Distintas personas e instituciones están pidiendo justicia, haciéndose sentir, y cada una tiene historias, visiones, diferentes. Lo mejor es no generalizar. Tampoco todos estamos de acuerdo en el qué hacer. Entre las instituciones que marcharán por justicia adecuada en el caso de la quiebra del Banco Baninter en República Dominicana están religiones que creen se debe orar, pero éstas que firman creen que además de orar (orar es siempre para una persona espiritual) hay que marchar.
Nuestra sociedad está un poco frívola en algunos segmentos más que en otros. Casi nadie quiere someterse a las reglas cuando violenta el bien común. Algunas personas ricas están imitando niveles de consumo de sociedades ricas. También hay costumbre de impunidad para los delitos de cuellos blancos y azules.
Si el señor Báez Figueroa y demás personas implicadas son personas que han ido adquiriendo consciencia de sus acciones, y se sienten mal, es lo justo. La consciencia profunda cuando no se tiene sale del dolor, si no, la gente continúa en la superficie, y suele volver a cometer esos errores. La humildad y el arrepentimiento van bien.
Nuestra sociedad ha permitido que se desarrolle esa moral elástica hacia este tipo de robo y las personas poderosas han tenido dificultades para limitarse. El consumismo nos arropa. Creo que estamos sobregirados de pasividad y permisividad. Eso no ayuda a las personas débiles que pueden corronperse. Por lo que las actividades de masas de lucha, mandan un mensaje. Y dice: Cuidemos los bienes públicos, el no hacerlo tienen consecuencias de castigo. Ese mensaje es un acto de purificación y de prevención.
Los jueces están insertos en la sociedad, deben saber que la sociedad está observando alerta, en lucha. Pues lo contrario a las debilidades por relaciones primarias, por esa visión de conmiseración entre los poderes hacia el rico que tú también tiene, esa cultura de "na e na y to e to" no tiene mucho arraigo en nuestras tradiciones. Sigo confiando en el sistema judicial y en su objetividad para tomar decisiones justas.
Lo de otras personas corruptas de las que se habla, y se señala específicamente a Pepe Goico, el que éste no esté en el banquillo de los acusados no quita lo otro. Más impunidad no es la solución.
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