiten la interrupción del embarazo ni siquiera para salvar la vida de la mujer.
mildred dolores mata
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Aborto, un derecho sin credo
1ero. de octubre del 2007
POR SUSI POLA
SANTIAGO.- Mañana miércoles 25 de julio, habrá una sesión de vistas públicas en el Congreso Nacional para tratar la perspectiva legal del tema del aborto, una inclusión necesaria en el Código Penal, encaminada a evitar la tasa de abortos inseguros, de 37 por mil mujeres para América Latina, donde la República Dominicana, junto con Perú y Chile, tienen las de la mortalidad relacionadas con el aborto, 20 veces superiores a las tasas registradas en Estados Unidos, donde la interrupción del embarazo es legal y en condiciones de seguridad.
Aproximadamente el 62% de la población mundial vive en 55 naciones en las que el aborto está permitido sin restricciones o por alguna razón económica o social, grupo que incluye algunos de los países con mayor cantidad de habitantes, como China, India y Estados Unidos y la mayoría de los que integran la Unión Europea. El 13% de la población mundial vive en 42 naciones en las que se permite el aborto por razones de salud mental o física. El 25% vive en 54 países en los que se permite sólo para salvar la vida de la mujer, mientras que hay sólo cuatro Estados que no lo autorizan bajo ninguna circunstancia: El Vaticano, Malta, Chile y República Dominicana.
En septiembre de 1994, se celebró la Conferencia Internacional de la Población y el Desarrollo, en El Cairo, Egipto, en la que delegaciones de 179 Estados abordaron algunos de los temas más conflictivos de la vida de las personas, cuando se relaciona con las políticas globales de desarrollo de los gobiernos: la reproducción, la sexualidad y los derechos de las mujeres, algo que no se había hecho hasta entonces.
Fue una nueva Declaración Universal de los Derechos Humanos, esta vez, relacionada con la población y la vida de las mujeres, un enfoque que a 13 años de presentado, mantiene la controversia en el plano de las ideas y creencias, con grandes dificultades para la aplicación al campo del Derecho, que es de lo que se trata el compromiso asumido por las Naciones.
También la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer realizada en Beijing en 1995, definió al aborto como un gran problema en la salud pública e hizo la recomendación de que los países deberían modificar sus legislaciones punitivas con respecto a la interrupción del embarazo, objetivos que fueron retomados por la Cumbre del Milenio, con acuerdos de nuevas medidas para reforzar los de El Cairo en el sentido de "impulsar una agenda humanista, integral y acumulativa en beneficio de la vida, la salud y los derechos de las mujeres".
Algunas de las representaciones eclesiales, ordenadas y laicas, se empeñan en llevar la discusión al plano de las creencias espirituales, en desacuerdo con la mayoría de sus feligresías que en un alto porcentaje, no apoyan las posiciones fundamentalistas religiosas, mantienen un control de natalidad permanente y se practican abortos clandestinos, para los que la misma ilegalidad se manipula hasta ofrecer seguridad en proporción al costo de la intervención. (En la R. Dominicana sobrarían las referencias).
El acceso legal y seguro al aborto es una dimensión no negociable de la igualdad de sexos, y el reclamo de la despenalización de este procedimiento pertenece a la agenda de los derechos humanos de las mujeres para lo que sólo hay que tener presente el marco sexual y reproductivo de la salud y los derechos. Por lo demás, el aborto debe ser visto como un tema crucial en el debate contemporáneo sobre democracia, porque nos obliga a revalorizar seriamente la relación entre la Religión, el Estado y los Derechos Humanos de las personas.
Como dijera Sonia Correa, Coordinadora de Investigaciones de DAWN, (Development Alternatives with Women for a New Era), en Porto Alegre, Brasil, en enero de 2003, "La separación entre la Religión y el Estado ha abierto las puertas a la gobernabilidad democrática moderna [...] La Religión puede hacer cosas buenas. Los Estados pueden hacer cosas estupendas. Pero la fusión de ambos no trae consigo un buen resultado. Cada uno de ellos debe tener su propio terreno".
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http://do.vlex.com/vid/aborto-derecho-360765742
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