Comentario libro de Néstor E Rodríguez: Escrituras de Desencuentro

Mildred D Mata

(Primera Parte)


Existen escritores que residen fuera de la República Dominicana, y se discute si son de la diáspora, como un mundo aparte, o si son dominicanos igual que los que residen en la isla. Bueno, para mí es un escritor dominicano como se quiera, sin el apellido diáspora, o con el apellido.

Néstor E Rodríguez vive en Toronto, Canadá. Su libro Escrituras de desencuentro fue publicado en México, en febrero del año 2005. Fue reeditado por Editora Nacional y está de venta en librería Thesaurus, Sarasota esquina avenida Lincoln, quizás a RD$250.00 ó menos.

En sus apreciaciones sobre la cultura y la política en la República Dominicana, él considera que están muy marcadas por la ocupación de las autoridades de Haití en el período 1822-1844, unos años después de definida la República Dominicana como sociedad independiente de España en el año 1921 por el gesto que comandó José Núñez de Cáceres que se viene llamando Independencia Efímera, llamados los Separatistas de Santo Domingo que ante el abandono de España a la isla, “abogaron por la incorporación a la Gran Colombia propugnada por Bolívar, así como la vigencia de la esclavitud”. (Rodríguez, 2007, página 27, negritas como destacado de Mildred D Mata). La unificación de la isla por Haití “cristalizó en los habitantes de la mitad castellanohablante de la isla en la forma de un nacionalismo de suyo marcado por la hispanofilia y el racismo”. (Ibidem).

En el ensayo no se trabaja las causas de esa ocupación, y en general no se toca en detalles este evento, características, etcétera, lo cual encuentro muy atinado pues si el autor se hubiese metido en eso, terminaría con un libro de 600 páginas, y su interés de presentar una literatura de desencuentro con el totalismo pro hispano se hubiese diluido y hubiese quedado “ más perdido que el hijo de Limbert.”

Bueno, el caso es que él considera que la ocupación haitiana hirió muy profundamente la seguridad, la autoestima de las elites que ocupaban la parte Este de la isla que venían conformándose con una propuesta cultural de identidad monolítica pro hispana con un pequeño sazón de taínos bobitos y buenos, en algunos eventos maltratados por algunos bárbaros españoles distanciados de la nobleza de corazón de los españoles de verdad, como eran la Corona, Cristóbal Colón, y otras buena gente. Como ejemplo de esa cosmovisión, Néstor E Rodríguez expone como este ideal continuo euroetnocentrista se refleja en la novela de Manuel de Jesús Galván, Enriquillo, en la cual ni por el diache aparece un africano, un negro, un esclavo; no se habla de mestizaje, a pesar de que para esa época casi la totalidad de la población era mulata y negra, y el resto blanca, o taína, en por ciento chinchines menores. Dice que en una página de las 466 que totalizan el libro Enriquillo en una cita al pie de página, don Manuel de Jesús Galván, en su Enriquillo, habla de tres negros “…pertenecientes a una tribu de salvajes de raza africana, que aún existe allá alzada, y de que sólo dan noticias incoherentes y tardías algunos monteros extraviados”. (Ibid, página 31, negritas de Mildred D Mata).

Otro ejemplo de esta visión es la que presenta Salomé Ureña en su poema Anacaona, donde ésta le da este tratamiento justificatorio a los españoles, a la matanza de Jaragua y de la líder Taína, quedando de nuevo sin tratar el exterminio total de los taínos, como una acción de las autoridades y de las elites económicas, políticas y religiosas de España.

En su libro son desnudados como representantes como el hilo conductor de este Discurso, los textos producidos por éstos, en producciones literarias, ensayos hispanistas que niegan nuestro mestizaje cultural, racial y político: Manuel Arturo Peña Batlle (1902-1954), Joaquín Balaguer (1906-2002), y Manuel Núñez (1957). Le llama Discurso como “categoría arquetípica” de Andrés L Mateo a la labor de importante “…labor intelectual” que ésta “implicaba para la cohesión del sistema totalitario” (Néstor E Rodríguez, página 25), y que Andrés L. Mateo lo conforma con “…una creatividad de una personalidad auténtica, que en el manejo de una fuente común, sobresale por su formación más profunda y abarcadora...” (Andrés L Mateo, Mito 101-102, citado por Rodríguez, página 25).

Néstor E, cuestiona y evidencia lo absurdo de esa pretensión de una identidad cultural única, monolítica. Y para ir desmontando esta realidad, presenta como de una manera contradictoria autores como Tomás Hernández Franco, uno de los panegiristas de la dictadura escribe el poema Yelidá, donde presenta el fenómeno del mestizaje y las intercomunicaciones entre la cultura y la gente de Haití y de la República Dominicana.

El autor va exponiendo sobre los autores que se salen de la homogeneidad de la doxa Trijillista, aún en la misma dictadura como son de Manuel del Cabral, Tomás Hernández Franco y Aída Cartagena Portalatín, y en el exilio, Juan Bosch, Juan Isidro Jiménez Grullón, y Pedro Mir. También comporta una producción heterodoxa Héctor Incháustegui Cabral.



Fin primera parte.